Lo siguiente a aquellas palabras burlonas que sentí no fue algo muy agradable o una sonrisa amistosa por ser un "campeón" fue un golpe en mi cabeza que por un segundo pensé que había reventado como una sandía. Estaba inconsciente, aunque ya me había pasado algunas veces ahora era un poco más extraño. Mis sentidos eran lo suficientemente agudos para poder escuchar una conversación, los pasos de varios caballos levemente desincronizados. Algun que otro pájaro que sonaba y unos pequeños golpes de mi cabeza contra algo metálico.
La conversación entre aquella mujer de voz ronca y de lo que sonaba una chica más joven era la siguiente.
"¿Por qué tenemos que hacer estás tonterías? ¿Acaso no es prácticamente imposible que ganen ya?"
Preguntó aquella voz joven, incluso con bastante lástima en sus palabras.
"¡Claro que es imposible! desde el inicio de los tiempos que lo es. Pero aún así, siempre es divertido ver cómo los gusanos pierden más y más sus esperanzas. Aquellos 'menores' que todavía creen que tienen una esperanza de igualarnos han de caer. ¡Y qué mejor que hacerlo en público frente a todos!"
Se notaba emoción en las palabras de la mayor, mientras que incluso levantó su voz aún más, fácilmente podría escucharse a unas decenas de metros.
Mi consciencia volvía poco a poco, y al abrir los ojos me encontraba en la parte trasera de un carruaje de transporte. casi al instante mi perdida mirada se enfocó lo mejor que pudo en las personas que habían allí, unas 5 mujeres las cuales todas me vieron como si fuese el único hombre que habita la tierra. Parecía que estaba bastante cerca de la zona del "piloto" ya que podía escuchar un poco todavía la voz de la chica joven que manejaba y los gritos de la mujer me estaban todavía dejando sordo. Mientras que me sentaba en aquellos barrotes noté que podría pararme gracias a mi baja estatura, aunque al intentar hacerlo el carruaje dió un pequeño salto y volví a caer. La mujer que estaba más cerca de mí soltó una risa algo "contenida", al mirarlas mejor y con los ojos más acostumbrados a la luz pude ver qué eran en una escala hecha por mi mismo. Un 11/10. Con cuerpos más o menos voluptuosos. Aquellas que no parecían estar al frente en razones de combate utilizaban atuendos qué eran bastante abiertos, algo que podría llegar a esperar de personas en un verano en lo que era mi mundo, pero que con la estética medieval que todo tenía simplemente no pegaba ni con silicona. Mi mente pensó que en un mundo de fantasía aquello podía tener cierta lógica. Aún así, de mis pensamientos me sacó algo, un golpe en la frente con una cosa un poco dura. Levanté mis manos para intentar atraparlo, pero nuevamente mi vista me falló. Al ahora definitivamente tenerlo en mis manos me dí cuenta que era aquel proyectil... Una hogaza de pan. Lanzado por quién se había reído de mi hace poco.
No lo había notado, pero el hambre me golpeó con bastante fuerza, así que empecé a comer sin ninguna delicadeza, terminando rápido con el alimento.
"Los campeones masculinos no eran más... ¿Impresionantes?" Preguntó al grupo quien me había dado la comida, y llegaron a un consenso general... "No sé" Dijeron las otras 4 mujeres al unísono.
Mirando un poco mejor pude darme cuenta de distintas cosas, aquella diferencia de cuerpos no era solo por algo casual, quien me había entregado el alimento era una mujer de aspecto intimidante, de piel oscura, cabello corto y usando una armadura bastante "pobre" en defensa, tenía una altura superior a cualquier persona que alguna vez ví, eso y manchas blancas de un vitíligo bastante invasivo. Además de dos grandes cosas, unos cuernos que destacaban en su cabeza y unas piernas que al verlas mejor eran como las de un toro. Parecía ser una minotauro de un juego de fantasía.
"P-puedo... ¿Saber dónde estoy?"
Mi voz débil llegó a los oídos de la mujer de gran tamaño, que también eran orejas como las de una vaca. Y ella se dignó a responder
"¡Parece que si sabes hablar! Muy bien, eres nuestro pequeño prisionero, y al parecer el campeón de los 'Menores'. Sí sabes lo que es eso... ¿No?"
Claramente, mi respuesta fue mover mi cabeza de lado a lado. Luego de un suspiro de su parte buscó las palabras para poder explicar, y luego de un pequeño tiempo volvió a hablar
"El mundo tal y como lo ves, se encuentra dividido entre dos. 'Mayores' y 'Menores'. Para evitar cualquier forma de guerra que termine en una masacre, los grandes dioses nos dieron la clave. Traer campeones de otras dimensiones para combatir. En total eran 20 cada unos 100-150 años. Aquellos campeones lucharán contra todo desafío que envíen los dioses y cuando acaben con este desafío lucharán a muerte. Cuando uno de los lados es vencedor ocupa un puesto más para reclutar un campeón más y los perdedores pierden un puesto para reclutar un campeón. Gracias a un milagro antes de nuestra total derrota, nuestra diosa le dió todo el poder que posee a nuestra actual reina. Quien consiguió vencer y repartió el poder de esa diosa en las campeonas siguientes. Así hasta ahora dónde solo tú eres quien se interpone entre nuestra total victoria. Tú eres entonces 'El último campeón'"