La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 30
Me reúno con Mei afuera de mi casa... Ah... Tener una amiga de la infancia se siente muy bien... Es cliché, pero me gusta ese cliché. Es agradable tener amigos... No tenía amigos en mi otro mundo. Tener una amistad en este me hace sentir bastante bien. Tengo dos grandes amigas. Mei y Crismei. Bueno, aunque Crismei es mi mejor amiga. Vaya, vaya. Tengo una mejor amiga... Extraño la tecnología, pero debo admitir que este mundo me ha dado amigos, aunque también me hizo sufrir y me mató.
He experimentado la crueldad de este mundo por experiencia propia, por eso me sorprendió lo que Mei dijo.
—¿Quieres ir al bosque negro? ¿Por qué?- Digo confundido.
Ese bosque es muy peligroso... O eso he escuchado. Investigué todo lo que pude sobre este mundo. Sus leyendas, mitos, creencias, lugares peligrosos, etcétera. Debo estar preparado para todo tipo de situaciones peligrosas, así me aseguro de que mis posibilidades de supervivencia aumenten. No iré a un lugar que no conozco sin una investigación previa.
—¡Ahí hay una flor que nunca se marchita, y quiero tenerla!- Dijo emocionada.
Una flor, ¿eh? No lo sé... ¿Vale la pena arriesgarnos por una simple flor?
—Pero es muy peligroso, aparte de que el viaje es muy largo.
Me da flojera. Solo quiero ir a mi cama y dormir. Me duele el cuerpo por todo el entrenamiento que hago.
—¡Vamos, no seas cobarde!
No es por cobarde, sino por flojo, ah, y también porque es peligroso.
—Tardaremos horas caminando.
—¡Mi padre me prestó su caballo, no te preocupes!
Sentí un pequeño escalofrío y suspiro. Los padres de este mundo no se preocupan tanto por sus hijos.
... Ahora que lo recuerdo, mis tíos me prestaban sus caballos cuando era pequeño... Ah... Como sea.
Los padres en este mundo son muy despreocupados... Supongo que podré protegerla si nos ataca algo... Ah, es cierto, los que viven aquí me llaman protector. Uso una capucha negra para atacar a los monstruos que se acercan al pueblo, y los habitantes que están en peligro también los protejo. Seguramente se sienten demasiados seguros, por eso el padre de Mei le permitió ir en caballo hasta ese lugar. Eso es demasiado estúpido, debe haber otra razón oculta... Espera...
—Mei, repite eso. ¿Realmente tu padre te prestó su caballo?
—Sí.
Sentí un pequeño escalofrío. Sí, está mintiendo.
Ah, esta pequeña traviesa.
Intento tranquilizarme... Tengo a Crismei y he entrenado bastante... Creo que soy capaz de pelear con algún bandido o monstruo... No, no creo, ¡sé que puedo derrotarlos! Jeje. No es por presumir, ¡pero me volví poderoso...! Bueno, poderoso comparado con simples bandidos, ¡pero soy fuerte!
Le sonrío a Mei.
—Está bien, vamos.
—¡Sí!- Dijo mientras da un gran salto de alegría.
Es tan adorable... ¡Quiero proteger su sonrisa...!
Mmm... Esto es raro... Llevamos mucho tiempo siendo amigos y no me he enamorado de ella... Ahora que me doy cuenta, no he sentido atracción por nadie... Qué raro... Por la única que siento algo es por... No... Mejor no pienso en eso.
Ella está lejos de mi alcance. No soy digno de ella.
•
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30 minutos después, estamos listos para nuestro pequeño viaje.
Subo a un caballo blanco. Lo estamos tomando sin permiso, pero Mei lo tomó sin permiso, yo no. Jeje. Ella recibirá el castigo.
—Vamos.
—¿Sabes cabalgar? Si quieres yo puedo...- Dijo Mei preocupada antes de interrumpirla con mis palabras.
—Sí sé, no te preocupes, vamos.
Ella no me ha visto cabalgar. Ella tiene mucha experiencia en esto, pero yo también la tengo. Incluso monté un unicornio... Ah, ese unicornio se llamaba Mei también. Qué coincidencia.
—¡Está bien!
Mei se sube y se sujeta de mí.
—¡Vamos!
Empezamos nuestra pequeña aventura... Espero que realmente no pase nada malo... No siento ningún mal presentimiento, pero no bajaré la guardia.
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Una hora después, por fin lo logramos.
Llegamos al bosque negro. Es un bosque como cualquier otro... El nombre es engañoso. Me siento estafado, pero también aliviado.
—¿En dónde está?
—Solo debemos buscarla.
Buscar suena aburrido, necesitaremos ayuda.
Veo a una ardilla comiendo una fruta que está en el suelo.
—Espera...
Me bajo del caballo, me acerco a la ardilla y le susurro.
—Oye, ¿sabes en dónde está la flor que nunca se marchita?
—Claro que lo sé.- Dijo la ardilla con voz de hombre.
—Perfecto. ¿Puedes decirme en dónde está?
—Claro, está...
Se queda unos segundos viéndome y comienza a temblar.
—¡¿Puedes entenderme?!- Dijo asustado.
—Sí... Digamos que es un talento que tengo.- Digo sonriendo.
—¡Sorprendente!
La ardilla salta y sube a mi hombro derecho.
—¡Yo te indicaré el camino!
Qué adorable es.
—Gracias.
Vuelvo con Mei y me subo al caballo.
—Es por aquí.- Dijo la ardilla señalando el camino con su pata.
—¿Por allí? Está bien, gracias.
—Nunca entenderé cómo lo haces, ¡pero es genial!- Dijo Mei mientras me observa con ojos brillantes.
—Es un secreto.
Puedo usar este poder frente a Mei porque es mi amiga, sé que guardará mi secreto, puedo confiar en ella.
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Tardamos unos 5 minutos en llegar.
Llegamos a un lugar en donde hay muchas flores verdes. Huele muy bien.
—¿Son esas?
—¡Sí!- Dijo la ardilla.
Me las imaginaba más hermosas y enormes, pero son lindas.
—Muchas gracias por tu ayuda.
Acaricio la cabeza de la ardilla.
—¡Adiós!
La ardilla salta y se va. Los animales son tan amables conmigo. Me pregunto si mi poder consiste en que ellos me entiendan. En mi mundo, los animales no hacían lo que los humanos les decían con tanta facilidad. Creo que mi poder me permite comunicarme perfectamente con ellos, para que los animales entiendan perfectamente mis intenciones.
—Toma la flor y vámonos.
—¡Sí!
Mei baja del caballo y arranca una flor del suelo.
—¡Es hermosa!
Un gran escalofrío recorrió mi cuerpo por completo.
—¡Mei, a...!
—¡¡Deja esa flor ahí!!- Gritó una mujer.
Ya era demasiado tarde.
Una mujer con la piel verde aparece. La mujer usa un vestido blanco, y tiene el cabello blanco y largo.
¡¿Un espíritu del bosque o algo parecido?! ¡Hicimos enojar a una persona peligrosa!
—¡Serás castigada, y tu castigo es la muerte!- Dijo la mujer enojada.
—¡¿Muerte?!- Dijo Mei asustada.
—¡Espera, por favor!
Bajo del caballo y me paro frente a la mujer de piel verde.
—¡Ella dejará la flor en su lugar, por favor, déjala vivir!
La mujer verde se me queda viendo por unos segundos.
—Acércate, por favor.- Dijo la mujer.
Suspiro y la veo seriamente.
—Está bien.
No siento ningún mal presentimiento.
Me acerco a ella y me toca la frente con su mano derecha.
—Ya veo... Está bien, te regalo la flor, puedes irte.- Dijo la mujer sonriendo.
Eso fue un cambio de personalidad demasiado brusco, pero tampoco me quejo.
—¡Muchas gracias!- Dijo Mei.
Mei y yo subimos al caballo. Lo mejor sería irnos antes de que la mujer cambie de opinión.
—¡Cuida muy bien a Crismei!- Dijo la mujer.
¿Eh?
Mei parece confundida, pero yo también lo estoy. ¿Por qué la conoce?
—¿Crismei?
—Creo que se confundió, vámonos.
Nos alejamos rápidamente de ella... Ella conoce a Crismei... ¿Qué significa eso?
—Bueno... ¡Conseguí la flor gracias a ti!
Ella me abraza con fuerza.
—¡Y me salvaste la vida!
—No fue nada, no te preocupes.
Ella ni siquiera te iba a matar... Ella no es mala... Puedo sentirlo con solo verla... Es un espíritu bondadoso.
Me gustaría regresar en el futuro para hablar con ella, pero tampoco puedo confiar en ella... Después pensaré en eso
•
•
Una hora después, después de dejar a Mei en su casa, llegué a la mía.
Me acuesto en mi cama y Crismei sale de mi bolsillo.
—¿Quién era esa mujer?- Le pregunté a Crismei.
—Es un espíritu natural.
Lo supuse, tenía esa aura y apariencia de ser un espíritu.
—¿Y por qué te conoce?
—No... No lo sé... Realmente no lo sé.
—Esto es raro.
Como todo en este mundo. Ah... Este mundo y sus misterios nunca me dejarán de molestar.
•
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(Tres años después.)
Volví a ser el de antes. Mi cara y mi cuerpo son idénticos a mí antes de morir. Bueno, mi cuerpo no tanto, pues he entrenado por muchos años y fortalecí mis músculos.
Soy delgado, pero con buenos músculos. Soy muy, muy fuerte... Ah... Tener un cuerpo especial tiene sus ventajas. No soy una gran masa de músculos, eso afectaría mi velocidad.
Mi cuerpo no refleja mi verdadera fuerza.
—¡Es hoy!- Dije emocionado.
Me levanto y Crismei se esconde en el bolsillo de mi pantalón.
—Hoy es mi último día de clases... Al menos aprendí la escritura de este mundo.
•
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Unas horas después, mi tortura... Digo, la escuela terminó.
—Fue un gusto ser su profesor, pueden irse.
Todos gritan y salen corriendo del salón de clases.
Mei y yo salimos caminando del salón de clases. Mei creció bastante, le crecieron demasiado los pechos y se volvió muy hermosa.
Pero... A pesar de tener la misma edad que yo y ser amigos de la infancia, nunca me enamoré de ella... Por la única que siento algo es por... ¡No, eso nunca pasará!
Mejor olvido eso... Dejaré mis sentimientos por ella a un lado.
—Ya no tenemos que ir a clases, que felicidad.- Dije sonriendo y emocionado.
Mei me da un golpe en la cabeza.
—El estudio es importante, no pienses así.
—Sí, ya lo sé... ¿Y qué piensas hacer ahora?
—No lo sé... Creo que me casaré con un hombre muy rico para que me mantenga.
Empieza a reír y le sonrío.
—Vaya, y yo que pensaba que tenía una oportunidad contigo. Qué decepción.
Me río y ella me observa nerviosa y sonrojada. ¿Y esa reacción? No, seguramente el golpe me hace ver cosas raras.
—¿Q-quieres que yo sea tu novia?
Se queda quieta.
—No lo sé.
Volteo a verla y le sonrío.
—Tal vez.
Mei se sonroja aún más y le acaricio la cabeza. Qué linda se ve avergonzada.
—¡Te deseo suerte encontrando esposo!
Me alejo corriendo y Crismei me habla en mi mente.
—¡O-oye, ¿es en serio lo que dijiste?!- Dijo con un tono nervioso.
Seguramente piensa que me enamoré de ella y olvidaré mi misión principal.
—Obvio no, yo tengo como 30 años y ella tiene 15 años, es ilegal... Bueno, ilegal en mi mundo, en este mundo, lamentablemente, es legal... Pero, aún así, lo considero ilegal.
—Bueno, prácticamente tienes 15 años.
—Aún así, yo no haría eso.
Adiós, Mei, tal vez sea la última vez que me veas con vida. Fue un placer conocerte, adiós.
•
•
Llego a mi casa y entro rápidamente.
—¡Padre, ya es hora!
—Es tu decisión y la apoyo.- Dijo mi padre sonriendo.
Me abraza con fuerza.
—Te deseo suerte en la ciudad Freki
—Gracias, prometo visitarte cada mes.
Una pequeña mentira.
—Te estaré esperando.
Deja de abrazarme y tomo mi maleta que está en la mesa.
—Adiós, padre.
—Adiós, hijo.
Salgo de ahí corriendo y se me salen unas lágrimas. Mierda, realmente me duele dejar atrás esta nueva vida, pero debo seguir adelante con mi misión.
—Vaya, lo extrañaré mucho.
—Bueno, después de todo, es tu padre.
—Lo sé... Mi padre...
Tengo un padre... ¿Eh?
Veo a Mei a lo lejos y se dirige a mí corriendo con una maleta. ¿También se va de viaje? No lo sabía. Le desearé suerte en su viaje y después me iré.
—¡¡Vámonos!!- Gritó emocionada.
... ¿Vámonos? ¿Qué? ¿Nosotros?
Me detengo y la observo confundido.
—¿Vámonos?
Se para frente a mí con una gran sonrisa.
—¡Sí, iré contigo a la ciudad Freki!
—Ya te dije que yo iré para ser un aventurero.
—¡Yo quiero ir contigo! ¡He estado planeando irme contigo desde que me enteré de que te ibas!
Me abraza con fuerza.
—¡Acepto ser tu novia!
—¡¿Eh?!- Digo nervioso.
¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo le pedí ser mi novia?! ¡¿Acaso me volví loco?!
Me mira a los ojos sonrojada. ¡Nooooo! ¡La mirada de una chica enamorada! ¡¿Por qué pasó esto?! ¡No tiene ningún sentido!
—Tú dijiste que querías que yo sea tu novia, y debo admitir que me gustas desde hace muchos años... ¡Estoy enamorada de ti!
Me da un beso en la boca y me pongo completamente rojo. ¡¿Mi primer beso es así de inesperado?!
E-esto está mal, muy mal... Bueno, también tengo 15 años, así que es legal... Creo. ¡¿Por qué pasó esto?!
Deja de besarme y la veo sonrojado.
—E-el viaje puede ser peligroso, ¿estás segura?
—¡Claro!
... Ah... Esto... Ah... ¡Mierda!
—Está bien... Espera...
Regreso a mi casa corriendo y entro rápidamente.
—¿Se te olvidó algo?- Dijo mi padre.
—Sí, mi espada.
—¿Tu espada?
Entro a mi habitación y Crismei sale de mi bolsillo.
—¿Espada?
—Espada.
Crismei se transforma en una espada y la tomo con mi mano derecha.
—¡Vamos!
Salgo de la habitación.
—¡Adiós!
Salgo de la casa y llego con Mei.
—¡Vámonos, Mei!
—¡Sí!
M-mierda, estoy dejando que mis emociones me controlen. ¡Es la primera chica que me dice que está enamorada de mí, no me culpen por emocionarme!