La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 19
Cristal está cabalgando su caballo y Sonia la abraza. Qué envidia. Cristal puede sentir los pechos de Sonia en su espalda. Ella es insoportable, pero sus pechos son grandes.
Pero yo no me quedo atrás. Fufu.
Charlotte está cabalgando a Mei y yo la estoy abrazando. Disfrutaré mucho este abrazo. Espero que no se dé cuenta de que me gusta esta sensación. Ah, y también estoy viendo sus pechos rebotar. Obviamente miro poco, para que mi reputación no se vea afectada.
Crismei está dentro de mi camisa y asoma la cabeza por el cuello de la camisa. Jeje. Tan adorable. Nunca me imaginé que esto podría pasar en mi vida. Yo, cabalgando junto con chicas hermosas, mientras un hada está dentro de mi ropa.
Y no menos importante, Rei está dentro de mi camisa, pero en mi espalda.
Jeje. Tener un mono en la espalda es extraño, pero su pelaje es más esponjoso y cómodo de lo que pensé.
Pero, a pesar de que estoy cómodo, algo me molesta.
—Hace más de una hora que salimos de la escuela y ya me aburrí.- Digo quejándome.
No hay nada interesante. No hay bandidos, ningún monstruo, ni siquiera Duendes violadores. ¡Solo hay aburrida naturaleza! Estoy en un mundo medieval y mágico, ¿bien? Perdón por tener altas expectativas.
—El viaje es largo, ten paciencia.- Dijo Charlotte.
—Sí, está bien.
Al menos podré disfrutar por mucho tiempo este abrazo.
Pero al menos espero que este viaje sea divertido. Espero ver algo increíble. No lo sé, tal vez un dragón. ¡Me conformo con un Slime!
Quiero ver algo clásico de los isekai. Hasta ahora solo he visto personajes clichés y magia. Ah, y el Golem. ¡Pero quiero ver monstruos!
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Nada... Nada... ¡Nada! Sí, disfruté del abrazo, ¡pero no vi ningún monstruo!
Por un lado, estoy feliz porque fue un viaje seguro, pero, por otro lado, ¡estoy decepcionado!
Ni siquiera vi animales raros.
—Tan decepcionante.
—¿D-decepcionante?
Mientras Sonia, Crismei, Rei y Charlotte están dormidas, disfrutando de las dos horas de sueño que tienen para disfrutar, Cristal y yo estamos haciendo guardia, para evitar que algún monstruo o Duende violador nos ataque.
—Bueno... Ah... En mi mundo, existen historias sobre mundos mágicos como este. Pero este mundo es... Es diferente.
—¿Cómo? ¿Qué tan diferente?
—Los animales son los mismos... Supongo. No he visto ningún monstruo y tampoco tengo habilidades que suban de nivel.
—Los monstruos existen, pero están controlados, hay pocos y son lo suficientemente inteligentes para esconderse de los humanos.
—Sí... Ya veo...
Miré a los ojos a Cristal.
—Estás en segundo año, ¿verdad?
—S-sí.
—Eso significa que podrían enviarte a la guerra.
—... Sí.
—¿No te asusta?
—Te mentiría si te dijera que no, pero es algo que debo hacer. No soy poderosa, pero podría ayudar en algo... Debo intentar ser útil.
—Ser útil, ¿eh? Somos más parecidos de lo que pensé.
—¿Parecidos?
—Nací como hijo único y mi padre me abandonó. ¿La razón? No lo sé. Mi madre nunca lo supo, él simplemente se fue. Pero siempre he pensado que se fue por mi culpa... En la primaria, era el peor en todo. Era tímido y no me atrevía a hablar con otras personas, y mis calificaciones eran muy bajas. Todos me consideraban un bicho raro y un estúpido. En la escuela secundaria decidí cambiar y conseguir amigos, pero fracasé. No importaba lo mucho que lo intentara, siempre fracasaba. Mi timidez desapareció, pero como crecí siendo considerado un inútil, me mantuve solitario y alejado de todos para no ser un estorbo.
—¡T-tú no eres un inútil, Ángel! N-no cualquiera tiene el valor de pelear con un Golem, ¡mucho menos de derrotarlo! Tampoco eres un estorbo... Al menos no para mí.
—No lo sé... Digo, soy el menos indicado para tener el poder mágico que tengo. Soy un cobarde y un inútil. ¿Por qué fui invocado?
Cristal me tomó de la mano y acercó demasiado su rostro al mío.
—¡P-por favor, deja de llamarte inútil y cobarde! Eres alguien amable que se preocupa por los demás, y fuiste capaz de proteger a personas indefensas sin importar que tu vida estaba en peligro. Eso te convierte en un hé...
—No. No termines esa frase.
Le sonreí.
—Todavía no lo soy. Terminarás la frase cuando por fin sea un verdadero héroe.
Le mostré el dedo meñique.
—¿Es una promesa?
—S-sí, es una promesa.
Juntamos nuestros dedos meñiques y Cristal me sonrió. Ese sonrojo en su rostro es tan lindo.
¿Es el momento perfecto para beso...?
Me pellizqué el brazo. Ángel, apenas la conoces y tampoco puedes tener novia. No puedes besarla.
Ah... Lo sé.
—Espero seguir vivo para lograr convertirme en un héroe.
—¡V-vivirás! N-no te imagino perdiendo contra alguien.
—Gracias por el apoyo, Cristal.
Saqué mi teléfono y los audífonos de mi bolsillo.
—¿Quieres escuchar música? Mientras tengamos un oído escuchando la música, no tendremos problemas para escuchar si algo se acerca.
—S-sí, claro. Gracias.
—Se llama K-pop. Espero que te guste. Personalmente prefiero el rock, pero esto creo que te gustará más.
—G-gracias.
Y así, sin darnos cuenta, terminamos despiertos durante 4 horas, cuando se suponía que dormiríamos dos.
Pero no me arrepiento, hablar con Cristal mientras escuchábamos música fue bastante satisfactorio y... me hizo feliz. Ser considerado amable y útil por una chica tan amable como Cristal, me hace feliz.
Realmente me gustaría hablar más con ella y ser su amigo... No, creo que ya somos amigos.
No dejamos de hablar durante toda la noche. Ella me escuchaba y yo la escuchaba a ella.
Yo le conté historias interesantes sobre mi mundo. Su historia, los eventos históricos importantes, cuentos de mi mundo, bla, bla, bla.
Pero ella me contó historias sobre eventos importantes de este mundo, que fueron increíbles. La leyenda del antiguo Rey Demonio, que fue derrotado por un misterioso grupo de héroes.
La leyenda de la Reina Sirena, que vive en el fondo del mar.
Y el héroe Izuke. Ya sé que Izuke es el antiguo familiar, pero no diré nada hasta que Crismei me lo diga personalmente.
Tantas historias interesantes que tiene este mundo. Su cultura es tan rica... Realmente quiero conocerlo más y...
—Conocerte más a ti, Cristal.
Cristal está dormida en el suelo. Ya no soportó más el sueño.
Me acosté a su lado y miré las estrellas.
—Espero que tu vida sea larga y feliz, Cristal.
Y para que logres tener esa vida, no debes estar cerca de mí.
No sé si pueda ser capaz de proteger a alguien... No lo sé.
•
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Ah... Bien. El viaje fue largo, pero ya terminó... Ah, no, todavía falta el viaje de regreso.
Qué decepción, no hubo nada interesante en el viaje. Bueno, al menos mi amistad con Cristal mejoró.
Llegamos a la ciudad norte. La ciudad es enorme. Hay puestos de venta en todas partes, hay posadas y decenas de restaurantes. En el centro de la ciudad hay un castillo que, según Cristal, es el hogar de la familia Veninfe.
Una clásica ciudad medieval, ¿eh? Me gusta, aunque dudo mucho de su higiene.
Llegamos a la entrada del castillo y bajo de Mei.
—Estoy muy cansado, no dormimos nada. Cristal, ¿te sientes bien?
—S-sí, gracias por preocuparte. Estoy bien. Con la hora que dormí recuperé mi energía.
—Me alegro...
—¡¡Deja de coquetear y haz lo que debes hacer!!
Ah, Sonia despertó de malas, ¿eh? Como siempre.
—Sí, sí.
Rei baja de mi camisa.
—¡El viaje fue largo!
Crismei sale de mi camisa.
—¡Vamos!- Dijo emocionada.
—Sí, vamos.
Veo a dos guardias cuidando la entrada y me acerco a ellos. Wow, son enormes.
—Vengo a ver a la familia Veninfe.
—¿Quién los busca?
—Me llamo Ángel, y soy el familiar que fue invocado por medio del muro celestial.
—¡¿Eres tú?!- Dijo uno de los guardias sorprendido.
Fufu. Ser famoso no se siente tan mal.
Los guardias abren la reja de la entrada del castillo.
—¡Solo usted puede entrar, sus acompañantes deberán esperar aquí!
—¿No pueden entrar conmigo?
—¡Lamentablemente, no!
—Está bien… Les diré.
Me dirijo a las chicas.
—Supongo que ya escucharon, no pueden entrar, deberán esperarme… Aprovechen el tiempo para dar un paseo por la ciudad.
—P-prefiero esperarte aquí.- Dijo Cristal muy nerviosa.
—Yo igual, esta ciudad es muy peligrosa.- Dijo Charlotte.
—¡¡No te tardes!!- Me gritó Sonia en la cara.
Me alejo de ella un poco, esta chica realmente es odiosa.
—No tardaré… Crismei, conviértete en espada.
No soy tan idiota como para entrar en un lugar en donde me pueden matar. Necesito tener a Crismei conmigo siempre.
—¡Sí!
Crismei se transforma en espada y la tomo con mi mano derecha.
—No tardaré.
Eso espero.
Me dirijo a los guardias.
—¿Me pueden decir en dónde están?
—¡Sígueme!
El guardia empieza a caminar y lo sigo.
Observo lo que hay a mi alrededor, hay sirvientas cuidando el jardín y algunas parecen estar golpeadas, pues tienen moretones en los ojos.
Las maltratan… Eso me pone algo triste.
Bajo la mirada triste, este mundo es demasiado cruel con las personas pobres y sin magia.
Los nobles realmente me dan asco.
Me alejaré de ellos y solo hablaré con plebeyos. Debo volverme fuerte, para que ningún noble pueda controlarme.
Seré el defensor de los plebeyos y haré de este mundo uno mejor.
•
•
Después de entrar al castillo, entramos a un comedor, en donde tres miembros de la familia están comiendo.
—¡El familiar está aquí!
—¡Es lindo!- Dijo una chica.
¿Lindo? Soy promedio... Desearía ser guapo... Pero tampoco soy feo... O eso me gusta pensar.
Una chica muy alta se dirige a mí corriendo. Yo mido 1:67, así que creo que ella mide como 2 metros o más.
—¿Eh?- Digo confundido.
Me intenta abrazar, pero reacciono inmediatamente, alejándome de ella.
La chica choca contra el guardia y ambos caen al suelo.
—¡Me dolió!- Dijo la chica quejándose.
—Perdona la actitud de mi hija, Ángel.- Dijo una mujer.
Volteo y veo a un hombre y a una mujer, que se dirigen a mí. Wow. Se ven elegantes.
—Mi nombre es Merteo Veninfe.
—Mi nombre es Andrea Veninfe. Soy descendiente del antiguo familiar.
—Esa de ahí es mi hija, Nerma Veninfe.
Merteo se acerca demasiado a mí.
—Queremos ofrecerte un trato.
—¿Un trato?
—Acompáñame.
Merteo se aleja caminando.
—Supongo que no pierdo nada si lo sigo.
Siento un mal presentimiento y me agacho. Nerma intentó abrazarme de nuevo.
—No quiero un abrazo.
Me levanto y le extiendo la mano izquierda.
—Pero podemos saludarnos de mano.
Nerma me observa con una mirada que da miedo mientras sonríe. Esa mirada supera a la de Sonia. ¡Genial! Una chica que puede rivalizar con Sonia.
Me toma la mano, se acerca demasiado a mí y siento su respiración en mi cara.
—Lindo, lindo, lindo.- Repite con un tono aterrador.
¿Una yandere? No... No lo sé. Pero da demasiado miedo.
—G-gracias.- Digo asustado.
—¿Te gustaría ir a comer conmigo?
—¿A c-comer?- Digo nervioso.
—¡Hija, no molestes a nuestro invitado!- Dijo Andrea.
—¡Deja que me dé una respuesta, madre!
Nerma me acaricia la mejilla con su mano derecha y me sonrojo.
—¿Aceptas?
Está loca, pero tengo miedo de rechazarla.
—S-supongo que podríamos comer algo.
—¡Es una cita! Te espero en el restaurante "Dragón oscuro".
—A-ahí estaré.
La suelto y me alejo de ella. Ella da demasiado miedo.
—F-fue un gusto conocerte, adiós.
Me dirijo a Merteo.
—Lamento el comportamiento de mi hija.
—No se preocupe.
Ya estoy acostumbrado.
Aunque admito que se siente bien que una chica te invite a comer. ¡Mi popularidad con las mujeres aumenta...! Aunque la mayoría simplemente me habla porque soy el legendario familiar.
Bueno, ni modo. Adiós a mi sueño de que alguna chica se enamore de mí por mis sentimientos. Ahora todas intentarán coquetear conmigo por mi posición social, como el legendario familiar.
Ah... Al menos sé que Cristal me habla y me trata como una persona normal.
Después de caminar unos metros, entramos a un gran salón vacío.
—¿Qué trato quiere ofrecerme?
—Directo al tema principal, ¿eh? Me gusta eso. Espera.
Da un aplauso y del otro lado del salón, en donde también hay una puerta, entran mujeres con alas negras y en ropa interior, niñas pequeñas con cadenas en sus cuellos y unos hombres cargando unas bolsas.
... Qué asqueroso.
—Queremos que te unas a nuestra familia y seas uno de los Veninfe. Si te unes, las esclavas, las Súcubos y todo el dinero será tuyo.
Veo con miedo a Merteo y me alejo de él.
Esclavitud. Qué asco. Me sorprendió ver a esas Súcubos, criaturas que se alimentan del miedo y energía vital de las personas, pero no tengo tiempo para sorprenderme.
—¡Esto es inhumano! ¡Yo nunca aceptaría eso!- Digo enojado.
—Piénsalo y me das tu respuesta. Mis hijos y mi esposa son descendientes del antiguo familiar. Como tú eres el nuevo familiar, debes unirte a nuestra familia.
—¡Ustedes no son descendientes!- Digo enojado.
Crismei vuelve a su forma humana.
—¡Mentirosos, ustedes no son nada de mi antiguo amo!- Dijo enojada.
—¿Antiguo amo?- Dijo Merteo confundido.
—¡Ella es Crismei, su antiguo amo era el antiguo familiar!- Digo enojado.
—¡No se hagan pasar como descendientes de mi antiguo amo!- Dijo Crismei enojada.
—Está bien.- Dijo Merteo con una voz dulce.
—¡Les digo que…!¿Eh? ¿Está bien?- Digo confundido.
—Sí, les creo. Le diré al Rey la verdad. Siendo sincero, no lo sabíamos.
Me rasco la cabeza, esto realmente fue más fácil de lo que pensé.
—¿Gracias…? Supongo que debemos retirarnos.
Volteo a ver a las niñas pequeñas y a las Súcubos.
—No sé si en este mundo sea legal tener esclavos… ¿No está prohibido tener esclavos, Crismei?
—Lamentablemente, no está prohibido.
—Supongo que no puedo hacer nada… Aún… Vámonos.
Merteo abre la puerta para mí.
—Fue un gusto conocerte.
Lo volteo a ver. Merteo tiene una gran sonrisa que demuestra que él es una buena persona, pero que tenga esclavos me hace dudar.
—Me gustaría decir lo mismo.- Digo decepcionado.
Crismei y yo salimos del salón.
—Crismei, quiero rescatar a esas chicas.
—Yo también.
—¿Cómo lo hacemos?
—No lo sé.
—Tal vez si le pedimos al Rey que prohíba tener esclavos.
—Podría funcionar.
Entramos al comedor y veo a dos chicos, a Andrea y a Nerma, sentados comiendo.
—¡Ángel!
Nerma me observa sonrojada y con sus manos en sus mejillas... Está loca. No se siente atraída hacia mí por mi apariencia, no soy guapo. Definitivamente simplemente se siente atraída hacia mí por mi poder mágico y fuerza.
Es como las chicas bestia de las historias. Las chicas bestia se sienten atraídas por hombres fuertes.
—Ya hablé con Merteo, así que me retiro.
Andrea se levanta.
—¿Y qué pasó?
—Creo que es mejor que se lo diga su esposo.
Andrea observa a Crismei por unos segundos.
—Veo que aceptaste. ¿Solo te quedaste con esa esclava? ¿No quieres a las demás?
Qué asco.
—Ella no es mi esclava, es mi compañera, mi amiga.
—No la vi entrar.
—Su esposo le explicará todo.
Me dirijo a la puerta del comedor.
La abro y volteo a ver a Andrea con una mirada seria.
—No acepté.
—¿Eh?- Dijo Andrea confundida.
Salgo del comedor... Este mundo me da asco... Mucho asco.
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Merteo entra al comedor.
Andrea voltea a ver a Merteo.
—¿Qué pasó?
—Tenemos que resolver un pequeño problema, querida.- Lo dijo sonriendo.
•
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Salgo del castillo y veo a las chicas esperándome.
—¿Qué pasó?- Dijo Charlotte.
—Supongo que ya está resuelto el problema. Vámonos.
Crismei se convierte en hada y se mete dentro de mi camisa.
—¡Vámonos!- Dijo Crismei.
—¡¡Ángel!!- Gritó Nerma.
Ah... No me provoques más problemas.
Volteo y veo que Nerma se dirige corriendo hacia mí.
—Mierda.
Se para frente a mí y se acerca demasiado a mi cara otra vez.
—Espero que no se te haya olvidado nuestra cita.
—Cierto… En el restaurante "Dragón oscuro"… Lo que pasa es que…
Veo que Nerma me ve con ojos brillantes y sonriendo muy dulcemente, es diferente a la mirada de antes. Se ve muy adorable.
—Lo que pasa…
Está sonrojada, lo que la hace ver más adorable.
—¿P-podríamos tener una cita rápida? Tengo que irme lo más pronto posible.
—¡Claro!- Dijo contenta.
Sonia me da un gran golpe en la cabeza.
—¡No hay tiempo para citas, debemos irnos!- Dijo enojada.
Me agacho y me acaricio la cabeza. ¡Uwaaaah! ¡Me dolió mucho!
—Oye.- Dijo Nerma con un tono amenazante.
—¡¿Qué?!- Dijo Sonia con un tono amenazante.
Nerma y Sonia se miran fijamente, ambas con una mirada que da miedo.
—No golpees a mi Ángel.- Dijo Nerma.
—¿Tu Ángel? Lo dices como si fueras su dueña.
Sonia me toma de la camisa y me levanta.
—Él es mío, yo soy su dueña, literalmente.
Me empieza a dar golpes en la cara. ¡Maldita loca!
—¡Y puedo golpearlo cuando yo quiera!
—¡Ya entendió, Sonia! ¡Deja de golpearme!- Digo con sangre en mi rostro.
Nerma me abraza y me aleja de Sonia. Wow. Sus pechos están en mi cara. Genial.
—¡Alguien como él merece una ama dulce y linda! ¡No alguien mala y fea como tú!
Sonia empieza a reír.
—Acepto que soy mala, pero no soy fea. Te lo demostraré.
Se acaricia las mejillas y se sonroja.
—Ángel, ¿soy fea?- Lo dijo con un tono muy dulce mientras me mira con una mirada muy dulce y linda.
Me sonrojo demasiado, es lo más lindo que he visto, aparte de Crismei en su forma como hada.
—Eres muy hermosa.- Digo con un tono suave.
La mirada de Sonia cambia y sonríe diabólicamente.
—¡Te lo dije, hasta Ángel dice que soy hermosa!
Se empieza a reír y me confundo.
—¿Cómo una persona puede provocar tanto miedo, pero a la vez sea tan linda? ¡Eso es imposible!- Digo confundido.
Sonia me toma el brazo derecho y me empieza a jalar.
—¡Vámonos!
Nerma me toma el brazo izquierdo y me empieza a jalar.
—¡Tenemos una cita!
—¡Debemos regresar a la escuela!
—¡¡No soy un juguete!!- Digo gritando de dolor.
Nerma me suelta.
—¡Lo siento, Ángel!
Sonia me jala y me toma de la camisa.
—¡Adiós!
Empieza a caminar mientras me jala de la camisa.
—¡Yo te salvaré, Ángel!
Nerma se dirige corriendo al castillo.
—¿Salvarme?
Rei salta a mi cara.
—¡Mi ama se desmayó otra vez!
—¿Otra vez?
Veo que Cristal está en el suelo, completamente roja. ¡¿La atacaron?!
—¡¿Qué le pasó?!- Digo preocupado.
—Se desmayó cuando escuchó que tenías una cita con esa chica. Creo que se puso celosa.
... Todas... Absolutamente todas las personas de este mundo son clichés y raras.
—Ya veo… Supongo que debemos irnos.
Charlotte se acerca a mí.
—Ángel.
—¿Sí?
—Nos vigilan.
—¿Nos vigilan?
—Sí, me di cuenta hace unos segundos. A tu izquierda están dos hombres viéndonos raro.
¿Planean atacarnos? ¿Quién?
—Debemos estar alertas. Crismei.
Crismei sale de mi camisa.
—Necesito la espada.
—Sí.
Crismei se convierte en espada y la tomo con mi mano derecha.
—Yo iré caminando, será más fácil defenderlas de criminales si voy caminando.
—Está bien.
Charlotte sube a Mei y Sonia sube al caballo de Cristal.
—Oye, Cristal.
Intento despertar a Cristal moviendo sus hombros.
—¡Cristal!
No despierta.
—Supongo que estará desmayada unos minutos.
La cargo en los brazos y me dirijo a Charlotte.
—¿Puedes cuidar a Cristal?
—Claro.
Afortunadamente, Cristal no pesa tanto, así que la puedo sentar en Mei fácilmente.
Charlotte abraza a Cristal para que no caiga.
—Mei, ve caminando despacio.
—Sí, Ángel.
Empiezo a caminar y las chicas me siguen.
—Espero no tener problemas.
Siento un escalofrío.
—Supongo que sí los tendré.
Escucho cientos de pasos a lo lejos y escucho muchas voces mezcladas. Se escuchan por todas partes.
Me pongo en guardia.
—¡Esto es malo!
Decenas de hombres y mujeres salen de los techos de las casa y tiendas. ¡¿Un ejército?! ¡¿Qué demonios?!
—¡Son demasiados!- Dijo Sonia.
Sí, ¡ya me di cuenta!
Nos rodean y un hombre muy fuerte y grande se dirige a mí. El hombre tiene una gran barba roja. Joder... Se ve muy fuerte. ¿Será poderoso?
—¡Ángel, el líder nos pidió que te dijera lo siguiente! ¡"Acepta el trato o tus compañeras morirán"!
—¿El trato…? ¿Merteo es su líder?