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Chapter 18 - El mensaje y el mensajero

Una vez en la ubicación destinada, Nina y Varasloth pudieron observar una pequeña hoguera que ardía con furia pero lentamente iba extinguiéndose con el paso del tiempo.

—¿Esto es lo que querías ver? ¿Es un cadáver? No. Espera ¿Acaso es un elemental de fuego?— preguntó con asombro Nina.

Varasloth asintió complacido con su nivel de conocimientos y capacidad analítica. Pocos podrían distinguir con claridad entre una pila de fuego y un elemental muriendo.

—Pero ¿Qué le habrá ocurrido?— preguntó Nina examinando a una distancia prudente.

—Es uno de los candidatos de la selección. Acaba de morir hace cuestión de minutos. — respondió Varasloth respondiendo a su interrogante.

Más una duda empezaba a cernir en su interior. De los doce candidatos originales, cuatro estaban incapacitados, Ruth la acompañaba en El Plano Púrpura y Nina se encontraba a su costado. Conocía la ubicación de Ben, Elmoth y la del sapo, quien muy probablemente se encontraba acompañado del elfo. Contándose él mismo y al cadáver, los doce candidatos se encontraban completos.

Y la cuestión surgida entonces se planteaba de la siguiente manera, ¿Quién mató a este candidato? Ben y Elmoth estaban heridos y lejos de lugar de los sucesos y Nina había estado a su costado cuando ocurrió. Solo el elfo se encontraba completamente fuera de percepción, pero la probabilidad de que él cometiera el asesinato era minúscula. Sí Nina había podido enfrentarlo y derrotarlo, y lógicamente estaría tratando de recuperar lo que se le había robado, no era racional que el elfo divagase solo por el inmenso bosque y Varasloth conocía la ubicación del sapo.

—Mira el área, no hay signos de batalla. Fue asesinado de una manera muy rápida y limpia. Es muy probable que él mismo no advirtiera lo que ocurría hasta que la vida empezará a extinguirse en su ser. — dijo perspicazmente Nina.

Varasloth asintió, era algo que también había notado. Era muy extraño.

—¿Quizás una bestia de este mundo?— sugirió Nina.

Pero Varasloth rechazó la idea con un movimiento de su cabeza —Si bien las bestias en este mundo son relativamente fuertes, ninguno de los candidatos debería poseer un nivel tan bajo para ser asesinado por una bestia de tal forma. Además si bien las bestias que rondan este mundo tiene cierto nivel de inteligencia, —dijo pensando en la serpiente albina que había tomado temporalmente como montura, la cual habían dejado en la cueva descansando y en el ave que había cazado hace tiempo para asimilar su curiosa habilidad de invisibilidad—se guían principalmente por sus instintos, entendería que nos atacarán considerándonos alimento. Pero ¿Un elemental de fuego? Es como atacar una constante llama de fuego andante. No tiene sentido, una bestia solo conseguiría quemarse, e incluso si la bestia también poseyera afinidad al fuego, el núcleo del elemental aún se encuentra aquí. Cualquiera otro ser se lo había llevado.—

Las hermosas cejas de Nina se fruncieron entendiendo la complejidad que el misterio delante suyo representaba.

Todos los sentidos físicos y mágicos de Varasloth se activaron al máximo, intentando descubrir algo que estuviera pasando desapercibido de sus agudos ojos. Nina de igual manera empezó a recitar conjuros intentando descubrir qué había ocurrido. Más el resultado del par fue infructífero.

—No detecto nada adicional. Pero no deberíamos perder más tiempo, podemos regresar luego de encontrar al elfo si deseas continuar investigando la escena. — sugirió Nina.

Más Varasloth levantó una ceja e inquirió —Si el elemental está muerto ¿Por qué la llama no se apaga? ¿No debería su núcleo dañado simplemente entrar en una estado de inactividad?—

Nunca había conocido a un elemental sin contar a La Tercera Sombra, solo había leído de ellos en su plano, pero la diferencia de las habilidades de un elemental nacido en un plano menor con la de uno elegido para representar una Sombra, debían ser abismales.

Nina meditó la pregunta y respondió conmocionada —¡Quizás se está negando a morir! Puede que aún conserve por algún tiempo restos de su conciencia original... ¿Deberíamos intentar comunicarnos con él? Pero, si fue asesinado su resquebrajada mente debe estar inundada de frustración y odio, no creo que podamos interactuar lo suficiente para ganarnos su confianza y que nos explique lo ocurrido antes de que termine de morir.—

Varalosth la miró sorprendido, casualmente la joven había brindado una solución precisa ante el embrollo que se alzaba en su contra. Una sonrisa se formó en su rostro, quizás para ella, dicho proceso podía ser complejo pero él contaba con un as bajo la manga.

Suavemente susurró su nombre —Manifestación del Concepto de Empatía.—

La calidad sensación se extendió por el ambiente y Nina pudo sentir ligeramente con confusión el cambio realizado, más no logró distinguir al igual que la primera vez, que ocurría y cómo esto afectaba los corazones de los presentes.

El concepto envolvía el núcleo del elemental caído y empezó a adentrarse en él. Varasloth pudo advertir diferentes sensaciones que rodeaban como capas los restos originales de la conciencia del elemental. Había odio, rencor, injusticia y una extrema frustración.

Más cuando la sinceridad y claridad de Varasloth entraron en contacto con estas capas, la resquebrajada conciencia del elemental pudo sentir su honestidad y su desvinculación con el suceso que había producido su precaria situación. Lo que hizo que rápidamente eliminara las capas que lo cubrían, permitiéndole ingresar e interactuar.

Varasloth intentó preguntarle algo a la despedazada conciencia del elemental, pero este no era lo suficientemente concreta para poder responder o conservar una pizca de conciencia racional. Era más una masa de recuerdos y sentimientos de lo que anteriormente fue su yo primigenio. Pero la llameante conciencia que poco a poco se iba extinguiendo no desperdició más tiempo como si supiera que su fin se acercaba, sencillamente optó por usar todas las fuerzas que aún conservaba para mostrarle algo a Varasloth.

La llama que había estado flameando constantemente y lentamente extinguiéndose, empezó sin aviso alguno a rugir y crecer con furia, era evidente que estaba dando todo lo que le quedaba de fuerzas para lanzar un mensaje.

De pronto, una serie de imágenes ingresaron a la conciencia de Varasloth donde pudo observar una singular escena.

El elemental se había encontrado caminando tranquilamente, explorando el bosque y buscando a otros candidatos cuando en frente suyo apareció una figura. El ser, cuya apariencia y rasgos se encontraba completamente borrosos e indiferenciables muy probablemente por el deplorable estado de la conciencia que intentaba transmitir el mensaje, había entablado una charla con el elemental de fuego.

Solo unas cuantas palabras pudieron ser distinguidas y para la estupefacción de Varasloth fueron las siguientes: —(...) Vara..sloth—no—debes servir—a La Noche Eterna—o nunca —volverás a ser —libre...(...)—

La conversación continuaba pero las palabras eran inentendibles para el demonio, luego la imagen borrosa pareció abrir un libro para proceder a desvanecerse. Posterior a ello, la reveladora escena era aún más impactante. El elemental de fuego no había sido asesinado por nadie. El elemental había simplemente, luego de escuchar las palabras de la figura borrosa, penetrado su propio núcleo acabando con su vida.

Y aún más desconcertante era que antes de morir, el elemental, de todos los sentimientos que albergaba en su conciencia para con la misteriosa figura, no eran el odio ni el rencor los que más sobresalían, sino una profunda frustración por algo que hubiese considerado injusto, así como una irracional aceptación por su caótico final.

—"¿De qué demonios habló con la figura para que ante su muerte sienta más frustración que odio y rencor? ¿Acaso con lo escuchado aceptó y entendió su eminente muerte? Pero, aquellas palabras... ¿Por qué mi nombre aparecía en ellas? ¿Es un mensaje de aquel ser para mí? ¿Por qué no desea que me convierta en El Heraldo de La Noche Eterna? ¿Será una trampa? ¿Y cómo supo que lograría ver los restos de la conciencia del elemental?"— una infinidad de preguntas bombardearon la antigua mente de Varasloth dejándolo estupefacto.

Finalmente la llama no pudo arder más y se apagó velozmente. El núcleo del elemental que originalmente ya había presentado un golpe letal, sumado al esfuerzo extraordinario que realizó para enviar el mensaje se terminó de partir en dos fragmentos. Varasloth lo recogió y lo guardó cuidadosamente en El Plano Púrpura para ver si podía hacer algo en un futuro. Quizás podría escuchar la conversación completa y descubrir qué secretos se iban trazando a su espalda. Al fin de cuentas, su objetivo máximo era conocer y descubrir los misterios del mundo y este era uno muy intrigante.

Nina por otro lado, solo pudo advertir la complicada expresión que se formaba en el rostro de Varasloth. Entendía que su nuevo aliado había descubierto algo, pero por la seriedad que este presentaba así como la voluntaria intención de compartir lo descubierto, optó por no indagar.

Si bien le habría encantando fastidiar al demonio hasta que esté revelará que había descubierto, la seriedad en su rostro y consternación le indicaban que no era el momento apropiado. Además, tenía una misión más importante. La cacería del elfo debía continuar.

Varasloth pareció entender lo que ocurría por la mente de Nina y complacido por el tacto presentado por la joven decidió no dilatar más sus prioridades.

Rápidamente el par avanzó adentrándose en el bosque en dirección a la ubicación del sapo y probablemente también del elfo.

En el transcurso del camino, Varasloth aún parecía consternado por lo que había descubierto y ninguno de los dos había procedido a iniciar una conversación. El ambiente se sentía frío.

A Nina esto le estresaba. De una pequeña bolsa en su cintura, extrajo dos grandes sánguches de carne y lanzó uno contra Varasloth sin decir nada.

El demonio rápidamente, gracias a sus agudos instintos, agarró con destreza el bocadillo ofrecido y lo miró con curiosidad. Había escuchado y estudiado sobre este tipo de aperitivos pero era la primera vez que podía advertir uno de cerca.

Mientras avanzaban Varasloth se centró en el sánguche y lo examinó, contenía una especie de pan hecho de algún tipo de harina, un pedazo de carne jugosa y ciertos vegetales. Su olor era exquisito y rápidamente una sensación anormal de hambre envolvió al demonio.

Varasloth le dio un pequeño mordisco con sus filosos dientes y empezó a masticar el alimento. Más la conjunción de sabores que por su boca empezaron a fluir hizo que el imponente monstruo se parara de seco ante un clara perplejidad del placer que el pequeño bocadillo podía ofrecerle.

Nina que había estado observando curiosamente sus reacciones no pudo parar a tiempo y al intentar desacelerar para agruparse nuevamente con Varasloth terminó dando una divertida voltereta en el aire para caer bruscamente en la rama de unos de los árboles del bosque.

Esto la había puesto de mal humor y se preparaba para recriminar al demonio así como a criticar su falta de agradecimiento por el aperitivo, cuando al alzar su mirada pudo ver como Varasloth terminaba en pleno éxtasis su sánguche y de repente sus seis pupilas doradas y oscuras se movieron ferozmente en dirección del sánguche que ella aún tenía sin abrir en sus manos.

El significado que Varasloth emanaba era claro y aunque la joven originalmente estaba molesta, la infantil actitud del antiguo monstruo le ocasionó gracia de tal manera que empezó a reírse a carcajadas. Luego sonriendo miró a Varasloth y le lanzó el aperitivo —No tienes que ser renegón. Toma, tengo más si quieres. Ahora somos un equipo, no hay razón para que me veas con un instinto asesino solo por unos sánguches.—

Varasloth hábilmente recibió el bocadillo más continuó mirando a la joven con una expresión confusa. Luego de comer el bocadillo y pedir descaradamente diez más miró de manera compleja a Nina y dijo solemnemente —Gracias por la comida.—

La joven no pudo evitar llevarse las manos al rostro para cubrirse la boca y continuar riéndose.

Varasloth pareció entender lo ridículo de la situación y decidió ignorarla, rápidamente continuó con gran velocidad en dirección a su objetivo.

El cambio brusco de actividad tomó desprevenida a Nina quien empezó a seguir con dificultad al demonio, quien empezaba a avanzar con mayor celeridad con el paso del tiempo.

Finalmente, Varasloth se detuvo y al cabo de varios minutos una Nina cubierta de sudor y exhausta logró alcanzarlo. En su rostro una mirada fulminante se podía advertir, era evidente que había realizado, como la primera vez que se conocieron, un extraordinario esfuerzo por no perder a Varasloth.

Curiosamente para el mismo Varasloth, esto le produjo gracia, más la situación no era la adecuada para continuar con el divertido juego que empezaba a disfrutar —El sapo se encuentra en esa dirección —dijo señalando hacia adelante— recupera el aliento y avanzaremos en su encuentro. Escuchó a lo lejos golpes, muy probablemente se está llevando a cabo una batalla. Debemos ser precavidos y analizar la situación antes de actuar. La muerte del elemental deja muchas incertidumbres sueltas y nada es seguro ahora. Debemos tener cuidado.—

Nina asintió seriamente dejando a un costado temporalmente las ganas que tenía de asesinar al demonio y empezó a recuperar fuerzas.

Debía recuperar a cualquier precio el anillo de su padre.