El sonido de los pasos fue tranquilo y bastante feliz, mientras que el bosque pasaba podía ver muchas cosas, algunos insectos que se veían como las hormigas de mi hogar, incluso como si fuesen pequeñas criaturas que hubieran venido conmigo cuando recién llegué. No esperaba nada de este sitio cuando estaba en la jaula, y con una sonrisa recordé un detalle, mis dientes eran chuecos, por lo que volví a poner un rostro más "serio".
Silvie tampoco no pareció estar con muchos planes de hablar, no dijimos ninguna palabra y parecía que el idioma no verbal de las miradas fue uno de nuestros aliados. De todas formas, necesitaba bastante información, por lo que quería saber cómo mejorar para no ser capturado tan fácilmente, eso era dentro de todo una prioridad que me hicieron tomar las voces de mi cabeza que representaban a todos los protagonistas de esta clase de historia.
"Silvie... ¿cómo funciona la magia?" Mi pregunta fue algo tonta, pero para un niño de 10 años que decía ser un esclavo podía perfectamente ser posible que él nunca haya tenido acceso a tal información, probablemente el estado de un esclavo dependía mucho de los de sus padres.
"Bueno, es bastante fácil... ¿Alguna vez sentiste ese fuego en tu interior? Que cuando quieres conseguir algo arde y arde... Bueno, es una manifestación de la voluntad. También depende de otros factores, como tú cantidad de puntos de maná, tu inteligencia y tú clase. Aunque esta última es un poco... Independiente. Veamos, muéstrame tu estado."
"Aparece estado"
Fuerza Física: 12
Agilidad: 23
Inteligencia: 95
Puntos de maná: 20/20
Vitalidad: 95/120
Habilidades Naturales: -
Habilidades Obtenidas: -
Habilidades Legendarias: -
Clase: -
Especialización: -
Raza: Humano+
Al revisar mis estadísticas ella se quedó un poco extrañada, para ser un esclavo era bastante bajo en lo que eran las áreas físicas, pero mi inteligencia sobresalía por mucho de lo esperado. Yo me quedé un poco sorprendido... Habían subido algunas estadísticas que no había tocado en ese instante. De todos modos, un 12 en fuerza física era como un grano de arena en el desierto contra cualquier objetivo.
Mi compañera mirando sus dedos pensó en cómo explicar las bases mágicas, pero todavía estaba el gran problema de... No tenías una clase. Normalmente cuando una persona desarrolla su maná adquiere una clase, pero al no haber el maná parecía simplemente no importar. Uno de los grandes problemas de un maná "pequeño" era que todo el cuerpo lo sufría, aquellos que tenían esa maldición eran más propensos a enfermar, sufrir incluso de mala suerte.
"Muuuuy bien. Probemos lo más básico. Haz una pequeña esfera, en tu caso MUY pequeña." Ella levantó su dedo índice, haciendo una esfera que tenía el tamaño de una hormiga.
Con un poco de dificultad me concentré, no había nada similar en mi mundo, pero pude enfocar en un pequeño punto una cantidad mínima de maná, al abrir mis ojos pude ver cómo había una esfera pequeña, aunque poco a poco se reducía hasta... Ser nada. "Own..." Fueron mis palabras.
"¡N-no te preocupes! solo intenta de nuevo y podrás... Hacer algo así." Disminuyó la velocidad, un poco, para que los caballos descansen antes de lanzar la esfera, que fue poco a poco hasta desaparecer.
Intenté hacer lo mismo, miré lo mejor que pude un árbol e hice el mismo movimiento, apuntando con el dedo que antes tenía la esfera. Y de aquella punta saldría disparada una esfera de un color blanco totalmente limpio, que poco a poco se hizo más y más grande hasta golpear con otro árbol distinto, la marca que dejó fue más o menos la de una pelota de basquetbol. Y la sorpresa de ambos no se hizo esperar.
Antes del griterío ella dió un suave movimiento para que vuelvan a correr los caballos, y seguimos en el camino sin ninguna palabra... Aún así, los ojos de Silvie mostraban una emoción enorme... Podría cumplir su sueño.