Los restos de lo que parecían ser un hombre y una mujer, junto con el cuerpo de un lobo blanco, el lobo blanco tenía encajada una espada a un costado, lo que parecía ser la obvia causa de su muerte. Al parecer los lobos habían venido aquí con anterioridad, o tal vez, los lobos que mate solo eran una parte y otros siguen rondando cerca, incluso podrían ser una manada diferente, debería mantenerme atento.
En cuanto a las dos personas tampoco era difícil imaginar lo que sucedió con ellas, por lo que se puede ver en sus cuerpos, aunque no estoy seguro si la palabra cuerpos es lo adecuado para referirse a esos restos de ropa manchados de sangre que se encuentran frente a mí.
―Vina, papá y mamá.
―Si Moli.
La hermana mayor se paró junto a los cuerpos con una mirada vacía en su rostro, mientras la hermana menor se aferró a la pierna de su hermana y comenzó a llorar, así pasaron los próximos minutos sin que ninguno de los tres se atreviera a hacer o decir algo.
La primera en moverse fue la hermana mayor, volteo su rostro a su pequeña hermana y coloco su mano sobre su cabeza acariciándola, cerró los ojos durante un segundo y una mirada fue dirigida a mí, ella bajo su cabeza y hablo.
―Señor Adrion, sé que es muy descarado de mi parte pedirle algo a alguien que nos ha salvado, pero, ¿podría brindarnos su ayuda una vez más?
―Por supuesto, mientras este en mis posibilidades brindare toda mi ayuda.
Al fin y al cabo, por eso estoy aquí.
No fueron unas peticiones demasiado complicadas, la primera de ellas fue ayuda para poder realizar tres tumbas para sus familiares muertos, aunque simbólicamente cumplían con su cometido, lo único que hice fue quitar la nieve de encima, crear tres huecos en la tierra lo suficientemente profundos y después de enterrar los restos de su familia colocar unas cuantas rocas en la ubicación.
Una vez terminadas las tumbas ambas hermanas dijeron unas oraciones y se despidieron de sus familiares, las dos hermanas lloraron sin parar. Esta era una escena demasiado triste para ver, una persona completamente ajena a la situación no podía hacer otra cosa que alejarse y esperar a que fueran capaces de calmar el dolor en sus corazones.
―Señor Adrion, iremos por nuestras cosas.
―No se preocupen y tómense el tiempo que crean necesario.
La segunda y última petición era resguardarlas en su camino a un pueblo cercano, Vina me comento que tenían un pariente en una ciudad un poco más retirada del pueblo al que nos dirigiríamos, pero solo querían que las escoltara hasta el pueblo y ellas seguirían el camino por su cuenta.
Una vez se cambiaron de ropa y tuvieron todas las cosas que necesitaban para partir nos pusimos en marcha, Vina tomando la mano de Moli avanzo al frente sin mirar atrás, dejando a lo lejos tres tumbas y una solitaria cabaña.
El camino hacia el pueblo fue bastante llevadero, había parado de nevar hace ya un tiempo, el camino no era más que un paso donde había menos vegetación que el resto, pero no era nada especial para mí, aunque las hermanas parecían estar ya bastante cansadas por todo lo ocurrido no planeaban quejarse o detenerse ya que querían llegar antes que la noche cayera.
Era difícil para mí iniciar una conversación con el par de hermanas en ese estado, ambas avanzaban con la cabeza abajo y sus manos en sus pesadas mochilas, no pude ofrecerme a cargarlas por ellas porqué parecía que no querían ser una molestia para mí, en caso de ser atacados podría ser una desventaja ir cargando con ellas. Iba a ser un duro trayecto para mi estado mental, nunca he sido especialmente bueno hablando, una conversación sobre el clima no parece ser lo adecuado ¿verdad?
Al final la conversación con Vina rondo acerca del pueblo al que nos dirigíamos, la ciudad en la que estaba su familiar. Una vez el ambiente dejo de ser tan sombrío logré preguntar unas cosas que realmente me interesaban, las respuestas que recibí no fueron precisamente las mejores, Vina hacia unas expresiones extrañas con una que otra pregunta que respondió con dificultad.
Después de salir del bosque no tuvimos que caminar mucho tiempo para llegar al pueblo que Vina había mencionado anteriormente. Fui capaz de vislumbrar varias casas a la distancia y detuve mis pasos.
―Parece que hemos llegado.
―Muchas gracias por toda su ayuda señor Adrion, esto no es mucho, pero por favor tome.
Vina estiro su mano y me mostro un pequeño anillo de plata con una pequeña piedra naranja incrustada.
―¿Estas bien con eso, que esto no es?
―Si, pero no creo que sea de ninguna utilidad en mis manos.
Extendí mi mano y tomé el anillo, parecía que no aceptaría un no como respuesta, así que decidí aceptar el pago de buena gana.
―Espero que les vaya bien en el resto de su viaje.
―De nuevo muchas gracias por su ayuda.
Una vez más ambas hermanas bajaron la cabeza en agradecimiento y se despidieron, solo pude ver como se alejaban con dirección hacia el pueblo y dirigí mi mirada al cielo, parece que pronto anochecerá.
La recompensa por esta misión fue un anillo que no era más que basura, cero de experiencia y un poco de información, esta fue una misión por las cuales uno se quejaría en un foro, por lo menos la historia fue interesante, también podría ser de esas misiones progresivas. Bueno no estuvo tan mal para ser el primer día, creo que he estado demasiado tiempo jugando, es hora de cerrar sesión.
―Jmmm, hablando de eso, ¿cómo se hace para salir?