Los agudos ojos de Varasloth observaban detenidamente a los cuatro candidatos
Sin esfuerzo, la bestia dio un paso hacia el vació y cayó desde lo alto de la cabeza de la serpiente, produciendo un gran estruendo. Su descenso había producido un cráter en el suelo, evidenciando su dominante fuerza.
—Empecemos— rugió Varasloth. Avanzando sin mayor preámbulo contra el equipo humano.
Brody, Damon y Rina se encontraban exhaustos ante el constante y repetitivo asedio que habían sufrido hace unos momentos por culpa de Elmoth, por lo que la espantosa velocidad con la que Varasloth ingresó a su rango de reacción los tomó desprevenidos.
Rápidamente la cola de Varasloth se dividió en tres filosa secciones como si de dagas se tratasen y girando en el aire a gran velocidad se convirtió en una tormenta de cuchillas profiriendo al equipo humano diferentes heridas en todos sus cuerpos.
Elmoth, pareció inicialmente intrigado ante el nuevo contrincante presentado, más al ver que este había optado por ignorarlo, enfurecido levantó su colosal espada e intentó cortarlo por la mitad.
Sin embargo, para su sorpresa, Varasloth con sus dos musculosos brazos, haciendo muestra de una fuerza titánica sostuvo inmediatamente la hoja de la enorme espada mientras las tres secciones de su cola finalmente salían ferozmente disparadas y se incrustaban en las costillas de los tres integrantes del equipo humano, levantándolos como si de brochetas se tratasen.
En sus ojos, solo odio y repudio contra Varasloth se podía presenciar. Más su precaria situación los obligaba a permanecer en silencio,no obstante, la única excepción a ello, era Rina cuya mente resquebrajada, le impedía pensar con total racionalidad, por lo que empezó a proferir insultos contra Varasloth y a gritar en un espiral de demencia abismal.
Elmoth impactado por la letalidad que su nuevo adversario presentaba, retiró su espada y saltó hacía atrás tomando espacio para abalanzarse cuando escuchó a Varasloth comentar calmadamente —Espera un momento, déjame encargarme de estos tres y podremos pelear sin interrupciones.—
El demonio real pareció confundido, más vio sinceridad en los ojos y palabras de Varasloth por lo que asintió, retirándose a unos metros a tomar descanso, optando por confiar en su promesa.
El curioso desenlace hizo tambalear los corazones de Damon y Brody, quienes en el fondo esperaban que la confrontación entre los dos demonios les permitiese crear una ventana en la situación para lograr escapar.
Varasloth colgó a la fuerza en un árbol a los tres humanos boca abajo, luego se arrodilló y con sus filosas garras arrancó del suelo un puñado de tierra sucia y la introdujo en la boca de Brody, y acercándose a su oído le susurró diabólicamente, —Si la escupes, te la volveré a meter, pero esta vez tendrás que tragártela.—
Los ojos del mago humano se entrecerraron de furia, más no escupió el contenido de su boca, debía soportar temporalmente la humillación en afán de sobrevivir.
Con Damon el proceso fue más sencillo, era evidente que el hombre se adaptaba mejor a las situaciones denigrantes.
Sin embargo, Rina era un caso diferente, la locura que emanaba, así como el aura de muerte que ahora poseía le imposibilitaba mantener la cordura suficiente para acatar la orden de Varasloth.
El cazador observó intrigado por un momento a Rina, luego volteó a interrogar a sus compañeros, —¿Ella no era humana hace unos días?— preguntó curiosamente.
Brody y Damon se miraron desconcertados y luego miraron a Varasloth sin decir nada. Era claro que esperaban su permiso para escupir la tierra y hablar.
En efecto, una maniobra patética, pero a ninguno de ellos les agradaba tener tierra en la boca.
Más sus sueños fueron destruidos rápidamente, —Solo asientan o nieguen con la cabeza, no quiero escuchar vuestras voces ahora.— dijo con un ademán de disgusto.
Brody pareció hervir de cólera, más Damon asintió rápidamente ante la pregunta.
Varasloth empezó a inspeccionar de cerca a Rina quien continuaba forcejeando como pez atrapado en la red de un pescador. Pronto para el bochorno y furia de Damon y Brody, Varasloth empezó a manosear por todos lados a Rina.
Su actuar en verdad era tan vergonzoso, que el mismo Elmoth decidió mirar hacia otro lado solemnemente, sin decir nada.
Más cuando Brody se preparaba para escupir la tierra y defender a gritos la castidad de Rina, en respeto a su raza y la cercanía que su maestro poseía con el maestro de Rina, Varasloth exclamó emocionado, —¡Lo encontré!—
Con sus filosas garras y su monstruosa fuerza perforó y desgarró con facilidad la armadura del pecho de Rina, luego rasgó sus ropas dejando el bello e inmaculado cuerpo virginal de la joven al descubierto.
Un chorro de sangre brotó de la nariz de Damon y Brody ante la inesperada pero grata visión, mientras que Elmoth ocultaba su rostro con sus manos, evaluando sinceramente si la original imagen que había creado de su nuevo digno adversario debía ser sustituida por la de un pervertido.
No obstante, los ojos de Varasloth nunca se posaron por ninguna de las perfectas partes del cuerpo de la joven, sino, miraron fijamente una casi invisible cicatriz que yacía en el medio de dos montañas blancas.
Y, sin permitir al equipo humano continuar disfrutando de la vista, introdujo dos de sus garras en dicho punto, para extraer con fuerza un emblema con la forma de una pequeñísima calavera.
El objeto en sí manifestó evidente resistencia al intentar ser retirado de su portadora, Rina empezó a sollozar y aullar de agonía, más Varasloth no se detuvo.
Con más fuerza y diferentes círculos mágicos en sus garras, continuó jalando la reliquia encontrada. Finalmente, tras varios minutos de constante forcejeo logró extraerla por completo del cuerpo de Rina, la cual se desplomó exhausta perdiendo la conciencia.
La reliquia con forma de un cráneo humano pareció poseer vida propia empezando a gritar y aullar demencialmente, más Varasloth indiferentemente empezó a examinarla.
—Qué interesante, un artefacto imbuido de magia de muerte incrustado en un ser vivo, ¿Que intentaba conseguir el creador de semejante aberración? ¿Un no muerto que realmente divague entre el limbo de la vida y la muerte? ¿Pero y la compatibilidad? El artefacto tendría que estar forjado del mismo cráneo del experimento, o de alguien con compatibilidad extraordinaria ¿Quizás un familiar directo? ¿No es un poco cruel para los estándares humanos que vuestra raza puritanamente profesa?— rio sarcásticamente.
Brody y Damon quedaron estupefactos al ver el curioso tratamiento, Rina parecía haber recuperado su aura mortal y regresar a su estado original.
Varasloth con un gesto guardó la reliquia dentro de El Plano Púrpura y volteó finalmente a observar a Elmoth.
El demonio real captó la señal y se levantó listo para la batalla.
Sin embargo, Varasloth avanzó serenamente a su encuentro como si de un conocido se tratase y sugirió —Espera, no será divertido si te encuentras débil. — Y, posando su mano sobre Elmoth, una corriente de energía empezó a imbuir su cuerpo regenerando las heridas causadas por el equipo humano, eliminando a su vez el veneno que había penetrado su sistema.
Elmoth abrió los ojos sorprendido ante el contradictorio actuar de su nuevo contrincante, más al cabo de unos segundos la realidad lo golpeó descaradamente en el rostro, y junto a Brody exclamó —¡Magia original! ¿De luz? ¿AH?—
Sin contar a Damon que parecía ignorar completamente las teorías mágicas regulares que regían las leyes de afinidades del mundo, Brody y Elmoth entendieron perfectamente la aberración que estaban presenciando.
El demonio real no pudo contener más su curiosidad y preguntó, —¿Quién eres? Tienes el aspecto de mi estirpe, más no siento ningún linaje ni sangre demoníaca en ti, pero tu afinidad con la oscuridad es evidente. ¿Cómo es posible que puedas utilizar magia original de luz?—
Varasloth sonrió desafiante—El ganador realizará las interrogantes que anhele, el perdedor solo escupirá respuestas que se le sean ordenadas.—
Elmoth por primera vez alzó realmente la mirada y fijamente miró a los ojos a Varasloth, la provocación irónicamente no obtuvo exactamente la finalidad deseada, pues Elmoth para sorpresa tanto del mismo Varasloth como del resto del equipo humano aún consciente, sonrió.
—Ya veo, de cierta forma te pareces a mí y ahora estoy convencido. Quizás no poseas nuestro linaje, pero tu actuar y tu presencia son irreprochablemente dignas de nuestra estirpe. Yo, Elmoth, descendiente directo de Xalrinol, La Ira Encarnada te saludo demonio.— exclamó con inesperada cordialidad posando respetuosamente su mano en su frente en medio de sus dos enormes cuernos.
Varasloth sonrió ante el curioso desenlace y respondió con cordialidad, —Mi nombre es Varasloth. Empecemos.—
Más cuando Elmoth escuchó el nombre, sintió como una profunda conexión se expandía por el campo de batalla alcanzando a todos los presentes, más no era una sensación hostil o algún ataque mágico, sino una curiosa sensación, un sentimiento, que lo hizo sentirse afín a Varasloth.
—Empatía.—
Los dos rivales se prepararon, Elmoth con su forma demoníaca real activa y en óptimas condiciones se lanzó contra Varasloth profiriendo tajos con su gran espada. Por otro lado, Varasloth rápidamente cambió a su forma cuadrúpeda y salió disparado de su original posición hacía uno de los descomunales árboles para consecuentemente saltar a otro y a otro, agarrando impulso y velocidad con cada saltó, empezando a obtener una rapidez monstruosa.
Elmoth entendió la técnica de Varasloth y cambió a una posición de defensa, un enérgico ataque estaba por ser lanzado, muy probablemente letal.
Sí lograba parar con su espada el ataque, rompiendo el momentum de Varasloth, podría contraatacar sin problemas. Pero no podía darse el lujo de fallar en su defensa o básicamente la batalla estaría definida.
El actuar de su rival había demostrado que el ser que se alzaba en su delante era peligroso, en todo sentido. No debía ser tomado a la ligera.
Todos sus sentidos se activaron al máximo, la velocidad que ahora Varasloth había conseguido era indescriptible, solo borrosas imágenes podían ser detectadas. —Probablemente ataque una zona descubierta de mi cuerpo que no pueda bloquear con facilidad con mi espada. ¿Mi espalda quizás? ¿Cuello o pantorrillas traseras?— se preguntó analíticamente mientras sentía como el eminente golpe llegaba.
No obstante, para su estupor el monstruoso ataque de fuerza bruta que Varasloth profirió en un segundo contra él, estaba simplemente dirigido a su pecho. Esto causó gran incredulidad en el demonio real, con facilidad bloqueó el ataque de Varasloth, concentrándose en cualquier maniobra adicional, pues no creía que su rival pudiera lanzar todas sus cartas en un simple y directo ataque frontal.
Pero con admiración y escepticismo advirtió cómo la fuerza proferida por Varasloth no cesaba pese al choque entre su espada y las garras de su contrincante. La fuerza inhumana continuaba haciéndolo retroceder poco a poco, por lo que empezó a concentrar fuerza en sus brazos para mandar a volar a Varasloth y desbaratar su ataque, cuando en un instante, las tres colas del demonio se alzaron a su espalda y arremetieron con precisión contra la gran espada una y otra vez.
Elmoth sonrió ligeramente al considerar inútil la penosa táctica usada por su ahora no tan digno contrincante, cuando para su horror percibió que cada una de las estocadas proferidas por las tres colas de Varasloth no eran aleatorias, estaban direccionadas con gran precisión a diferentes puntos de la espada.
Y sin mayor rodeo, para su espanto, su magnífica y descomunal espada que lo había acompañado en incontables batallas, se quebró en varios pedazos.
La caída del antes impenetrable escudo fue seguida de un agonizante dolor que provenía de su pecho, al ser perforado por las filosas garras del Varasloth.
La batalla había acabado y Elmoth se encontraba en el suelo desangrándose, aún sin entender qué había ocurrido.
¿Cómo era posible que su amada espada, forjada de diferentes y especiales materiales hubiese sido destruida con tan solo fuerza bruta?
Con mucho esfuerzo intentó levantarse y preguntó tosiendo sangre —¿Cómo?—
Varasloth en razón a la empatía que ahora formaba parte de su nombre, comprendió la confusión y nudo generado en Elmoth ante la ausencia de explicación, lo que le causo felicidad al entender los sentimientos que la derrota en un ser de tal calibre podía generar y decidió complacer al demonio real en son de respeto antes manifestado.
—Tu espada era impresionante ¿Debo suponer que fue forjada por ti mismo?— preguntó sonriendo.
Elmoth asintió exhausto, —Cada uno de los materiales que la conformaban era extremadamente raro y valioso, su unión la hacía indestructible e impenetrable.... o eso creí.—
Varalsoth rio a carcajadas, Elmoth frunció el ceño pensando que su rival intentaba humillarlo, más su expresión cambió cuando escuchó lo siguiente, —Puede que seas una máquina de combate, pero eres un nefasto forjador. La evidente falta de uniformidad en los materiales de tu espada solo pueden significa que la técnica utilizada para crearla no fue perfecta, al no lograr fusionar correctamente los minerales que utilizaste como insumos para tu espada, permitiste que diferente puntos de ella fueran frágiles, solo tuve que determinarlos y hacer presión en ellos, causando el derrumbe de tu arma.—
Los ojos de Elmoth se abrieron de par en par sorprendidos, su error no había sido producto de su estado físico, sino de su evidente ignorancia en el arte de la forja y su deficiente arma. Sin embargo, dentro de él un ligero escalofrío recorrió su ser, la explicación de Varasloth parecía lógica, no obstante, advertir esa debilidad y hacer uso de ella en plena batalla y sin examinar cuidadosamente su arma, eran habilidades a otro nivel, en verdad el ser que lo miraba curiosamente, era un monstruo.
Dando un suspiro de cansancio, el demonio real asintió satisfecho y cerró los ojos, esperando su eterno final.
—Oye, tranquilo. No pienso matarte, me han sugerido que no asesine a los candidatos de esta prueba por fines... diplomáticos y además me has agradado. La batalla fue realmente interesante y aprendí bastante. Me llevaré los restos de tu espada como trofeo y —mirando al equipo humano que parecía haber perdido toda esperanza— a ellos. — sonrió cruelmente.
Con su descomunal fuerza cargó al trío de humanos como si se tratasen de un costal de papas y regresó a la cabeza de la gigantesca serpiente que lo había estado esperando acurrucada a varios metros, como si de una común mascota se tratase.
—Veamos que puedo aprender de ustedes. — dijo riendo al ver el pavor en los ojos de Brody y Damon.