La nave espacial estaba acercándose a la tierra. Aquel maldito de Zyorg había destruido uno de sus motores principales, por lo que dicha nave iría con lentitud a su destino hasta que los técnicos Cobrizos esclavos arreglaran dicho motor. Sentado en su trono de metal, un Robot gigantesco, de metal dorado, con un casco del mismo color que ocultaba su rostro metálico, dejando ver sus propios ojos rojos, un tallado en su cuerpo que le daba el aspecto de una armadura dorada y una tela, que su explorador había recuperado de su reciente visita a la tierra, de color celeste que cubría su cuerpo gigantesco, el emperador Corgana, líder del planeta Wintago, observaba a su destino a una lejanía de dos planetas y un satélite. Molesto puso sus manos robóticas sobre su hombro para largar un pequeño gruñido. Al poco tiempo, con un ademan de su mano, pidió a tres Acerum que se presentasen delante suyo.
Eran tres robots de piel metálica que parecían llevar una armadura consigo. esta armadura tenía un aspecto medieval; pero sus cascos parecían ser grecorromanos con un color azul y un mechón metálico color rojo, sus ojos amarillos con sus rostros pintados con una X roja junto con un circulo negro en el costado izquierdo de su pecho, con una C escrita en negro, dejaban en claro que eran los Metales de Corgana.
Ni bien se presentaron ante él, los tres se arrodillaron en señal de saludo
- Estamos en sintonía, gran Corgana, señor de los Metales- lo saludaron aquellos Acerums
- Me es positivo el que se presenten ante mi llamado y reclamación soldados- contestó Corgana sonriendo- es mi deber como su señor de los Metales, quien administra la energía constante de Wintago, el decirles que debemos ocuparnos de esos molestos Guardianes del Metal, por ende les encomiendo a ustedes la tarea de buscar a su líder Zyorg, para acabar con su disco duro, de una vez por todas
- ¿Y qué hay de los demás, gran Corgana?- le preguntó uno de los Acerums preocupado- ¿no merecen ellos nuestra atención?, ¿aparte del virus de Zyorg?
- Si te refieres a ese virus troyano de Ultrior, solo puedo comunicarles que él es mío, yo tengo el derecho de acabar con ese Troyano, los demás sin su líder solo serán pequeños datos inconexos que serán desconectados cuando nuestra invasión comience, ¡ahora retírense a cumplir su programación!, Zyorg no podrá contra tres Acerums
- ¡Recibiendo objetivo gran Corgana!, ¡nos retiramos de inmediato!
Los tres Acerums se dirigieron a donde estaba la nave salvavidas, cuyo motor aun funcionaba perfectamente, se metieron en la nave, y colocándose unos cables en su cabeza fue que dijeron
- Velocidad, veinticinco mil millas por nano segundo, distancia, cinco años luz, tiempo estimado de llegada, dos horas terrestres- luego de eso encendieron los motores con la programación de su procesador principal y la nave partió rumbo a la tierra a la vez que los soldados de Corgana decían- iniciando despegue, tiempo de llegada siendo reducido a una hora cincuenta y nueve minutos, preparándose para la ignición, partimos
Luego de eso la nave de aquellos tres Acerums se dirigió a la tierra para hallar y matar a Zyorg, el líder de la resistencia conocida como Los Guardianes Del Metal.