Al escuchar la voz proveniente de La Primera Sombra, los candidatos presentaron diferentes reacciones inmediatas.
La joven que había intentado matar a Varasloth con su espada llamada Rina y dos humanos más se miraron simultáneamente por una fracción de segundo y asintieron, entonces de manera inmediata partieron en dirección al bosque a una velocidad impresionante sin titubear un solo momento hasta perderse en las sombras el majestuoso mar de árboles.
Ben por otro lado, miró por un momento esperanzado a Varasloth y luego a otro candidato que parecía conocer, pero al no obtener respuesta ni movimiento alguno por parte de ninguno de los dos, suspiró decepcionado y partió también inmediatamente en dirección contraria, hacia otra región del bosque diferente a la elegida por el equipo de Rina.
El resto de candidatos tuvieron diferentes reacciones, algunos optaron por seguir el ejemplo de Ben y el equipo de Rina, avanzando en conjunto pero manteniendo una distancia prudente entre ellos, era evidente que evaluaban constantemente la posibilidad de crear una alianza, pero la poca confianza y los escasos datos que poseían unos de los otros hacía complicada la toma de dicha decisión por el momento, mientras otros avanzaron de manera individual y otros tras realizar ciertos gestos o recitar diferentes versos desaparecieron o se fusionaron con el entorno para perderse de la vista corriente.
Una joven de cabellos dorados, de aspecto torpe y nervioso pareció entrar en pánico y mirar constantemente al rededor intentando buscar ayuda. Al no recibir ninguna correspondencia empezó a trotar lentamente hacía el bosque mientras sudaba rápidamente, era claro que el aspecto físico no era su fuerte.
Al final en la pradera solo quedó Varasloth y una misteriosa mujer encapuchada, la mujer parecía sorprendida de que Varasloth no sé hubiese movido ni adentrado al bosque, por lo que empezó a examinarlo silenciosamente. Por otro lado, Varasloth continuaba observando el cielo y la tierra, con detenimiento se agachó, tocó el gras con sus manos y arrancó un poco, se lo llevó a la nariz y lo olió.
Luego, miró al cielo y en ella apreció cada una de las nubes que en su profundo azul divagaban y sonriendo trató de identificar cada una de las formas que estas podían presentar o asimilar.
Finalmente, tomó asiento en el suelo con las piernas cruzadas y empezó a respirar profundamente, cada respiración era diferente y estás carecían de un ritmo homogéneo, algunas eran cortas y veloces, como suspiros, otras eran profundas e intentaban abarcar todo el aire posible en sus pulmones para luego ser exhaladas lentamente. De esta manera Varasloth permaneció varías horas realizando diferentes actividades y acciones sin aparente sentido, desde probar la tierra con su lengua hasta cavar un pozo en el suelo y enterrarse asimismo durante varios minutos para luego salir saltando con facilidad.
De esa manera el tiempo transcurrió y el astro rey se ocultó, la blanca luna tomó dominio del firmamento y las estrellas surcaron por los cielos.
Por otra parte, la joven encapuchada que había estado observando desde el inicio a Varasloth se llevaba las dos manos al rostro para ocultarlo de vergüenza. —"Pensé que él podría ser interesante, pero es solo un idiota, ahhhhhhhh!,— suspiró desalentada—Tal vez no es tan malo equivocarme de vez en cuando..., hace tiempo que necesitaba una lección de humildad para evitar que mi talento y orgullo se conviertan en egocentrismo y vanidad, — se dijo así mismo para reconfortarse—si termino como esos idiotas elitistas, padre preferirá que me suicide antes que reconocerme como su hija... aunque siempre había estado orgullosa de mi habilidad de juzgar el talento de las personas, supongo que siempre hay una excepción"—, se dijo así misma
Pero cuando la joven se preparaba para retirase indiferentemente, Varasloth quién había estado rodando cual pelota por una colina se levantó sonriendo y empezó a estirarse, luego tomo asiento en el suelo nuevamente, pero esta vez había algo diferente en su postura, presencia y predisposición, lo cual no pasó desapercibido de los agudos ojos de la joven.
Entonces Varasloth empezó a respirar profundamente, pero esta vez el rostro de la joven palideció al ver lo que ocurría, —¿E-esto es? ¿Está absorbiendo maná puro directamente? ¿Acaso está loco? ¿Quiere morir? —
La joven se preparó para la posible explosión que procedería a tal irracional acción, pero para su sorpresa nada sucedió, por un momento pareció desconcertada e inmediatamente analizó los alrededores. En efecto, el mana de todo el lugar estaba siendo absorbido a una velocidad anormal y el aspecto más impactante de todo ello radicaba en que el sujeto que se encontraba a varios metros de ella, no parecía sufrir ningún efecto secundario al recibir maná altamente concentrado y puro en su cuerpo.
—¿En verdad no es un demonio? ¿Quizás sea una quimera draconiana como el semi bestia dijo? ¿Pero qué clase de sangré y cuerpo posee para poder resistir tal concentración de maná? ¿Draconiana? Pero...aun así..., al parecer mi juicio no fue errado al fin de cuentas— se dijo asimismo sin evitar sonreír ligeramente al saber que había tenido razón. —Pero, entonces... ¿Qué demonios había estado haciendo? —, frunció el ceño al estar confundida.
Para ella las acciones de Varasloth carecían de total coherencia y razonabilidad, no obstante, quizás si supiera que el ser frente a ella había pasado casi toda su vida encerrado en un tubo sin siquiera la remota posibilidad de estirar su cuerpo a voluntad, oler el gras, ver el cielo real y jugar en la tierra, su percepción de lo ocurrido daría un giro de ciento ochenta grados.
Quizás para ella las acciones de Varasloth gritaban ridiculez a los cuatro vientos, pero para el mismo Varasloth, no eran otra cosa que la manifestación de incontables sueños y la concretización de su eterna aspiración, libertad. El albedrío de tener la posibilidad de ordenar a su cuerpo real de que hiciese lo que él desease. Y como consecuencia de ello, cuál niño que entra a un gran jardín y siente curiosidad por todo lo que observa, sumado a su infinita sed de conocimiento, Varasloth no pudo evitar ver, probar, tocar y sentir todo a su alrededor se presentaba, para él estás "ridículas" acciones era tanto un deber como una meta existencial.
La joven esperó a que Varasloth terminase de absorber maná respetuosamente y preguntó con cautela, —¿Puedo preguntarte cómo puedes absorber maná con tal nivel de pureza sin efectos secundarios? —
Su perspectiva del, ahora misterioso ser, había cambiado drásticamente, su nivel físico debía ser impresionante para poder resistir el maná puro y sumado al corto pero claro enfrentamiento con una de las humanas elitistas, elevaban su estatus para tratarlo como un igual.
Varasloth la miró por uno segundos y asintió sonriendo, —No puedes. —, luego empezó a calcular algo con los dedos de su mano izquierda mientras veía el bosque con intriga.
La joven quedó anonada ante la corta y directa respuesta, pero rápidamente llegó a una posible conclusión y sonriendo procedió con la solución, con sus manos retiró lentamente su capucha, dando de esta manera un aire más dramático a la revelación de su rostro.
Al caer la capucha que cubría gran parte de su cara, su rostro quedó expuesto y se pudo apreciar el más hermoso de los semblantes que él común de la mortales podría tener la gracia de apreciar, de piel color canela, con facciones que parecían haber sido esculpidas por los mismos dioses, la joven sonrío mirando directamente a los ojos a Varasloth, —Disculpa mi falta de cortesía, mi nombre es Nina, ¿Cuál es tu nombre? —
Varasloth pareció intrigado por su belleza por unos segundos, pero tras memorizar sus rasgos y particularidades, rápidamente perdió el interés y se volteó indiferentemente. En cuanto a responder con su nombre, la estúpida respuesta de Ben parecía haberle hecho considerar que quizás no todos eran dignos de escuchar su grandioso nombre, así que tirando por la borda cualquier tipo de etiqueta y buenos modales, decidió ignorar a Nina y avanzar caminando relajadamente hacia el bosque.
Nina por otra parte levantó una ceja incrédula y retomando la compostura se preguntó así misma frunciendo el ceño, —"¿Acaso los estándares de belleza actuales han cambiado? ¿O será que solo le atraen otras quimeras o seres con aspecto demoniaco? Asqueroso..."—
—Oye tú! ¡No me ignores! Regresa aquí, ¿Quién demonios te has creído?, maldito loco come tierra! —, gritó intentando alcanzar a Varasloth mientras corría hacía él. No obstante, al notar esto Varasloth, suspiro fastidiado y sin esfuerzo alguno aparente empezó a aumentar la velocidad de su caminar adentrándose poco a poco en el bosque.
Nina enrojeció de cólera, —"¿Crees que me perderás, así como nada? ¡Te enseñare una lección!"—
No obstante, para su horror, al cabo de varios minutos pudo advertir que la distancia entre ella y Varasloth no paraba de aumentar, siendo lo más preocupante que ella corría con todas sus fuerzas y se encontraba empapada de sudor, mientras que Varasloth continuaba manteniendo una actitud completamente relajada, así como sus pasos continuaban dando la impresión de que trotaba lentamente sin prisa alguna.
Al cabo de otros minutos, Nina no pudo más, su cuerpo le gritaba que parase y al hacerlo solo por unos segundos y regresar la mirada para con Varasloth, advirtió que lo había perdido de vista.
Nina observó el bosque con una mirada vacía por un rato para finalmente soltar una carcajada relajante y sonreír—Al parecer esta competencia será de todo menos aburrida. Amaría ver los rostros de los engreídos que creen tener la competencia en la palma de su mano y ven al resto de candidatos como simple ganado, la sorpresa que se llevarán quizás se convertirá en el mayor demonio interior que deberán afrontar en sus vidas. ¿Quién diría que habría un lobo oculto en el rebaño de ovejas? —
—Debó apurarme, si quiero presenciar esta maravillosa función debe ser desde primera fila—, se dijo mientras se secaba el sudor y partía nuevamente a gran velocidad en la dirección que Varasloth se había desvanecido.
Mientras tanto, Varasloth se encontraba colgando boca abajo de las ramas de uno de los árboles más altos del bosque meditando en silencio.
—"Uno, dos, tres, cuatro...¿Diez?" —se dijo mientras contaba con los dedos—Que interesante, una rata ha logrado esconderse, la situación inesperadamente se turna interesante, relativamente, quizás hasta divertida. Si bien me encanta el bosque, la sensación de continuar en el estómago de un anfibio no me da tranquilidad y un año es un plazo demasiado largo, debo acelerar las cosas ya."—, dijo tranquilamente.
Quizás los candidatos adentrados en el bosque, quienes se encontraban en continuos preparativos para optimizar su estadía durante el año, no habrían podido considerar ni siquiera en sus más remotos sueños, que pese a las diferentes e ingeniosas medidas de seguridad optadas para ocultar sus rastros, movimientos y ubicación, desde incluso antes de que pisaran el área de prueba, habían sido marcado.
Varasloth había dejado una marca de maná invisible en cada uno de ellos desde el momento en que ingresó a la habitación previa a la prueba.
El caso era irrisorio, independientemente de que cada uno de los candidatos poseyera diferentes habilidades y cualidades que los hicieran especiales, como destreza en combate, rastreo, alquimia, manipulación, e incluso magia, en comparación con un antiguo monstruo como Varasloth, quien dominaba la magia sin encantamientos y poseía un talento mágico comparable al de un dragón, sus inútiles precauciones convertían toda la prueba en poco más que un juego para niños.
No obstante, uno de ellos había logrado borrar su marca y esconderse de su visión, lo que generaba intriga en el cazador, si bien no era algo realmente sorprendente, dado que la marca impuesta no era especialmente fuerte o compleja, el hecho de que solo uno de ellos la hubiese detectado y eliminado, implicaba cierta singularidad en él o ella.
El conocimiento de la vasta cantidad de planos, dimensiones y mundos para Varalosth solo podía significar una cosa, una infinidad de información adicional por recopilar y experimentar, y dado que temporalmente se encontraba limitado por el contexto de su ubicación en el estómago de un anfibio y por su escaso poder en comparación con seres divinos y entidades similares que escapaban de su comprensión observando todo, era necesaria la búsqueda de diferentes rutas alternas a dicho conocimiento con la finalidad de saciar su hambre, y pues daba la coincidencia de que cada uno de los participantes de la prueba provenía de algún lugar diferente y manifestaba particularidades dignas de análisis y estudio.
Varasloth se tomaría el debido tiempo para saborear cada uno de los manjares que se le habían servido y los exprimirá con entusiasmo hasta que cada uno sus secretos y conocimientos fueran revelados.
La caza había comenzado.