Chapter 28 - CAPÍTULO 28- ¿Muerte?

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 28

Tal vez un demonio o un monstruo intente matarnos... O... Tal vez... Tal vez los estudiantes estén en peligro.

—Debemos estar preparados, vigila bien.

—Sí.

No debemos bajar la guardia.

En la escuela.

Todos los profesores están peleando contra los dragones, pero es inútil.

A pesar de que la escuela cuenta con una gran seguridad y empleados poderosos, no son rivales para los dragones.

La única opción que tienen, es ganar tiempo para que los estudiantes puedan escapar.

—¡Escapen de la escuela!

—¡Escapen por los túneles de evacuación!

—Ah, vamos, no me decepciones.

Alexa baja de su dragón y saca su espada.

—Creo que intentará escapar.

Alexa empieza a correr y se dirige hacia los profesores.

—No permitiré que escape. ¡¡Ven y pelea, Ángel!!

En los túneles.

Sonia está escapando junto con otros estudiantes. Algunos idiotas se quedaron afuera, pero fueron asesinados por Alexa, creyendo que podían derrotarla.

—Si tan solo Ángel estuviera aquí.

Confiar en Ángel sería una gran opción, pues su poder mágico es el más alto que se ha tenido registro.

Cristal se dirige a Sonia.

—¡¿En dónde está Ángel?!

—Ayer fue con el Rey para disculparse por lastimar a su sobrino. Aún no llega.

Charlotte la escucha y saca su teléfono.

—Vamos...

Le llama a Ángel y contesta.

—Algo malo pasa, ¿verdad?- Dijo Ángel preocupado.

—¡Sí, unos dragones están atacando la escuela!

—¡¿Dragones?! ¡¿Existen dragones en este mundo?!

—¡Sí, debes ayudarnos!

—¡Mierda, tardaré unas nueve horas en llegar!

—¡¿Nueve horas?!

—¡Sí!

—¡Apresúrate, los profesores están peleando contra los dragones!

—¡Escapen mientras puedan!

—¡Estamos escapando por los túneles, por favor, apresúrate!

—¡Sí!

Cuelga y guarda el teléfono.

—Espero que llegue a tiempo.

Un pensamiento demasiado optimista, pero imposible.

Una parte del túnel es destruida y Alexa entra.

—Hola, ¿saben en dónde está Ángel? Los dejaré vivir si me lo entregan.

Todos empujan a Sonia.

Una acción cobarde, pero inteligente si quieren sobrevivir.

—¡Ella es su ama!

—¡Ella sabe en dónde está!

Sonia se dirige a Alexa, sin miedo.

—No te diré en dónde está.

Alexa toma del cuello a Sonia.

—Por favor, dime en dónde está o morirás.

—No... No te lo diré.

Alexa suelta a Sonia.

—Bueno, tendré que obligarte.

—¡Faio soul zes!

Cristal le lanza una esfera de fuego a Alexa.

Todos estaban tan asustados y no se atrevían a atacarla, pero Cristal, que era una cobarde, fue la única que intentó atacarla.

Al ver eso, todos se llenaron de valor e hicieron lo mismo.

—¡Faio soul zes!

Todos atacan a Alexa.

—Mal.

Alexa sale corriendo y escapa.

—¡Escapemos mientras podamos...!- Dijo Sonia, pero es interrumpida por una explosión.

Una gran esfera de fuego entra por el túnel.

—¡¿Eh?!

Más esferas de fuego entran por el túnel.

—¡Corran!

Todos intentan escapar, pero solo intentan evitar lo inevitable.

—Mal, muy mal.

Los dragones empiezan a lanzar esferas de fuego y destruyen el túnel poco a poco.

—Muy mal.- Dijo sonriendo.

(Pov- Ángel.)

(Nueve horas más tarde.)

No, no, no, no.

Llego a la escuela... B-bueno, lo que quedó de la escuela.

E-esto... Esto es horrible.

—La escuela...

—¡Mierda, mierda!

Bajo del caballo.

—¡Crismei!

Crismei se transforma en espada y la tomo con mi mano derecha.

—¡Mierda!

—¡Busca los túneles, ellos debieron escapar!

—¡Pero intenté llamarle a Charlotte y no contesta!

Toda la escuela fue destruida. Es una escena muy grotesca. Cadáveres quemados... Muertes... N-no...

—¡Mierda!

Veo a los profesores y empleados muertos. El director también está muerto. Sus cabezas fueron destruidas... M-muertes tan crueles... Tan asquerosas... No... No...

—¡Demonios!

Veo a una rata con una estrella en el pecho.

—¡Debe ser un familiar!

Me acerco a la rata.

—¡¿En dónde están los túneles?!

—¡Es por aquí, sígueme!

Empiezo a seguir a la rata.

—¡Dime lo que pasó!

—¡Unos dragones empezaron a lanzar esferas de fuego a la escuela y una chica apareció y mató a todos los profesores! ¡Incluso mató a los estudiantes!

N-no... ¡¡No!!

—¡Mierda!

P-por favor, que esto sea una pesadilla... E-esto no puede estar pasando.

Llegamos a los túneles, pero están bloqueados por escombros.

—¿Estos son los túneles?

—Fueron destruidos, varios estudiantes quedaron bajo tierra por los escombros.

A-aplastados... M-muertos por rocas... N-no... ¿Por qué pasó esto? S-se suponía que todo estaba bien... El director está muerto, y él tenía una hija de 10 años... Tantas personas... Estudiantes... Profesores... Tantas personas muertas... Y yo no hice nada para salvarlos... ¡¡No hice nada!!

—¡Mierda!

Toco algunos escombros con mi mano izquierda.

—¡Crea fes!

Convierto los escombros en agua.

—¡Crea fes!

Transformo algunos escombros en agua. P-por favor, quiero encontrar sobrevivientes... Por favor, Dios... Por favor.

—Te lo suplico.

No... No... ¿Por qué me está pasando esto? T-todo estaba tan tranquilo... ¿Por qué sucedió esto? ¿Por qué?

N-ningún estudiante hasta ahora estaba con vida.

T-todos están muertos... Y yo no pude salvarlos... No pude hacer nada... Les fallé... Soy un maldito inútil... Y siempre lo seré.

—¡Crea fes!

Transformo los escombros en agua y veo a un estudiante. La rata sube a mi hombro derecho.

—¡Es mi amo, él aún está vivo!

¡U-un estudiante vivo!

Intento despertar al estudiante.

—¡Oye, oye, ¿te sientes bien?! ¡Parece que solo te golpeaste la cabeza!

Crismei se transforma en un hada.

—Intentaré despertarlo.

Toca la frente de ese chico y el estudiante despierta.

—Oye, ¿puedes pararte?

—No... No puedo.

No tiene la energía para hacerlo o probablemente sus huesos estén rotos.

—Está bien. Crismei, llévatelo.

Crismei se transforma en una niña.

—¡Sí!

Crismei levanta al estudiante con sus brazos y se lo lleva. P-por favor, espero que más estudiantes estén vivos.

—Cristal, Charlotte, Sonia, Rem... Por favor, no mueran.

Rei, Rocco, cocineras... Quiero salvarlos. Quiero hacer algo bien esta vez.

D-después de algunos minutos, la encontré a ella.

Encontré a Rei... Estoy en shock... S-su cabeza está rodeada de sangre. P-perdió demasiada sanrre.

—Ángel...

Crismei me sacude.

—Por favor, di algo.

—No... No, no, no... ¡No!

Levanto a Rei y la intento despertar.

—¡Rei! ¡Rei, despierta, por favor! ¡Abre los ojos! ¡Soy Ángel!

Rei abre los ojos poco a poco. S-sí. ¡Sí! ¡Sigue viva!

—¿Ángel?- Dijo con un tono bajo.

—¡Me alegra que estés bien!

—No estoy... bien. Me duele... todo. No creo que... sobreviva.

—N-no... No, por favor... ¡No!

Se me salen unas lágrimas y caen sobre el cuerpo de Rei.

Maldita sea... No quiero perder a una amiga... ¡No, por favor!

—¡¿No conoces algún hechizo de curación?! ¡P-puedo usar cualquier hechizo a la perfección!

—No... Lo siento. Por favor... Ayuda a Cristal. Ella sigue viva. Mi marca... aún no... desaparece...

—N-no, por favor, no me dejes...

Rei cierra los ojos y deja de respirar... No...

—¡P-por favor, no mueras!

—Ángel... Ella está muerta. Lo siento.

—No... ¡¿Por qué no estuve aquí?!

Me doy golpes en la cabeza.

—¡Mierda! ¡Soy un maldito inútil!

Bajo la cabeza y veo a Rei.

—Si tan solo no hubiera golpeado al sobrino del Rey.

Todo esto es por mi culpa... Perdón... Perdóname.

Le doy un beso a Rei en la frente y me limpio la sangre de la boca.

—Lo siento.

No pude protegerte... No merecías este destino... Te extrañaré.

Sigo quitando los escombros y encuentro a Cristal.

—¡Cristal!

La intento despertar. Ella tiene la mitad derecha de la cara con quemaduras y la mitad derecha de su cabello está quemado.

P-pero está respirando. ¡Está respirando!

—¡Cristal! ¡Cristal, despierta!

Cristal abre los ojos poco a poco.

—¿Ángel?

—¡¿Sabes algún hechizo de curación?! ¡Quiero curarte!

—Me da gusto verte de nuevo. Pensé que moriría sin poder verte otra vez.- Dijo sonriendo mientras acaricia mi cara.

Se le salen unas lágrimas... No... ¡Esta no será una despedida! ¡No morirás!

¡No permitiré que mueras! ¡No moriras! ¡No lo permitiré!

—¡No morirás!

D-debe haber alguna manera de curar sus heridas.

—¡Dale energía mágica a Cristal, Crismei.

—Eso no le ayudará a curarse, lo siento.

—¡¿Sabes algún hechizo de curación?!

—No, lo siento.

—¡Mierda!

—Estoy bien, solo me duelen las quemaduras. Solo necesito unas pomadas.- Dijo sonriendo dulcemente.

Eso es mentira... Se está haciendo la fuerte para no preocuparme... Cristal... Lo siento.

—Cristal... Rei murió. Lo siento...

Tomo a Cristal con mis brazos y la cargo.

—Te llevaré afuera, descansa un poco, por favor.

Cristal me abraza con fuerza.

—Está bien... Ya todo estará bien.- Digo mientras acaricio su cabeza.

Perdón por llegar tarde... Perdón.

Minutos después.

Sigo quitando los escombros... Nada... Y mi cabeza me está doliendo demasiado... Maldita sea... ¿Por qué pasó esto? Rei murió y casi pierdo a Cristal... Soy un inútil.

¿Por qué tuvo que pasar esto?

—Soy un inútil.

No pude hacer nada... Nada.

Una hora después.

Encontré solo a un familiar con vida y a 7 estudiantes vivos. La mayoría de los estudiantes habían muerto por quemaduras y algunos por golpes en la cabeza.

—¡Crea fes!

Transformo los escombros en agua y encuentro a Charlotte.

—¡Charlotte!

Intento despertarla.

—¡Charlotte!

—N-no respira.

¡Por favor, tú no! ¡Se supone que los personajes alegres como tú sobreviven! ¡Por favor, no me dejes!

Crismei revisa su cuerpo y voltea a verme con una expresión triste.

—Lo siento, está muerta.

—¡¡Maldita sea!!

Me doy golpes en la cabeza y me muerdo el brazo hasta sacarme sangre.

—¡Solo porque no estuve aquí!

Lloro y me sigo golpeando.

—¡Maldita sea, soy un inútil!

Crismei salta y me da una cachetada.

—¡Tú no sabías que esto iba a pasar, deja de sentirte culpable!

—¡Pero podría haber evitado esto!

—¡¡O también habrías muerto!!

—¡M-moriría intentando salvar a alguien!- Digo muy nervioso y asustado.

—¡Tranquilízate!

Ella vuelve a su forma como hada y me acaricia la mejilla.

—No te culpes, sigue buscando sobrevivientes.

—... Sí... Está bien.

Lo siento, Charlotte... Lo siento... Fuiste la primer persona que me trató bien en este mundo. Nunca te olvidaré... Y perdón.

20 minutos después.

Encuentro el cuerpo de Louise, pero... Ah... Mierda.

—¿Entonces?

Crismei revisa el cuerpo.

—No está viva.

—Ya veo...

No la conocía. Me pone triste su muerte, pero no puedo perder tiempo.

Toco los escombros.

—¡Crea fes!

Transformo los escombros en agua y encuentro a Rocco.

—¡¿Rocco?!

Empiezo a vomitar. Rocco tiene el cuerpo partido a la mitad. T-todos sus órganos están afuera de su cuerpo.

—Pobrecito.- Dijo Crismei.

Una hora después.

Encontré a dos familiares con vida y a 5 estudiantes más. Terminé de quitar los escombros, pero...

—No está Sonia, y tampoco está ninguna sirvienta.

—¿Estarán en sus habitaciones?

—¡Mierda!

Salgo corriendo del túnel.

Minutos después.

Llego a las habitaciones de las sirvientas.

—¡¿Hay alguien aquí?!

Escucho una voz, que viene de una habitación.

—¡¿Ángel?!- Dijo Rem.

—¡Soy yo!

Rem abre la puerta y me doy cuenta de que todas las sirvientas y cocineras están ahí.

—¡Me alegro que estén bien!

Rem me abraza.

—¡Pensé que estabas muerto, ella venía por ti!

—¿Ella?

—Una chica vino con dragones y empezó a destruir la escuela. A nosotras nos dejó vivir porque no éramos nobles.

Ella... venía por mí... Y-yo fui el responsable de...

Me di un golpe en la cara.

—¡¿Ángel?!

No... No tengo tiempo para odiarme, hay sobrevivientes que necesitan ayuda.

—Y-ya veo... ¡¿Hay alguna enfermera?! ¡¿Alguien sabe tratar heridas?!

Algunas levantan las manos.

—¡Síganme!

Salimos de las habitaciones y nos dirigimos a los heridos.

—¡Por favor, hagan lo que puedan!

Dos dragones llegan y aterrizan frente a nosotros. En los cuellos de los dragones hay un logo con la figura de un conejo blanco.

¡Más dragones! ¡No tengas miedo, Ángel! ¡Pelea!

—¡Crismei!

—¡Espera, ese logo es de nuestro país, son dragones de nuestro país!- Dijo Rem.

De los dragones bajan unos hombres.

—¡¿Qué pasó?!

—¡No sé mucho, pero ella sabe más que yo! ¡Rem!

Rem se acerca a ellos y me alejo. Debo buscar a Sonia.

—¿En dónde estará Sonia?

¿Estará muerta...? ¡Es cierto, la marca!

Me quito la camisa y reviso mi marca.

—Ella aún está viva, la marca aún no desaparece.

Siento un escalofrío.

—¿Vendrán los dragones de nuevo?

Una flecha rosa se dirige a mí a una increíble velocidad y me atraviesa el pecho, exactamente en el corazón.

No pude reaccionar a tiempo.

—Mierda...- Digo mientras sangre sale de mi pecho.

Veo a un dragón volando y veo a Sonia atada. Una chica está a su lado. Ambas están sobre el dragón.

Secuestraron a Sonia.

—¡¡Ángel!!- Gritó Sonia.

Pero... no puedo... hacer nada.

—So... nia...

Caigo al suelo y Crismei se acerca rápidamente a mí.

—¡Ángel!- Dijo asustada.

Ella me observa con lágrimas en sus hermosos ojos. Alguien llora mi muerte... Se siente bastante bien que alguien llore por ti.

—N-no, por favor. No mueras. No me dejes. ¡No me dejes!

Le acaricio la cara con la poca energía que me quedaba y le sonrío.

—Adiós... Crismei...

—¡N-no! ¡No quiero perderte también!

Me toca la frente con sus manos.

—¡Patle, Cano, Fetoca, Tarapo, Buentalan, reencarnación!- Dijo rápidamente y sin pausas.

Gracias por ser mi amiga... Gracias por todo...

No tuve una buena y larga vida, pero he disfrutado mi vida... Madre, gracias por todo lo que hiciste por mí.

Dejo de respirar... El brillo de mis ojos desaparece y cierro los ojos... He muerto.

Unos segundos después de la muerte de Ángel, Crismei recibe una buena noticia.

—¡Ángel, eres compatible!- Dijo Crismei sonriendo y llorando.

Se vuelve polvo y desaparece.

Cristal se acerca al cadáver de Ángel y empieza a llorar.

—¡¿Ángel?!

Y así termina la aventura de Ángel... ¿O no?

(Cinco años después.)

Despierto en una cama, en una habitación pequeña. La habitación solo tiene una cama, no tiene otro mueble.

Qué raro... ¿Así es el paraíso? Me lo imaginaba más lindo y elegante.

—¿En dónde estoy?

¿Estaré en el infierno?

Me levanto y no veo a nadie.

¿Eh? ¿Quién es ese niño en el espejo...? ¿Qué? ¿Soy yo?

Soy un niño pequeño, tengo el cabello negro y largo, uso una camisa negra rota y un pantalón negro... ¿Un niño pequeño?

Qué raro... Ah, seguramente estoy alucinando.

—¿Hola?

Esto es raro... Debo investigar.

Salgo de la habitación y veo a un hombre muy alto. Tiene un bigote negro, cabello negro, usa una camisa blanca, sucia y rota, y unos pantalones negros.

—Hola, hijo. ¿Quieres desayunar?- Dijo sonriendo.

¿Qué? ¿Cómo me llamó?

—¿H-hijo?

—¡Ángel!

Escucho la voz de Crismei en mi cabeza.

—Ángel, di lo que te voy a decir: "Iré a jugar con Mei".

Me siento confundido, pero si Crismei me dijo que lo dijera, supongo que debo decirlo

—I-iré a jugar con Mei.

—Está bien, no corras mucho.

Esto es raro.

Salgo de la casa y me doy cuenta de que estoy en un pueblo pobre. Las personas usan ropa rota o sucia. Y apesta. ¿En dónde estoy?

—Crismei, ¿qué pasa? ¿En dónde estoy? ¿Y por qué veo todo más grande?

—Tú moriste, pero yo te lancé un hechizo para renacer. En otras palabras, reencarnaste.

...

...

...

—¡¡¿Qué?!!- Grité sorprendido y confundido.