Se miraron un rato, que les pareció largo, no faltó mucho antes de que oyesen el galope de cuatro caballos. Elizabeth asustada entendió que eran hombres de Víctor, vio a Zyorg con pesar y le dijo
- Tienes que retirarte, son soldados bajo el mando de un idiota con quien me voy a casar
- Si lo amas, entonces no creo que haya un problema si explico la razón por la que estoy aquí en un primer lugar- le dijo Zyorg con una sonrisa que hizo sonrojar a Elizabeth
- ¿Y cuál es la razón Zyorg?- le preguntó Elizabeth
- Salvar tu planeta- le contestó Zyorg conservando la misma sonrisa
Al poco tiempo aparecieron los hombres de Víctor que ni bien vieron a Zyorg delante de Elizabeth, aunque estuviese a una distancia prudentemente cercana, de todos modos dijeron
- ¡Ese vil villano intenta propasarse con la señorita Van Zorben!
- ¡¿Qué?!- preguntó Zyorg sorprendido
No paso mucho antes de que los cuatro hombres desenfundasen sus pistolas apuntando a Zyorg quien los miró con detenimiento a aquellos infelices, antes de que disparasen Elizabeth se puso delante de ellos y les gritó
- ¡Alto!, ¡no lo lastimen por favor!, ¡es un amigo mío!, se llama James Van Zyorg
El oficial encargado de las tropas de Víctor, un hombre de unos 56 años, con cabello canoso casi caído, ocultando su calva en aquel casco de metal con mechones negros, rostro casi de piedra con un bigote canoso recortado en las puntas. Miró con asombro a Elizabeth, sus ojos verdes parecían mostrarse escépticos ante sus dichos, llevando un saco rojo con botones plateados y sosteniendo un fusil de corto alcance, el capitán Van Gunderg le dijo a Elizabeth
- Jovencita, ¿acaso este granuja es su amigo?
- En efecto- continuó ella con un tono alegre, no parecía estar nerviosa ni mucho menos aterrada- el joven James Van Zyorg es el hijo de un antiguo amigo de mi padre, en tiempos de antaño mi padre solía ir de visita a la mansión del señor Van Zyorg, tristemente su padre cayó en desgracia debido a deudas de juego y malas elecciones en sus empresas, por lo que no volvimos a encontrarnos nuevamente, para mi sorpresa mientras exploraba Huttentorg fue que me encontré con él, solo hablábamos un poco y me contó que vive por la zona, aun entablábamos conversación hasta que ustedes llegaron
- Ya veo- le dijo Van Gurderg con un tono más calmo- bueno en vista de que la señorita Van Zorben le ha defendido joven Van Zyorg y sin motivo alguno para poder sospechar de ella, menos atreverme a declararla como una… mentirosa, entonces le aconsejo que se despida ahora de ella, joven Van Zyorg, también de que mantenga una distancia prudente de la futura condesa de Huttentorg. Puede usted no tener tanta suerte la próxima vez. Señorita Van Zorben, por favor, acompáñeme
- Si claro- le dijo Elizabeth y se despidió de su amigo- supongo que esta es la despedida
- Supone bien, Elizabeth- le dijo Zyorg retirándose de allí molesto- me gustaría decirle que nos veremos después; pero los amigos de su futuro esposo dejaron su postura muy clara y tengo empresas que atender, buenos días
Elizabeth quedo muy sorprendida ante el modo tan digno de actuar de Zyorg. Subiéndose al caballo, que uno de los hombres de Van Gurderg le había habilitado, fue que descubrió una curiosidad con lo que aquel ser llamado Guardián Del Metal le había dicho. ¿Acaso le dijo que la tierra estaba por ser atacada? Un temor recorrió su espalda junto a un coraje que ella misma desconocía tener.
- ¡Qué muchacho tan maleducado y grosero!- gruñó Van Gurderg molesto para después decirle a Elizabeth- debo llevarla ahora con el conde Van Torner, espera ansioso su presencia en un partido de polo, desea que lo vea jugar y después continuar hablando con usted. Por favor señorita, no se aleje tanto de la ciudad, puede haber peligros esperando para usted en este sucio bosque
- Entendido, gracias- le respondió Elizabeth sintiendo ese temor recorrer su espina dorsal nuevamente
- ¡Ahora, vamos!, mientras más lejos estemos de ese canalla, mejor me sentiré- gruño nuevamente Van Gurderg haciendo que los caballos comenzasen a galopar
No lejos de allí Zyorg miraba con enojo a esos sujetos. No eran distintos de los guardianes de aquellos bastardos de los Acerum al mando de Corgana. Si no fuese porque la vida de Elizabeth corría peligro, él los habría matado sin problema alguno, por otro lado si considero una buena idea el alejarse de la muchacha, si establecía un vínculo, aunque fuese insignificante, con un habitante de ese mundo, entonces la misión sería un fracaso. Si se acercaba a Elizabeth, posiblemente los cara de culo le harían la vida imposible. Considerando que, sin un motivo valido, acababan de intentar matarlo. Le era claro que no serian razonables para nada, ni ellos o mucho menos cualquier otro ser humano. La muchacha parecía una excepción; pero posiblemente una en un millón y Zyorg era bueno con las matemáticas.
Considerando su misión de salvar la tierra como una prioridad, Zyorg decidió ir en búsqueda de sus otros compañeros, era cuestión de vida o muerte el poder encontrarlos antes de que los Acerum de Corgana lo hicieran.
"es una lástima no poder verla nuevamente" pensó Zyorg con una sonrisa retirándose de allí "me caía simpática, además de que tenía un espíritu guerrero admirable. Aunque parece no haberse dado cuenta de ello, lastima"
Luego James Van Zyorg continúo camino hacia la ciudad más cercana, evitando todo contacto mientras buscaba a sus amigos.