La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 22
Todavía estoy algo asustado por lo que hice. Le acabo de quitar la vida a dos personas. Ya no hay vuelta atrás, lo sé, pero... Ah, no puedo evitar sentirme un monstruo. Mi madre estaría decepcionada de mí. ¿Cómo reaccionaría mi madre al saber que su hijo es un asesino? No lo sé... Tal vez asustada al principio, pero orgullosa cuando descubra que su querido hijo lo hizo para salvar a las personas de esta ciudad.
Yo, sinceramente, no sé cómo sentirme, pero sé perfectamente que debo acostumbrarme a matar. Este mundo es asqueroso y peligroso, deberé matar a personas en el futuro, lo sé.
En mi mundo sería considerado un criminal, pero ya no estoy en mi mundo. Debo hacer lo necesario para sobrevivir y proteger a las personas importantes para mí.
Ya, no tengo tiempo para pensar en eso.
Llegamos al sector número 2.
Estamos en un parque. Crismei está transformada en hada y está dentro de mi camisa. Nuestro destino es el próximo jefe.
—Bueno, en cada sector hay un gran parque, así que supongo que ya llegamos al sector número 2.- Digo observando a mi alrededor.
—¿En dónde crees que estará el jefe?
Buena pregunta, Crismei.
—Supongo que en algún burdel o bar... Bueno, mejor se lo preguntamos a alguien.
—¡¡Ángel!!- Gritó una chica.
Esa voz es de... ¿Eh?
Escucho la voz de Nerma. ¡Ella es el siguiente enemigo!
—¡Está aquí!- Digo preocupado.
Volteo a ver a la dirección en donde escuché la voz.
—¿Eh?- Digo confundido.
Nerma se dirige a nosotros corriendo. Está usando un vestido blanco, usa un sombrero blanco y está sonriendo dulcemente. Tiene una bolsa blanca en su mano derecha, pero no creo que sea un arma.
Simplemente se ve como una chica que sale de paseo o va a alguna cita.
¿Ella sabe que es una pelea a muerte? Espero que se rinda, así no habría necesidad de matarla.
Ella me ha tratado bastante bien, no quiero matarla.
—No veo ninguna arma... ¿Ella es un jefe?
Se para frente a nosotros.
—¿Eres un jefe?- Digo confundido.
—Sí, pero no quiero pelear contigo.- Dijo sonriendo.
Ah, menos mal, se rendirá. Ella me agrada bastante, no quiero que muera. Al principio me daba miedo, pero puedo darme cuenta de que es alguien amable.
—Mira.
Saca un pequeño frasco de su bolsa y me lo muestra.
—Ya acepté mi muerte, así que no es necesario que tú y yo tengamos una pelea.
... ¿Qué?
—¿A qué te refieres?
—Este pequeño frasco contenía un veneno. Hará efecto en una hora.
—¿Q-qué?- Digo nervioso.
—Estoy segura de que hubiera perdido contra ti, así que... Bueno, quiero pasar mis últimos momentos con alguien muy poderoso... Quiero pasar mis últimos momentos contigo.
... Definitivamente está loca. ¿Por qué hizo eso? No puedo evitar sentirme bastante triste. Ella realmente parecía una chica amable. Quería conocerla mejor, incluso podía ayudarme a hacer de este mundo uno mejor.
—¿Por qué conmigo...? Apenas me conoces.
—Siempre me han atraído los chicos fuertes, y tú eres el más fuerte que he conocido.
... ¿Será ninfómana o algo parecido? No parece el tipo de chica ninfómana. Qué raro.
—Los más fuertes... Está bien... Bueno... ¿Qué piensas, Crismei?
—No creo que esté mintiendo... Está bien.- Dijo Crismei.
—Bueno... ¿Qué hacemos?- Digo sonriendo nervioso.
Nerma me toma de la mano derecha.
—¡Vamos!- Dijo emocionada.
Comenzó a correr y la seguí.
Corre mientras mantiene una gran y hermosa sonrisa en su rostro. Una sonrisa que pronto desaparecerá.
Quiero llorar, pero no debo mostrar debilidad... Realmente me agradaba.
Todos merecemos una segunda oportunidad, y yo quería dársela... Maldita sea, me siento impotente.
—¡T-todavía hay tiempo! ¡Vomita y el veneno...!
—No funcionará... Este es mi destino, y ya lo acepté.
—Pero...
—No dejes que el odio te ciegue.
—No te odio.
—Fufu. No, no me refiero a eso. En el futuro entenderás esa frase.
—¿En el futuro?
—¡No te preocupes por eso! ¡Disfrutemos de nuestra primera y última cita!
—... Sí.
Le sonreí.
—Vamos.
•
•
(Una hora después.)
Nerma y yo desayunamos juntos, paseamos por la ciudad y... creo que me hizo algo malo.
Nos encontramos con un señor que vendía pociones mágicas y Nerma le compró una que, según ella, servía para aumentar la energía mágica. Ella la compró para mí y yo me la tomé... No sentía ningún mal presentimiento, por eso bajé la guardia... Estúpido error. Después de eso, ya no recuerdo nada.
•
•
Despierto en una cama, en una habitación desconocida. ¿Qué es este lugar? ¿Cuándo llegué aquí?
—¿Eh?- Digo confundido.
Me levanto de la cama y veo a mi alrededor. No tengo camisa ni pantalones... ¿Qué?
—¿Q-qué me pasó?
¿Y por qué estoy en ropa interior?
—¡Ángel!
Crismei abre la puerta y entra a la habitación.
—¿Te gustó?- Dijo riendo.
—¿Me gustó? ¿A qué te refieres?
—¿A qué me refiero?- Dijo confundida.
Crismei se acerca a mí.
—¿N-no recuerdas lo que hiciste?
—¿Lo que hice? ¿Qué hice?
—¡Maldita seas, Nerma!- Dijo enojada y golpeando el suelo con su pie derecho.
¿Por qué se ve tan enojada? ¿Qué pasó?
—¿Qué pasa?
—Bueno... Creo que fuiste violado.
...
...
...
Hay un gran silencio incómodo y mi cara se vuelve pálida.
¿A-acaso escuché bien? ¡¿Acaso realmente escuché eso?!
—¡¿V-violado?!- Digo confundido y nervioso.
—Me temo que sí.
—¡¿Perdí mi virginidad por una violación?! ¡Maldita seas, Nerma! ¡¿En dónde está?!- Digo enojado.
¡Ni siquiera recuerdo cuando perdí la virginidad! ¡No es justo!
—Ella murió... Después de... violarte, ella murió y unos sirvientes de su familia vinieron por ella. Supongo que ella tenía planeado todo desde un principio.
—Entonces... La poción no era una poción para aumentar la energía mágica, ¿verdad?
—Me temo que no.
—Mierda... Ayúdame a buscar mi ropa, tenemos que irnos.
—Sí.
Nos ponemos a buscar mi ropa y estoy quejándome. Perdón, ¿sí? Me quejo mucho, ¡pero no es justo! Perdí mi virginidad con una belleza, ¡y no lo recuerdo!
—Maldita Nerma, me violó. Puta loca. Maldita... Espera... ¿Cómo lo hizo...? ¿Qué efecto tenía exactamente la poción?
Maldita sea... Al menos me hubiera gustado recordar cuando me violó.
—¡Encontré tu ropa, y hay una nota en ella!- Dijo Crismei.
Me dirijo a Crismei y me muestra la nota.
—¿Qué dice?
Crismei empieza a leer la nota.
—"Ángel, lamento haberte violado, pero realmente me gustan los hombres fuertes. La poción que te di no era para aumentar tu energía mágica, era una poción hecha con mi sangre para poder controlar tu mente y cuerpo..." Con razón actuaste normal después de tomar esa poción.
—¿Para controlarme...? Esto no tiene sentido, ella podía haberme derrotado en ese instante... ¿Por qué no lo hizo?
¿Me tuvo lástima...? No... No lo sé. ¿Por qué se rindió cuando ella tenía la oportunidad de derrotarme?
—Tienes razón... Seguiré leyendo... "Ángel, derrota a ese demonio, tú puedes, ¡ánimo!"... ¿Demonio...? Demonio... ¿Será posible que...?
La interrumpo con un suspiro... Ah, mejor olvido esto.
—Ya, no importa, vámonos. No recuerdo nada, así que, básicamente, soy virgen.
—Bueno, en realidad ya no...
—¡Soy virgen, ¿entendido?!
—S-sí.
—Y no le digas a nadie lo que pasó, por favor.
—Está bien.
Fingiré que esto no pasó y seguiré con mi plan de perder la virginidad con tres prostitutas.
La menos experimentada.
La más experimentada.
Y la más hermosa.
—Bueno, vamos por el siguiente jefe.
—¡Vamos!
Los jefes están actuando bastante raro, diciendo cosas sin sentido. ¿Qué tratan de hacer? ¿A qué se refieren con demonio? Tantas cosas raras están pasando, y no tengo ni idea de cómo procesar todo eso.
Por ahora, simplemente les seguiré la corriente y después pensaré mejor en la situación.
Fui violado... ¡¡Ahhhhhhhh!! Maldita sea... Mejor no pienso en eso.