—¿Me perdí de algo? —preguntó, dirigiendo una mirada inquisitiva a Dean y Elizabeth.
Clara y Liliana se giraron al oír su voz. Liliana no se había detenido a observarlo la última vez en la cata, pero ahora, al hacerlo, notó cuanto se parece a su padre una versión más joven. Su cabello, ligeramente desordenado, le daba un aire más despreocupado, distinto al joven que recordaba que aquel día.
Dean se aclaró la garganta, tratando de recuperar la compostura.
—Nada importante —dijo con un dejo de picardía en la voz—. Solo hablábamos de como ciertos intereses cambian con el tiempo.
Alexandre entrecerró los ojos, como si intentara leer entre líneas lo que se decía en su ausencia. Sin embargo, no insistió con el tema y dejó escapar un ligero suspiro antes de posar su mirada en Liliana y Clara.
—Buenas tardes, es un placer volver a verte —dijo con una sonrisa algo tensa, como si aún no supiera bien cómo manejar aquella situación—. Siento lo de la última vez.
Liliana sostuvo su mirada por un instante, evaluando sus palabras. No podía determinar si se trataba de una disculpa sincera o simplemente de una cortesía vacía, pero tampoco tenía intención de analizarlo demasiado.
—No hay problema —respondió con una leve sonrisa, inclinando ligeramente la cabeza—. Fue... un reencuentro inesperado.
Clara, que hasta el momento había permanecido en silencio, observaba la interacción con evidente interés, como si presenciara el inicio de una trama intrigante. Sin poder contenerse más, decidió intervenir con su habitual entusiasmo.
—Bueno, yo no estuve en ese "primer encuentro", así que estoy libre de prejuicios —comentó con una sonrisa divertida—. Un placer, soy Clara. Y dime ¿Cómo está siendo tu experiencia en el país?
Alexandre soltó una pequeña risa, relajando un poco su postura.
—Ese primer encuentro no fue precisamente el mejor —admitió con una media sonrisa, lanzando una breve mirada a Liliana—. Pero bueno, es un placer conocerte, Clara.
Se acomodo la correa del bolso que llevaba al hombro y levanto las bolsas que cargaba.
—Si me disculpan, dejare mis cosas y volveré enseguida.
—Por supuesto —asintió Elizabeth con una sonrisa cálida, tomando un sorbo de su copa de vino.
Alexandre se alejó con paso tranquilo, y en cuanto desapareció de la vista, Clara se giró hacia Liliana con una mirada llena de curiosidad.
—Vale, ahora sí necesito detalles. ¿Qué paso entre ustedes dos?
Dean soltó una carcajada que retumbó por toda la sala de estar, contagiando el ambiente con su buen humor. En cambio, Liliana exhaló con resignación y tomó su copa, como si necesitara una dosis de paciencia antes de hablar.
—Pensó que era una joven que hace compañía a cambio de dinero —soltó sin rodeos.
El silencio que siguió solo duro un segundo, por que Elizabeth, que justo daba un sorbo a su vino, termino atragantándose con la bebida.
Clara la miró boquiabierta, asimilando lo que acababa de escuchar. Luego, sin poder evitarlo, estallo en carcajadas uniéndose a Dean.
—De todo lo que podría haber pasado, ¿te confunde con una Sugar baby? —logro decir entre risas, sujetándose el estómago.
Elizabeth aún tosiendo ligeramente, girando la cabeza hacia su marido con incredulidad, buscando confirmación en su expresión. Dean simplemente le respondió con asentimiento divertido, antes de darle otro trago a su vino.
— ¿Cómo he podido criar a un hombre semejante? —murmuro Elizabeth, llevándose una mano a la frente con gesto dramático.
Dean se encogió de hombros con aire despreocupado, pero en sus ojos brillaba la diversión.
—Créeme, cariño, a veces yo también me lo pregunto —respondió con ligereza, antes de añadir en un tono más suave—. Comenta at-il pu penser qu'il pouvait faire un tel mal à mon doux univers…
Su mirada se poso en ella con una ternura casi palpable, haciendo que Elizabeth suspirara y negara con la cabeza, aunque una sonrisa asomaba en sus labios.
Liliana observa la escena con un deje de nostalgia y cierto pesar. La interacción le removía sentimientos que prefería enterrar, recuerdos en los que también era el universo…
Clara, en cambio, entusiasmada con entusiasmo, completamente ajena al torbellino interno de su amiga. Incapaz de contener su curiosidad, se gira hacia Lilian con los ojos brillantes de expectación.
—¡Vale, que le dijo! ¡Se ve tan romántico!
Su emoción era contagiosa, pero Liliana solo suspiro, llevándose la copa a los labios antes de responder.
—Dijo… "¿Cómo pudo pensar que podría hacerle tal daño a mi dulce universo?" —tradujo en voz baja, sin apartar la vista de la pareja.
Clara suspiro dramáticamente, llevándose una mano al pecho.
—¡Por favor! ¿Siempre es así de poético o solo cuando ha tomado vino?
Elizabeth rio suavemente, sin apartar la mirada de su marido, como si en aquel instante recordad los primeros días de su historia juntos.
—Dean siempre ha tenido alma poeta —respondió con ternura—. Fue eso lo que logro atraparme. Porque, con lo gruñón que es, ¿quién más le querer podría si no soy yo? Aun que lo nigue, claro.
Una sonrisa pícara apareció en el rostro de Dean, quien, lejos de contradecirla, también su copa en un gesto de rendición.
——Brindo por ello —dijo Dean con diversión, dando un sorbo a su copa.
Clara, con los ojos brillantes de emoción, agarro el brazo de Liliana y los miro con exagerada admiración.
—¿Pueden dejar de ser tan adorable? Esto no es justo para los que siguen solteros y sin esperanzas.
Elizabeth río suavemente, mientras Dean negaba con la cabeza.
—Créeme, querida, el matrimonio no es solo romance y poesía. También es lidiar con sus manías, con su terquedad, y con su costumbre de dejar la cocina hecha un desastre cuando experimenta nuevas recetas —dijo Elizabeth, lanzándole a Dean una mirada de fingido reproche.
—O con su obsesión por reorganizar los muebles cada dos meses por que "la energía del espacio necesita fluir mejor" —réplico Dean, arqueando una ceja.
Liliana río entre dientes, recordando lo caótica pero entrañable que siempre había sido su relación. Algo que, en el fondo, siempre la hizo anhelar encontrar un vínculo similar,
—Pero al final, no pueden vivir el uno sin el otro —intervino con suavidad, observándolos con una suave sonrisa.