En una bulliciosa ciudad, en un apartamento en particular, se desprendía una gran emoción desde el interior. Dentro un hombre joven hablaba alegremente consigo mismo.
―Por fin está todo listo, cuanto tiempo he estado esperado por esto, ¡que emoción!
Este curioso hombre al que llamaremos usando su nombre de usuario: "Adrion." Gritaba a los cuatro vientos mientras sostenía su casco VR recién comprado, tomo asiento en la silla y se colocó el casco.
―Aquí vamos.
Dio clic en el icono del juego.
La única razón por la compra de este costoso sistema de VR que había hecho instalar hace unos momentos, la única razón de mi emoción, ¿hace cuanto tiempo que no me sentía así de emocionado? Claro, seria cuando me entere de la noticia.
Bajaba a través de los links mientras navegaba por internet, buscando información con la cual hacer mi siguiente proyecto, tal y como siempre había hecho. Hasta que una publicidad llamo mi atención, era una imagen conocida, destacaba bastante entre los poco atractivos links y un fondo blanco, una imagen que traía viejos y felices recuerdos a mí mente.
Con la imagen de un magnifico castillo y grandes letras resaltantes en la parte superior que decían:
Señor de la fortaleza.
Juego en 3D popular por su contenido y libertad para los jugadores, era un juego estilo RPG de estrategia militar que se centraba en atacar las fortalezas enemigas y defender la tuya. El mundo estaba dividido entre los reinos humanos y los reinos de las razas que luchaban en una sangrienta guerra sin fin por el control del continente.
La historia te colocaba en el lado de las razas, con un inmenso repertorio de personajes, poseías la oportunidad de elegir entre las muchísimas especies que contaba el juego.
Una amplia gama de ítems que te permitían optar por él estilo de lucha que mejor se te adaptara, sistemas de niveles personalizados con los cuales dirigías a tu personaje por un rumbo al cual ningún otro jugador podría imitar a menos que lo hiciera a propósito. Y por supuesto la capacidad de crear un ejército a tu conveniencia y criterio, que te permitiera alcanzar la victoria gracias a tu propia estrategia e intelecto.
Los niveles que proponía el juego eran del nivel uno hasta el máximo nivel cien, estos niveles venían acompañados de habilidades y misiones que otorgaban la oportunidad al jugador de hacerse con equipamiento que estuviera a la altura de sus capacidades, los rangos de estos ítems eran común, poco común, raro, mítico, legendario y Divino. Obligando a los jugadores a poner toda su habilidad y esfuerzo en conseguir lo mejor que el juego ofrecía.
También surgían raras misiones que ponían a disposición del jugador la oportunidad de hacerse con poderosos campeones que le daban una increíble ventaja en el campo de batalla.
Cada nivel otorgaba a los jugadores nuevas habilidades con los que lograrían expandir su repertorio de capacidades y estrategias a acceder, todo esto les permitirían afrontar los nuevos retos por venir en cada una de las etapas del juego.
Aunque estos eran el tema y aspectos que componían el juego, su más grande atractivo estaba en la construcción de tu propia fortaleza. No solo tenías que elegir la mejor posición para colocar tu gran repertorio de tropas, la instalación de trampas en puntos estratégicos, las construcciones de murallas, torres, dispositivos para controlar las oleadas enemigas, detener sus armas de asedio y controlar la visión en medio del combate eran más importantes que tu poder y el de tu ejercito a la hora de defender tu fortaleza.
El repertorio era de lo más extenso, cada parte de tu fortaleza podía ser modificado hasta el más mínimo detalle, consiguiendo que cada jugador exprimiera su artista interior hasta la última gota y solo la imaginación del usuario era el límite.
Pero claro todo eso fue una historia pasada, con las nuevas tecnologías VR un juego de ese tipo que explotaba el ámbito artístico como su mayor atractivo no podía ganar contra los gráficos realistas que aportaban las nuevas competencias, y poco a poco termino por desaparecer.
Ahora una nueva versión VR del juego acababa de ser lanzada, los antiguos jugadores tendrían la oportunidad de recuperar sus antiguas partidas desde el punto en que se quedaron. Era una trampa muy jugosa para cualquier persona que hubiera experimentado el atractivo del juego original, naturalmente muchos cayeron en esta deliciosa trampa. Y por supuesto, yo no sería la excepción.
***
La oscuridad dio paso a la luz, Adrion comprobó levemente sus alrededores, e intento poner en orden las imágenes que veían sus ojos y los rápidos destellos con recuerdos que inundaban su mente.
—El cuarto del trono.
Era el lugar donde se encontraba ahora, un amplio salón en el que fácilmente cabrían miles de personas, y una altura en la que necesitabas girar tu cabeza completamente hacia arriba para lograr ver el techo.
Varios candelabros colgaban del techo proporcionando luz a toda la habitación, las paredes eran de un blanco inmaculado adornado con innumerables decoraciones, el piso de un color negruzco perfectamente pulido reflejaba parte de la luz proveniente de los candelabros provocando una sensación de perfecta armonía en cualquier persona que lo viera.
Unos pequeños escalones se encontraban frente a él, mientras Adrion se encontraba sentado en el lugar mas importante de la habitación y la fortaleza misma.
Era un cristal de un blanco resplandeciente que pareciera nacer del suelo y extender sus ramas intentando llegar al cielo.
Justo detrás de Adrion se observaba una hermosa bandera color rojo oscuro con patrones dorados, y un magnifico escudo en el centro. Ubicado a cada lado de la bandera se encontraba un nicho albergando las figuras de un ángel y un demonio, con una postura de intensa serenidad que juzgaría a cualquiera que se atreviera a posarse frente a ellos.
―¡Wow! Esto es verdaderamente increíble.
Moví la cabeza de lado a lado contemplando toda la belleza que me rodeaba. Sabía que la tecnología de realidad virtual había avanzado mucho pero no esperaba que llegaría a este extremo. Todo se ve tan real que no podría distinguir entre esto y la realidad si no lo supiera de antemano.
Ya veo por qué ha habido tanto empeño en las regulaciones del contenido virtual por parte de diferentes organizaciones para evitar que algunas personas terminen confundiendo el mundo real con el de algún juego.
Levante mí mano y la abrí repetidas veces, queriendo confirmar que se trataba de mi propio cuerpo. ―¿Esta es mi mano? ―Me dije a mi mismo mientras observaba el guantelete negro frente a mí.
―Verdaderamente estoy aquí.
Libere una leve risa y pose mis ojos en las dos figuras que habían permanecido en silencio desde mi llegada.
Las dos figuras humanoides se encontraban de rodillas y con la cabeza baja mostrando el más grande grado de respeto a su señor.
Del lado derecho se encontraba una mujer de figura esbelta con una glamorosa armadura roja oscura, su piel era de un tono pálido, pero esto solo acentuaba aún más sus delicados rasgos.
Tenía un largo cabello lacio y negro atado con una coleta, un pequeño anillo dorado rodeaba su cabeza, parecía un accesorio hecho solo para ella. Sus labios eran de un sensual tono rojizo, con un aura de belleza elegante a su alrededor, aunque su mirada estaba dirigida al suelo, se podían distinguir unos hermosos ojos rojos que hipnotizarían a cualquiera que los mirara.
Esta mujer de extrema belleza era un vampiro de nombre Atsuki, uno de los campeones de Adrion asignado como líder de las fuerzas de ataque.
En el lado izquierdo se encontraba un hombre, De tez blanca, cabello y ojos plateados con un extraño patrón donde deberían estar sus pupilas, llevaba una robusta armadura de cuerpo completo de blanco y dorado.
Un halo plateado con dos diamantes a los costados flotaba sobre su cabeza, dando un aura de santidad. Su nombre era Ringoshi, el ángel que Adrion designo como líder de las defensas de la fortaleza.
Estos eran unos de los muchos campeones que se encontraban dentro de la fortaleza, los que se hallaban aquí eran de los campeones que Adrion usaba con mayor frecuencia dado sus capacidades y atributos.
Con que aquí fue donde los deje la ultima vez que entre en el juego, mis queridos amigos, mis queridos NPC, lamento haberlos dejado solos tanto tiempo. Sinceramente no tuve tiempo de despedirme o hacer algo especialmente grande antes de dejar el juego.
No, ahora no es momento de ponerse sentimental, ¡movámonos!
―Atsuki, Ringoshi.
―¡Si mi señor!
Ambos NPC levantaron sus cabezas y respondieron al unísono.
¡Ooh! La programación también es increíble, me estoy emocionando cada vez más. Bien, vamos a entrar en él papel.
―¿Ringoshi has notado alguna perturbación en los alrededores?
―No señor, no hemos recibido ningún comunicado que indique movimiento por parte de nuestros enemigos, y las torres de observación no han detectado ningún enemigo en las cercanías.
―¿Es eso así?
¿No hay ningún evento activo? Es extraño que no ocurra nada, Tendré que buscar las misiones en otro sitio.
―Ocurre algo malo señor Adrion.
Atsuki hablo sacándome de mis pensamientos.
―No, simplemente es extraño…
Que raro es estar conversando con un NPC, me tendré que acostumbrar, estar apartado de la tecnología y los juegos por tanto tiempo me ha dejado bastante obsoleto. Bueno este es el resultado después de evitar ver cualquier información del juego para poder evitar los spoilers y descubrir todo por mí mismo.
Lo mejor será moverme de aquí, quiero ver el resto de la fortaleza, además que los NPC me han estado mirando fijamente desde hace un buen rato.
―De pie.
Ambos se levantaron esperando recibir nuevas instrucciones, me incorporó y avance con dirección a Atsuki, ella hizo una expresión nerviosa, pero la ignoré y seguí adelante.
Extendí mi mano izquierda y toqué su mejilla. Impresionante, las expresiones faciales son tan realistas.
―¡Se-se-señor!
Me quedé sorprendido luego de ver la reacción de este NPC, pero luego de pensarlo un segundo lo comprendí. Naturalmente las interacciones como esas no estaban permitidas en un juego como este.
Los programadores tienen un gran sentido del humor para colocar un aviso tan sutil dentro del juego, a todo esto, debería soltarla antes que un cartel rojo aparezca frente a mí y me dé una advertencia seria.
Separé mi mano de Atsuki y di una orden.
―Síganme.
―Como ordene.
Adrion camino enfrente de sus dos subordinados mientras se dirigía a la gran puerta en el lado opuesto del salón. Vacilo por un momento al ver la enorme puerta frente a él, para un ser humano común y corriente sería imposible mover una puerta de este tamaño por sí mismo, pero este era un juego, y Adrion era fuerte.
Puso sus manos sobre las puertas y las empujo, las puertas se movieron fácilmente hasta estrellarse en las paredes de los costados produciendo un gran estruendo.
Menos mal que las puertas son resistentes, será mejor que aprenda a controlar mi propia fuerza.
Atravesé la puerta y continúe mi avance por el pasillo del castillo, innumerables tapices, muebles y piezas de arte se situaban a ambos lados mientras proseguía a paso uniforme por el pasillo.
Sinceramente no recordaba para nada el mapa del palacio, la única razón por la cual era capaz de avanzar con confianza por una dirección en particular, fue por qué el salón del trono era un punto céntrico en el palacio y si me dirigía en una única dirección, terminaría por llegar al lugar que deseaba.
A medio camino llegue a una puerta especialmente grande, aunque la habitación ciertamente resaltaba, lo mas interesante eran las dos mujeres situadas a ambos lados, eran lo que uno describiría fácilmente como sirvientas.
Casi me había olvidado de ellas, al finalizar la construcción de la fortaleza, sentí que resultaba dar un sentimiento de vació dado el gran espacio que abarcaba, así fue como decidí crear varios NPC para llenar el vació del lugar y las sirvientas fueron uno de ellos.
Las dos sirvientas frente a mí, solo eran unas de los cientos que se encontraban esparcidas por toda la fortaleza. Las sirvientas llevaban el mismo uniforme, una blusa blanca con mangas holgadas, una falda rosa y unos zapatos a juego. Sus únicos rasgos distintivos serian su cabello, la primera tenia pelo de color café con una cola de caballo, y la segunda cabello rubio y corto. Lo más llamativo de ellas, era el hecho de que el lugar donde debería verse su tan esperado bello rostro, solo se podía observar un pedazo de tela.
La razón de ese interesante detalle era solo uno, no eran humanas, eran muñecas creadas mágicamente con solo el único fin de servir, debajo de ese pedazo de tela, no había nada más que un trozo de madera. Este fue el resultado de la creación en masa de NPC y la falta de mi entusiasmo. Bueno, el resultado era el requerido, así que no esta tan mal.
Me acerqué a la habitación y ambas sirvientas se movieron rápidamente tomando la postura de reverencia.
Los NPC se mueven con tanta gracia, que me hace sentir un poco nervioso, di un paso mas y las sirvientas se apresuraron a abrir la puerta. No tenía especial interés en venir aquí, esto es lo que pasa cuando te dejas guiar por el ambiente…
Parece que esta habitación se usa para almacenar y probarse la ropa, me acerqué al gran espejo en el centro del cuarto y entonces fui capaz de ver mi reflejo. Era la figura de un guerrero, la altura de mi personaje era de casi dos metros de altura, aun con la armadura puesta, cualquiera distinguiría la silueta de un hombre perfectamente entrenado.
No había rasgos visibles dado la armadura que portaba, era una peculiar armadura negra de placas con un aspecto sombrío, un anillo metálico con un patrón de un escudo flotando sobre mi espalda y unos ojos que desprenden energía de color azul profundo.
Este era yo. Adrion. El señor supremo de la Fortaleza negra.
Mi personaje del juego era del tipo luchador, un personaje enfocado a la defensa y el soporte. En el juego una vez caía el líder enemigo la batalla terminaba, ya que un ejército sin su líder perdía toda su moral y era incapaz de seguir luchando. Por esa razón intente evitar la muerte de mi personaje a toda costa, enfocándome en habilidades defensivas y supervivencia.
Dando como resultado lo que observaba justo ahora, a mis dos seguidores y a las sirvientas no pareciera molestarles que perdiera el tiempo en trivialidades y se mantenían al margen sin decir o hacer nada.
Bueno no es que este haciendo algo importante o haya dado alguna orden como para obligarlos a actuar, aun así, se siente extraño tenerlos a mis espaldas observándome. Será mejor que siga mi camino.
Unos instantes mas tarde llegue al sitio que estaba buscando, una terraza en donde podría observar mi fortaleza en todo su esplendor. Camine hacia el frente donde la luz envolviera mi cuerpo y mis ojos lograran cubrir todos mis dominios.
Una ligera nevada descendía sobre mí, mientras yo me quedaba petrificado por la inmensa belleza que contemplaban mis ojos, mi fortaleza se extendía por varios kilómetros mientras todo a su alrededor estaba cubierto por infinitos pinos envueltos en nieve, aunque el cielo estaba obscurecido por las nubes, la belleza que desprendía este clima era el significado de la perfecta armonía.
A mis espaldas escuche unos sonidos de sorpresa provenientes de mis seguidores, y una ola de alegría inundo mi pecho, era el tipo de alegría que sentirías si un trabajo al que dedicaste horas y horas de esfuerzo fuera alabado, aunque eran gestos programados en los NPC, aun así, sentí una satisfacción sincera.
Bien creo que puedo mirar mejor si voy más arriba, ahora, ¿cómo funciona esto? Debí haber leído el tutorial antes de entrar. Espera, creo que puedo hacerlo.
―Esperen aquí.
Di una orden a mis subordinados y cité el hechizo que recordaba.
[Vuelo]
La estola en mi espalda brillo y mis pies se despegaron del suelo.
¡Oh! De verdad está funcionando, me seguí elevando y creí escuchar unas palabras provenientes de los NPC, pero decidí ignorar lo que me decían y me elevé a un punto donde era capaz de ver la fortaleza al completo.
Aunque la fortaleza exterior era por si sola impresionante, solo era la punta del iceberg, de todo lo que componía la fortaleza, la fortaleza estaba compuesta por siete niveles, cada uno de los niveles tenía su propio ecosistema y funciones específicas, el área que conformaba la fortaleza exterior y el palacio solo eran el segundo piso de esta inmensa edificación.
Respire profundamente y contemple una vez mas el hermoso paisaje a mi alrededor. El dinero invertido en este juego valió la pena completamente.
―Me dirigiré hacia la gran puerta.
Esta puerta era el primer punto real que componía el gran sistema de defensa de la fortaleza, contemple alegremente la hermosa arquitectura de mi fortaleza mientras me acercaba y di un último vistazo al palacio detrás de mí, hasta que llegue a la puerta.
―Cualquier enemigo que venga, una vez alcance este punto no será capas de volver con vida.
Cerré los ojos he imagine el escenario de una inmensa batalla, dos ejércitos luchaban en este lugar, yo lideraría la defensa y lucharía alado de mis hombres.
―No importa quien ni cuantos sean, nunca serán capaz de cruzar por esta puerta.
Abrí los ojos, y vi unos extraños seres moviéndose a la distancia.
―¿Qué será eso?
[Visión lejana]
Active un hechizo que me permitía ver a distancias mayores que lo que un ojo humano podría lograr, observe con mejor claridad los seres que había visto hace un momento, ¿son lobos blancos? Y esos de ahí son, ¿humanos?
Los lobos blancos eran una especie de Mob comunes que encontrarías fácilmente al inicio del juego y los humanos eran una de las razas inteligentes que componían el juego.
―Parecen estar en problemas, ¿será un evento del juego? Mmm… como sea, iré a ayudar.