Imperio Suiset a las cercanías de la Cordillera infranqueable, en un pequeño claro dentro del bosque podía observarse una modesta cabaña. Los primeros destellos de vida que proporcionaba el amanecer provocaron que Vina abriera sus ojos.
―Ya es de mañana.
―Buenos días.
―Ah mamá, buenos días.
Vina saludo a su madre que ya se había levantado y hecho un vistazo a sus dos hermanos que seguían dormidos, mientras tanto ella estiraba su cuerpo para quitar él adormecimiento que aun sentía.
―Despierten ya es de día.
Hablé y sacudí a mis dos hermanos, pero no recibí mas que quejidos de vuelta, estos haraganes no se despertaran no importa como traté de hacerlo, incluso padre aún sigue dormido.
―Mamá.
Madre tomo la olla y una cuchara de madera, yo tape mis oídos rápidamente, entonces se escucho el choque de ambos utensilios.
―¡Aaa! Me quede dormido otra vez.
―¿Es necesario el uso de esa clase de violencia temprano por la mañana?
Bueno fueron dos de tres, padre y Lauren se despertaron, Moli suele despertarse una ves le da hambre. Y esto ocurre casi todas las mañanas.
Vina se levantó de su cama y observo por la ventana, una leve nevada se precipitaba, esto no era algo inusual de ver para ella. Solo enfriaría un poco más de lo normal y no podría secar la ropa mojada que se lavaría hoy, las personas que más sentirían el peso de este clima serían las personas que trabajan en el exterior como su padre.
La primera tarea del día no era otra que preparar el desayuno, esta constaba de un pedazo de pan y un plato de sopa, después de esto el padre de Vina saldría a revisar las trampas que coloco el día anterior y ver si puede cazar algo para la comida, mientras tanto Vina ayudaría a su madre en sus labores diarias, en eso consistía la tranquila vida que llevaba Vina y su familia.
―¡Moliii, Moliii!, ¿dónde se metió esa niña? Vina ve a buscar a tu hermana debió alejarse mientras jugaba, lleva a Lauren contigo.
―Está bien.
―No sé por qué se necesitan a dos personas solo para encontrar a Moli.
Lauren aun quejándose termino por ayudarme, después de que madre le dio una mirada asesina. Nos dirigimos a una zona a la que Moli solía venir a menudo, un pequeño campo de flores, pero Moli no estaba por ninguna parte.
―¿Donde podrá estar?
―Debió seguir una mariposa y debe estar dando vueltas por ahí, no puedo creer que interrumpieran mi entrenamiento para esto.
―¿Llamas entrenamiento a sacudir la rama de un árbol?
―Estoy practicando esgrima, padre dice que me enseñara pronto.
―¿Planeas ayudarlo a cazar, no habías dicho que no te interesaba?
―Cazar no, lo que quiero es aprender a usar una espada, una vez aprenda la suficiente me convertiré en un aventurero famoso, y, por último, un héroe.
―Un héroe dices… separémonos y busquemos a Moli por los alrededores en lugar de perder el tiempo.
Una vez me separe de Lauren camine un poco más con dirección al bosque. Un héroe, en verdad, no sé cómo tiene esas ideas tan infantiles, debería ayudar a padre con su trabajo en lugar de estar fantaseando con esas cosas, es culpa de padre por contar esas historias cada que se emborracha.
Madre tampoco dice nada, al menos ella se divierte porqué sabe que son relatos para niños, pero Lauren los escucha con ojos brillantes. ¿Bueno ahora donde esta Moli? Paso un tiempo hasta que logré escuchar una pequeña vos y me dirigí hacía ella.
―Ven aquí conejito.
―Moli, con que aquí estabas.
―Vina no has visto un conejo, estaba por aquí.
―No, no es posible que atrapes un conejo corriendo detrás suyo, vámonos, mamá te está buscando.
Moli me miro pidiendo ayuda, pero solo desvié la mirada, ella misma se lo busco alejándose de casa sin avisar. Tome la mano de Moli e inmediatamente escuche el sonido de unas pisadas viniendo de una parte más elevada en el bosque.
Miré una vez más a la dirección de dónde venían los sonidos, y entonces lo vi, era un lobo blanco. Mi padre me había hablado de ellos con anterioridad, estas bestias vivían en las zonas más cercanas a la cordillera, ¿qué está haciendo aquí?
No, tengo que irme y llevar a mi hermana a casa, padre debería ser capaz de encargarse de ese lobo, le hice una seña a mi hermana para que guardara silencio, aunque no entendió al principio parece que mi expresión debió haberla convencido de que algo estaba mal y solo obedeció, comencé a caminar lo más silencioso que pude en dirección a la cabaña.
El lobo pareció haber escuchado algo, pero no sabía de qué dirección provenía el sonido, por mi parte, continúe avanzando en silencio.
Cuando de repente vi una silueta acercándose, era Lauren, intente hacer unas señas para que se alejara, pero no comprendió y termino llegando a donde estábamos, antes que pudiera decir cualquier cosa, le tape la boca con mi mano y le señale al lobo.
Su impresión solo duro un segundo y comenzamos a retirarnos, aunque dejamos al lobo un poco atrás continuamos moviéndonos con cuidado. Lauren que caminaba delante nuestro se detuvo de golpe y termine chocando con él.
Apenas planeaba replicarle por haberse detenido, pero logre comprender luego de echar un vistazo al frente, otro lobo blanco estaba bloqueando el camino que llevaba a casa, Lauren volteo a verme, parecía que tenía algo que decir.
―Habla bajo, ¿qué deberíamos hacer?
―No podemos permanecer mucho tiempo quietos o nos encontraran.
Esto era algo tontamente obvio, pero la razón de que los lobos no nos encontraran a pesar de su superior sentido del olfato, era por su desconocimiento del lugar, nuestros olores estaban esparcidos por todos sitios al vivir en esta zona y eso hacía muy difícil encontrar nuestra ubicación actual.
―Vayamos por donde las plantas olorosas, eso podría darnos más tiempo.
―Si, es buena idea.
Lauren movió la cabeza con aprobación, mientras Moli que ya se había percatado de la situación nos seguía en silencio. Tal vez el hecho de tener a sus dos hermanos consigo lograba tranquilizarla hasta cierto punto, sin nada más que decir nos pusimos en marcha.