POV MEGAN
Desde que salimos de la bodega, Ale estuvo callada, ni una palabra salió de su boca e iba demasiado metida en sus pensamientos que no contestaba ninguna de nuestras preguntas, las cuales eran muchas en este mismo momento. No entendí nada de lo que ese bastardo dijo, al menos gran parte, porque la que dijo que de ella se llevaba todas esas palizas para que yo no las llevase lo sabía desde hace mucho tiempo, no hace falta que ese tipo me lo diga, pero lo que no entiendo es de que hablaban de hijos. Es cierto que tienen una, y no lo sabía porque me lo dijese Ale precisamente, pero parecía que hablaban de otro, y por la cara de Diego, sé que él está igual que yo, por lo que no valdría la pena preguntarle a él.
Una vez llegamos al lugar de la reunión, nos bajamos del coche y nos dirigimos a la oficina. Otra vez, como durante el camino hacia aquí, Alexandra no abrió la boca para nada, lo que me empezaba a preocupar un poco, pero antes de que pudiese preguntarle algo, la puerta del ascensor se abrió dejándonos a la vista a todos socios que nos estaban esperando.
"Hola señoritas, sentimos mucho la muerte de vuestro padre, era un gran hombre. Esperemos que pillen pronto al que se atrevió a asesinarlo." Dijo el más mayor, y en este momento estaba odiando estar aquí. Quería saber qué es lo que le pasaba a Ale, y antes de que se cerrase más en sí misma y las pesadillas y la ansiedad volviesen.
"Eso ya está resuelto, no se preocupen. Mejor ¿por qué no se sientan y venimos a hablar de lo que realmente tenemos que hablar?" dije "Chicas directas, me gusta." Ale se había sentado en una de las sillas y se había quedado mirando para un tipo, pero creo que más que nada solo se había centrado en un punto metida bien hondo en sus pensamientos.
"Bueno, para tranquilizarlos de alguna manera, estamos aquí para decirles que seguiremos con el negocio, mi hermana y yo. Las cosas seguirán igual a como las tenía mi padre, y en caso de que algo cambié, os avisaremos." A pesar de que estaba mirando para ellos, estaba más centrada en todo movimiento de Ale. "¿Y creéis que vais a poder con todo esto? Es mucho para personas que no están en el negocio." Me molestaba que pensasen que no podíamos hacer nada por el simple hecho de ser mujeres. Sé que cualquiera de estos tipos no aguantaría ni la mitad de lo que habíamos pasado cualquiera de las dos.
"Mire señor, tenemos todo controlado, asique no se preocupe por eso. Solo necesitamos que respeten nuestro territorio, porque si algo no vamos a permitir es que porque piensen que somos nuevas en el negocio nos lo quieran quitar, porque seremos nuevas, pero no estúpidas, y dudo mucho que se quieran meter con nosotras."
"Vaya, lo que dicen de vosotras es cierto." Dijo otro hombre seriamente. "Me da igual lo que digan de nosotras, solo advertimos, aunque no lo parezca, estamos preparadas." Y eso que no tenía ni la menor idea de lo que éramos capaces realmente. "Nos alegra escuchar eso. Si necesitáis ayuda con algo nos puedes avisar y os ayudaré encantado."
En ese momento, Alexandra se levantó del lugar en el que se había sentado y empezó a andar alrededor de la mesa en la que estábamos todos sentados, hasta que se para detrás del tipo que estaba mirando antes y el cual se queda mirando para ella sin entender lo que estaba pasando, y para ser sincera, yo tampoco tengo ni la menor idea de lo que está pasando.
De la nada saca el arma y le dispara entre ceja y ceja sin parpadear lo que hace que entren todos los guardaespaldas de los demás socios y estos saquen las armas. Una vez entran los guardaespaldas del socio muerto apuntan hacia ella, pero no tarda en matarlos también.
"Tranquilos, al resto no os haré nada, esto es para demostraros que no se aceptarán soplones y porque tenía una cuenta pendiente con él. Ahora ya se pueden ir cuando quieran, les deseo una buena noche y espero que hagamos negocios pronto." Con eso todos empezaron a salir de la habitación todos los socios, gran parte de ellos pálidos por lo que acababan de presenciar, y una vez salen todos de la oficina, me giro en la dirección en la que hasta hace un par de segundos estaba mi hermana.
"¿Me puedes decir que es lo que coño te pasa para asesinar a uno de nuestros socios, Alexandra?" dije girándome para encontrarla "Como dije es un soplón, y no iba a dejar que uno de los tipos que me violaba constantemente se acercase a mí." Dijo fríamente, dejándome más que claro que no estaba bien "¿Ese tipo…?"
"Si, eso hizo, ahora si me dejáis, me largo." Y salió sin decir nada más. Rápidamente, me fui hacia la puerta tras de ella "¿A dónde?" ni se inmutó en girarse, le dio al botón del ascensor y esperó "Eso no os importa." Se metió en el ascensor y se giró "Recuerda que tienes que llevar guardaespaldas." Puse la mano para que no se cerrase la puerta de este y me quedé mirando para ella, pero sé que en este momento no era la misma Ale de siempre, sino la Ale de cuando salimos de aquel agujero.
"Tú, como te llamas." Preguntó al chico al lado de Diego "Fabio." Una sonrisa irónica apareció en el rostro de mi hermana lo cual no me gustaba para nada "Pues muy bien, Fabio se viene conmigo." Dijo moviéndose para un lado del ascensor.
"Mejor será que vaya yo." Dijo Diego empezando a caminar hacia el ascensor "Tú te vas a casa para cuidar de Alison, y ni se te ocurra seguirme porque entonces tendremos un problema, Diego." Aparté la mano de la puerta del ascensor en el momento que miró para él y dejé que se cerrase. No tenía ni la menor idea de a donde íbamos, pero si algo íbamos a tener que hacer, era enseñar a los guardaespaldas lo que tienen que hacer en caso de que estemos en alguna de estas fases cualquiera de las dos.
"¿Qué mierda acaba de pasar?" preguntó Diego, poniéndose a mi lado "Si tuviera idea lo diría, pero no tengo ni la menor idea. Te aseguro que tengo que descubrir qué es lo que le pasa, porque está así desde que hablamos con Dimitri."
No tengo ni la menor idea de lo que pasó allí dentro, pero no me iba a quedar otra que descubrirlo para saber por qué Ale había reaccionado así, no podía dejar que ese tipo la sacase más de sus casillas, no cuando seguía teniendo pesadillas de lo que había pasado allí dentro y que la atormentaban seis años después.
"Te ayudaré a descubrir que eso que no sabemos. No es nada fácil sacar a Alexandra de sus casillas, y él con un par de palabras lo consiguió." Dijo y asentí "Y hay que tener en cuenta que hablaron algo de un hijo lo cual no tiene sentido." Eso era algo que no me encajaba. Siempre tuve la idea de que Alison era hija de él a pesar de que Ale nunca me lo dijo, y teniendo en cuanta que éramos violadas constantemente, pues podía ser de cualquiera, pero también sé que Alison tenía algunos rasgos de él, eso lo veía ahora.
"En definitiva, tenemos que encontrar que le pasa a Ale." Dije "Y tú me ayudarás con eso." Una sonrisa apareció en su rostro y dejó su brazo sobre mis hombros, lo que me hizo darme cuenta que no me molestaba para nada, un cambio radical teniendo en cuenta que no podía tener a un tio demasiado cerca de mí "Encantado de la vida Megan, porque estoy seguro de que eso la está matando por dentro."
POV ALEXANDRA
Al terminar reunión, salí de la oficina para ir a cualquier sitio y despejarme un rato, lo que resultó ser un bar. Para suerte mía, no me emborrachaba con facilidad y como no quería que mi hija me viese en ese estado, nunca llegaría a emborracharme.
Al entrar en el bar, me dirijo a la barra y me siento en el primero lugar que encuentro libre y pido tequila. Puedo notar que hay gente mirándome, y que el guardaespaldas debe estar en algún lugar no muy lejos de mí. Después de unos cuantos tragos, noto como un brazo queda en mi cadera, lo que hace que me gire inmediatamente a ver el dueño de ese brazo.
"Hola preciosa, ¿Qué haces tan solita en la barra?" dijo el tipo que se había atrevido a ponerme las manos encima "Lo que me da la gana, ahora haz el favor de sacar el brazo de donde lo tienes si no quieres quedar sin él." Una sonrisa apareció en su rostro, supongo que no esperaba que hablase en serio "Oh, una fierecilla, me gustan las que oponen resistencia. ¿Qué tal si nos vamos a un lugar más privado y pasamos un rato agradable?"
"Perdone señor, apártese de la señorita." El guardaespaldas se acercó a donde estábamos nosotros serio. "¿No ves que la he visto yo primero?" dijo el tipo como si eso fuese realmente lo que importase, lo que hizo que acabase rodando los ojos "Señor, no se lo vuelvo a repetir."
"¿O que me harás?" dijo sacando pecho, pero estaba harta la verdad por lo que saco la pistola, me acerco a él lo más que puedo para que nadie pueda verla y le digo a Fabio que vigile. "Mira hijo de puta, si no quieres quedarte sin tu preciada polla, es mejor que te alejes de mí o te volaré las pelotas, ¿quedó claro?"
Solo asintió y se largó sin decir nada más. Volví a sentarme y me centré de nuevo en el lio que era mi mente. Ese gilipollas tenía que volver a recordarme lo que pasó allí dentro con mi hijo. Era un hijo de puta y lo odiaba con toda mi alma.
En ese momento noto como alguien se sienta a mi lado y pide lo mismo que mí. Nada más escucharlo sé que es el agente de la DEA.
"Debe ser bien grande el motivo por el que esté en este bar de mala muerte." Dijo, y a pesar de que no estaba mirando para él, sé que estaba sonriendo "Teniendo en cuenta que asesinaron a mi padre…" dije encogiéndome de hombros "Ese es un gran motivo."
Estuvimos callados tomando cada uno nuestro trago, y la verdad que apreciaba el silencio, porque desde que habíamos salido de junto a Dimitri, mi mente andaba a mil por hora recordando gran parte de las cosas por las que tuve que pasar. "Creo que no es bueno que estés tan sola por aquí, la gente no es muy buena que digamos."
Me giré para mirarlo y elevar una ceja, porque si lo sabía, ¿qué es lo que hacía aquí? "Si lo sabes, ¿por qué estás aquí?" Se encogió de hombros y dejó el vaso sobre la mesa "Es el lugar más cercano a mi casa, y no tenía ganas de ir a otro sitio, pero ahora no me arrepiento de haber entrado aquí."
Fruncí el ceño, porque no tenía ni la menor idea de a que se refería, pero tampoco iba a preguntar, porque al final tampoco me importaba. "Pareces tensa" dijo después de un par de minutos y yo me giré haciendo la pregunta silenciosa "Es lo que me parece y no te sabría decir realmente por qué lo sé, pero más lo parece tu amigo dos sillas más allá" hizo una seña hacia mi derecha donde estaba Fabio.
"Por cierto, siento lo de tu padre. Estamos haciendo todo lo posible para encontrar a los asesinos." Negué, porque nunca los encontraría, pero él lo tomó como que se lo agradecía "No es mi intención molestarte, pero ¿había alguien que quisiera asesinar a tu padre? ¿Algún enemigo?" preguntó, acercándose un poco más a mi taburete "No. Vaya, esto suena como en las series y luego acaban encontrando que si tenía enemigos." Dije, pero en este caso sé que tenía, la cosa es saber quién.
"Eso no siempre es así, estoy seguro de que tu padre era un gran hombre." Dijo, y es cierto que lo era, pero no implicaría que para él no lo serían en caso de que se enterase de que Francesco era el Titano di Ferro. "Lo era, pero ahora está tres metros bajo tierra y tengo que encargarme de los negocios de mi padre."
Inclinó la cabeza hacia un lado mirando para mí "Sé que lo harás genial." dijo, y parecía convencido de lo que decía "Evidentemente que lo haré, más me vale, pero me ayudará mi hermana, asique todo irá bien." Dije, y no solo me refería a la mafia "Entonces debo suponer que vais a seguir con los restaurantes."
Asentí y bebí un trago de mi tequila "Por cierto, quiero disculparme por lo del otro día, no quería que tu hermana se pusiese como se puso." Me quedé mirando para él, porque no entendía a qué se estaba refiriendo, pero luego recordé lo del aeropuerto, lo cual no era culpa de él para nada.
"No es tu culpa, es un poco exagerada y ya estamos bien, asique no hay nada de qué preocuparse." Dije "Señorita D'angelo, Diego está pidiendo que la lleve a casa." Me gire para ver a Fabio a mi lado, pero de verdad si pensaba que me iría a casa porque estaban pidiendo que me llevasen a casa, estaban equivocados. "Pues no me pienso ir, asique ya le puedes ir diciendo que no."
Ambos hombres se quedaron mirando para mí, uno sin entender muy bien que estaba pasando y el otro intentando encontrar la manera de conseguir que fuese "Pero…" Levanté la mano para que dejase de hablar "Mejor hacemos una cosa, ¿por qué no te vas a casa? Aquí no te necesito, y es mejor que estés en casa, allí hay muchas personas de las que cuidar que estando aquí conmigo."
El hombre negó, e iba a poner si mano sobre mi brazo, pero decide no hacerlo al ver mi cara "No puedo hacer eso." Dijo "Pues lo vas a hacer porque la que te paga el sueldo soy yo, asique ahora te largas y ni se te ocurra decirles donde estoy, porque entonces tendremos un problema tú y yo, y dudo mucho que los quieras tener. ¿no?" negó y se quedó mirando para mí un par de segundos "Entonces me voy."
Con eso salió del bar dejándome sola con el de la DEA, que no es que quisiese que estuviese aquí también, pero era agradable, y es complicado que diga eso después de todo. "Te tiene miedo." Dijo Hugo a mi lado con una pequeña sonrisa en el rostro "Me da exactamente igual, quiero estar sola por una vez en la vida, no con un guardaespaldas."
"Entonces debo suponer que no te gusta tener guardaespaldas." Dijo, pero podía escuchar su curiosidad "Supones bien, pero después de todo, mi padre se sentía mejor si teníamos uno y después de lo que pasó, mi hermana se ha vuelto paranoica prácticamente." Asintió y se giró completamente en mi dirección. "No es para menos, al fin y al cabo, asesinaron a tu padre, no quiere que te pase nada."
Asentí, porque sé que lo era, sobre todo si tenemos en cuenta que en cuanto Stefan se diese cuenta de que teníamos a Dimitri, vendría a por nosotras con toda su artillería "Y lo entiendo, pero me sé defender yo solita sin la ayuda de nadie, y eso ella lo sabe."
"Nunca viene mal ayuda externa." Dijo, y había algo que me decía que sabía de lo que estaba hablando, o al menos entendía "Créeme, no la necesito." Me acabé el trago y pedí otro, me ayudaría a despegar la mente "Si no te molesta la pregunta, ¿por qué tenéis guardaespaldas?"
"Digamos que a mí y a mi hermana nos pasó algo de lo cual no nos gusta hablar, y a pesar de que no se lo contamos a nadie, mi padre sabía que algo muy malo nos había pasado…" dije, y ya era más de lo que le diría a un desconocido "Él solo os quería proteger de eso…" Asentí "Pero entonces, ahora tu hermana y tu novio deben estar preocupados."
Me giré con el ceño fruncido, porque no tenía ni la menor idea de donde había sacado la idea de que tenía novio. En mi vida tuve uno y no me veía con el resto de mi vida la verdad "¿Mi novio?" pregunté confundida "Sí, el chico que estaba con vosotras el otro día." Y es momento que entendí que se refería a Diego, lo que hizo que me riese, porque no podía estar más equivocado.
"Oh, Diego, no, él no es mi novio, es mi mejor amigo." Dije "Ah, siento haber supuesto…" parecía avergonzado de haberlo supuesto "No pasa nada, y yo diría que eres tú el que tiene más oportunidades que yo de tener algo que no sea una amistad." Su ceño se frunció por un par de segundos y luego cuando pareció que le vino la idea se quedó mirando para mí "Es…"
"Sí, ahora, más te vale que no te molestes porque es gay porque entonces si vamos a tener problemas." Dije, y era cierto "No, no tengo problema con eso, es que realmente pensaba que erais pareja." Negué "Me alegra saberlo." Dijo y mi ceño se frunció sin entender a qué se refería.
"¿Qué Diego no sea mi pareja?" pregunté "Sí, a no ser que tengas a alguien por ahí, me alegra." Seguía sin entender muy bien a donde iba todo esto "No tengo pareja si es lo que estás preguntando."
Una gran sonrisa apareció en su rostro que iluminaba todo su rostro "Entonces eso es bueno para mí." Dijo, pero yo seguía sin entender nada "No entiendo." "A pesar de que nos conocemos de poco tiempo y llevamos hablando como una hora, siento que quiero algo más contigo que una amistad."
Me quedé mirando para él sorprendida. No nos conocíamos de nada, y tengo más que claro que no iba a confiar en él como si nada, pero es cierto que nunca había estado tan tranquila con un hombre que no conocía de prácticamente nada. "¿Y qué es ese algo más?" pregunté para asegurarme de lo que quería decir.
"Quiero que algún día si quieres, tal vez podamos ser pareja." Dijo y no pude evitar coger una bocanada de aire "Eso va a estar complicado, ya te lo aseguro de ante mano." Dije bebiendo un trago "Yo lo intentaré, pero podemos empezar por ser amigos." Dijo con una sonrisa.
"Antes de que digas algo de lo que tal vez te arrepientas más tarde, te aviso que no me fio de la gente, a la mínima que me hacen daño yo lo hago el doble o el triple de daño, no permito que le hagan nada a mi familia porque son lo más importante que tengo y tengo una hija." Dije sabiendo que lo último lo iba a echar para atrás "¿Tienes una hija?"
Asentí y sonreí, porque sabía que tenía razón "Ya te dije que no dijeras cosas que no pudieses cumplir." Hugo sacudió la cabeza y se quedó mirando para mí "Entonces ¿la niña que estaba con vosotras es tu hija?" Asentí "Lo más preciado que tengo en mi vida."
"Yo pensé que era vuestra hermana." Dijo sorprendido y no pude evitar descojonarme de su suposición "¿Nuestra hermana?" le pregunté riéndome "Sí, no sé, es lo que deduje." Dijo medio avergonzado "Pues es mi hija."
"Espero poder conocerla algún día." Y con eso casi escupo mi bebida, eso sí que no me lo esperaba. Me giro para mirar para él sorprendido y con mis ojos el doble de grandes. ¿De verdad quería conocer a mí hija? ¿Estaba diciendo en serio todo eso? Ya para empezar no sé ni porque tenía una hija, no se lo decía a nadie, porque teniendo en el negocio en el que estamos metidas, le pueden hacer cualquier cosa para derrumbarme, y no quiero que eso pase.
"Eso ya lo veremos." Dije enmascarando mi sorpresa "Entonces, ¿amigos?" preguntó "Te costará conseguir ese título." Sonreí, porque no tenía tan claro que aguantase tanto tiempo "¿Conocidos?" hice como que me lo pensé un momento y luego asentí "Digamos eso."
"Entonces empecemos desde el principio." Dijo y antes de que pudiese preguntar a qué se refería se levantó del taburete y se fue hacia la entrada para luego de un par de segundos volver y se sentó a mi lado mirándome con una gran sonrisa.
"Hola señorita, un placer conocerla. Mi nombre es Hugo, espero que podamos entablar una gran amistad." No pude evitar reírme. Debo admitir que el chico era gracioso y que a pesar del día de mierda que estaba teniendo. Puede ser que al final del todo este chico me vaya a caer bien.
"Eres estúpido, de verdad te lo digo." Le dije, pero había conseguido hacerme reír y debo decir que se sentía bien "Pero al menos estás sonriendo, y déjame decirte que es una sonrisa hermosa."