Pov Julian.
Luego de encontrar el celular regresamos al comedor para continuar el desayuno. Después de comer, caminamos junto a las chicas; de vez en cuando, miraba de reojo a Alfonso y Ernesto, comprobando que estaban más concentrados en las chicas que en el camino.
Pasaron las horas y nos reunimos para ver las películas, algunas daban risa y otras daba algo de pena ajena. Al final quedamos en tercer lugar, aún que no me avía quedado hasta el final, en su lugar fui a caminar mientras mensajeaba con mis padres, y nuevamente mi padre me recordó que aprovechará e hiciese amistades, porque debo vivir mi etapa y bla bla bla. La verdad es que esa rutina me fastidia, no entiendo porque lo dice, casi cada día en el que nos escribimos me termina mandando algo referente, y pese a que es mi padre, no me faltan ganas de meterle un buen madrazo, como los que me daba mi madre.
Eso me recuerda a cuando mi padre me enseñaba a defenderme, o al menos lo intentaba, ya que yo siempre encontraba formas más efectivas para defenderme, por poner un ejemplo, cuando un perro intento mordernos, él le quiso dar un golpe con la parte más gruesa, según el para que el golpe fuese más fuerte, y yo le dije que sería mejor usar la parte delgada, obviamente no me entendió, y no queso escuchar mi explicación; le expliqué que al usar la parte puntiaguda, haría precio en un punto más pequeño y este le provocaría una herida al perro, haciendo que por instinto ya no nos intente atacar; por eso le entró por un oído y le salió por el otro, ya que seguía terco que su método era mejor. Cómo siempre deje que pensara lo que él quisiera, después de todo, porque discutir con alguien que no sabe escuchar.
Otra de las veces en las que tampoco concordamos fue a la hora de atacar puntos débiles para defenderse de alguien. Él al igual que mi madre afirmaban que la ingle, nariz y ojos son los lugares que debes de atacar para defenderte, pero eso para mí me pareció demasiado simple para ser efectivo, y en una pelea lo comprobé. Una chica mayor que yo me atacó y yo recordando los consejos de mí padre ataque los tres lugares que recomendó, y no sirvió de nada. Así que en lugar de golpearla, le disloque los codos y le reventé el rostro contra el pavimento, entonces un grupo de chicos se acercaron para golpearme y agarre a la chica de uno de sus senos, y la arrastré hasta dejarla junto a un árbol donde agarre tierra y la lancé a la cara de los chicos antes de acercarme al que parecía ser el líder, y le arranque un dedo de una mordida, eventualmente me agarre a madrazo a con sus amigos, en todas rompí muchos dedos a mordidas y disloque codos y rodillas, entonces entendí que la mejor forma de defenderse es restringir la movilidad de las extremidades de tu oponente, ya que si no las puede mover, entonces tienes el control.
Aún que esto también tiene una desventaja, y es que no todos tienen el valor para herir a un ser vivo. Otra desventaja de este estilo de defensa, es que no se puede aprovechar al máximo en una pelea amistosa. Dejando de lado mis conflictos internos, decidí ir a nadar para despejar mi mente, no sin antes ir a los dormitorios para dejar mi celular bajo la almohada, luego salí de camino al muelle para quedarme parado en el borde, mientras miraba a la luna, quedándome ahí parado sin hacer nada más que apreciar su belleza. Tras algunos minutos alguien me abraza y hace que caigamos en el agua, así que intento ver de quién se trata, pero al hacerlo me encuentro con la albina transformándose en un zorro antropomórfico, así que trato de adentrarme a mar abierto, mientras que la zorra termina su transformación. Pero no pasó mucho antes de que empezará a nadar hacia mí, así que me sumergí con rapidez.
No me costó llegar al fondo, pero la zorra me venía pisando los talones así que me di prisa y nuevamente nadé hacia mar abierto, buscando mayor profundidad, hasta que encontré una fisura por la que se avía metido una de mis manos, así que me metí en ella, pero justo antes de que logrará meterme por completo, la zorra me mordió la pantorrilla. Por fortuna no tardó mucho en soltarme para ir a la superficie, así que continúe bajando por la fisura hasta llegar a un área más amplia e iluminada, cosa que me sorprendió ya que no conocía ninguna de las plantas que se encontraban en el interior de la fisura. Entonces decidí explorarla; encontrándome con una caverna que bajaba aún más, así que me adentré aún más descubriendo que cada vez avían más túneles y que en el que andaba se volvía más pequeño, llegando al punto en el que casi me atoraba; no pasó mucho antes de empezar a recorrer por lugares curvos donde daba vueltas, pronto sentí que ya avía estado mucho tiempo en el agua, así que trate de regresar pero al no poder girar y ver hacia atrás, decidí retroceder pero al hacerlo mis pies tocaron la roca de las paredes.
Busqué con los pies para hacerme un mapa imaginario de lo que estaba a mis pies, y lo que descubrí me provocó un fuerte escalofrío, nunca avía sentido esa clase de miedo, mi estómago se encogió, mi cuerpo empezó a temblar y sentí que me quedaba sin aire, además de que me costaba pensar. El camino estaba bloqueado, así que cerré los ojos y me hice a la idea de ahogarme, así que me calmé y continúe avanzando. Conforme avanzaba, noté que las plantas bioluminiscentes escaseaban; igual continúe hasta que tras haber me metido a otras fisuras, logré llegar a una parte mucho más espaciosa, y de otro lado me encontré con lo que parecía ser la superficie, así que nade hacia ese lugar y al llegar; saque la cabeza y empecé a respirar agitado. Luego me hacer que a la orilla y me senté en ella para intentar recordar el recorrido que avía echo, entonces sentí que el suelo empezaba a temblar así que contuve la respiración y pegué mi oído al suelo para escuchar mejor, entonces logré escuchar algo relacioné con explosiones.
Poco después escuché a algo salir del agua, sacándome un gran susto; y por reflejo lance una patada hacia esa dirección, dándole a una chica así que me disculpé y examiné su cabeza, con la esperanza de no a verle hecho mucho daño.
"Buena patada".
Dijo la chica mientras me sonreía, entonces la reconocí.
"¿Malú? ¿Qué haces aquí?".
"Debemos irnos".
Tomó mi mano y me jaló hacia el agua, entonces tomamos una bocanada de aire y nos sumergimos, la seguí por las fisuras dándome cuenta de que no llevaba zapatos, además de que me pareció ver qué sus dedos tenían una membrana. Pero tras parpadear, esas membranas desaparecieron. Al cabo de unos minutos logramos salir a la superficie, y una vez ahí, miré una fuente de luz, viniendo del campamento, encontrándome con que las cabañas estaban destrozadas y en llamas, entonces Malú tomo mi mano y me jaló hacia la costa. "¿Qué pasó?". Pregunté mientras veía el fuego y entré él pude ver a la zorra albina arrancándole la cabeza a una persona, al regresar la mirada al frente, encontrándome con pedazos de metal. Luego entramos a la cafetería y vimos una puerta reforzada; la abrió y entramos.
Entonces se iluminó el lugar, mostrando unas escaleras pegadas a la pared, así que Malú serró la puerta y está se selló. "Malú, ¿Qué está pasando?". Le pregunté a la espera de una respuesta, pero ella no la respondió, en su lugar me indicó que bajara por una de las escaleras, y ella se sujetó a otra, pero la bajo deslizándose, y controlando la velocidad con sus manos.
Por mi parte quise hacer lo mismo y por ser la primera vez, no lograba controlar bien la velocidad, así que o bajaba demasiado rápido, o me detenía completamente. Y cuando final mente llegamos a la parte de abajo, cruzamos una segunda puerta reforzada que fue abierta por las personas dentro del búnker, y la serraron tan pronto como entramos. Entonces fuimos recibidos por los chicos y 2 de las chicas que nos acompañaron en el desayuno, pero antes de poder responder a una de sus preguntas, escuchamos a alguien hablar por un micrófono.
El señor nos dijo que mantengamos la calma, el búnker era completamente seguro y que contábamos con suficientes suministros para quedarnos por varios años. También nos dijo que en el nivel 2 se encuentra el área de ejercicio y este cuenta con duchas separadas por sexos, los baños están alado de los dormitorios en el nivel 3, la cocina y el comedor están en el nivel 4, el nivel 5 conecta con un cine, un área de juegos, un huerto y con el almacén. Por último; el nivel 6 que conecta con el generador, la sala de mantenimiento y el último piso cuenta con un equipo de exploración junto con vehículos preparados hasta para salir después de la caída de una bomba nuclear. Mientras nos contaba todo eso, no dejaba de preguntarme cómo papas consiguieron todo esto.
Mientras nos explicaba otras cosas como la nueva rutina y otras cosas que no preste atención. La albina avía aparecido, por detrás de mí, abrazándome poniendo sus brazos alrededor de mí abdomen y dejando su cabeza reposando en mi hombro derecho. Entonces dijo hola y aumentó la fuerza de su abrazo, cosa que no puedo negar que me estaba gustando. Desde luego le respondí el saludo pero en ningún momento le dirigí la mirada, el simple hecho de escuchar su voz en mi oído, ya era suficiente como para hacer que sienta mis mejillas arder, pero igual no intenté liberarme, supongo que en el fondo si necesitaba de un abrazo, después de todo, me preguntaba si esto realmente sería tan grave como para necesitar un búnker, entonces le volví a prestar atención al señor y pude escuchar que al parecer se avía iniciado una guerrera, de la cuál sus padres estaban enterados mucho antes de enviarnos a este campamento.
Eso me hizo recordar la palabra de mi padre cuando me gradué; disfruta de este día porque cuando estés casado y tenga hijos, intentaré hacer lo que no hice en su momento y serás el papá que toma con los amigos de su hijo. Y como era de esperarse me empecé a enojar así que me liberé del abrazo de la albina y les avise que iría al baño, y después de haber dado vueltas por un rato, llegue al baño y tras entrar; me aseguré de que no viese alguien más, y me hacer que a un muro para golpearlo un par de veces.
"Eso estuvo rudo".
Escuché una voz femenina viniendo de la entrada del baño, así que me volteé y me encontré con Luna, pero se encontraba en su forma humana, y gracias a la luz es que pude ver su apariencia, siendo de casi mí misma altura, quizás me sacaba algunas pulgadas de ventaja, su piel es clara y tiene varias pecas, pelo largo y ondulado, además de contar con el color plateado. Sus ojos son grises, sus pestañas son largas y sus cejas parecen estar delineadas, sus facciones son afiladas, además de usar unos lentes grandes y redondeados con los bordes dorados. Usa una chaqueta de cuero oscura, abierta en el pecho y con hombreras, la chaqueta estaba ajustada, lo que resaltaba su figura de reloj de arena, además de permitir ver en su pecho, una camiseta roja, y sobre está se encontraba un collar de cuero oscuro que se ajustaba a su cuello, y en la parte de enfrente se encontraba una media luna de color rojo y de bordes plateados. Lleva un pantalón vaquero de color azul por último usa unas botas que le llegan hasta la mitad de la pantorrilla y con una suela gruesa, además de contar con decoraciones metálicas.
"¿Qué pasa? El ratón te comió la lengua".
Se acerca y cada pisada resuena haciendo eco en las paredes, por mi parte no lograba moverme, simplemente estaba en una especie de trance mientras apreciaba su belleza.
"Parece que te dejé helado".
Se río entre dientes mientras reducía la distancia, hasta acorralarme contra la pared, poniendo su mano izquierda al lado de mi cabeza y metiendo su pierna derecha entre mis piernas.
"No seas tímido".
Aparto la mirada, entonces sujeta mi barbilla para que la mire a los ojos, cosa que me provocó un sonrojo, asemejándome al del tomate.
"¿Tienes miedo?".
La dulzura con la que me habla hace que la vea como a un ángel, entonces acorta la distancia entre nuestros cuerpos hasta que finalmente me besó e introdujo su lengua en mi boca. Esto me sacó del trance, pero a pesar de ello aún no podía empujarla. Junto a ella me sentía débil y vulnerable; además sentía una extraña sensación en el estómago que nunca avía sentido, así que me rendí y cerré los ojos, después de unos cortos segundos; se separó y abrimos los ojos.
"Jeje, perdón no me cepille los dientes, pero igual creo que el chicle ayudó".
Trate de hablar, pero mi mente estaba echa un caos, su cara angelical, su apariencia imponente, el beso, estás extrañas sensaciones, y ni hablar de este sentimiento de vulnerabilidad, pero gracias a él es que logré reaccionar y trate de escapar. Tan pronto como intenté alejarme; la chica me volvió a besar, mientras con su mano derecha, me levanta la húmeda camisa. Pero una segunda voz hace que Luna se detenga y volteé hacia atrás.
"¿Se te ofrece algo?".
Preguntó Luna con un todo de voz algo molesto, entonces la voz le respondió en un tono similar.
"¿Qué crees que estás haciendo?".
Rápidamente reconocí esa voz; se trataba de Malú, cosa que me alegró.
"¿Tienes algún problema?".
"Si tengo un problema, así que lárgate y deja a Julian antes de que te meta esos lentes por el culo".
Tras esas palabras, Luna me suelta y se acerca a Malú mientras se truena los dedos.
"Sabes, son contadas las personas que tuvieron el valor para amenazarme".
Se paran la una frente a la otra así que me les acerco y tomo la mano de Malú para salir juntos de los baños dejando atrás a la loba.
"Julian, ¿Estás bien? ¿Te hizo daño? ¿Te forzó a hacer algo?".
"Estoy b-bien." Me tembló la voz, esto la preocupo ya que nos detuvimos e hizo que la mirara a los ojos.
"Dime lo que pasa, ¿Acaso ella también te acosa? ¿Es por ella que en el tiempo libre te vas a nadar o a dormir? ¿Acaso abusó de ti?".
"No, olvídalo". Respondí apartando la mirada, pero ella me jaló y abrazo.
"Oye si necesitas ayuda, no dudes en venir a mí, ¿De acuerdo?".
"Está bien." Sus palabras me hacían sentir miserable, odiaba ser una molestia y ahora mismo por primera vez en mi vida; quería salir corriendo, así que solté su mano y continuamos caminando, pero yo mantenía la mirada en el piso hasta que escuchamos unos pasos detrás de nosotros, no me atreví a mirar atrás ya que sabía claramente de quién se trataba.
Luna se acercaba a paso rápido y Malú me tomó de la mano para que avancemos a la misma velocidad, aún que esto no sirvió de nada, ya que Luna nos alcanzó tras correr un poco.
"No me digas que está es tu novia".
No me atreví a hablar, pero Malú le respondió con un sí, aún que la loba no le creyó así que me agarró de la otra mano para separarnos de un tirón, entonces Malú se detienen y mira con molesta a Luna.
"¿Cuál es tu puto problema? ¿Acaso buscas pelea?".
"Por favor, yo no soy una gata como para rebajar me a tu nivel".
"Por eso prefiero juntarme con hombres, las mujeres son muy culonas a la hora de pelear".
"¿Porque no dejamos que él elija con quién follar?".
"¿Qué?".
Tanto Malú como yo nos sacamos de honda, entonces Luna me mira y sonríe mostrándome sus blanca y brillante dentadura, permitiéndome ver qué sus colmillos son un poco más grandes y afilados que en los humanos normales. Aquello hizo que mi rostro se calentará.
"Y bien. ¿A quién escoges?".
Yo me solté de su agarré y continúe caminando junto con Malú, pero tras caminar un poco, mire hacia atrás, encontrándome con la mirada juguetona de Luna, la cual se mordía el labio inferior mientras me miraba de pies a cabeza. Eventualmente pude relajarme y Malú reabrió el tema.
"¿Te gusta?".
"¿Eh?".
"La chica de hace rato".
"No, solamente me puse nervioso." Después de aquella respuesta no volvió a sacar el tema, y cuando finalmente llegamos con los demás; nos preguntaron porque tardamos tanto, así que les dije que caminé por los otros pisos. Después de eso escuchamos que el señor del micrófono dijo que, si necesitábamos ayuda en algo, podíamos acudir a unas personas que subieron al escenario, de los cuales reconocí al padre de Luna, y poco después está paso junto a nosotros con rapidez para llegar hasta donde se encontraba su padre. Este último los presentó, pero yo únicamente le prestaba atención a Luna, cosa que Alfonso notó y no dudo en aprovechar para darme carrilla.
Nos reunimos y volvimos nuestra atención hacia quienes hablaban.
*
Pasaron algunos minutos para que pudiésemos ir a dónde quisiéramos, y desde luego, Malú y yo fuimos hacia el padre de Luna para preguntarle dónde podríamos cambiarnos de ropa. Y tras mirarme de reojo nos dijo que le sigamos, Malú notó el intercambio de miradas que tuvimos y pese a que parecía querer preguntar. Decidió quedarse callada hasta que llegamos al almacén, donde nos preguntó nuestras tallas para después darnos 7 cambios de ropa, incluyendo ropa interior. Malú se sonrojó cuando el señor le dio los sostenes de su talla, sin que está le diga cuál era.
Luego nos despedimos y fuimos a las duchas para cambiarnos y meter la ropa en una secadora, para después de que se secara, llevarla a nuestro casillero, el cual se encontraba en el lado derecho de la cama, dentro del muro, al abrirlo vimos una especie de tableta transparente con una agarradera metálicas en su lado izquierdo, además de tener un botón azul en la esquina superior. Guardamos la ropa y después cerramos el casillero, mientras que por mi parte presione el botón con mi pulgar y la pantalla traslúcida se iluminó y adquirió un color verde azulado, para poco después aparecer en el centro un punto que se expandió y empezó a vibrar rítmicamente.
No tarde en darme cuenta de que parecía ser el ritmo de mi corazón, después de unos segundos apareció un mensaje en la pantalla con una flecha que apuntaba hacia el casillero, el mensaje decía; se recomienda conectar el auricular para una mejor experiencia de usó, así que volví a abrir el casillero y está vez revise la parte de arriba, encontrándome con un pequeño auricular el cual contaba con un plástico con el que se sujetaba a la oreja. Me lo puse y sin querer presioné el botón del centro del auricular, entonces apareció otro mensaje en la pantalla, el cual decía; ¿Desea vincular el audi-082A? Si/No. Entonces le di a la opción del sí, y volvió a aparecer el mismo círculo vibrante blanco y tras un par de segundos escuché una voz robótica viniendo del auricular, entonces me dio la opción de ajustar la el tipo de vos, mi nombre y otras cosas.
Técnicamente era como usar un celular nuevo, así que lo configure a mi gusto y como contraseña usaba la huella de mi dedo medio de la mano izquierda. Pronto Malú también configuró la suya y descubrimos que avía internet así que me metí a Messenger y traté de iniciar una videollamada, y una notificación me preguntaba si le daba permiso de usar la cámara así que le di a aceptar a todo y una pequeña cámara salió de la agarradera de metal. Mientras esperaba a que mis padres respondieran, me impacienta va, así que corte la llamada y les envíe un mensaje para saber cómo estaba. Luego me salí y le di al mismo botón de la esquina superior, apagando la tableta y por curiosidad presioné con cuidado el lado derecho y la pantalla de guardo dentro de la agarradera, quedando solo el cilindro metálico, luego presioné el botón del auricular y este dijo que se avía apagado.
Guardé la tableta en el casillero y me acosté para intentar dormir, pero Malú se sentó junto a mí y me miró con una sonrisa antes de ponerse sobre mí.
"Si te quisiera tocar, ¿Qué arias?".
Preguntó con una sonrisa juguetona así que trate de levantarme, pero ella no me dejó. "¿Para qué haces esto?" Le pregunté antes de mirarla a los ojos.
"Solamente me preocupa que no sepas que hacer en casó seque alguien te quiera lastimar, eres muy sumiso cuando se trata de hablar con una chica como la de hace rato".
Esas palabras me molestaron, pero lo que más me molestó fue que me dijera sumiso, esa misma palabra me la dijo mi padre más beses de las que puedo recordar. Así que me gire bruscamente, provocando que caigamos al suelo quedando yo sobre ella; mantuvo su sonrisa y me miró de arriba a abajo.
"Adelante continúa, o tienes miedo".
Su provocación en verdad estaba funcionando, pero no avía que hacer así que me levanté y me alejé. "Voy a caminar".
"Te acompaño".
Salimos de los dormitorios y fuimos al segundo nivel ya que ese tenía una pista para correr. Al cabo de unos minutos en los que hablamos de distintos temas, Alfonso se nos acercó y nos invitó a ver una pelea en el cuadrilátero del centro; cosa que nos llamó la atención, así que lo seguimos y vimos a un chico de pelo castaño con mechones plateados, y con una vestimenta similar a la que llevaba Luna, pero su collar contaba con picos y su camiseta es azul marino. Por otro lado, sus ojos son azules y su pelo cubre el lado izquierdo de su rostro mientras que en la parte de atrás usa una liga, dejándose una cola de caballo algo larga.
El chico se presentó como Erick y nos invitó a participar en un duelo de hombres contra mujeres, las reglas son simples, derribar a al oponente y someterlo hasta que se rinda, será una pelea de relevos así que, si están reteniendo a alguien y ese alguien choca la mano de alguna persona de su equipo, esa persona subirá a pelear. Usarán equipo de protección a y una cosa más, si inmovilizan a su oponente o bien no se levanta o igual no choca la mano de un compañero en menos de 3 segundos, perderá automáticamente.
Me pareció simple y directa su explicación, y me imaginaba que muy pocos participarían; valla que me equivoqué, la gran mayoría si no que todos los presentes se emocionaron y fueron por el equipo de protección para participar, Malú me jaló hacia el equipo para que también participara, así que agarré uno y me lo puse, y Malú no tardó en ponerse el suyo. Después nos separamos quedando los chicos del lado izquierdo y las chicas del derecho, los chicos nos administramos, dejando a los mejores peleadores de último para que los demás sirvamos para cansar las y asegurar la victoria. Mientras que las chicas optaron por hacerlo al revés, para derrotarnos usando el menor número posible de miembros. Yo me puse hasta mero enfrente ya que tenía planeado derrotarla a psicológicamente.
Subí al cuadrilátero a la vez que una de las chicas más altas; los chicos me decían que le ganará y que demostrará quien era más fuerte, en fin; solo me estaban dando el impulso psicológico que necesitaría para mantenerme firme. Erick tocó el campanazo para que iniciara la pelea así que levantamos los brazos y nos acercamos, siendo ella quien parecía estar más confiada, así que me relaje y cuando no faltaba mucho para tenerla a mi alcancé, noté que se echaba para atrás mientras bajaba los brazos justo antes de sentir una potente patada en mi entrepierna, haciendo que me eleve un poco del suelo antes de caer arrodillado, y apunto de soltar lágrimas por el descomunal dolor que subía desde mis bolas, a mi estómago y culminaba en mi garganta. Todos en especial los hombres hicieron cara de dolor, como si a ellos también les hubieran dado una patada en el mismo lugar. Algunos chicos dijeron que era trampa, pero las chicas se defendían diciendo que Erick no mencionó en las reglas que los golpes a la entrepierna estuviesen promovidos, entonces me levanté mientras que la chica con la que peleaba decía que así de fácil es como se vence a un hombre.
"Oye." Le dije mientras sonreía de forma burlona. "Acaso a las mujeres no les enseñan lo que es pelear con honor".
"Porque no te rindes de una vez, no quisiera reventar te una o tus dos bolitas".
Finalizó riéndose casi a carcajadas cosa que solo me lleno de emoción ya que podré descargar toda la tormenta de emociones acumuladas.
"¡Maldita zorra!" La llamé y le sonreí desquiciadamente. "Eres muy lista, así que pelearé como mujer." Levanté los guantes y me los empecé a quitar con la boca entonces la chica arremetió en mi contra preparando se para darme una segunda patada, pero me gire un poco, logrando evadir el ataque justa a tiempo para agarrarle un seno y apretarse lo con fuerza para de inmediato jalarla y clavarle el pulgar en el ojo izquierdo, la chica gritó y pataleo mientras que yo me reía desquiciadamente. La forcé a tirarse al suelo y hay le agarré el mismo seno con ambas manos para empezar a girar; provocando que la chica gritada desesperada, además de soltar varias lágrimas. Y entré todo ese alboroto, me intentaba golpear la entrepierna así que dejé caer mi peso con mi rodilla sobre su otro seno para de inmediato darle fuertes cabezazos que le rompieron la nariz, después me levanté y la arrastré del seno, forzando la a darse por vencida.
"Eso pensé, buenas para jugar sucio a, pero cuando se las voltean empiezan a mariconear." Miró con rabia a las demás chicas y les dirijo la palabra ya más calmado. "¿Quieren que así sea la pelea o pelearán con honor?" Les pregunté mientras me acercaba a la esquina donde estaban los chicos, entonces Malú subió con una sonrisa que parecía ser de orgullo.
"Nada mal Juli, y creo que hablo por todas cuando digo que ahora pelearemos de verdad".
Ahora que estaba más tranquilo me volví a poner los guantes y nuevamente Erick tocó la campana. Malú se acercó con rapidez y yo solamente me quedé en mi esquina, esperando a que se acercara lo suficiente, y cuando lo estuvo; acorté distancia impulsando me con el poste de la esquina, para embestir la y tirarla para abrazarla, restringiendo sus movimientos, pero me empezó a dar cabezazos así que la solté no sin antes meterle un potente codazo en el rostro para alejarme y volver a mi esquina, Malú se levantó y me evaluó.
"Pegas fuerte".
"Gracias, lo mismo digo." Le respondí antes de empezar a correr hacia ella para intercambiar golpes hasta que la derribé con una barrida de pies, seguida por una llave, y tras unos segundos se dio por vencida. Luego de ello, relevé con otro chico no sin antes ayudar a Malú a ponerse de pie.
Eventualmente los números de los integrantes de ambos equipos bajaron hasta que, tras hacer un conteo, nos dimos cuenta de que los chicos teníamos un miembro de más que las chicas así que Erick llamo a Luna para que también participara. Al final entre Alfonso y yo derrotamos a las chicas restantes quedando 9 chico contándome a mí contra Luna, pero ella nos empezó a derrotar casi sin problemas, y cuando le tocó a Alfonso, literalmente barrió el piso con él, Ernesto quiso subir y pese a que quise detenerlo, no pude ni hablar, literalmente estaba paralizado. Ernesto le dio mucha más pelea de la que me esperaba, supongo que ya estaba cansada por haberse enfrentado a los 7 mejores peleadores que teníamos sin tomarse un descanso.
Eventualmente dejo inconsciente a Ernesto como a los otros 7. Algunos chicos se acercaron para bajar a Ernesto y llevarlo a las bancas para que se recupere, mientras que los demás me motivaban, eso me dio el coraje para subir al cuadrilátero.
"Hola cachorro, ¿Me echaste de menos?".
Preguntó de forma seductora mientras que se mordía el labio, por mi parte no esperé y me acerqué para empezar a lanzarle golpes, pero mis movimientos eran más torpes y ella me evadía sin muchos problemas.
"Eres más lento de lo que recuerdo, que pasó con lo de aquella noche, tus manos eran mucho más rápidas y precisas, no me digas que te".
Logré callarla de una patada al estómago.
"¿Eso fue una patada? Deberías darme duro como la última vez".
Sus palabras me recordaban a la primera vez que la conocí, y eso provocó que recordara a la chica albina que por alguna razón no participó al igual que sus amigas. "¿Porque no sierras la boca?". Pregunté, pero las palabras que ella diría a continuación, fueron la gota que derramó el vaso.
"Sabes me parece curioso que seas tan, sumiso".
Esa última palabra, esa maldita última palabra, no la soporto.
"¡Sierra la maldita boca!" Le grité lleno de rabia, sentía como si mi cuerpo ardiera. Apreté los puños tan fuertes que incluso sentí como si me clavara las uñas, además de que apreté los dientes con tanta fuerza que juraría que me estaban sangrando las encías. Poco después sentía como pulsaba mi cabeza y a mis ojos arder, pero eso no me importó ya que lo único en mi cabeza era esa maldita palabras. Y al no poder contener más mi odió, arremetí en su contra para golpearla hasta que no pudiera moverme.
Pov Luna.
Al parecer mis palabras en verdad le afectaron, creo que me excedí. Debería de disculparme, pero parece que en verdad se enojó, incluso se le están marcando las nenas del cuello y ni hablar de lo rojo que se está poniendo, incluso sus ojos se enrojecieron, párese como si se le estuviera por reventar una vena. Arremetió en mi contra con una gran velocidad y me conecto un poderoso derechazo que me mandó contra las cuerdas. Entonces trate de devolverle el golpe, pero antes de que pudiese reaccionar ya me estaba conectando una ráfaga de golpes que me sacudían por la inmensa fuerza con la que me golpeaba; trate de responder, pero el evadir cada ataque para golpearme en la abertura que dejaba, así que me límite a bloquear y esperar a que se cansará, aunque no parecía querer parar, incluso podría jurar que su fuerza estaba aumentando. No lograba entender cómo es que un simple humano podía llegar a golpear tan fuerte, entonces escuché un gritó que reconocí como el de mi padre el cual me decía que le ganará, ja si pudiera ya lo habría hecho. Esperé aun poco más hasta que empezó a reducir la velocidad, así que aproveche una oportunidad donde dejó su rostro expuesto, y le conecte un derechazo seguido de un codazo, pero estos no parecieron surtir mucho efecto ya que continúo atacando, pero ahora ya no se preocupaba por protegerse, así que le di un rodillazo en la entrepierna. Pero sorprendentemente ni se inmutó y continúo golpeándome. Dirigí la mirada hacia mi padre el cual también parecía estar sorprendido.
"¡Ve con todo!".
Tras sus palabras desvié uno de los golpes y agarré su mano para girar y lanzarlo fuera del cuadrilátero, así que me quite los guantes y me prepare para pelear a mano limpia. Por otro lado, Julian simplemente corrió hacia mí para continuar atacando me y cada ataque lo desviaba y respondía al instante con un contragolpe, logrando mantener al chico a raya; aun así, no parecía ser suficiente, así que fui más agresiva y ahora yo ataqué usando toda mi fuerza en cada golpe. Provocando que Julian retrocediera al no contar con una postura que le permitiera absorber el impacto de mis golpes, poco a poco fui retomando el control de la pelea, entonces el chico se alejó y empezó a moverse con rapidez de un lado a otro, conectándome golpes en distintos lugares, incluso lograba darme rodillazos en la espalda antes de que pudiese reaccionar para defenderme, me alejé, pero me embistió e hizo que me estampara contra una de las vigas que le dan firmeza a la estructura.
Busque una forma de finalizar está pelea, pero Julian no me permitía pensar ya que en el momento en que deje de estar completamente concentrada en la pelea, acababa recibiendo una tormenta de golpes que, con la técnica correcta, tendría la capacidad de romperle los huesos a cualquier humano. Por fortuna se empezó a cansar y pude devolverle todo el castigo que recibí, ahora ya parecía volver a la normalidad, pero nuevamente volvió a golpearme con aún más fuerza, está vez ya usaba una mejor técnica, incluso avía adoptado una simple pose de pelea que ciertamente le ayudaba a aumentar la fuerza de sus golpes, pero aun así ya no era tan rápido como antes, se le notaba la falta de aire. Y no pensaba desaprovechar está oportunidad, así que le di la patada más fuerte que pude hacia su entrepierna, pero, el golpeó mi rodilla con la suya; aquello casi me disloca la rodilla, el dolor que sentí me hubiese echo gritar de no ser por qué me sacó el aire con un brutal izquierdazo en la boca del estómago, me levanté y ambos retrocedimos. Mi rodilla se recuperó, pero estábamos sin aliento y nos temblaban las piernas, aún podíamos continuar así que corrimos el uno hacia el otro y le di un derechazo con toda la fuerza que pude, y él hizo exactamente lo mismo, provocando que, tras el impacto, todo quedará oscuro. Desperté tirada en el suelo y con la mirada hacia el techo y alrededor mío estaban mis padres y algunas chicas.
"¿Perdí?" Fue lo único que se me ocurrió decir, cosa que les saco algunas risas mientras que mi padre me ayudó a levantarme.
"Bueno, en realidad eso fue un empate".
Respondió mi padre con una sonrisa así que intenté buscar a Julian pero no lograba verlo.
"El chico sigue tirado, párese que tienes la mano pesada".
Comentó Erick, en lo que parecía ser un intento de a lago, igual seguí buscando lo hasta que lo vi sonreír e ir junto a sus amigos a sentarse en las bancas, pero al ver que la misma chica que nos interrumpió en el baño, le estaba ayudando a caminar, sentí como si me estuviera quitando algo que me pertenecía así que caminé hacia ellos haciéndome espacio entre las personas que me estorbaban.
Pov Julian.
Me sentía débil, cansado y mareado, además de que sentía mucho sueño. Por suerte Malú y Ernesto me ayudaron a caminar mientras que Alfonso me traía algo de agua y hielo, esté último no sabía para que, pero igual se lo agradecí. Me ayudaron a sentarme y me pusieron bolsas de hielo por todas partes, incluso entre mis piernas. Tengo que admitir que eso se sentía bien, pronto llegó Luna y se inclinó frente a mi para sujetarme de la barbilla, haciendo que la vea a los ojos antes de robarme un beso en frente de todos, provocando que sienta mis mejillas arder mientras mete su lengua en mi boca, luego se separa y me sonríe.
"Nada mal cachorro".
Desliza su pulgar sobre mis labios antes de enderezarse y retirarse con la vista al frente. Por mi parte me avía quedado sin palabras, y Alfonso no tardó en empezar a fastidiarme e intentar conseguir información, preguntándome desde cuándo nos conocemos, si es por ella que seguido me iba por mi cuenta, luego Ernesto me preguntó que, si salía de noche para encontrarme con ella, y Alfonso dijo que por eso siempre quería dormir. Se empezó a hacer un caos y yo me levanté y estiré para comprobar si podría correr, por fortuna podía correr así que me fui trotando tras Luna. Luego de un rato me tuve que detener para agarrar aire, en eso Luna me agarra de la mano y me carga como si fuese un saco de papas. Le dije que me bajara, pero no le importó y me llevo hacia una de las paredes entonces y la abrió, rebelando un corto pasillo oscuro por el que entró conmigo en su hombro, luego serró y me dejó en el suelo.
"Ahora estamos solos".
Dijo antes de besarme y empezar a desvestirme, por mi parte trate de detenerla, pero al final no sirvió de nada ya que era más fuerte que yo y fácilmente me pudo inmovilizar los brazos.
"¿Qué pasó con la fuerza de hace rato? Será que en verdad lo quieres".
Acerca su rostro al mío y me vuelve a besar, pero está vez se quita la chaqueta y su camiseta, pero por la oscuridad no logro ver mucho, ella se da cuenta ya que me toma de la mano y me jala hacia el fondo del pasillo donde se encontraban un tobogán que tomamos para bajar hasta un cuarto que se iluminó tan pronto como llegamos, y fue entonces que me di cuenta que no llevaba sostén.
"¿Te gusta el mar?".
"S-si".
"De acuerdo, sígueme".
Tan pronto como se dio la vuelta trate de regresar al tobogán, pero me agarró y arrastro hasta el otro lado del cuarto para después ver qué el piso se guardaba dejando a la vista el agua cristalina con plantas bioluminiscentes en el fondo.
"Ese es mi acuario".
Dijo mientras me acercaba a la orilla, para ver mejor a las plantas, entonces me di cuenta de que también avían peses bioluminiscentes, pero al igual que las plantas, jamás avía visto esa clase de peses. Cuando quise mirar atrás, Luna me agarró del brazo para lanzarme al agua antes se meterse y empujarme hasta el fondo, entonces me empecé a sentir mareado. Supongo que se dio cuenta ya que no tardó en sacarme del agua, y poco después empecé a sentir frío y el cuerpo pesado mientras me esforzaba por seguir respirando. Tras unos minutos en ese estado, logré recuperarme justo cuando alguien entró a la habitación; tanto la loba como yo, miramos hacia la entrada y nos encontramos con Malú la cuál miraba molesta a Luna.
"Julian, vámonos ahora".
Tras sus palabras bajé la vista mientras sentía un escalofrío y mientras pasaba a su lado; juraría que sus pupilas brillaron de rojo.
"Vuelves a meterte en donde no te invitan".
Dijo Luna antes de escuchar que tira algo al suelo seguido por un gruñido; por reflejo miro hacia atrás, encontrándome con Luna en su forma de loba y Malú caminando hacia ella mientras me dirige unas palabras.
"Julian si no sales ahora, yo seré quien te saque".
Rápidamente salgo lo más rápido que puedo, trepando por el tobogán hasta que finalmente llegó al pasillo encontrándome con la salida, así que caminé hacia ella y tan pronto como salí, sentí como Malú se me echaba encima para abrazarme con fuerza por la espalda, rodeando mi estómago con sus brazos.
"Maldito estúpido, ¿Cómo chingados se te ocurre andar con una loba? Entiendo que a los hombres les guste el peligro y la adrenalina, pero ¿Andar de calientes con una loba? Eso ya es ir demasiado lejos".
"Yo no ando con la loba".
"No me mientas, además ¿Cómo es eso de que le perteneces a una zorra?".
"No le pertenezco a nadie." Dije tratando de liberarme, pero Luna cerró la entrada del muro y me robo un beso de los labios, enfureciendo a Malú.
"Hasta luego cachorro".
Se despidió Luna mientras sonreía con malicia. Por mi parte dejé de intentar liberarme y simplemente bajé la mirada antes de perder el conocimiento.
*
Al despertar me encuentro recostado en una camilla dentro de una habitación completamente blanca y con una iluminación que a mí parecer era demasiado intensa. Intenté levantarme, pero mi cuerpo no respondía así que trate de hablar; Pero de mí solo salió un suave murmullo que solo yo podría escuchar. Al cabo de un largo tiempo, logré recuperar parte de la movilidad de mi cuerpo y en eso una chica albina entró.
"Hola cachorro, veo que tú cuerpo rechaza la mordida. Bueno ese no es mi problema".
Dijo mientras me mostraba mi celular antes de dejarlo sobre mi mano izquierda. Después se fue y tras bastante esfuerzo; logré guardar el celular en el bolsillo delantero del pantalón; al cabo de media hora algunas personas entraron, de las cuales reconocí al tipo que organizó el pequeño torneo, también a Luna y junto a ella su padre, a Malú y la chica Albina. Entonces el padre de Luna camino hasta ponerse a mi lado izquierdo para tomarme de la cabeza; antes de revisar mis ojos.
"Chico, ¿Cuál es tu nombre?".
Preguntó el padre de Luna mientras examinaba mis extremidades. "Julian." Respondí a lo que él sin dirigirme la mirada negó.
"Me refiero a tu nombre completo".
"Julian Coronado Torres." Tras finalizar me miró de reojo, tras unos segundos de silencio me soltó el brazo y me preguntó por mis padres, a lo que yo respondía sin darle mucha información. Pero nuestra charla fue interrumpida por la Albina tras sentarse en el borde de la camilla.
"Cachorro, ¿Por qué no me acompañas?".
Dirigí mi mirada hacia la zorra, pero antes de que siquiera pudiese pronunciar algo, Luna se me adelantó y de un brincó se sentó sobre mi pelvis.
"Él es mío, ¿Te quedó claro? Zorra".
La albina frunció el ceño y empujó a Luna tirándola al suelo.
"Para empezar no lo marcaste cuando tuviste oportunidad, no lo convertiste para que pudiese impregnarse y lo perdiste cuando yo te derrote, así que ten cuidado con quién te metes".
Luna se puso de pie y se acercó a la Albina con furia en sus ojos.
"Él es mío, es mi mate".
"¿Tienes pruebas de que él es tu mate?".
"Como es humano no nos afecta, pero en cuanto lo convierta podrán ver qué tengo razón".
"Lobita, por si no te has dado cuenta, ya no tienes poder sobre este cachorro".
La zorra Albina empezó a cambiar, partes de su cuerpo cambiaban de forma dándole una apariencia licántropa. Esto enfureció aún más a Luna; entonces le crecieron los colmillos y le salieron garras. Los gruñidos me pusieron los pelos de punta, pero no tarde en recuperar el valor y tras haberlo recuperado, me baje de la camilla para caminar hacia la salida, pero la zorra me puso contra la pared.
"¿A dónde crees que vas?".
Dijo entre gruñidos, y gracias a ello fue que le agarre de la garganta para jalarla hacia mí y besarla. Esto la sorprendió aún que igual no tardó en corresponder con pasión y algo de rudeza; mordiéndome el labio inferior con la suficiente fuerza como para hacerme sangrar, nuestros ojos estaban serrados y nuestra respiración se detuvo, mientras sentía como profundizaba el beso, gracias a que nuestros cuerpos estaban pegados pude abrazarla de la cintura mientras que ella dejaba sus brazos detrás de mí cuello para que no me separase, pronto sentí como regresaba a su forma humana, así que le agarre de los senos y los estruje con toda las furia contenida en mí. La fuerza del apretó la hizo gritar y doblarse, entonces la solté para mirarla con seriedad. "No me estorbes." Le dije antes de salir por la puerta, pero al hacerlo fui embestido por la zorra, la cual ya se avía recuperado lo suficiente como para pelear.
"¿Quieres que me ponga ruda?".
Luna intento meterse en la pelea, pero Malú la detuvo y le dijo algo que no pude escuchar ya que se lo susurró. "¿A qué estás jugando? ¿Crees que soy un juguete, o alguna especie de trofeo?".
"¿Eso importa?".
Pov Luna.
Julian se veía molesto, cosa que me parecía sexy y pese a que quisiera golpear a la zorra, Malú tenía razón. Esta es su pelea, ya que de él depende si quiere seguir siendo intimidado por la zorra.
"Sabes que me gusta cuando los machos se resisten, pero. Tú un miserable gusano ¿Crees que perdonaré está falta de respeto?".
Entonces Julian empezó a sonreír como si algo gracioso hubiese pasado.
"¿Me estás retando?".
De repente la sonrisa de Julian desapareció.
"¿Qué dijiste?".
Julian se empezó a enfurecer, se podía ver cómo apretaba con fuerza la mandíbula, mientras que su rostro se tornaba rojo, dejando marcadas las venas. Pronto todo su cuerpo se tensó y pude apreciar como su cuerpo adquiría un tono rojizo mientras se le marcaban las venas.
"Dilo una vez más para volverte mi perra".
"Ah me amenazas, jeje y pensar que todo esté tiempo fuiste tan sumiso".
Con esa última palabra Julian explotó, casi de forma literal ya que los músculos de su cuerpo de hincharon y poco después se formó una ráfaga de viento en espiral alrededor del chico; esté último arremetió en contra de la zorra dándole un derechazo directo al rostro, mandándola contra la puerta del cuarto en el que Julian se recuperó, la puerta resistió el impacto sin problemas ya que estaba hecha de metal. Julian no espero y de inmediato empezó a golpear a la zorra, tirándole varios dientes además de provocarle varías heridas, aún que aquello no duró mucho, ya que la chica pasó a su forma animal y mordió el brazo izquierdo de Julian, rompiéndole el hueso sin mucho esfuerzo. Esperaba un grito de dolor de parte del chico, pero en lugar de ello, este simplemente le arrancó los ojos y la zorra se echó para atrás mientras gruñía.
"Eso es jugar sucio".
Se quejó la zorra antes de recibir una patada en el hocico, pero la falta de técnica de Julian provocó que su postura no fuese la correcta, cosa que le permitió a la zorra atrapar su pierna entre sus fauces, destrozando su hueso con una simple mordida. Intenté detener la pelea, pero nuevamente la vampiresa me detuvo; gruñí con frustración mientras veía como Julian era tratado como muñeco de trapo, sentía la impotencia de no poder ayudar a mi mate. Entonces sentí como si mi corazón palpitara con fuerza, y de un momento a otro sentí un fuerte deseo de cogerme al chico, fue tan fuerte que de no ser por Malú ya estaría encima agarrándome a madrazos con la zorra.
Igual no fue necesario que me metiera ya que la zorra lanzó a Julian, y este aterrizó de pie mientras que sus heridas se regeneraban con rapidez, la corriente en espiral que lo rodeaba aumentó su fuerza y sus pupilas empezaron a brillar de color azul, y la atmósfera del lugar se tornó pesada. El chico nuevamente arremetió en contra de la zorra y está otra replicó la acción, y justo antes de que la zorra pudiese morderle, Julian le dio un izquierdazo que me recordó al último golpe que me dio antes de que perdiéramos la conciencia; y a igual que en aquella ocasión, Julian perdió el conocimiento no sin antes frenar en seco el avance de la zorra, la cual se recuperó tras un par de segundos, por otro lado, Julian regreso a la normalidad y mi padre lo llevo de regreso a la camilla.
"¿Que rayos fue eso?".
Preguntó Malú y pese a que quisiera responder, yo tampoco lo sabía, pero por fortuna mi padre regreso así que le preguntamos ¿Qué fue eso?.
"No estoy seguro, bien puede ser que algún espectro lo haya poseído o quizás sea algo relacionado con el rechazo de su cuerpo a la mordida de la zorra, lo mantendremos bajo observación y".
"No cree que sería raro que el chico desapareciera por mucho tiempo, sus amigos sospecharían que algo pasa y podrían descubrirnos antes de tiempo".
"En ese caso alguien deberá de estar con él y ayudaría que llevará consigo el PDA para llevar un registro de actividades".
Entonces Malú y yo nos ofrecimos, tras ello mire de reojo a la vampiresa y antes de que pudiera decir algo, ella mencionó que era su amiga y que suelen pasar mucho tiempo juntos, así que mi padre decidió que ella sería quien se encargaría de Julian. "Él es mío así que yo seré quien se encargue".
"Con todo respeto, apenas se conocen y si Julian tuviera que elegir, bueno; ya sabemos la respuesta".
Quise golpearla, pero mi madre me detuvo, cosa que me sorprendió. Ella me tranquilizó y me dijo que igual podía estar con él, pero la albina nos interrumpió.
"Les recuerdo que me pertenece y nadie hará nada con él sin mi consentimiento".
"¿Porque no vas y jodes a alguien más?" Pregunté mientras diría mi vista a la albina, la cual se encontraba recogiendo los pedazos de su ropa.
"Di lo que quieras, mientras no me derrotes no volverás a tocarlo".
Gruñía de rabia hasta que mi madre se paró frente a la albina.
"Según el tratado reto a Lluvia por la posesión de Julian, ¿Aceptas el desafío?".
No entendía porque mi madre avía desafiado a la zorra, después de todo ella estaba con mi padre.
"No puedes retarme por el chico si ya tienes a tu pareja".
Todos miramos a mi padre y él sonrió.
"Apruebo el reto".
"De acuerdo, entonces nos vemos está noche".
Se despidió la zorra para irse dejándonos solos con la manada. Pronto tomamos caminos separados, yo entre a cuarto donde estaba mi mate y me acosté a su derecha para abrazarlo; quedándome dormida. Al despertar me encontré con los ojos de Julian, el cual se sonrojó y apartó la mirada. "No seas tímido, no muerdo... Muy duró." El chico intento bajar de la camilla así que me monté sobre su pelvis e inmovilicé sus manos; sujetando sus muñecas por sobre su cabeza.
Nuestros ojos se cruzaron y sentí como se formaba un bulto entre sus piernas, le sonreí con picardía mientras me movía frotando de forma descarada mi trasero contra su creciente erección, y hubiese empezado a desvestirnos de no ser por la interrupción de dos chicos los cuales identifiqué como sus amigos.
Les dirigí una mirada de odió, expulsando los del cuarto.
"Que fastidio, ¿Acaso no saben tocar?" Regreso la mirada a Julian y este miraba hacia otro lado, intentando ocultar su fuerte sonrojó. Así que lo tome de la barbilla y le robé un beso que poco a poco se volvió más profundo, introduje mi lengua y sorprendentemente abrió la boca; inmediatamente exploré su boca e inicie una guerra de lenguas, en la que sin mucho esfuerzo mantuve el dominio, y cuando el aire hizo falta nos tuvimos que separar.
No sin antes morder su labio inferior con fuerza. "Aprendes rápido, aún que te falta iniciativa." Tras recuperar el aliento reanudamos el beso.
Pov Julian.
Luna estaba besándome y cada tanto me mordía con bastante fuerza. Todo el tiempo quería detenerla y salir corriendo, pero en el fondo quería que siguiera, la sensación que tenía cuando me besaba era adictiva, y de cierto modo quería que siguiera poniéndome contra la pared.
La loba dejo mis hinchados labios para pasar a mi cuello, sentía cosquillas y entre mis risas, la loba me dejó chupetones y mordiscos que enrojecieron el cuello. Después de unos minutos final se detuvo y se quitó de encima, al principio no me moví, pero una vez vi que no intentaría algo más; me puse de pie e intenté salir, pero Luna me abrazó por la espalda y reposo su cabeza sobre mi hombro izquierdo. Al dirigir la mirada hacia ella, nuevamente llevaba puestos sus lentes.
La mirada llena de inocencia que me lanzó hizo que mi rostro ardiese, así que volteé hacia el otro lado en un intento por ocultar mi fuerte sonrojo, aún que supongo que no sirvió ya que pude escuchar la risita burlona de parte de Luna. Después de ello tomó mi mano y me jalo hacia la salida, por inercia la miré y pude ver su sonrisa, una sonrisa diferente a las que ha mostrado antes, está sonrisa parecía ser de ¿Emoción, esperanza? No sabría decirlo, pero si hay algo de lo que puedo estar seguro es que no puedo recordar ni un carajo de lo que pasó después de que la zorra me pusiera contra la pared.
*
A la mitad de la noche Luna y Malú me habían despertado para llevarme al exterior, en todo el camino mantuve la boca cerrada, el campamento o más bien lo que quedó del campamento, parecía como si hubiesen caído bombas en todas partes. Tras barrios minutos de caminata, llegamos al claro en el que Luna se enfrentó a la zorra.
"Ya llegamos".
Dijo Luna a las personas que estaban por el área, de entre ello reconocí al padre de Luna el cual me cargo y sentó sobre la misma roca que la última vez. Entonces aparecieron dos criaturas blancas, una zorra y una loba. Ambas me miraron por un momento antes de alejarse y ponerse en lados opuestos del claro. Incluso a esa distancia podía escuchar sus feroces gruñidos; corrieron la una hacia la otra lista para clavarle los dientes.
Al quedar un par de metros, la zorra salta e intenta morder el cuello de la loba, pero está se mueve hacia un lado y cambia bruscamente de dirección, levantando una nube de polvo. La zorra se le echó encima y le mordió el cuello, pero la loba sorprendentemente saca unas garras enormes que reflejaron el brillo de la luna, antes de clavarlas en el vientre de la zorra y con un rápido tirón; le abrió el estómago dejando caer sus intestinos dejando un charco de sangre.
Tras esto se escuchó un alarido de dolor de parte de la zorra. La loba le dio un zarpazo a la cabeza, con una fuerza tal que logró deformar le el hocico. Entonces la zorra continúo chillando y de cierto modo gritando hasta que la loba le mordió el cuello, clavándole los colmillos y de paso; cortando su respiración. La zorra parecía estar a punto de perder el conocimiento, pero de alguna forma se reincorporo y su cuerpo empezó a cambiar, adquiriendo una forma antropomórfica, la loba se retira poco antes de ser apuñalada.
La zorra lanza un puñado de tierra a los ojos de la loba; segando la, cosa que la zorra aprovechó para atacar furiosamente los costados de la loba, arrancando trozos de carne en el proceso. Miré por casualidad hacia Luna, y en sus ojos pude ver la preocupación, acaso esa loba era una amiga suya o algo así.
No le preste mucha importancia, al fin de cuentas no me importa si la zorra o la loba mueren. Solo disfrutaré del espectáculo; la zorra parecía estar superando a la loba aún que debes en cuando, la loba llegaba a poner en aprietos a la otra. Y en uno de esos momentos le arrancó una mano.
Tengo que admitir que me emocionaba ver que la zorra parecía estar preocupada. Nuevamente la zorra arremete en contra de la loba y en lugar de atacar por arriba, le da una patada desde abajo y tras impactar contra el pecho de la loba, está soltó un grito ahogado mientras se levantaba del suelo por la fuerza de la mayor, entonces la loba furiosa cambia de forma a una antropomórfica, esto intimida a la zorra y responde pasando de una actitud agresiva a una más defensiva.
La loba redujo la distancia en un segundo, y por la velocidad no sabría decir si la golpeó o la embistió, pero de lo que estoy seguro es que el chingazo debe de haber sido monstruosamente fuerte; como para poder escucharlo sin problemas. La loba golpeaba y sometía a la zorra sin muchas complicaciones, incluso me atrevería a decir que le dobla la fuerza, la zorra trataba de darle zarpazos los cuales eran contrarrestados con llaves que le rompían las articulaciones o con golpes a los puntos desprotegidos de la zorra.
Entonces tras una ráfaga de golpes de parte de la loba, la zorra final mente cae y con gran parte de sus huesos rotos, y repleta de heridas abiertas que no tardaron en ser sanadas. Por otro lado, la loba contaba con múltiples cortes a lo largo de su cuerpo, pero igual sus heridas sanaban con rapidez, entonces la zorra gritó furiosa mientras intentaba morder a la loba, aunque está la mando al suelo con una patada directa a la barbilla. La albina volvió a su forma de zorra me, mientras que sus heridas sanaban.
La loba caminó hacia nosotros, podía sentir una presión en mi pecho que aumentaba conforme reducía la distancia. Una vez que se paró frente a mí a poco más de un metro; puso su mano sobre mi cabeza y me despeinó, por otro lado. Luna se le echó encima abrazando la con emoción, y entre su emoción pude escucharla decir mamá.
Por mi parte estaba atento a los movimientos de todos, sabía que sería una pérdida de tiempo pelear y ni hablar de intentar huir. Pero si de algo estaba seguro es que Malú no debería de estar aquí, después de todo, no es ni loba ni zorra, así que ¿Qué carajos hace aquí? Ahora el padre de Luna me bajo y me puso a su lado.
"Ya nos podemos ir".
Dijo Luna con una sonrisa; pese a la ternura que me generó, me mantuve neutral. No quería darle el gusto de saber que era vulnerable a sus sonrisas.
Caminamos hasta llegar al búnker y una vez que todos estuvimos adentro, tomamos caminos separados, siendo Malú y yo los únicos que caminaban hacia los dormitorios. Aproveche que estábamos solos en el nivel 2 (el que tiene equipo para ejercitarse), para preguntarle. "¿Cómo es que no te sorprendió ver la pelea de la loba y la zorra?" E de admitir que su respuesta me dejó mucho que desear.
"¿De qué hablas? Claro que me impresionó".
Sabía perfectamente que algo me ocultaba, pero decidí dejar esto de lado, no tenía ganas de pensar en ello, solo quería dormir y olvidar lo que a pasado.
*
Desperté de un sobresalto minutos antes de que sonará una trompeta a modo de despertador. Se preguntarán por me desperté de ese modo, pues permítanme contarles mi sueño.
Me encontraba caminando a la mitad de una extensa carretera con niebla y enormes pinos a los costados, sip la típica escena de película de terror, pero era de día y hacia un frío que se sentía hasta el culo. Camine con la vista al frente, no tenía idea de lo que me esperaba enfrente, ni si quiera sabía si había algo al final del camino, solo seguí avanzando hasta que escuché un ruido y al mirar hacia el origen de ese sonido, mire mi pantalón y saque mi teléfono.
Al pender lo pude leer un mensaje de parte de mi padre el cual decía disfruta tu etapa porque cuando tengas hijos vas a querer ir de fiesta con los amigos y ponerte bien pedo, y serás el papá que toma con los amigos del hijo. Me enfurecí y miré hacia atrás encontrándome con mis padres a un par de metros; entonces mis padres me preguntaron al unisonó.
"¿Te gusta que te peguen?".
No pude contenerme y lleno de rabia guarde mi celular y me di la vuelta, traté de controlarme, pero mi rabia crecía así que volví a sacar mi celular, pero está vez lo desbloquee y busque entre las canciones que tenía descargas hasta llegar a la carpeta donde tenía las canciones de mago de Oz, entonces puse la única canción que podría ayudarme a tranquilizarme (hasta que tú muerte nos separé). Me puse unos audífonos que cree con el poder de mi sueño y los conecte al celular para subirle el volumen a tope.
La carretera dejo de ser plana para convertirse en una subida cada vez más empinada, en la cima se encontraban mis padres apoyándome, dándome palabras de aliento y consejos para seguir subiendo, además de corregir mis errores. Continúe hasta que llegue al punto en el que la carretera era demasiado empinada. Y no ayudaba que estuviese húmeda. Seguía sus consejos como siempre, y fracasaba. Entonces me detuve y miré para atrás recordando mi pasado, todos los innumerables tropiezos que tuve intentando recibir su aprobación.
Agarré mi celular con fuerza agrietando la pantalla mientras ponía otra canción, está vez de fall out boy (thnks fr th mmrs) y baje deslizándome hasta que me detuve en donde empezó la subida, entonces un husky apareció junto a mi pierna izquierda y tras acariciarla y besarle la frente. Salimos de la carretera y empezamos a subir corriendo por el bosque. "Vamos Maya, más rápido." Dejé con unas sonrisa tan honesta y llena de emoción, que solo mí Maya me provocaba, está era la razón por la que siempre quería dormir. Quería devuelta a mí Maya, ¿Quién carajos necesita hijos, casarse y una familia? Maya es mucho más que una mascota.
No me malentiendan, yo no siento atracción sexual hacia mi perrita, es más respeto, admiración, confianza y un montón de emociones que me liberan de todos mis problemas, es el ángel que me impulsa no solo a seguir avanzando, es quien me da la fuerza para correr si parar. Con ella me ciento seguros, me puedo relajar, no necesito estar en alerta como lo suelo estar con mis padres. También me da confianza en mí mismo, algo que la mayor parte de mi vida me ha hecho falta.
Entonces al llegar a la cima, mis padres tomaron a Maya con unas cadenas y se la llevaron lejos de mí, intenté agarrarla, pero no logré llegar a tiempo y desapareció. Me sentí destrozado, nuevamente avía perdido aquello que más amaba. Un mísero descuido y lo pierdo todo, un pequeño error y el resto del día se echó a perder, no importa cuánto me esfuerce; siempre pierdo, y estoy cansado de escuchar a quienes son incapaces de escuchar. Estrello mi celular contra el suelo y lo golpeó con todo el coraje que tengo, mi odió es tal que pese a destruirlo continúo golpeando lo hasta que al levantarme veo mis manos ensangrentadas.
Miré el piso, donde se supone que debería de estar mi celular destrozado, pero en su lugar estaban mis padres, no me entristeció ni me sentí arrepentido o algo por el estilo, después de todo esto es un sueño. Pero al momento en que presto más atención a la escena y veo a mi hermana destrozada y ensangrentada, entre mis padres. Siento como seme forma un nudo en la garganta, me tomé de la cabeza y grité furioso a los 4 vientos, la última persona a la que quisiera ver herida se encontraba hecha pedazos a mis pies por mis manos. Mi odió aumentó hasta que desperté.
Fui corriendo furioso y con lágrimas en los ojos hacia el baño, al cruzar la puerta me encontré con Luna la cual me saludó, pero yo la aparte y corrí hasta entrar al baño para ir hasta el fondo y golpear las paredes de metal. De no ser por qué luna me detuvo, dándome la vuelta para abrazarme con fuerza. Me habría terminado con los nudillos destrozados por la fuerza con la que estaba golpeando.
"Tranquilo no te lastimes. Y dime qué fue lo que pasó".
Su voz logro eliminar la irá que sentía, pero eso dio paso a qué me quebrara y algunas lágrimas escaparon de mis ojos. Trató de verme a la cara, pero yo escondí mi rostro en su hombro mientras controlaba mi respiración, no quería que me viese llorar y menos por un sueño. Así que me aferré a ella por un par de minutos, olvidándome de mi entorno, pero cuando finalmente recobré la conciencia de lo que me rodea, descubrí que Luna me estaba arrastrando hacia un cubículo para quedar encerrados en un espacio aún más privado. Pronto sentí la necesidad de salir corriendo, pero ella se me adelantó; me puso contra la pared y separó mis piernas con su pierna derecha e inmovilizó mis manos con su mano izquierda, dejándolas presionadas contra la pared, por sobre de mi cabeza.
Me sentía indefenso y pronto trate de retroceder, en un inútil y estúpido intento por mantener las distancias. No entiendo lo que me pasa, creo recordar haberme rebelado contra la zorra. Aquello parecía más un sueño que otra cosa, y con lo que estoy sintiendo en este momento, puedo confirmar que aquello fue un sueño. Luna me besó, ese beso me robo las fuerzas para luchar. En el momento en que nuestros labios se unieron, deje de ejercer resistencia; no me importa que sea capaz de matarme en cualquier momento, ahora en lo único que pensaba era en esperar y ver que pasaría a continuación.
Luna profundizó el beso y empezó a mover su pelvis con movimientos suaves y rítmicos, mientras que con su mano libre; explora mi cuerpo. Pasando su mano por mi vientre, subiendo por mi pecho hasta llegar a mi barbilla, empujándola hacia arriba para dejar mi cuello completamente descubierto. Besa mi cuello y deja chupetones además de que cada tanto me muerde con suficiente fuerza como para dejar una marca, como si quisiera demostrar que le pertenezco.
Por mi parte, deje que ella tuviese el control un poco más, principal mente porque no podía decir nada para detenerla, y en segundo lugar por qué en verdad lo estaba disfrutando. Mantenía mis ojos serrados dejándome llevar por sus caricias hasta que sentí como me desabrochaba el pantalón, por reflejo traté de empujarla, pero no le importó, me empecé a poner nervioso, ¿Por qué? No tengo idea, tal vez tenía miedo de que se transformará en loba y decidiera hacerme daño o simplemente; no contaba con la suficiente confianza, tal vez sentí que no estaría a la altura de sus expectativas. Sea como sea, estaba nervioso.
Al final Luna se detuvo y me susurró al oído que la siguiera; me puse aún más nervioso e imaginé que me llevaría al cuarto secreto para follarme, pero pasamos de largo y continuamos hasta llegar al nivel 4. Dónde estaban todos desayunando, caminamos entre todos y sentía que se nos quedaban viendo así bajé la mirada e intenté guardar mi mano izquierda como si tuviera una sudadera con bolillos; tragarme tierra, fue lo único que pensé hasta que el apretón de Luna se fortaleció.
Levanté la mirada y mis ojos se cruzaron con los de la zorra, la cual estaba compartiendo mesa con mis amigos y las otras dos zorras. Luna apresuró el paso y me llevo hasta las charolas para tomar una cada uno, luego caminamos hacia la izquierda y nos servimos un par de tortas, unos burritos de papas con chorizo y agarramos un jugo de manzana; me pareció sorprendentemente que tomáramos lo mismo que el otro al mismo tiempo. Ni si quiera nos dirigimos la mirada hasta que terminamos, agarre algunas servilletas ya que se le olvidaron y le ofrecí la mitad.
Las tomo con una sonrisa y caminamos hasta llegar a dónde se encontraban nuestros amigos, los cuales nos miraban con una sonrisa y antes de que siquiera nos fuéramos a sentar, nos empezaron a preguntar (Alfonso en la mayoría de las veces), que hacíamos en él baño. Si estábamos saliendo, o si ya nos conocíamos. Luna se dedicó a responder mientras que yo me limitaba a comer ya que me moría de hambre, entonces Ernesto preguntó si éramos novios; casi me ahogó por querer responder, y Luna me acercó el jugo ya destapado y en automático la tomé sin cuestionar para darle un par de sorbos, ayudando me a pasar la comida.
"No somos novios." Finalmente respondí y miré de reojo hacia Luna, siendo entonces cuando descubrí que la botella que me dio era la suya, luego agarró la botella y le pegó un par de tragos. Miré como se movía su garganta al tragar, aquello seguro me puso como tómate, después de todo; sentí como mis mejillas empezaban a arder.
Regresé la vista a mi plato y continúe comiendo, pero al parecer, todos notaron mi reacción y empezaron a darme carrilla. Pero fue una pregunta de Alfonso la que me puso tímido.
"Y bien, ¿Quién se come a quién?".
¡No mames! Ahora mismo quería desaparecer, y la respuesta de Luna no ayudaba.
"Jeje, bueno eso depende de la situación".
Sentía que me desmallaría por toda la sangre de se me subió a la cabeza. Entonces la zorra me tocó la pantorrilla con su pie descalzo, no me excitan los pies, pero debo de admitir que no estaba en mi mejor momento. Por otro lado, Luna estaba comiendo y platicando muy agusto con los demás y debes en cuando, ella y la zorra se lanzaban unas miradas que pese a ser fugaces se podía sentir odió irradiando de sus ojos.
La zorra al estar en frente de mí, pudo llevar sin problemas su pie hacia mi entrepierna, y por mi parte trataba de disimular e impedirle el acceso. Por fortuna Luna se dio cuenta y dejó caer la tapa de su botella así que se agachó y movió su cuerpo bajo la mesa, mientras que yo abría las piernas para dejar el pie al descubierto, entonces Luna lo mordió y pude ver cómo la zorra se estremecía a la vez que el pie se retiraba. Luego Luna se enderezó y dejó la tapa junto a la botella.
Continuamos como si no hubiese pasado nada. Al terminar de comer, me levanté y me lleve la charola de Luna, en el camino hacia donde estaban las demás charolas sucias, podía sentir como si todos me observarán, disimuladamente mire hacia abajo, asegurándome de que mi miembro no se marcará mientras sacaba una servilleta de debajo de la charola de Luna. Al llegar eche la basura en el tambo y dejé las charolas, al darme la vuelta vi que la zorra me miraba fijamente, camine lo más normal que pude aún que igual en el camino me tronaban las rodillas, además me troné las muñecas para relajarme.
Caminé hasta llegar a mi lugar, sentándome entre Malú y Luna. Continuaron platicando, intercambiando opiniones, anécdotas y gustos. Sentía que sobraba, después de todo éramos 9 personas y yo era el único que no participaba en la charla así que me levanté y fui al baño, y cuando finalmente vacíe mí vejiga, salí del cubículo y me lavé las manos. Me quedé un momento viéndome al espejo, mientras pensaba en todo lo que me ha pasado en este campamento, metí la mano en mi bolsillo trasero y saque mi celular, les volví a enviar otro mensaje e incluso trate de llamarlos, pero no respondían, tras un par de intentos desistí y lo vincule con la PDA mediante Bluetooth; pasé toda mi música, mientras se pasaban las canciones, apagué ambos dispositivos y los guardé.
Al salir del baño camine hacia los dormitorios para ir a mi cama y dormir un poco, pero, al ver un cepillo de dientes y una pasta dental; los agarré y me cepille los dientes antes de ir a dormir. Al acostarme tome mi PDA y activé el chícharo para escuchar música, apagué y guarde la PDA antes de cerrar los ojos y recostarme de lado, dándole la espalda a la entrada.
Cuando estaba por quedarme dormido, sentí como alguien se acostaba detrás de mí y al abrazarme supe que era Luna, después de todo, es la única con un buen par de melones. Me preguntó cómo estaba y le respondí que estaba bien, luego de un rato de silencio se sentó y quitó la chaqueta, debo de admitir que se veía sexy. En especial con esa camiseta roja, cuando volvió a recostarse; se apegó a mí y me abrazó, no sabría explicarlo, pero con ese abrazo sentí como si fuese Maya quien me estaba abrazando.
*
Fui despertado por Luna, siendo arrastrado fuera de la cama, así que me levanté y le pregunté qué pasaba, entonces me preguntó; si me gustaría aprender a pelear. Obviamente le seguí la corriente y le dije si, entonces se puso la chaqueta y me besó por sorpresa, haciendo que me sobresalte. Luego me jaló y fuimos corriendo al nivel 2, en el camino paré la música y apagué el chícharo, entonces cuando llegamos al nivel 2, me encontré con varios grupos entrenando con algunas de las personas que se nos presentaron cuando entramos al búnker.
Luna me llevó hasta donde se encontraban mi amigo peleando en un cuadrilátero. Nos dieron la bienvenida y Ernesto me invitó a ponerme los guantes así que acepté, después de todo, no tengo nada más que hacer.
Me puse los guantes y subí al cuadrilátero listo para pelear, por cierto; ambos contábamos con protección en las costillas y cabeza, además de un acolchonado que cubría nuestros pies y espinillas hasta llegar a las rodillas.
Me estiré un poco pensando en que esto se pondría interesante. Entonces me pidió que fuese con todo, le dije lo mismo y chocamos los puños antes de retroceder a nuestras esquinas, mientras que Alfonso nos presentaba como si esto fuera una pelea de box.
"En la esquina roja, viniendo directo del DF, con un peso de 70 kilos y una altura aproximada de un metro con 70 centímetros. Hijo del mismísimo Brayan, Ernesto Coronado. Y en la esquina azul, viniendo de Tijuana, una de las ciudades más peligrosas del mundo. Y con un peso de 65 kilos y una altura aproximada de un metro con 75 centímetros, nuestros actual campeón y usuario del kaioken, Julian Coronado".
Tras su presentación golpeó la campana con un martillo, dando inicio a la pelea. Entonces arremetimos el uno hacia el otro y al estar lo suficientemente cercas, Ernesto dio un derechazo mientras que yo daba un izquierdazo, chocando los puños con toda nuestra fuerza.
Ernesto me superó, clara mente contaba con más fuerza y su peso le daba la ventaja, así que debía de buscar una forma de contener sus ataques. Retrocedí y balancee mi peso para evadir los golpes.
Busqué formas de responder, pero cada vez que encontraba una. Retrocedía a tiempo para evitar el golpe y responder con otro; recordándome a cuando peleaba en la calle. Luna me decía que le pegue, aquello me sacó una sonrisa, estaba disfrutando de tener una pelea tan tranquila.
En esta ocasión decidí ser más agresivo, acortando distancia con rapidez para conectarle un derechazo. Él se protegía muy bien; continúe golpeándolo con todas mis fuerzas. Pese a ello, su guardia permanecía firmé. Debía de cambiar mi forma de atacar, así que hice una finta a su derecha y me coloque a su izquierda, donde le conecte un izquierdazo al cual le cargue mi peso, además de poner mi pie detrás del suyo para hacer palanca y tumbarlo.
El simple hecho de poder derribar lo; me emocionó, ahora sabía que era vulnerable ante mi estilo de callé. Me retiré y esperé a que se levante para continuar y al levantarse, nuevamente reducimos la distancia. Me agaché y cargué en su contra, golpeando y empujando con mi hombro, después me levanté mientras conectaba un derechazo en su estómago, seguido por un giró para golpearle el costado de la cabeza.
Aquello fue un error ya que mi giró no fue lo suficientemente rápido, entonces lo bloqueó y me respondió con múltiples golpes, de los cuales, la mayoría los recibía con la espalda. Tenía que encontrar una forma de aumentar mi velocidad, entonces pensé en usar más la fuerza de mis piernas y complementarlo con el movimiento de pies.
Repasé me tal mente lo que haría hasta que Alfonso tocó la campana. Ernesto se relajó y camino a su esquina, hice lo mismo mientras repasaba mentalmente los movimientos que debía hacer. Y al momento en que sonó la campana, ya estaba listo.
Use mi esquina para impulsarme y correr hacia Ernesto. Usando mi golpe para detener me, luego le pisé un pie; asegurando su posición, para darle un codazo en la pierna, seguido por golpes al cuerpo. Cada tanto lograba conectarme algunos golpes, así que buscaba bloquear la mayoría con los codos.
Los guantes no son muy gruesos, así que. Sí golpeaba mi codo con mucha fuerza, se podría lastimar. Mantuvimos él intercambio de golpes con un ritmo muy exigente, que al menos a mí me dejó sin fuerzas. Ernesto solo parecía tener la respiración agitada. Si quería ganar, debía de administrar ni energía, de lo contrario no podré seguirle el paso.
A estas alturas solo esperaba la campana, en eso Ernesto libera su pie y con un simple gancho, me manda al suelo. Al estar tirado logré entender porque es que perdí mis fuerzas, me olvidé de respirar. Me enfoqué en golpear con toda mi fuerza, y dejé de lado el aire.
Me levanté con calma mientras respiraba, sabía que, en el resto del asalto, debía de enfocarme en recuperarme, y en el tercero remontar. Con eso en mente, me puse en guardia.
Sonó la campana y fuimos a nuestras esquinas, Luna estaba emocionada, y decía entre gritos que fuese con todo. Por mi parte, aproveche al máximo el minuto de descanso para aguantar los próximos 3 minutos.
Al sonar la campana nuevamente corrí hacia Ernesto dándole un derechazo, entonces Ernesto giró su cuerpo; absorbiendo y desviando el ataque.
Respondí con un codazo cargando mi peso hacia el frente, luego pateo su tobillo con fuerza; afectando su balance lo suficiente como para pegarme a su cuerpo. Cruzamos miradas, siendo ambos conscientes de lo que estaba por hacer.
Pase mi brazo izquierdo por atrás de su cabeza, enganchando la para girar mientras ponía mi pierna izquierda entre las suyas. Luego aumenté la velocidad del giró, con la intención de tumbarlo.
El problema fue que él también giró, y puso su brazo detrás de mí rodilla, abrazando mi pierna. Luego deslizó su pie izquierdo a mi derecha para levantarme, y dejarme caer de espaldas contra la lona.
Logré poner una mano en nuca para absorber el impacto, mientras tensaba los músculos de todo el cuerpo; conteniendo la respiración. Tras aquello Ernesto me suelta y se retira, en lo que vuelvo a ponerme de pie.
Caminamos el uno hacia el otro y lanzamos un izquierdazo, el cual conectó contra nuestros rostros, dando inicio a un salvaje intercambio de golpes de los cuales, la mayoría eran conectados por Ernesto.
Me di cuenta de que, a diferencia de Ernesto, mis golpes no son efectivos. Cada uno de sus golpes contaban con la potencia y precisión, para crear una abertura por la que, de forma casi instantánea, me golpeaba.
Con el correr de los segundos, mis golpes perdían velocidad y fuerza. Sin mencionar mi escasa precisión.
De un momento a otro, Ernesto salió de mi campo visual, y atacó mi costado izquierdo, entonces giré y recibí los golpes del otro lado. Respondí mandando el brazo derecho hacia atrás, cosa que aprovechó; conectando múltiples golpes en mi torso.
Traté de golpearlo una y otra vez, pero mi campo visual estaba reducido por la protección. Entonces fui enviado al suelo tras recibir un poderoso golpe en la barbilla, que mando mi vista al techo; no supe ni lo que pasó.
Para cuando me di cuenta estaba sentado en la lona con Alfonso contando y Ernesto en su esquina. Miré hacia el suelo para levantarme, estuve a punto de resbalar. No entendía como es que lograba afectarme tanto sus golpes, después de todo teníamos protección. Sabía que el practicaba boxeo, aun así. La fuerza de sus golpes era impresionante.
Me levanté y subí la guardia, podía sentir el cansancio en mis brazos y el ligero temblor de mis piernas, la adrenalina recorría mi cuerpo al igual que la moción de probar otras técnicas, pero opté por finalizar la pelea.