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Chapter 5 - Capitulo 5 la danza de la serpiente

Pov Julian.

Finalmente avía logrado regresar a mi forma humana. Era extraño ya que sentía como si perdiera el balance, así que Luna me ayudaba a caminar hasta que logré andar con normalidad. Nos tomo mucho tiempo llegar al campamento, principalmente por el echo de tomarnos nuestro tiempo; hablando de temas triviales. Cuando estuvimos por entrar al búnker, Luna me pidió que no mencionará nada del pueblo y la liga. No pregunté la razón, simplemente asentí y entramos.

Al principio íbamos a ir al nivel 2, pero le pregunté si podemos ir a dormir. Ella me llevó a su cuarto en el primer nivel, y serró la puerta con llave. No pude evitar ponerme nervioso, cosa que aprovecho para jugar conmigo; tumbando me en la cama y sentándose sobre mi pelvis.

"¿Aún te pongo nervioso?".

Se escurrió entre mis piernas y me quitó los zapatos y calcetines. Tomó uno de mis pies, acariciándolo antes de poner la planta del pie contra su rostro.

"¿Esto te gusta?".

Quería responderle, pero las palabras no salían. Estaba empezando a tener una erección así que debía de encontrar una forma de calmarme, y hacer que deje de comportarse de esa forma. "La verdad estoy muy cansado y me duele hasta el culo".

"Ah bueno, ¿Quieres que te traiga algo de comer?".

"No te preocupes, después iré".

"Bueno en ese caso ve y descansa".

Se desviste y camina hacia un lado de la cama para meterse bajo las cobijas, esperando a que entre. "Voy a dormir en mi cama".

"¿Porque no dormir aquí?".

"Bueno, sería algo incómodo".

"Repite lo hasta que te lo creas".

Al final terminé durmiendo a su lado y cuando desperté, sentía como Luna estaba frotando sus piernas, con la aparente intención de provocarme una erección, trate de ignorarla. Entonces le pellizque un pezón para que se quede quieta.

"Buenos días cariño".

"¿Qué pasa?".

"No bajaste a desayunar y ya es medio día".

"Okey." Cerré los ojos para volver a dormir, entonces Luna se puso encima de mí.

"¿Necesitas un incentivo?".

La recosté a un lado y la abrace, entrelazando nuestras piernas y pegando mi rostro a sus senos. "Ahorita bajo, solo deja que se me pace el sueño".

"No te preocupes, ya te avía traído la comida".

Le di las gracias y la liberé, ella salió de su habitación, esperé un poco para asegurarme de que se fue, antes de levantarme y vestirme. Miré la comida y me sorprendió la cantidad, una pizza, 3 aburguesas con tocino y guacamole, además de un jugo de granada. Al principio pensé que me llenaría solo con la pizza, después de todo, una pizza es mi límite, pero acabé comiéndome todo.

Para mí sorpresa, aún tenía hambre. La última vez que comí tanto, tenía 16 años y fue por escaparme por las noches, para pelear en un club de peleas clandestinas. No era el mejor club, pero me permitió unirme pese a ser menor de edad.

Las peleas eran brutales, si en una noche el piso tenía solo un poco de sangre, entonces fue una pelea muy tranquila. No tenían página web, pero si le dabas tu correo al administrador, entonces te llegarían las actualizaciones de la próxima pelea.

Cada noche, se hacian por lo menos 5 peleas. También se hacian apuestas de 500 a 2000 pesos, y a los peleadores que perdían, no les pagaban, mientras que a los que ganaban. Les daban hasta 500 pesos.

Salí del cuarto y cerré la puerta, luego caminé a la salida del pasillo. Encontrándome con la zorra albina. Esta sonrió y caminó hacia mí.

"Hola cachorro, ¿Podemos hablar afuera?".

"¿Por qué afuera?".

"Solo quería disculparme por tratarte como un trofeo".

"No hace falta que te disculpes".

"¿No quieres salir a caminar? O si lo prefieres, podemos nadar".

"En realidad quisiera estar solo." Seguí mi camino sin esperar una respuesta. Estaba molesto por lo que hizo Luna, y necesitaba desahogarme con algo.

"Bueno, te recomiendo ir al lado derecho de la isla, pero ten cuidado o podría encontrarte con alguna criatura peligrosa".

"Gracias lo tendré en cuenta".

"Por cierto, hoy vendrán los padres de todos a la isla".

Me detuve en secó y volteé a verla. No pude evitar enojarme, estaba teniendo una racha de buena suerte impresionante, pero ahora con mis padres en camino. Estaba seguro que todo se iría cuesta abajo. "Creo que igual nos vendría bien volver a empezar y conocernos un poco más".

"Entonces vamos, conozco un lugar que seguro te encantará".

Pov Max.

Estaba entrenando con mi compañera en la nueva área de entrenamiento, la cuál estaba detrás de un aparente muro metálico.

Los maniquíes con forma humana, cuentan con un reforzamiento interno de carbono. Replicando al esqueleto humano. Prácticamente se siente como un humano real, pero son tan fríos, como las paredes que nos rodean.

Balanceaba mi cuerpo mientras movía los pies con rapidez, antes de encadenar múltiples golpes, dirigidos a donas importantes, como el hígado, corazón, tráquea, riñones y la columna cervical.

Mi compañera se recarga contra su muñeco de entrenamiento, abrazándolo del cuello, echando la cabeza hacia atrás mientras sierra los ojos. Exhala con pesadez antes de quejarse.

"Estos cojines son incómodos, además son muy ligeros. No entiendo porque entrenan con estas cosas".

Dejé de golpear al muñeco y me sequé el sudor de la frente con la manga, mientras miraba a mi compañera. "Supongo que se quieren cuidar las manos".

"Como sea, ¿Hasta cuándo vamos a empezar?. Este lugar es aburrido, ni sí quiera podemos pelear con mi suegro".

"No creo que haga falta recordarte que no podemos interferir." Le dije tratando de calmarla un poco.

"Si si, como sea. ¿Crees que se creerán que somos hermanos?".

"¿Porque no?".

"Yo ojos verdes, con pecas en las mejillas, pelo rojo y lacio. Tu ojos café oscuro, muy velludo, pelo castaño oscuro, ondulado y tus colmillos son más grandes de lo que deberían. Además me sacas solo 10cm de ventaja y soy un año mayor que tú".

"No entiendo cómo eso último afectaría si nos ven o no como hermanos".

"A lo que voy es que no nos parecemos en nada, ni siquiera nuestra forma de pelear, o pensar".

"No te preocupes, además ya está cubierto".

"¿Cómo cubierto?".

"Digamos que nuestros padres murieron antes de llegar al barco." Ella sonríe y se estira.

"¿Tendremos que fingir tristeza?".

"Para nada, seguiremos explorando con el traje hasta encontrar la entrada, por cierto. Te gustaría terminar nuestra última pelea".

"Te tomó un mes y 10 días reunir el valor para volver a perder".

Caminamos hacia un ring octagonal con mallas de metal a los lados. "Aquello fue un empate." Ella rió en respuesta mientras nos quitabamos el equipo de protección. Al estar junto a la jaula, agarre dos pares de guantes de MMA. Pelear con protección no es nuestro estilo pero, si peleamos a puño limpió. Seríamos las ovejas negras del campamento. "Ten".

Le ofrecí los guantes y ella me miró de reojo. "Realmente no me importan los guantes pero a estas personas si, velo como una formalidad".

"Como sea".

Pone los ojos en blanco y agarra los guantes, nos los ponemos y entramos al octágono, siendo yo quien cierra la puerta. Nos ponemos en lados opuestos y empezamos a dar pequeños saltitos, con juego de pies. "Te veo emocionada".

"Lo mismo digo, ¿Crees poder ganar? Te recuerdo que de niños te vencí en un minuto".

"Bueno en ese entonces tenía 6 años, y nuestro marcador se quedó 38-39. ¿Recuerdas nuestro acuerdo de rachas?".

"¿Cómo olvidarlo?. Me dejaste amordazada con una máquina que no paraba de follarme el coño, y con un vibrador en mi clítoris por horas".

"Vamos, no fue tan malo".

"¿Ha no?. Perdí el conocimiento quien sabe cuantas veces, de no ser por las descargas eléctricas me abría vuelto loca".

"¿Tocas la campana?" Estira su brazo izquierdo y mueve su mano mientras hace como si tocará una campana, luego nos pusimos en la misma guardia como si fuese un espejo.

Mi pie izquierdo al frente, piernas ligeramente flexionadas, pie derecho preparado para impulsar me, brazo izquierdo adelante con la mano a la altura de la cadera, brazo derecho a la altura del diafragma, con la mano abierta y la palma hacia abajo. Por último la espalda encorvada mientras se suben los hombros.

Los músculos de las piernas se tensaron para impulsarnos el uno hacia el otro, chocando con el puño del brazo delantero. El impacto de nuestros nudillos se pudo escuchar sin problemas, incluso con las demás personas entrenando de fondo.

De forma instantánea, acortamos distancia, dando inicio a un salvaje intercambio de golpes, de los cuales, ninguno logró conectar. Nuestros movimientos estaban en sincronía, si uno golpeaba el otro evadía mientras contraataca y viceversa. Aquello generaba una reacción en cadena, donde pese a combinar un sin número de golpes diferentes.

Sabía que ella cuenta con una mejor resistencia, pero mis movimientos son más rápidos. Así que logré agarrarla de la muñeca, entonces jalé y barrí sus pies mientras le tiraba un izquierdazo a la garganta. Ella en automático se cubrí esa área, así que mi ataque no resultó.

Al momento que mi golpe chocó contra se antebrazo, ella aprovecho su postura para me embestir mis piernas, mientras me lleva contra la malla, le conecto un brutal izquierdazo al hígado, mandándola al suelo sin posibilidad de levantarse.

Se hizo bolita tratando de proteger el hígado, entonces me quité los guantes mientras que ella se recuperaba. "Bueno, con esta son 2 veces seguidas." Maya gruñó molesta mientras me miraba de reojo. Activó su poder de forma parcial para sanar con rapidez, desactivando lo al estar como nueva, poniéndose de pie frente a mi.

"Solo no me vuelvas a hacer aquello".

"Buen que lo deseas." Cruza sus brazos frente a su pecho mientras voltea hacia un lado, tratando de ocultar su sonrojo.

"Eres igual a tu padre".

"Y tú a tu madre".

"Oye, no soy una ninfómana".

Regresa su mirada a mis ojos y se acerca mientras frunce el ceño."Sabes a lo que me refiero." Su expresión se suaviza y suelta una carcajada mientras pega su cabeza contra mi pecho, después de reírse un poco se endereza y se quita los guantes.

"Por si no te diste cuenta, ahora tenemos público".

Miró hacia atrás y me encuentro con la mirada atenta de una gran parte de los jóvenes que estaban entrando. "Seguro piensan que somos norteños".

"Triste, comamos".

"¿Crees que aún quedan burros?".

"No sé pero burritas si".

Nos reímos por su chiste y salimos de la jaula, dejando los guantes en su lugar. De camino al nivel 4, a Maya le vino una idea.

"Oye, ¿Y sí hacemos un baile?".

"Llamariamos mucho la atención." Entonces ella me da un ligero empujoncito con el hombro para llamar mi atención, así que cruzamos miradas y continúa ablando.

"Anda, se cuánto te gusta bailar".

"Si pero no debemos influir en ellos." Regresé la vista al frente.

"Mmm, ya sé, recuerdas que nuestros padres salieron juntos después de un baile".

"Ajá." Pensé aquello por un momento y me dí cuenta de algo. "Okey, pero recuerda no llamar demasiado la atención".

"No prometo nada".

"Bueno, pero no lo hagas hasta mañana".

"Oki".

*

Luego de tragar un montón de comida, nos fuimos a duchar y de ahí a dormir.

"Por cierto, ¿En verdad participaremos en ese torneo?".

"Bueno, si no lo hacemos llamaremos la atención, además no debemos ganar".

"Aveces pienso que venir a este lugar fue un desperdicio de tiempo".

"Actualmente, este es uno de los pocos lugares que aún son seguros. Afuera estaríamos más ocupados sobreviviendo, cuando aquí nos podemos fortalecer".

"Igual de que sirve entrenar sin un desafío para poner en práctica nuestras técnicas".

"Buen punto." Pienso en sus palabras por un momento hasta encontrar una solución. "Si bien recuerdo, en ese torneo participarán personas que tendrán toda la atención de quienes no debemos de influir, así que podemos pelear con libertad pero sin poderes".

"Excelente".

Escuchamos música hasta quedarnos dormidos. Y al despertar fuimos al baño para hacer nuestras necesidades, luego caminamos hacia el primer nivel, ya que todos se estaban reuniendo para recibir a sus padres.

Mientras esperábamos a que todos salieran, Maya planeaba el baile, preguntándome la temática, canciones y si deberíamos de bailar como ellos. Le ayude un poco aunque no importó, ya que prácticamente ella hizo todo.

Después de algunos minutos pudimos salir. Todos estaban en la playa, así que decidimos caminar descalzos en la arena. Está se metía entre nuestras dedos y debajo de las uñas, cosa que me incómodo, entonces caminé más cercas del agua, para que me mojara los pies.

"Oye, ¿Alguna vez has echo una locura?".

"Si, y algunas con mi padre." Sonreí recordando las pendejadas que hacíamos mi padre y yo mientras mi madre no estaba.

"Pues la verdad no parece".

"¿Porque lo dices?".

"¿No es obvio?".

"¿Entonces que quieres hacer?" Me sonríe y toma de la mano para jalarme y aumentar la velocidad. Al cabo de unos minutos llegamos a la estrecha entrada de una cueva. Siguió jalándome hasta llegar a dónde estaba una chica albina y un chico que reconocí al instante.

"Ya llegamos".

Dijo Maya mientras esos dos se ponían de pie, así que miré al chico y me pregunté cómo logrará estar listo para lo que viene, siendo tan débil.

"Maya hola, ya se lo conté y le parece buena idea".

"Muy bien entonces te parece si dejamos a los chicos solos, para que se conozcan".

"Me parece bien, nos vemos".

Se despiden y salen de la cueva, quedando nosotros solos en ese lugar. Nos quedamos un rato en silencio, ninguno sabía cómo iniciar un conversación. "Escuché que participaste en la liga subterránea".

"Si, ¿Luna te lo dijo?".

"No exactamente, ella se lo contó a su padre y lo escuché sin querer".

"A okey".

Nuevamente se formó un silencio incómodo. "Si bien recuerdo, en una semana, todo el campamento va a participar en la liga para pelear en un torneo".

"¿Es obligatorio?".

"Si, no hace falta pelear si no quisiera, simplemente te das por vencido para evitar la pelea".

"¿Prácticas algún arte marcial?".

"No, solo imitó el estilo de mis oponentes. ¿Y tú?".

"Algo parecido, pero aprendo las técnicas de mis oponentes y las añado a mi estilo".

Y así estuvimos por un buen rato hablando de nuestras formas de pelear, compartiendo anécdotas y experiencias entorno a nuestras peleas. Hasta que tocamos el tema del mini torneo que organizo Erick. "Ahora que lo mencionas, ¿Me preguntaba porque cambias tu postura constantemente cuando peleas?".

"Bueno, es para facilitarme el uso de ciertas técnicas, se podría decir que es como cambiar de estilo".

La curiosidad me invadió y quise pelear con el para probar sus distintos estilos. "¿Te gustaría probar tus estilos conmigo?".

"Si, ¿Quieres usar protección?".

"La verdad usar protección no es lo mío." Ambos sonreímos sabiendo que pensábamos igual. Entonces Maya nos llamó y tuvimos que salir ya que el barco estaba por llegar, así que salimos y caminamos hasta llegar al campamento. "Por cierto, podemos tener nuestra pelea en el torneo".

"Muy bien".

Después de ello nos separamos, Maya se fue a entrenar en el interior del bosque mientras que yo fuí a un lugar donde podía ver a Julian. Quería saber acerca de su relación con sus padres.

Al cabo de un tiempo, logramos ver un crucero detenerse a una distancia un tanto corta, de seguro estaba a 30 metros de la costa. Del crucero bajaron algunos barcos que se hacercaron al muelle para permitirle a los pasajeros bajar, los 4 barco contaban con la familia de todos los del campamento.

Cuando Julian se reunió con sus padres, se le veía alegre, pero también noté algo. Sus movimientos eran distintos, parecía estar tensó, como si estuviera bajo amenaza. Sus manos todo el tiempo estaban en los bolsillos de su sudadera, sus piernas juntas y sus brazos pegados al cuerpo.

Me pareció extraño, aunque igual no es como si fuese algo muy importante. Fuí a dónde estaba Maya para entrenar juntos.

Pov Ernesto.

Mi padre tras notar mi collar, sonrió con emoción y me preguntó si ya lo podía hacer. Negué y me dijo que me ayudaría a hacerlo, por otra parte mi madre simplemente se encargó de preguntarme quien era la chica con la que estaba hablando.

Le dije que era una amiga, luego de ello, al padre de Luna nos indico que entremos al búnker, y una vez que todos entramos, empezó a hablar.

"Bueno no hace falta de nos presentamos, así que iré directo al grano, sus padres han venido ya que como todos saben, en esta isla existe un lugar donde se organizan torneos semanales. Le que significa que la próxima semana dará inicio otro torneo, así que sus padres les ayudarán a entrenar. También deben de recordar que ustedes no serán los únicos en participar, después de todo. Algunos no se les permitió participar, así que los administradores del torneo, les han permitido a antiguos participantes de su misma edad; participar, también debo de recordarle que las peleas serán con un mínimo de protección, usarán guantes de MMA, protector bucal y espinilleras".

Después de aclarar algunas cosas, nos invitó a continuar con nuestro entrenamiento, y si queríamos podíamos acudir con uno de los instructores para las rutinas y demás que ocupemos.

Nos reunimos con la familia de Alfonso para continuar con nuestro entrenamiento. Resulta que la madre de Alfonso tenía un brazalete, el cual le permitiría acceder al poder de su semidiós. El brazalete es oscuro y cuenta con tres filas de pequeños picos verdes.

Fuimos a un lugar sin personas, para que Alfonso se ponga el brazalete. Este al momento de ser puesto en su antebrazo derecho, se duplicó en el otro brazo, mientras que su cuerpo se veía envuelto en un aura verde, brillando con suavidad sin alteración. Dejando una sutil y corta estela cuando se movía.

Pov Alfonso.

Mientras mi cuerpo era envuelto en un aura verde. Podía sentir una hormigueo que me recorría de pies a cabeza; y de un momento a otro, me encontraba en un claro rodeado de un denso bosque, el cual cuenta con toda clase de árboles. En el centro se encontraba un hombre de pelo verde, y lacio. Llegando hasta la mitad de su espalda, sus ojos también contaban con el mismo verde. Su vestimenta es la típica de Piter pan.

"Bien vendido, soy Kevin, decendiente de la madre naturaleza. Tu mente fue traída a un plano existencial ajeno al que perteneces, así que antes de responder tomate tu tiempo para asimilar este lugar".

"Este lugar tiene muchas plantas".

"¿Tienes alguna pregunta?".

"Ah, si ¿Cómo activo el poder?".

"Puedes activar el modo semidiós con determinación, lo que significa que debes de desearlo como si lo necesitarás".

"Okey, supongo que podré controlar las plantas".

"En sí las puedes manipular, pero eso requiere de energía la cuál es extraída de tu cuerpo para alimentar al modo, y enviar parte de ella hacia la planta que se esté manipulando. También puedes extraer parte de la energía de las plantas adyacentes".

"Bueno, mi nombre es Alfonso." Tras decir mi nombre, regresé al almacén mientras perdía el modo semidiós. Sintiendo un repentino y fuerte mareó, seguido por fatiga y desorientación. "Hay wey".

"Ahora los dos tenemos el poder de un semidiós".

Dijo Ernesto con un toque de emoción, generando el mismo sentimiento en mi. Luego regresamos al segundo nivel para entrenar, por mi parte, solo entrene media hora. Mientras que Ernesto completo una hora, en nuestro descanso platicamos y en algún punto, empezamos a preguntarnos; que tan fuertes eran nuestros poderes.

"Según tengo entendido, puedo crear electricidad, lanzar rayos y con entrenamiento, podría crear una tormenta eléctrica".

"En mi caso, puedo manipular las plantas cercanas y también absorber parte de su energía." Salimos del búnker y fuimos al interior del bosque, llegando hasta la cabaña abandonada. Luego nos pusimos en contacto con nuestros semidioses para que nos ayuden a activar nuestros poderes.

Después de activar nuestros poderes, las auras dispersaron el aire, levantando un poco de polvo, luego nos miramos el uno al otro. Las pupilas de Ernesto brillaban con un azúl eléctrico muy consentrado, su pelo se erizo y su cuerpo fue envuelto por arcos eléctricos. Por mi parte, mire como mi cuerpo era envuelto por un aura verde hoja, y al mirar mi reflejo en una de las ventanas, me encontré con le mismo brillo en mis ojos, pero con una intensidad mayor. Luego de ver un rato nuestros reflejos, tomamos distancia uno del otro y nos pusimos en guardia.

Pov Julian.

Estaba escribiendo hasta que mis padres me llamaron, preguntándome por qué no estaba con los demás, haciendo amigos. Les dije que no hacia falta, me la pasaba con amigos todo el día.

A mí padre no le agrado mucho lo que dije así que empezó a hablar; la verdad, todo lo que dijo ni me entró por el oído. Así que cuando termino le respondí. "Bueno ya me voy con unos amigo".

Me fuí trotando con un creciente odió, no toleraba escuchar la voz de mi padre, y menos cuando se contradice. Al llagar a los dormitorios, guarde mi celular dentro de la almohada, luego salí hacia el nivel 2, encontrándome con Lluvia, está me saludo y pregunto si podría ayudarla a entrenar.

Acepté y me puse tanto guantes como protectores de espinillas, después subí al cuadrilátero.

"Podría hacerte una pregunta".

"Claro." Estiré un poco para relajarme.

"¿Porque no estás con tus padres?".

"Porque quiero relajarme".

"Ya veo, los odias".

"No los odió".

"Te e estado observando desde que llegaron tus padres, y te veías muy tenso, siempre estaba atento a los movimientos que hacian, incluso evitavas el contacto físico".

"Mm, bueno eso no significa que los odié." Reduje la distancia hasta estar en el centro.

"¿De casualidad has visto a Alfonso y Ernesto? Astrid y Diana los han estado buscando".

"No sé".

"Bueno no importa, seguro fueron a caminar".

Tras finalizar el intercambio de palabras, dimos inicio con la pelea, la cuál duró hasta que no pude mantenerme en pié. Bromeó con mi baja resistencia, preguntándome si así era en la cama.

No respondí y esto le sacó algunas risas, aquellas resultaron ser muy contagiosas ya que no tarde en acompañarla con más risas. Ya cuando la gracia del momento pasó, fuimos a tomar una ducha, ya que estábamos bañados en sudor.

Me invitó a acompañarla en el cubículo de la ducha, su broma me causo gracia y rechace la invitación, con otra broma, luego de la ducha, y con ropa limpia. Pensamos en salir del búnker para caminar.

Así que salimos, y no la pasamos hablando y caminando en la playa, hasta que sin darnos cuenta, ya se nos había echo de noche. Al regresar seguimos hablando, resulta que tenemos mucho en común, compartimos gustos, disgustos y ambos disfrutamos del mar.

Sorprendentemente de pequeña le temía a las alturas, pero después de que su padre la dejara sola en la cima de una montaña, dejó de temerle. Al estar en nuestro mundo, no nos dimos cuenta de la presencia de los padres de Lluvia.

Nos saludaron y nos presentamos, sus padres parecían muy felices al verme. Su madre preguntó por mis padres, e instintivamente mire por detrás de ella. Los tres miraron hacia donde yo miraba, encontrándose con mis padres; estos estaban hablando mientras mi hermana jugaba con otros niños de su edad.

Su madre sugirió ir con ellos para conocernos, la idea de presentarlos con mis padres me incómodo, así que les dije que si querían podían ir, luego agregue que debía de ir al baño. Librandome del problema, de camino al baño me encontré con Luna. Esta ce me lanzó encima, abrazándome y robándome otro beso.

Me la quité de encima y sentí como mi cabeza se calentaba, mientras miraba alrededor, asegurándome de que mis padres no nos veían. Luego corrí al baño y nuevamente termine encerrado en un cubículo, con Luna acorralando me contra el muro.

Le pedí que dejara de hacer esto, aún cuando sabía que no lo haría. Después de un intercambio de palabras, llegamos a un acuerdo, en el que dejaría de jugar de está forma cuando mis padres estén cercas.

Unos minutos más tarde, estábamos caminando hacia las escaleras, para llegar al segundo nivel. No pasó mucho antes de encontrarnos con mis padres, e inmediatamente dí media vuelta, tratando de evitar nuestro encuentro.

Desafortunadamente Lluvia me reconoció y llamó. Derrotado, camino hacia ellos. Desde luego, Luna se mantuvo a mi lado, emocionada por conocer a mis padres.

Al estar relativamente cercas. Mi madre se acercó a Luna, preguntándole si era mí amiga. A lo que ambos negamos, e inmediatamente concluyó, diciendo que era mi pareja.

Tanto mis padres como mí hermana; se sorprendieron. Miré a Luna de reojo y está me sonrió en respuesta.

Quise aclarar la confusión, pero mi hermana empezó a fastidiar, y mi madre le sacó platica a Luna.

Empezó por preguntar dónde nos conocemos, que solíamos hacer, entre otras cosas. Que acabaron por dejarme con las palabras en la boca.

Busqué una forma de salir de esté lío, aún cuando sabía que no avía escape. Así que esperé a que se calmaran las aguas, no pasó mucho antes de que empezarán a hacerme preguntas, las cuales respondí siguiéndole el juego a Luna.

Al final todo salió bien, aunque a mis padres les resultó algo raro que ella me saque 2 años de ventaja.

Estuvieron hablando un buen rato, incluso mi hermana estuvo molestando. Igual sus bromas me servían para desviar mi atención a otro lado, hasta que lluvia se puso a mi lado; para dejar nuestra charla entre nosotros.

Preguntó si quería acompañarla está noche a la playa; acepté y luego de un largo rato. Finalmente fuimos al nivel 4, dónde tomamos asiento para continuar hablando.

Gran parte del día se pasó entrenando, ablando y caminando. Hasta el día siguiente. En el cual al principio fue más de lo mismo hasta llegar la tarde. Dando inicio a una tardeada, donde hubo música, juegos, varios tipos de comida y botanas.

Además pronto empezarían los concursos, siendo el primero un karaoke. Mis padres me sugirieron/ordenaron, participar. Así que en lugar de humillarme, fuí al baño y después de unos minutos, salí y pensé si regresar al evento en el nivel 2.

No estaba cómodo con la idea de regresar, en eso; Alfonso y Ernesto aparecieron, puesto que necesitaban entrar al baño. Luego de ello me invitaron a participar en el próximo juego.

Acepté y luego pregunté de que se trataba, me arrepentí instantáneamente al escuchar como Alfonso respondió.

El juego era un duelo de baile. La sola idea de bailar frente a más de 100 personas me dejó un vacío en el estómago. Pensé en alguna forma de liberarme, pero ver lo felices que estaban; me orilló a quedarme callado.

Regresamos al segundo nivel y me encontré nuevamente con Luna, está estaba siendo acompañada por la zorra albina. Esta última nos saludó y pregunto por qué tardé tanto. Pensé en mencionar que no quería cantar.

En lugar de ello, nuevamente me quedé callado. Entonces Luna la interrumpió con un codazo, finalizando con una mirada de odió; supongo que lobos y zorros no se llevan bien.

Retomamos el camino hasta llegar a la fila de espera, donde estaban Astrid, Diana y Malú. Esta última sería de nuestro equipo y las zorras serían otro equipo. Lluvia pregunto si era bueno bailando, y yo negué. Entonces Malú nos mostró algunos pasos que podríamos hacer, de forma individual y en grupo.

Pronto me imaginé intentando hacer alguno de esos pasos en frente de todos; en ese momento solo quería que me tragara la tierra.

Al ser nuestro turno, subimos junto al trío de zorras, bailamos hasta que fue el turno de las zorras y viceversa. En un momento empezaron los solos donde todos hicimos breakdance, Astrid, tenía un increíble juego de pies, Diana se movía muy buen en el suelo y Lluvia prácticamente brillaba en la pista.

Por otro lado, yo ya no podía seguirles el ritmo, Malú y Alfonso eran quienes se la estaban rifando con giros y saltos, lograban mantener el ritmo de Lluvia hasta que está en una combinación de juego de pies giros y volteretas, acabo dejándonos atrás.

A decir verdad, pese a no poder hacer mucho, me divertí viendo los bailes. Luego de bajarnos del escenario, nos reunimos continuamos viendo a los demás equipos. Hasta que empezó otro evento; el cual no era más que un baile tipo balada.

No tenía nada en contra de bailar en pareja, pero estaba cansado y después de bailar frente a tantas personas, acabó desanimando me, pero Luna llegó y me preguntó si quería bailar.

Aquello bastó para que aceptara y fuese con ella hacía el interior de la ahora pista de baile. Debo de admitir que el primer nivel y su expansión, sirven muy bien para eventos como estos.

Regresando al tema; Luna se apego a mi y puso su pierna derecha entre las mías, provocando que haga lo mismo. Me apega a su cuerpo y me roba un beso, para al retirarse mirarme con dulzura.

No pude evitar ponerme colorado, podía sentir el calor irradiando de mi rostro. No intenté alejarme u apartar la mirada, sí no todo lo contrario. No sé de dónde saqué el impulso para tomarla de la cintura, y ponerme de puntillas para besarla.

Quizás la presencia de mis padres me dio la confianza necesario o el haber pasado por el duelo de baile. Pero si de algo estoy seguro es que el baile en pareja se me da muy bien.

Después de aquello, retomamos el baile. Poco a poco nos movíamos hacia una parte que no tuviera tantas personas. Tan pronto como agarré el ritmo, logré relajarme y sentirme cómodo bailando en medió de tanta gente.

Era como estar flotando, entonces subí la mirada de su boca a sus ojos. En ese momento, todo desapareció. Solo estábamos Luna y yo, bailando en un vasto vacío oscuro.

Para cuando volví a la realidad nos encontrábamos a la mitad de la pista siendo iluminados, entonces todo mí cuerpo se tensó de sobremanera.

Y de no ser por la voz de Luna, abrí salido corriendo del lugar. No entendí nada de lo que dijo, pero con solo escucharla fue suficiente para que continúe bailando.

Al cabo de 4 canciones, nos fuimos a centar para recobrar fuerzas, además de que también queríamos probar algo del buffet.

"Oye, ¿Quién te enseñó a bailar?".

Me detuve un momento recordando la única vez que mis padres me enseñarón a bailar. "Mis padres".

"¿No te pisé?".

Bajé la mirada a mis pies; encontrándome con una sutil pisada en uno de ellos. "Mm no." Mentí y rápidamente busqué otro tema del cual hablar.

Igual ella pensó más rápido y me llevó a fuera del búnker. Una vez que estuvimos a una buena distancia, en el Interior del bosque, nos detuvimos y tomo distancia.

"Ahora te enseñaré a transformarte a voluntad, tal vez nos tome de una a dos horas".

Iniciamos, lo primero era enfocarme, luego se supone que debía de visualizar la energía de mi cuerpo; y hacerla fluir por dos o mi cuerpo.

Y lo que deberían de tomar una a dos horas se volvió toda la noche, y la única forma en que logré la transformación, fue por perder la paciencia.

A estas alturas la irá y el odió son de mis mejores herramientas, el que supuse sería el mayor problema, era volver a la normalidad.

Cuando dirigí la mirada hacia Luna, fuí recibido por un suave pero rápido zarpazo.

"Que reflejos".

Dijo con sarcasmo, así que me reincorporé y trató de patearme; e instintivamente me agaché y arremeti en contra de su otra pierna.

Luego la levanto y corro hacia en frente, embistiendo un árbol con su espalda.

"¿Eso es lo mejor que...?".

La interrumpo al azotarla múltiples veces contra el suelo, y en el momento que se agarró de mi camiseta, recibí un fuerte derechazo en al rostro.

Aquello me mareo; claramente ella es de mano pesada. Pese al aturdimiento, logré evadir los demás golpes gracias a mis enormes orejas, que asta ahora se agudizan lo suficiente como para escuchar, de dónde vienen sus ataques.

Me sentí como en un anime, evadiendo todos los golpes sin recibir ni un rasguño, hasta que gritó. El dolor que sentí, solo lo podría compararlo con ser taladrado, desde adentro de la cabeza.

En este estado de vulnerabilidad en el que solo me cubría los oídos, mientras retrocedía agachado. Luna empezó a caminar en círculos golpeándome cada tanto en las rodillas, los costados del torso y la cabeza.

En todo ese tiempo el dolor de mis oídos persistía. Entonces dejé de lado el control, y arremetí en contra de Luna, clavándole tanto garras como colmillos.

Al sentí el sabor metálico de la sangre, tiré con fuerza mientras aumentaba la intensidad con la que mordía.

Ella empezó a golpearme en el hígado, pero sorprendentemente no sentía nada, por más que me golpeara y mordiera, continuaba mordiendo. Incluso por un momento; a mi cabeza vino la idea de tratar de arrancarle un pedazo de carne.

E inmediatamente dejé de morderla para retroceder. Al querer levantarme, recibí una patada que me arrojó contra un árbol, así que ruedo y me impulso, fallando mi embestida. Entonces me alejo con velocidad y agarró algo de tierra con una de mi patas.

"Vamos cariño, ¿En verdad crees que técnicas tan arcaicas tendrán efecto en mi?".

Llamó mis técnicas; arcaicas. Aquellas técnicas que desarrolle y perfeccione, para derrotar a cualquiera en una pelea callejera. La sola idea me enfureció, ¿Quién se cree para determinar la efectividad de mis técnicas?. Soy el único que decide cuál es mi límite, solo yo sé de lo que soy capaz.

La furia me arrojó contra Luna, dejando de lado la idea de lanzarle tierra a los ojos. Ahora lo que hice fue agarrarla y jalarla hacia la playa, corriendo a una gran velocidad. La loba intentó liberarse, ¿Pero como podría liberarse cuando prácticamente le estoy agarrando el hueso; atravesando el bicep?.

Tan pronto pisé la arena brinqué; saltando decenas de metros, y en el aire la arrojé hacia el agua, dejando tras de sí un buen chapuzón. Poco después también caí dentro del agua, para nadar hacia ella.

Al estar a su lado le di rápidos golpes rectos con la punta de mis dedos, clavándole mis garras múltiples veces, interceptado sus golpes y cada tanto, dejando sus extremidades; temporal mente inutilizables.

Y uso mi cola para aumentar la velocidad de mi nado, mientras continúo mís ataques hasta que me agarra. Entonces andamos hacia la superficie.

"Peleas bien en el agua".

Dijo tan pronto recobró el aliento, así que nadamos a la costa; y mi furia se desvanece.

"¿Siempre peleaste así?".

Me tomé un par de segundos para ordenar mis palabras antes de responder. "No, con formé peleaba las añadí a mi estilo y si podía las mejoraba".

"¿Qué clase de peleas has tenido?".

Recordé mis peleas clandestinas con una sonrisa de satisfacción. "Por lo general eran a puño limpió, pero no faltaba quien llevaba consigo algún objeto para asegurar su victoria".

Continuamos nuestra charla por un buen tiempo, en el cual regresamos a la costa y nos recostamos en el muelle, para ver las estrellas.

Pronto nos sentimos adormilados así que me invitó a continuar con mi entrenamiento, estuve de acuerdo y la acompañe nuevamente al bosque, pero en esta ocasión no paramos; hasta haber llegado al mis claro en el que Luna y Lluvia se enfrentaron.

"Ahora ninguno tendrá la ventaja".

"Solo quiero avisarte que no me lo estoy tomando personal".

"No te contengas".

Luna arremete en mi contra y en lugar de buscar darle un golpe, me limito a evadir, era arriesgado, puesto que ahora; mis oídos son muy sensibles y si llega a gritar, volvería a quedar bulnerable.

Así que en una oportunidad, le agarré el cuello y con mi cola dice palanca; recargando mi peso al frente, tirándola y ahora en lugar de usar mi mano, use la cola a lo que Luna respondió poniendo sus manos sobré ella para gemir.

"Mmh, ahorca me papi".

Su gemido me distrae y conecta su rodilla en la boca de mi estómago, seguido a ello; mi cola pierde fuerza y Luna conecta un para de golpes que me mandan al suelo, donde trato de someterme.

Afortunadamente logré escaparme antes de que siquiera pudiese agarrarme. Sentí que mi cuerpo se llena a de adrenalina, además; tenía l sensación de ser más fuerte.

Entonces chocamos los puños, creando un sonido seco tras nuestro impacto. La fuerza de ambos estaba equiparada, era hasta estimulante.

Nuestros movimientos se cancelaban mútua mente, era como si supiéramos lo que hará el otro. Subimos la velocidad de forma progresiva, siendo yo quien el más rapido.

Logrando conectar múltiples golpes, a la vez que desviaba los suyos. Entonces Luna respondió con un juego de pies, el cual sorprendentemente le estaba ayudando a evadir y bloquear mis ataques.

Pese a usar mis 5 extremidades, en combinación con arranques de velocidad, no lograba conectar. Al momento en que conectó un golpe en mi brazo izquierdo; giré en sentido horario, logrando conectar un coletazo a sus rodillas.

Desafortunadamente, esto no tuvo efecto y me mandó contra un árbol de una patada voladora, girando en sentido anti horario.

Desorientado, aturdido y acorralado. Una mala combinación, tenía que regresar al centro del círculo. No tuve tiempo ni para levantar la mirada, puesto que la loba en ensartó un rodillazo en el pecho, que no solo fracturó mis costillas, también nos hizo atravesar el árbol.

Ahora estaba tirado con ella parada encima de mí con sus piernas abiertas, a los costados de mi cintura. Era una vista imponente, e intimidante.

Dejando aquellos sentimientos de lado, la frustración me obligó a ponerme de pie, mientras mis costillas se recuperaba a un gran velocidad.

Luna por su parte, estaba regresando al centro del círculo, donde ahora aumentó su masa muscular junto a su tamaño. Siendo nuevamente más grande que yo.

Si hasta ahora no podía seguirle el ritmo, ¿Qué me asegura poder mantenerme de pie?. Al carajo, si voy a caer por lo menos aguantaré tanto como me sea posible.

Corrí hacia ella, y nuevamente chocamos los puños, siendo Luna quien me superaba, en ese momento sentí miedo. Miedo de lo que ella sería capas de hacer, miedo de ser usado por ella a su antojo, pero lo que más miedo me daba es una pequeña idea que invadió mi cabeza por un momento, antes de ser descartada casi al instante.

Luna me agarró del cuello y me levanto, la patee pero esto no le pareció afectar.

"Mi dulce cachorro, seguir intentando lo mismo no te hará ganar".

Gruño en respuesta, puesto que esa mentalidad la aplico todo el tiempo. Entonces ella responde indignada a mi gruñido.

"¿Porque no prácticas nuestro estilo?. Yo podría enseñar te".

Evaluó mi estado y el de ella, prácticamente me está haciendo pedazos, luego está el echo de la experiencia, técnica y fuerza. ¿Cómo podría vencer a alguien que me supera en todo?. Supongo que no me queda de otra; tendré que usar ese recurso.

"Me ..." No me permito continuar la oración, el orgullo me lo impide. Yo jamás me rindo, yo no me detengo, y esta no será la excepción. "Me importa un carajo tu estilo." Le agarró los dedos y se los rompo, librandome.

Tan pronto toco tierra, corro hacia un árbol caído y le arranco a mordidas la parte con hojas. Quedando únicamente el tronco, y con este nuevamente voy hacia dónde estaba Luna, para agarrar la a garrotazos.

Luna evadió el primer garrotazo, entonces mi cola se agarró de su tobillo y de un fuerte tirón, cambié de dirección y le reventé el tronco contra el hocico. Desafortunadamente aquello no le afectó tanto como esperaba.

"Bueno tengo que admitir que no me esperaba algo así. ¿Quieres caminar?.

Asentí y solté su tobillo junto a lo que quedó del tronco. Fuimos hacia una dirección distinta a la del campamento, yendo hacia la izquierda hasta llegar a una playa.

"Sabes, nunca imaginé que mi mate fuese un humano, por lo general es de la misma especie".

Continúo hablando mientras caminábamos, y en algún punto mencionó que nuestra relación es como la de sus padres, puesto que Fabián era un humano.

Mientras estaba con la guardia baja, y con la mirada en el suelo; me agarra y arrincona contra un árbol. Pese a estar ambos cubiertos por pelaje, aún se podía visualizar nuestros genitales.

Por ende, estar en esta situación me puso tanto nervioso como caliente.

"¿Te gustaría golpearme y tratarme como la perra que soy?".

"No gracias, tengo hambre y no falta mucho para mí entrenamiento con Trinity".

"¿Acaso prefiere a esa tabla?".

Reclama en tono de regaño, a lo que respondo desafiante. "Probablemente, su abdomen a diferencia del tullo; está marcado y su mirada me prende." Miró de reojo la reacción de Luna, está estaba muy molesta.

Me agarra del cuello y aprieta mientras gruñe.

"¿Te parece divertido?".

"Si." Respondí inmediatamente antes de sentir el repentino aumento de presión en mí cuello

Pov Ernesto.

Al día siguiente, recordé lo complicada que fue la pelea con Alfonso, aquél chico tenía un gran aguante, y pese a dejar inconcluso el resultado, aún me carcome la molestia de no haberle derrotado.

Así que empezaré a mejorar mi control del modo, y también alcanzaré los siguientes niveles.

"Te vez tensó".

Giro mi cabeza y me encuentro con Lluvia. Esta tenía el pelo algo desordenado y también tenía uno que otro raspón en los dedos.

La saludé y me ofreció una especie de zeta azul con manchas grises y un espiral negro naciendo del centro.

"Te ayudará a aventajar a los demás".

"La verdad no necesito ayuda, puedo mantenerme en la delantera por mi cuenta".

"¿Estás seguro?. Tu y Alfonso no son los únicos con poderes, Julian despertó dos, uno le permite transformarse en un sabueso del infierno, mientras que el otro duplica su poder. Prácticamente, lleva la delantera".

Al terminar de hablar se mete la z en la boca y se la traga.

"Pero no me hagas caso y mejor compruébalo tú mismo".

Tras ello, sale de los dormitorios, dejándome solo y con intriga. ¿En verdad Julian tiene la delantera?. Aquel chico sin técnica; ¿Me superó?.

Eliminé aquellos pensamientos de mi cabeza y me levanté para hacer la rutina de las mañanas. Al terminar salí de las duchas con un nuevo cambio de ropa, rumbo al comedor.

Ahí encontré a Julian hablando con Luna, al parecer está vez se levantó temprano. Fuí a dónde estaban ellos y nos saludamos.

"Oye Julian, ¿También tienes poderes?" Pregunté esperando confirmar las palabras de Lluvia.

"Si".

Sentí que mi estómago se removía, y la espina de la curiosidad no tardó en aparecer. "¿Podríamos tener un duelo con nuestros poderes?".

"Bueno, pero antes tengo que ir al baño".

"Ok, te espero junto al muelle." Salimos del comedor y ellos suben hasta el nivel dos. Yo por mi parte, continúo caminando hasta llegar a la puerta de seguridad que nos separa de la salida.

Ahí se encontraba Lluvia, recargada contra la puerta, mirándome con una sonrisa. Al acercarme los suficiente, noté que sus pupilas se encontraban muy dilatadas.

Probablemente por aquella z que me ofreció. Al estar lo suficientemente cercas, inició un diálogo.

"¿Pelearas con él?".

"Así es".

"Bueno, si no puedes golpearlo, has mucho ruido, si usa mucho la cola, entonces golpea entre su cola y cintura".

"Gracias, ¿Verás el combate?".

"Claro".

Subimos las escaleras y salimos del búnker, serrando la puerta detrás de nosotros, luego fuimos hacia el muelle y esperamos la llegado de Julian y Luna.

No pasó mucho, la aparición de una criatura antropomórfica de dos metros de alto, con un cuerpo delgado pero atlético. Orejas del tamaño de una caja de zapatos y una cola que seguro también media dos metros.

Y a su lado se encontraba Luna, está se veía muy emocionada, casi venía saltando de la emoción. Supongo que estaba emocionada por el combate.

Debo de admitir que la apariencia actual de Julian me resulta ligeramente intimidante. Igual su tamaño seguro le restará agilidad, así que no me resultará muy difícil evadir y responder.

Me enfoco y activo el modo semidiós, liberando arcos eléctricos; erizando el pelo de mi cabeza, mientras mis ojos adquieren su brillo azul eléctrico.

Cuando me enfrente a Alfonso, logré mantener la transformación sin mucho desgaste. Por otro lado, Lluvia y Luna tomaron distancia, quedando una al lado de la otra para empezar a discutir.

"¿Cuál crees que gane?".

Preguntó Lluvia con una sonrisa juguetona, a lo que respondió Luna con firmeza y convicción en sus palabras.

"Desde luego ganará Julian".

"Bueno, ya veremos".

Cuando terminaron de hablar, enfoqué toda mi atención en la pelea, el licántropo arremete en mi contra, así que lo esquivó e inmediatamente respondo con un derechazo, al estómago.

Entonces su cola atrapó mi pierna izquierda y me arrojó en contra de algunos escombros. Chocando contra ello, quedando un fierro incrustado en uno de mis muslos.

No me dio tiempo ni de quejarme, puesto que mi oponente ya estaba encima mío, golpeándome sin intenciones de parar.

Y sorprendentemente dejo de atacar para retroceder. No entendí porque lo hacía, pero no pienso desaprovechar esa oportunidad.

Reuní la energía en mi puño y corrí hacia el para conectar mi golpe, el cual falló. Frené y regrese hacia él, dando inició a una frenética lluvia de golpes, de los cuales ninguno conectó.

Esto se estaba volviendo frustrante, así que en lugar de golpear, formé un campo eléctrico a mi alrededor. El cual inmovilizó al licántropo, dándome tiempo suficiente para continuar mi ofensiva.

Nuevamente reuní la energía en mi puño derecho y conecté en su hocico, mandándolo al suelo y justo antes de conectar el segundo golpe. Su cola me agarró nuevamente del pie y está vez me lanzó contra un árbol.

Nos pusimos de pie y arremetimos el uno hacia el otro. Los arcos eléctricos aumentaban de tamaño, e incluso algunos se conectaban al suelo, y al estar lo suficientemente cercas, salte pensando en que nuestros puños se encontrarían.

Entonces Julian bajo la altura de su brazo, provocando que su golpe conectará en mi pecho, y al ser su brazo más grande que el mío. Mí golpe jamás conectó.

Antes de que siquiera tocará el suelo, el licántropo me embistió y fuimos a dar contra un árbol. Entonces liberé una gran cantidad de electricidad, por un par de segundos, en los cuales no paraba de sufrir convulsiones.

Luego detuve el flujo de energía y caímos al suelo, estaba con la respiración agitada y un poco mareado por la repentina liberación de energía. Aún así me recuperé mucho antes que mi oponente.

Este al momento en que empezó a levantarse, le conecté múltiples golpes y patadas, cada impacto lo sacaba de balance. Sabía que mi fuerza no estaba a su nivel, pero igual mi velocidad le saca una gran ventaja.

Aprovechando la situación trate de terminar la pelea, pateando su barbilla, pero para mí sorpresa. Él simplemente evadió mi ataque, girando en su lugar para responderme con un sarpazo.

Mis heridas sanaron con rapidez, ignorando el dolor de estás, respondo golpeando y moviéndome de un lugar a otro, asciendo uso de mi juego de pies, para evadir y responder al instante.

Desafortunadamente, ninguno de mis ataque lograba conectar; y tras prestar atención a sus movimientos, descubrí que se movía conforme yo me movía, parecía estar anticipando mis movimientos. O amenos los que hacía al acercarme.

También noté que sus orejas me estaban apuntando todo el tiempo, y recordando el consejo de Lluvia, gritó con rabia lo más fuerte que pude. Esto tumbo a Julian e hizo que escondiera sus orejas bajo sus brazos.

Aprovechando que se estaba haciendo bolita, pateé su hocico con toda mi fuerza, provocando que barios de sus dientes salgan disparados con rastros de sangre.

Su regeneración actuó al instante, reacomodando su mandíbula y formando nuevos dientes.

Esperé atento cualquier movimiento de su parte pero mi último golpe lo dejo fuera de combate, no sabía que mis patadas eran tan fuertes.

Entonces en un momento de descuido, sentí como algo se clavaba en mis rodillas, para al ver hacia abajo; encontrarme con un par de púas negras.

Seguido por un coletazo, el cual; apenas logré esquivar al arrojar mi cabeza hacia atrás. Entonces me encontré con la penetrante mirada del mayor.

Este estaba a punto de clavarme sus garras y en un intento por ganar algo de tiempo, trate de formar el campo eléctrico.

Desafortunadamente, fue más rápido y en lugar de clavar sus garras, simplemente me abrió el estómago de un zarpazo.

Su mirada inexpresiva, resultaba ser desalentadora. Además sus ataques ni siquiera se detuvieron, continúo golpeando, pateando y cortando con sus garras.

No lograba entender cómo es que de un momento a otro, sus movimientos se volvieron tan... Eficaces. No, no pienso permitir que esto se termine tan rápido, debo demostrarle a todos quien es el mejor.

Con ello en mente, corrí lejos de Julian tan rápido como pude, adentrando me en el bosque para usar los árboles a la hora de dar vuelta, regresando a gran velocidad. Conectando un descomunal derechazo que logró derribarlo pese a bloquearlo.

No me detuve y seguí adelante aumentando mi velocidad hasta el límite, para al regresar de la misma forma, darle un izquierdazo. El cual logró romperle unas costillas.

La adrenalina recorría mi cuerpo; lo tenía a mis pies, y pese a sus intentos por golpearme, mí velocidad era más que suficiente para golpearlo sin salir reído.

"Será mejor que te des prisa, solo te quedan algunos minutos en el modo".

Dijo Karla mientras golpeaba a Julian. Si seguía de esta forma, tarde o temprano perderé el modo, pero si peleó de otra manera; acabaré perdiendo.

Entonces unas púas se clavaron en mis ojos, quedando ciego, luego un dolor en el estómago, fue tan inmenso que de no ser por la adrenalina, me abría desmallado.

Podía sentir una de las manos de mi oponente, en el interior de mi estómago; luego fuí arrojado y tras rodar hasta estrellarme contra una roca, logré arrancarme las púas, estás al salir se sentía como si me arrancará el interior de los ojos.

No pasó mucho antes de recuperar la vista, encontrándome con la enorme herida en mi abdomen; luego levanté la mirada y me encontré con la penetrante mirada de la vestía con la que peleaba.

La forma en que me miraba; podría compararla con la de un depredador a punto de matar a su presa. Un escalofrío recorrió mi espalda al notar un brillo carmesí en sus pupilas.

Este tan pronto aparecía, desaparecía. Tal parece que está por aumentar su poder, y si eso llega a pasar, entonces no seré capaz de ganar.

No lo permitiré, yo siempre gano, soy el mejor y nadie me pondrá de rodillas. Aquello me dio la fuerza para levantarme y encararlo.

Su pelaje se erizo a la vez que se preparaba para atacar, por mi parte también me preparé pero para recibir su ataque. "¡Cuando quieras!" Grité con determinación, reuniendo toda mi energía en mis brazos y piernas.

Los arcos eléctricos aumentaron tanto en tamaño como en cantidad. Viendo con detalle la postura de Julian, recordé que esa postura ya la avía usado. Estaba con las piernas flexionadas y con el cuerpo inclinado hacia enfrente, listo para correr; mientras que sus brazos estaban colgando a los costados, con las manos abiertas, al igual que su hocico.

Ahora todo tenía sentido, cada postura le ayuda a aprovechar al máximo sus distintas técnicas. Aquella postura de carga es perfecta para ese cuerpo, así que debo de atacar arriba de su talón, para que ya no pueda atacar.

El problema está en su regeneración, pero si actuó rápido, podré derrotarlo antes de perder mi transformación. Julian arremetió en mi contra, embistiendo me, cosa que ya esperaba, y en respuesta le clave el codo en la columna cervical, dejándolo tirado en el suelo con el cuello roto.

Pensé que finalmente lo derrote pero al ver el brillo carmesí en sus ojos, entendí que esto aún no se terminaba. Así que trate de golpearlo, aún que esto no sirvió nada nada, puesto que se alejó rodando.

La presencia de Julian se volvió un peso sobre mis hombros, además un líquido viscoso y traslúcido salía de su boca, para al caer en el suelo, empezar a derretir la arena. La cuál no tardó en humear.

"¡Julian ya es suficiente!".

Luna trato de detenerlo, afortunadamente; Lluvia la detuvo.

"¿A dónde crees que vas?".

"Tengo que detener lo".

"¿Tú? Por favor, cuántas veces has cogido, por no decir violado a tu mate".

"Que te importa".

Mientras discutían, yo evadía los ataque del licántropo, al igual que el ácido.

"Se nota que no entiendes a tu mate, ¿A casó no lo puedes ver?. Julian jamás le haría daño a sus amigos. ¿Recuerdas como peleaba en la liga?. Esta es una pelea entre Él y Ernesto. Pero ello no significa que valla a matarlo".

"¿Cómo puedes estar tan segura?".

"Solo míralos, ambos están dando lo mejor de sí, incluso se están acercando a sus límites, ¿Sabes porque?".

"¿Te parece que lo sé?".

"Claramente aún no lo vez, Julian está peleando con todo por Ernesto, no busca humillar a su amigo, lo que quiere es aclararle una duda, Ernesto quiere ver todo el poder de Julian, y viceversa".

"Eso no tiene sentido, ¿Porqué se lastiman de esa forma si es solo una demostración?".

"Bueno, creo que ya sabes la respuesta".

Liberé toda mi energía en un gran rayo, y al chocar contra Julian, el cuál estaba encima mío. Formó una exploción que lo dejó fuera de combate, aún en su forma animal. Mientras que yo perdía el modo semidiós.

Exhale con pesadez mientras estaba recostado con la vista al cielo. "Ay carajo... Ese, si fue un buen puño trueno". Me senté y ví como su mandíbula, ya estaba como nueva.

Pov Julian.

Me puse de pie y observé mi entorno. Cruzando miradas con Ernesto, este ya estaba en su forma base mientras que yo tendría que concentrarme para regresar a mi forma humana.

Caminé hacia él y le ayude a ponerse de pie. Luego llegó Lluvia con un hongo verde en los bordes de la capucha tenía franjas rojas.

Lluvia dijo que le ayudaría a recuperarse del combate. Ernesto lo acepto y Lluvia me ofreció otro, me negué y está lo guardo. Luego Luna y yo nos retiramos, dejando solos a Ernesto y Lluvia.

Estar caminando solo con Luna, me ponía nervioso, en especial cuando está tan alegre, al menos molesta sabría cómo responder.

Al cabo de un rato, Luna me preguntó si quería acompañarla a nadar en una caverna. Desde luego acepté y fuí jalado por ella; pese a que podría ir a su mismo ritmo, me resultaba divertido siendo guiado por ella.

Pov Lluvia.

Estaba molesta con Ernesto, el muy inútil fue incapaz de derrotar a un novato. Seguro tomará mucho antes de que siquiera alcance el nivel que necesitamos. "Oye, te recomiendo entrenar con oponentes que valgan la pena".

"¿Y esos cuales son?".

"Ya tienes a uno enfrente".

"Bueno, ¿También tendrás que cambiarte?".

Sonreí mientras mi cuerpo era cubierto por pelaje blanco. "No hace falta." Mi boca se volvió un hocico, los dientes so volvieron los de un zorro. De mis dedos crecieron garras obscuras y me apareció una cola.

"Ok, eso fue más casual de lo que me imaginaba".

"Las películas sin muy exageradas." Aclaré y después de que activará su modo; me puse a su lado, clavando mis garras, debajo de las costillas. E inmediatamente sufrí una descarga eléctrica, que me obligó a tomar distancia. "Pinche anguila".

Esta vez fue él quien se acercó. Evité el primer golpe, echándome para atrás. Pelear en un muelle con alguien cubierto por electricidad, no es algo muy agradable.

El segundo golpe tuve que desviarlo, lo que me provocó un calambrazo. Quizás no sea mortal la descarga, pero cada vez que lo toco, mis músculos se acalambran.

Por último el tercer golpe, y tras evadirlo, quedé al borde del muelle. Así que pateé su rodilla y me moví hasta estar detrás de él.

"Te creía más agresiva".

"Quieres que me ponga ruda." Arremetío en mi contra, pero me transforme en mi forma licántropa. Para atrapar su brazo y levantarlo hasta tenerlo a la altura de mi cabeza. "Algún día podrás superar mi poder actual, pero ni creas que podrás alcanzarme." Lo uso como saco de arena. "Pero si entrenas conmigo, ten por seguro que estarás al nivel de los dioses." Lo solté, dejando que sus huesos se recuperen.

"¿Y ese que nivel sería?".

"No me acuerdo." Tras recuperarse, se puso de pie y trató de continuar el duelo. Así que tomé la forma animal.

Mi transformación fue tan rápida que Ernesto no tuvo tiempo para cambiar de dirección; golpeando el aire por sobre mis orejas. En respuesta, muerdo su hombro y destrozo los huesos del área.

Finalmente se están desvaneciendo los efectos de la zeta. Puesto que ahora empezó a gritar de dolor, por lo que empecé a sacudir la cabeza mientras aumentaba la presión, hasta que una especie de exploción eléctrica me golpeó. Dejándome paralizada y aturdida.

Al cabo de algunos segundos Ernesto empezó a hablar. Alardeando de su técnica, la cuál la llama campo eléctrico. E de admitir que es útil para hacer contras. Aún así no es suficiente.

Tan pronto recuperé la movilidad de mis extremidades; Ernesto respondió con una tormenta de golpes la cuál además de provocar fuertes descargas, también contaban con bastante fuerza.

Quizá no tanta como mi forma animal, pero igual se acercaba a la de Luna. Me las arregle para levantarme, girando y arremetiendo contra su pierna, descubriendo que las descargas eran más débiles.

Así que tiré con fuerza, mientras movía de un lado a otro; levantandolo para estamparlo contra el suelo, rompiendo su pierna un par de veces.

Al soltarlo, descubrí que su regeneración era más lenta, además de que su aura eléctrica, empezaba a concentrarse en su herida. Acelerando la regeneración.

"Eres tan fuerte como Julian, pero no tienes el mismo alcance".

¿Cómo se atreve a compararme con ese novato?. Será tonto o es que aún no puede sentir el poder de otros, como sea, lo acabaré de una vez.

Ernesto concentró energía en sus puños, sacando de estos, un sin número de rayos así que abrí el hocico, formando una llama roja en el centro para liberar una llamarada en contra del puño de Ernesto. La potencia de mi ataque, incinero las prendas de la cintura para arriba, dejando sus pantalones chamuscados.

La parte superior de su cuerpo estaba carbonizada, y sanando con lentitud. Además, su cuerpo avía atravesando un par de árboles, así que seguro le abría roto un par de huesos.

Fuí de regreso al búnker por un cambio de ropa para los dos, ademas de otra Z para que se reponga. Al tomar un cambio de su ropa, no pude evitar notar que tenía todo muy ordenado, cosa curiosa. Ya que la naturaleza de su poder es una de las más salvajes.

Entonces me entró curiosidad y fuí a ver el casillero de sus amigos, el de Alfonso no está muy ordenado, simplemente lo dejo para que se recargue con la pared.

Al revisar el último casillero, me encontré con lo que a primera vista sería un apiñamiento de ropa, pero al revisar mejor, descubrí que estaba una camiseta sobre un pantalón y dentro de este estaba la ropa interior.

"Creó que eso lo explica." Susurré para mí al darme cuenta de la forma de ser de cada uno, Ernesto aspirando a ser el mejor y Alfonso disfrutando del momento, el problema fue este último. ¿Porque habrá acomodado la ropa de esa forma?.

¿Será que quiere ocultar algo?. Como sea, eso no tiene que reflejarlo al detalle. Dejé aquella idea de lado y regresé a dónde estaba Ernesto para entregarle el cambio de ropa, este la acepto y se la puso.

"¿Entonces me ayudarás a entrenar?".

"Claro, tienes la suficiente fuerza para servirme de entrenamiento".

"Entonces ¿Cuándo empezamos?".

"Esta noche".

Pov Luna.

Después de los entrenamientos de Julian con la tabla, tanto él como yo estábamos de camino al comedor; en nuestras formas humanas. No comimos, tragamos, parecía competencia. Y la razón principal de nuestro inmenso apetito, son los constantes entrenamientos.

"Oye, ¿No te da sueño esperar a que termine mi entrenamiento?".

Dijo antes de continuar con otra torta. "La verdad me molesta que quieras entrenar con esa tabla." Miré a Julian de reojo, esperando alguna respuesta, pero tras ver su indiferencia, continúe hablando. "En especial que dejes que ella te toque." Se atraganta y luego responde.

"Vamos, tampoco es para tanto".

"Eres mío, y si esa tabla continúa tocandote." Me interrumpe golpeándome con suavidad en el seno izquierdo.

"¿Crees que me importa lo que aras? Ya tengo demasiados problemas con mis padres en este lugar, como para ahora preocuparme por tus caprichos".

"¿Crees que son solo caprichos?. Tú eres mío, mí mate, y no pienso dejar que más putas te estén tocando".

"No le pertenezco a nadie, ¿Te quedó claro?".

Gruñí en respuesta, puesto que sus palabras resultaron ser hirientes. Por otro lado, él continúo comiendo, ignorando mis gruñidos. Aunque aún así se le veía molesto. "¿Porque entrenas con ella?".

"¿Porque no?".

Su tono se volvió desafiante y altanero, así que molesta respondí, buscando eliminar esa actitud. "Porque me tienes a mi, yo te enseñe a transformarte, yo te ayudé a controlar tu transformación".

"¿Acaso te pedí ayuda?".

Ahora se le veía muy molesto, incluso dejo su comida de lado.

"¿Alguna vez te pusiste a pensar que no necesito ayuda? Yo nunca e pedido ayuda, nunca me hizo falta, todo lo resolví con lo que tenía".

Se levantó y se alejó, así que corrí hacia él para agarrar su mano, deteniéndolo de un tirón. "¿Te crees que eres lo suficientemente bueno para hacer todo solo?".

"La paciencia se me está acabando".

"¿Es una amenaza?" Lo fulminó con la mirada, entonces reduzco la distancia, pero él se aleja. Así que pateó sus pies, mandándolo al suelo para ponerme encima suyo. "Porque no me molestaría montar un expectaculo en el comedor".

"Luna, no e dormido bien, tengo hambre y mis padres están aquí, ¿Te parece que estoy de humor para tus juegos?".

"Para mí no son juegos".

"Para mí si, ahora te quitas o te quito".

"Por favor, no serías capaz." Me aprieta un seno hasta que me quitó de encima.

"Terminemos de comer".

Después de terminar nuestro desayuno, subimos a mi cuarto y nos dormimos juntos, despertando hasta el mediodía.

Abrí los ojos y escuché el sonido de la regadera. La idea de hacerle compañía en la ducha, era tentadora, pero antes de que siquiera tratara de levantarme; recordé las palabras de la zorra.

Así que en lugar de entrar. Opté por esperar hasta que saliera, para bañarme. Al salir, llevaba un atuendo deportivo similar al de él.

Salimos directo al comedor, donde nuevamente comimos de una forma exagerada. Prácticamente no podíamos seguir comiendo, por el limitado espacio del estómago, y usar nuestra forma animal; no es una opción. Al menos de momento.

Por otra parte, los padres de mi mate estaban hablando con los míos. Aparentemente se estaban llevando bien, aunque mi suegra me la daba debes en cuando una mirada; que me resultaba molesta.

"¿Tu madre es una hellhound?" Pregunté bajando la mirada a los ojos de mí mate.

"Eh no, bueno no sé".

"Me molesta la mirada de tu madre".

"No le prestes atención, con el tiempo no te molestará... Tanto".

"¿Sabes por qué me ve de esa forma?".

"Probablemente desconfía de ti por cuestiones hormonales, o igual simplemente te preocupa ser rechazada".

Tras terminar de comer, otras personas empezaron a llegar. Así que salimos y nuevamente nos dirigimos a las cavernas; donde estuvimos por un tiempo hasta que Julian se aburrió.

Entonces le sugerí seguir entrenando pero está vez en otro lugar que conecta con esta cueva. Aceptó y tras estar ambos en la forma licántropa, nos metimos al agua y nadamos hasta el fondo.

De ahí moví un par de rocas con su ayuda, revelando un túnel que iba a mayor profundidad. Luego llegamos a un punto en el que el camino se dividía, así que tomamos el camino de la izquierda, luego de unos minutos; finalmente salimos del agua.

La cueva tenía múltiples plantas bioluminiscentes, las cuales emitían una tenue luz, mi compañero observo de sercas las plantas, mientras que yo simplemente me sentaba y lo miraba entretenida.

Me resultaba divertido ver el brillo de su mirada al encontrarse con algo nuevo.

"¿Son algas?".

"Si, de dónde vengo hay muchas plantas y animales bioluminiscentes." Me miró con una sonrisa antes de acercarse a mi.

"¿Cómo son?".

"Bueno, la verdad preferiría que lo vieras en persona." Mordí sutilmente mí labio inferior.

"¿Qué lugar sería ese?".

"Aclantis." Esperaba que se sorprendiera, pero al parecer; se tomó la revelación con naturalidad.

"Supongo está debajo del agua".

"Mmm, para ser exactos, bajo tierra." Esto si lo tomo por sorpresa así que continúe. "Cuando estés listo, ambos iremos a la Aclantis".

"Y este lugar ¿A dónde llega?".

"Digamos que la isla es mucho más grande de lo que aparenta." Una vez dicho ésto, lo guíe hasta por la cueva hasta llegar a una puerta de hierro con óxido. Al abrirla; del otro lado se reveló un gran pasillo, con más algas bioluminiscentes creciendo de las fisuras.

Al final del pasillo, dimos con un angosto camino en el que deberíamos de estar contra la pared, además está el echo de tener a su lado un profundo abismos.

"Este lugar parece la entrada de un templo".

"En si, lo es, al menos lo que está abajo, pero si continuamos por el pasillo, llegaremos a la red de túneles." Continuamos, pegados a la pared, agarrando la de las algas para no caer. Al llegar al final del pasillo dimos con múltiples túneles los cuales tenían caídas bastante pronunciadas.

Miré de reojo a mi compañero y noté cierta desconfianza en su mirada. "No te preocupes, eh tomado este camino muchas veces, solo no tomes demasiada velocidad, a menos que sepas volar." Le tome la mano y de un tirón, nos lanze al túnel del centro. En este me deslicé de pies mientras que mi mate trataba de mantenerse de pie

"Tienes que relajarte." Lo tome de las muñecas y le di balance. "Cuidado con la cabeza." Tras mis palabras, nos agachamos y vimos pasar la roca a centímetros de nosotros. Por poco y no la contamos, con la velocidad que estamos agarrando, seguro abríamos muerto.

Además, estamos llendo demasiado rápido, así que tiró de el para hacer senos a la pared y con su ayuda extiendo un pie, pero nuestra velocidad es tan alta que tras tocar el muro, dimos una vuelta que por poco nos separa.

Entonces Julian aprovecho el impulso e hizo lo mismo, pero no sé detuvo y pateó la otra pared, reduciendo la velocidad, así que solté una de sus manos y puse el pie contra la pared, reduciendo poco a poco la velocidad hasta que llegamos al final, saliendo rodando por el cambio de ángulo.

Tras detenernos, quedamos uno al lado del otro con la mirada puesta en el techo. Nos miramos con una sonrisa y poco después nos pusimos de pie. "Buen agarre." Elogie viendo que en ningún momento me soltó.

"Lo mismo digo".

Me suelta, pero le agarró el brazo y pego su cuerpo al mío. "Oye, ¿disfrutas del sexo?" Noté un ligero sonrojo en sus mejillas, seguido por una mirada incómoda.

"Si, digo ¿Cómo no lo disfrutaría?".

"Porque si quieres, te puedo seder el control." Su sonrojo se incremento.

"No te preocupes, igual no todo es cojer".

Se veía nervioso, al parecer no le gustaba hablar del sexo, o ¿Será otra cosa?. Trato de alejarse, pero logré contenerlo. "¿No quieres tener el control?".

"Emm, no yo estoy bien, así. ¿Puedes soltarme?".

Su nerviosismo me divertía, me preguntó hasta donde podré empujarlo, antes de que seda. "¿Qué te pone tan nervioso? ¿Acaso te da miedo ser una decepción?" No tuve respuesta, al parecer mi última pregunta dio en el clavo. Le acaricie la cabeza antes de besar sus labios, no ejerció resistencia, por lo tanto.

continúe con mis jugueteos, explorando con mis dedos su cuerpo, pero me detuve y lo miré a los ojos. "A partir de ahora, solo lo haremos si tú quieres, ¿De acuerdo?" Si respuesta no vino de su boca sino de la conexión mental, dándome una afirmativa, y preguntando si podíamos continuar con la caminata.

Así que lo solté y continuamos caminando, siguiendo el camino de la derecha, bajando hasta entrar a una inmensa cueva con múltiples plantas bioluminiscentes.

Desde musgo hasta arbustos y enredaderas. Además, se podían apreciar algunos insectos voladores que también contaban con luz, por último los animales que de momento solo se podían ver aves, las cuales contaban principalmente con un brillo azul, en sus alas y pecho.

"¿Todas la plantas brillan?".

"Si, las carnívoras pueden cambiar el patrón de luz y su color para capturar animales." Se le veía con un brillo de asombro, así que lo guíe corriendo entre las plantas, hasta que nos encontramos con una de las criaturas que suele rondar las cavernas.

La criatura está cubierta por escamas negras, su cuerpo asemeja a la de un perro muy delgado, sus dientes desiguales promedian el tamaño de un dedo, sus ojos grandes como pelotas de béisbol, orejas de medio pie de largo, patas con garras retráctiles y una cola que la punta apenas llegaba a las patas.

Miré a Julian y le di un empujón para que se acercara a la criatura, y está empezó a gruñir. Provocando a mí mate. "Te advierto que suelen ir en manada." Julian me ignoró y únicamente prestó atención en los movimientos de la criatura. "Si necesitas ayuda ahí estaré".

Mientras Julian estaba frente a la criatura, yo me subí a una roca para ver el combate, el cual termino muy rápido; demasiado rápido. "Oye ¿Qué le hiciste?" entonces me mostró una cuchilla que asemejaba a una espada corta.

Luego la limpió y guardó. "¿De dónde la sacaste?" pregunté, bajando de la roca.

"Trinity me la regaló".

Esa mugrosa tabla, ¿Por qué no se busco a otro?. Me calmé antes de continuar hablando, pero él se adelantó.

"¿Continuamos?".

"Si." Dejare pasar esto de momento, pero cuando regresemos al campamento. Continuamos el descenso hasta una cámara en la que abundaban los cristales. Algunos emitían luz de distintos colores, le advertí de ellos, ya que son radiactivos.

Pasando aquella zona, llegamos a un laberinto de túneles. Pasó el tiempo y finalmente llegamos. Nos detuvimos frente a una árbol con frutos del tamaño de un tamal y con forma de dátil; estos emitían una tenue luz naranja

Corté un par y le ofrecí una a Julian, este la rechazó cortésmente, le expliqué que estás frutas repondrán las calorías que quememos con nuestros entrenamientos.

Gracias a eso, finalmente tomó la fruta, no parecía muy seguro de comerlo, incluso tras verme comer uno, aún mantenía el fruto entre sus manos; observándolo fijamente.

Así que le abrí la boca y le sambuti el pedazo que me sobró. Trato de escupirlo, pero con mi mano contra su boca, a lo mucho, provocaba cosquillas, tuve que ordenarle que se lo tragara, para que lo haga.

Retiré mi mano, y continuamos caminando. Esta vez usaríamos un túnel y para ahorrar tiempo, el problema sería si mi padre tiene las llaves. Siendo ese el casó, tendríamos que ir al túnel del otro lado de la cueva.

Y aunque eso podría maravillar a Julian, solamente nos atrasaría. Además, seguro se llevará una sorpresa cuando lleguemos. Cuando llegamos a una puerta metálica, la abrí y del otro lado se iluminó una moto delgada con 4 discos magnéticos pegados, formando dos ruedas.

La moto tiene un diseño sencillo, y aerodinámico. Nos subimos a ella, ya que las llaves estaban colgadas en el freno de mano derecho. Julian se sentó atrás de mi, así que encendí la moto y Julian me abrazo, cruzando los brazos frente a mi estómago así que arranqué.

Al ser eléctrica, era muy silenciosa y rápida así que no nos tomaría mucho llegar.

Pov Erickson.

después de entrenar con mí amiga, quedé turrado en el suelo mientras ella se quita a las pesas de las extremidades.

"Cuando te repongas baja a comer, y procura tomar un baño".

Salió del cuarto y bajo al primer piso, su casa era sencilla, un baño, una tele, 2 recámaras, cocina, sala y un pequeño cuarto de lavado. Luego de bañarme y comer, salimos a retar a algunas personas. En el área de entrenamiento, ningún hombre le diría la mirada, y si caminaba en una dirección, se apartaban, asegurándose así de no probocarla.

Yo por otra parte, busca a alguien con quién pelear, entonces alguien caminó hacia nosotros saludando me con alegría, era Brandon, un chico caucásico de 1.65 con ojos ámbar. "Hola." Respondí al saludo.

"Oye, escuché que participaras en el torneo contra el campamento".

"Así es".

"¿Es cierto que Julian participará?".

"Si, además es un hueso duró".

"Ya veo, bueno iré a inscribirme".

"Bien, nos vemos luego, a y te recomiendo estar preparado; también participarán las zorras y algunos miembros de la manada vecina".

"De acuerdo, gracias".

Nos despedimos y Omega simplemente me miraba de reojo. "Es un amigo de la primaria." Aclaré sin esperar alguna respuesta.

"No parece muy fuerte".

"Bueno lo que le falta en fuerza lo compensa en técnicas".

"Ya veo ¿A participado en alguna liga?".

"Claro, búscalo como Draxter; te recomiendo el vídeo del torneo mexicano 2017. Usa muchas de sus técnicas en ese evento." Seguimos hasta un cuadrilátero, donde se encontraba Trinity; entrenando junto a su hermana.

"Entonces ambas participarán".

Mi compañera llama la atención de ambas chicas. La mayor la fulmina con la mirada mientras que la menor simplemente sonríe altanera mente, antes de hablar.

"¿Temes perder el título?".

"Sabes que no lo hago por el título".

La charla sumado a la penetrante mirada de Trinity, me ponen la piel de gallina, así que trato de agilizar las cosas. "De casualidad ¿No sabes si la modalidad de los torneos cambiara?".

"Mmm, algunas reglas cambiarán; se les permitirá usar un objetó a cada peleador".

"Ok, muchas gracias." Tan pronto terminé de hablar, mi amiga continúo hablando.

"Oye, TT; ese niño al que estás entrenando, caerá a mis pies".

"Ya veremos".

Nos retiramos y después de intercambiar palabras con otros participantes, llegamos a las escaleras para salir de la ciudad. "Somos más de 50, sin contar a los del campamento. Tal vez hagan un torneo estiló royal".

"Eso sería interesante".

Me lanza una mirada furtiva, poniéndome nervioso. "O puede que sea en equipos." Se ríe mientras estira los brazos.

"Bueno, ¿Alguna idea?".

"¿Sobre qué?".

"Para pasar el rato, Ya nos merecemos un descanso".

Hace una breve pausa para mirarme de reojo.

"Tal vez podríamos ir a las cavernas".

"¿No sería más agotador estar en las cavernas que entrenar?".

"mmm, no porque iremos a la que está dentro del acantilado".

"Bueno, aún no la eh explorado".

Pov Erick.

Estaba entrenando a Alfonso hasta que recibí una llamada de Lluvia, nos tomamos un descanso para responder. "¿Holo?".

"Holo".

"Estoy entrenando con Alfonso".

"Ernesto avanza rápido".

"Ok, en la tarde estoy libre".

"Descansaré más tarde".

"Guardame una".

"Chao".

Colgamos y está vez, nos enfocamos en el control de energía. Activaba su poder y se quedaba quieto, tratando de mantener la transformación el mayor tiempo posible.

Sorprendentemente, logró mantenerla hasta 7 minutos. Me alegraba saber que estos tres estén con nuestro bando y no en los otros.

El tiempo pasaba volando, y pronto sería el día del torneo, seguro Trinity se llevará una gran sorpresa al ver hasta donde emos llegado.

El padre de Luna nos dió una demostración de los poderes, usando a Ernesto como ejemplo. Explico que la mayoría de los participantes podrán usar poderes, mientras que los que no tienen, usarán una armadura.

A muchos no les gustó la idea de enfrentarse a seres con poderes así que como ya estaba previsto, llenamos los huecos con los miembros de la manada.

Ahora solo quedaba esperar a mañana para ver si están listos. La verdad lo dudo, y afortunadamente aún estamos a tiempo. Dejando aquello de lado, Luna no ha hecho su reporte desde un par de días, supongo no lo ve necesario.

Esto provocó que se molestara, así que está vez él fue a ver cómo estaban, dándome la oportunidad de agarrar una muestra de las celdas de energía. Luego fuí directo a la salida del búnker para meterme al agua y nadar hasta un traje de exploración, guardando la celda en el compartimiento de carga, luego regreso a la costa.

De ahí voy al búnker y cambio de ropa. Este día me lo tomaría para descansar.

Pov Luna.

Mis padres estaban poniéndose de acuerdo para elegir a quien enfrentarán con quién. Pero al no saber cómo se habrán organizado, esto se volvía un círculo.

Así que salí del cuarto, para ir a la salida del búnker, ya que me hacía falta algo de aire fresco. Todos parecían haber avanzado mucho en una semana, supongo que pronto estarán listos para ir a nuestra ciudad. Además, también e sentido que los lazos que nos conectan, se han fortalecido.

Esta mañana fue capas de bloquear la conección telepática, incluso al estar transformado. Dejando eso de lado, no podía evitar estar nerviosa, por lo que pueda pasar en el torneo.

En definitiva se encontrarán los mejores del rango novato, y seguramente participarán entrenadores. Al final seremos nosotros quienes tengan que asegurar la victoria.

Decidí pasar del tema e ir a mi habitación, ya que tenía mucho sueño. Entonces me encontré con Julian, durmiendo con la cabeza colgando fuera de la cama y el cuerpo como alambre retorcido.

Seré con seguro y camine lo más silenciosa que pude. pisando con el talón, seguido por el lateral del pié y finalizando con la planta; algunas veces tenía el sueño pesado, pero igual se podría despertar si hacia ruido.

Entonces; cuando estuve a un metro de él, este se despierta y nuestras miradas se encuentran, para acomodarse en su lado de la cama.

"Estoy muy cansado así que mejor duérmete y descansemos".

Dijo con la conexión telepática, así que me acosté a su lado; metiéndole bajo las cobijas para abrazarlo, entrelazando nuestras piernas mientras me aseguro de mantenerlo tan cercas como mis senos lo permitían.

Esto lo puso nervioso, así que me puse encima de él, sentándome sobre su pelvis con mis piernas a sus costados y mis manos contra su pecho. "Oye, podríamos repetir lo de anoche".

"La verdad estoy cansado, así que preferiría dormir".

"Cómo quieras, pero si cambias de opinión." Me inclino sobre él y me detengo al estar a centímetros de su rostro. "Ya sabes que hacer".

Me recosté a su lado y no pasó mucho antes de que Julian se acercara a mi, entendí que me quería sentir; así que le pasé el brazo izquierdo por encima para dejar mi mano en su entrepierna.

Cómo era de esperarse, se estremeció aún que no hizo nada para detenerme. Por un momento pensé en que podríamos tener algo de acción, pero recordando lo que dijo; era más probable que quisiera un abrazo.

Aparté mi mano de esa área para dejarla a la altura del ombligo, seguido a ello. Pude sentir como se relajaba a la vez que tenía una especie de cosquilleo dentro del estomago. La sensación era extrañamente reconfortante, y se intensificaba con cada movimiento que hacíamos.

A la mañana siguiente, fuimos despertados por unos fuertes golpes en la puerta.

"Luna, levanté o llegaremos tarde".

Dijo mi padre a lo que respondí adormilada, "Ajá." Ni siquiera avía abierto los ojos, puesto que estaba tan cómoda que no quería ni moverme, entonces sentí ganas de ir al baño. No tuve de otra más que ponerme de pie, ya que sentía que Julian también quería ir.

Antes de levantarme, me mantuve quieta unos minutos, hasta que Julian se levantó. Luego de que regresara, fuí al baño.

Al regresar, me metí bajo las cobijas, solo para que nuevamente mi padre golpeara la puerta.

"Luna date prisa ya es tarde y aún no comes".

Me levanté a regañadientes, al igual que Julian, luego tomamos un cambio de ropa y nos dimos una ducha rápida. Una vez listos para salir, fuimos al segundo nivel para comer.

Dónde pudimos ver a todos comiendo, nos dispusimos a comer en un lugar más tranquilo, así que tomamos una charola y le pusimos unas tortas. No me preocupe por las servilletas ya que Julian se encargó de ello.

Por otra parte, estaba más atenta a su estado, buscando algo que hacer. No sabía si quedarme callada, iniciar una charla, o algo. Entonces inició una conversación.

"¿Cuál es era el último nivel al que podías llegar?".

"El 3, aunque aún no al completo".

"¿Tiene requisitos?".

"Algo así, por lo general se puede activar con entrenamiento, pero para potenciarlo se requiere la presencia del mate".

"El torneo será en equipos, ¿Verdad?".

"Si, pero no te preocupes, me aseguré de que estemos en el mismo equipo".

"¿Entonces cómo será el torneo?".

"No sé, no creo que cambie mucho".

"Bueno... Entonces, ¿Ahora qué?".

"Pues podríamos entretenernos con otra cosa." Dije mientras me ponía junto a él, quedando hombro con hombro.

"¿De que forma?".

"No sé, podría enseñarte una de nuestras danzas tradicionales".

"Okey".

Tras su confirmación dejé mi charola a un lado mientras me ponía de pie, para tomar su mano y jalar hacia mi; dejando su charola a un lado para no tirar la comida. Nos alejamos de dónde estábamos comiendo para empezar.

Solté su mano para iniciar. "Mmm, ahora que lo pienso, tal ves sea mejor que veas un vídeo, por que si es algo complicado." Saqué mi PDA y tras un rato de búsqueda, encontré el vídeo con el que aprendí a bailar.

En este la pareja vestía prendas tradicionales, en el caso de la bailarina; constaba de una banda de pelaje de búfalo en los tobillos, falda de tela con corte triangular tanto por delante como por atrás, dejando las puntas a la altura de las rodillas. Además es adornada con las hojas de una palmera sujetas por un cinturón de la misma piel que en los tobillos.

Al igual que los tobillos, sus muñecas cuentan con una banda de pelaje. En el torso usa un

Sobre la beza tiene una corona dorada de plumas verdes de un pie de largo, con las puntas rojas. Por último lleva un collar de plumas y dientes de animal.

El hombre llevaba prácticamente la misma vestimenta, con la diferencia de usar un pantalón corto de piel. Esta danza comenzaba con una melodía suave de una flauta, acompañada por tambores y un frasco con arena.

La pareja caminaba en círculos mirándose a los ojos, y al cambiar de lugares estira. el brazo izquierdo hacia atrás por sobré la cabeza mientras estiran la pierna del mismo lado, hacia atrás. Inclinado su torso hacia su pareja y juntando sus antebrazos, formando una X.

Luego empezaron a dar pequeños saltos de puntillas, girando en sentido horario, siguiendo el ritmo de la música; está poco a poco aumentaba de velocidad. una vez completaron el círculo, dieron una vuelta en su lugar; separando sus brazos; estos se mantuvieron extendidos.

La pareja tomo distancia y tras completar el segundo giro. Usaron la inercia para juntar sus manos, quedando el pie izquierdo al frente y la mano derecha en contacto con la de su pareja. Esto dejo el brazo izquierdo extendido hacia atrás.

El señor atrajo a su pareja con un suave tirón, y está se enrolló con su brazo. Al tenerla de espaldas contra su pecho, llevá su mano libre a su vientre; usando aquello para guiar los movimientos de su torso.

Le dejé viendo la danza mientras terminábamos de comer. Luego de algunos minutos el vídeo se terminó y me regreso la PDA. "¿Y bien?. ¿Qué te parece?".

"Bien".

"¿Te gustaría intentarlo?".

"No gracias, así estoy bien".

"Bueno, si cambias de opinión yo te ayudo." Tras mi comentario, nos quedamos en un incómodo silencio. Busque formas de romper el hielo, pero por más que pensara; no lograba conseguir algo.

Trate de recordar anteriores charlas, pero esto tampoco me ayudó. Pensé en dejar esto así, aún cuando la tención arruine el momento. "Oye, igual podríamos pensar en algo para el torneo".

"Okey".

Levantamos la charolas y las regresamos a su lugar, junto a otras usadas. En ningún momento nos encontramos con alguno de sus amigos; lo que nos permitió salir del búnker sin distracciones.

Una vez en la superficie, nos percatamos del frescor especialmente húmedo, y tras mirar al horizonte entendimos al instante la razón tras el cambió en el ambiente.

Desde la entrada del búnker podíamos apreciar y fuerte oleaje, sumado a las corrientes de viento; cuya fuerza aumentaba y disminuía cada tanto. Por un momento pensé que no le gustaría el clima, pero antes de que siquiera pudiera ordenas mis palabras, él ya estaba caminando con total naturalidad.

Seguí su acción y me quedé a su lado; admiramos los restos en su mayoría quemados del campamento. Las hojas de las palmeras se eran retorcidas de forma violenta por el viento, al igual que nuestro pelo.

Incluso cerré mi chaqueta en un intento por conservar la temperatura, aún cuando aquello no fuese necesario. Por otro lado, a Julian si le parecía afectar el cambio de temperatura. "¿No tienes frío?".

"Esta bien, me gusta el frío".

Mantuvo las manos guardadas en los bolsillos de su sudadera. Estaba claro que esa prenda no podría hacerle frente a este clima, así que me quite la chaqueta y se la ofrecí. "Toma, no te vallas a enfermar." Probablemente algo de lo que dije le molestó ya que rechazó la prenda tan pronto como terminé de hablar.

"¿Seguro?." Pregunté solo para estar segura.

"Si, así estoy bien".

La verdad no pensaba dejarlo de esa forma, y tuve un idea para convencerlo. "Bueno si no te la pones, entonces me tendré que transformar." Esperé un par de segundos para que pensará en lo que aquello significaba.

"Bueno".

Agarró la prenda y se la puso, solo que no pudo meter los brazos; puesto que el viento y la diferencia de nuestros cuerpos. Acabo volviendo imposible el uso de aquella prenda. "Bueno, creo que no pensé en si te quedaría".

"Tus brazos son muy delgados".

"Tengo buenos genes." Alarde un poco, desencadenando un par de risas involuntarias. La tención prevalencia ante todo. Me devolvió la chaqueta y me la puse, mientras subía el cierre, le dirigí una mirada con la intención de ponerlo nervioso, pero este estaba mirando hacia el mar.

Me sentí ligeramente ofendida y tras serrar la chaqueta, le di un golpe en el hombro. Llamando su atención. "¿Qué es tan interesante como para ignorarme?".

"Las olas".

Su actitud retadora me saco una sonrisa, no planeaba forzar las cosas aunque igual le podría dar un empujón. Con ello en mente, le doy un ligero empujón con el hombro, y este me lo devuelve con menor fuerza. "No tienes que ser tan recto." Aparentemente no entendió lo que quise decir, así que le señalé su forma de andar. "Saca tus brazos de los bolsillos y relájate, recuerda que tú pones el límite".

Su rostro y orejas se enrojecieron con rapidez; con eso me di por satisfecha, o amenos por ahora.

"Estoy relajado".

"No trates de engañarte, estás caminando igual que cuando estás con tus padres. ¿Crees que alguien te está vigilando o solo estás nervioso?".

"Solo debo acostumbrarme a la temperatura".

"Ajá si como no. Si el problema es el frío entonces podemos correr un poco".

"Okey".

La verdad no creí que respondiera tan rápido, seguramente todo el asunto del torneo, sumado a la presencia de su familia; le debe de estar generando una antiedad y estrés bastante fuertes. Probablemente correr le ayude a escapar temporalmente de la realidad.

No avía necesidad de intercambiar palabras, simplemente nos pusimos a correr; su mirada estaba fija al suelo, viendo parte del camino que tomaría, también se le notaba concentrado en algo.

No quise molestarlo así que me límite a seguirle el ritmo, no pasó mucho antes de que finalmente se relajara. Al parecer solo le faltaba un escape; luego de un rato, aumentó la velocidad. Sus sacadas se alargaron y su avanzar adquirió un ritmo constante.

No pude evitar sonreír tras notar su mejora. Me resultaba algo curioso aquella velocidad con la que cambiaba de carácter, una ligera bipolaridad que hasta ahora no había notado. Entonces se le cruzaron los pies y rodó cuál pelota.