La dolorosa vida de Ángel.
CAPÍTULO 20
Lo supuse. Era obvio que este viaje no sería tan tranquilo. Fui un ingenuo al pensar que este viaje terminaría sin problemas.
Esta es una situación demasiado peligrosa, debo tener cuidado.
—¿Es su líder?- Digo con una mirada seria.
—Lo es. Ahora responde, ¿aceptas o no?
Necesito ganar tiempo. Necesito pensar mejor en lo que haré.
—¿Puedo pensarlo?
—Te daré un minuto.
Veo a mi alrededor y analizo la situación.
Cristal sigue desmayada. Ellos deben formar parte de la gran red criminal que mencionó Cristal. Supongo que Merteo es su líder... Ahora que recuerdo...
Recuerdo las palabras del director, sobre lo que dijo de los plebeyos.
Es cierto...
La familia Veninfe se aprovecha de los plebeyos... Supongo que debo averiguarlo. No puedo irme sin liberar a los plebeyos de las garras de esta asquerosa familia.
Veo a los criminales, la mayoría tienen espadas, arcos y escudos. Parecen fuertes. Al menos confirmé que no han inventado las armas de fuego en este mundo. En una batalla cuerpo a cuerpo tengo la ventaja gracias a Crismei, pues mi cuerpo se mueve casi inconscientemente para esquivar los ataques, pero no sé si pueda reaccionar a tiempo a los ataques con flechas.
Aparte, no puedo pelear con las chicas a mi lado, sería demasiado peligroso... Supongo que no tengo otra opción.
Suspiro. Se me ocurrió algo, no es un gran plan, pero funcionará... Eso espero.
—¡Acepto, pero con la condición de que dejen ir a mis amigas!
—Está bien.
Debo quedarme aquí y resolver este asunto personalmente. No puedo garantizar la seguridad de las chicas si se quedan conmigo.
Me dirijo a Sonia y le susurro.
—Tengo que arreglar este asunto, regresa a la escuela, por favor.
—Podemos ayudar...
—No...
La interrumpo con mi voz. No necesito su ayuda. Sinceramente, hasta ahora me ha decepcionado bastante que no sepa pelear, pero se le perdona porque todavía no le enseñan eso.
Aparte, tengo entendido que la escuela de divide en dos diferentes. La escuela de hechiceros y la escuela de los guerreros. Los que atacan con espadas, arcos, etcétera, y los que se interesan más por la magia.
Sonia está en la escuela de magia. Si ella estuviera en la escuela de guerreros, podría ayudarme, pues es bastante probable que los que estudien en esa escuela hayan sido entrenados desde que eran pequeños. Lamentablemente, Sonia se interesó por la magia, así que ella no tiene experiencia en peleas, y tampoco creo que Charlotte o Cristal puedan ayudarme, pues están en la misma escuela.
Por ahora, yo soy el único que tiene el poder necesario para pelear. No tengo experiencia, pero tengo a Crismei, que mejora mi cuerpo.
—No... Esto es muy peligroso... Regresa a la escuela. No te preocupes por mí. Si no regreso a la escuela en dos días, quiero que le digas al Rey que la familia Veninfe no son descendientes del familiar.
—Está bien, ten cuidado.
Me dirijo a Charlotte.
—Salgan lo más rápido que puedan. Esto es peligroso.
—Podemos ayudar Ángel, solamente...
—No, es peligroso, lo siento.
Bajo a Rei de mi hombro y la subo al caballo.
—Adiós.
Me alejo de ella y me dirijo al hombre.
—Quiero hablar con su líder.
—Acompáñanos.
El hombre empieza a caminar y lo sigo. Volteo a ver a Sonia y le extiendo el dedo pulgar, dándole a entender que estaré bien.
—Ángel, ¿qué haremos?- Dijo Crismei.
—No lo sé, pero supongo que pronto se me ocurrirá algo, Crismei.
•
•
Minutos después, llegamos con esa familia.
Me reúno con la familia Veninfe en el salón vacío. Todos los miembros de la familia están ahí. Andrea, Merteo, Nerma, un anciano y unos hermanos gemelos.
—Me alegro de que hayas aceptado.- Dijo Merteo.
—¿Qué quieren exactamente de mí?
—Queremos que te unas a nuestra organización.
—¿Su organización?
—Volfer, que es mejor conocida como la organización criminal más poderosa del continente. Queremos que seas uno de los líderes.
Es muy obvio que solo están interesados en mi magia. Pero, si me uno a su organización, podré descubrir lo que hacen.
Me rasco la cabeza. Es una apuesta bastante arriesgada. ¿Vale la pena intentarlo? No lo sé, pero se me acaban las opciones.
—¿Y yo qué ganaría?
—Tendrás esclavos, esclavas Súcubos, dinero y poder sobre el país.
—Poder sobre el país, ¿eh?
Bostezo y me tapo la boca. Bajo la mirada y susurro.
—Sígueme la corriente, Crismei.
—Sí, Ángel.
Me quito la mano de la boca.
—Bueno...
Levanto la mirada y observo a Merteo con una mirada seria. No debo mostrar miedo ni furia, mucho menos confusión o duda. Merteo debe verme como alguien serio en estos momentos, para que mi actuación sea mejor.
—Suena tentador... Acepto.
—¡¡Traigan el contrato!!- Gritó Merteo.
Dos hombres entran y se paran frente a mí, extendiendo un papel. El papel está rodeado por un brillo azul... Genial. No entiendo las letras, así que no sé lo que dice. No puedo firmar algo que no entiendo.
—Firma.
—No firmaré algo que no sé lo que dice. ¿Podrías leerlo por mí?
—¡Espera!
Crismei vuelve a su forma humana.
—¡No firmes, es un contrato de juramento!
—¿Qué significa eso?- Digo confundido.
—¡Si rompes el contrato, morirás!
¿Un contrato mágico? Wow. Me pregunto cómo funcionará algo así.
—Ángel, no tienes otra opción, debes firmar si no quieres que tu amiga muera.- Dijo Merteo sonriendo.
—¿Eh?
¿A-amiga?
—¿A qué te refieres?
—Lamentablemente, no pudimos capturar a todas tus amigas, pero al menos capturamos a tu amiga llamada Cristal.
—¡¿Q-qué?!- Digo nervioso.
—Es una forma de asegurarnos de que firmes.
M-maldita sea... ¡¡Esto no se los perdonaré!!
—¡Maldito! ¡Crismei, conviértete en espada!- Digo enojado.
—¡Sí!- Dijo Crismei enojada.
Crismei se convierte en espada y la tomo con mi mano derecha con fuerza. Se aprovecharon que Cristal estaba desmayada. Se aprovecharon de alguien que no podía defenderse. De alguien débil... ¡¡Cobardes!!
—¡Te mataré!
Me lanzo contra él, pero dice unas palabras que hace que me detenga.
—Cristal morirá si me atacas.
Me detengo y lo observo con furia.
—¡Eres un cobarde!
Merteo se acerca a mí y me acaricia la mejilla.
—No soy un cobarde, y para demostrártelo, te ofrezco una alternativa. Derrota a cada uno de los jefes de la organización y te entregaré a tu amiga.
—¿En serio?
Suena demasiado bueno para ser verdad.
—¡Querido, ¿qué estás diciendo?!- Dijo Andrea.
—¡Padre, es una tontería!- Dijeron los gemelos.
Merteo voltea a verlos y les sonríe.
—No se preocupen. Luego les explico.
Lo veo a los ojos y me alejo de él.
—¿Cumplirás con tu palabra?
—Lo prometo, te doy mi palabra. ¿Quieres que firmemos un contrato?
—No me arriesgaré a firmar nada, pero confío en tu palabra. Si derroto a los jefes, tú me entregarás a Cristal. ¡Y no la toquen! ¡No le hagan daño! ¡Si descubro que fue abusada sexualmente o torturada, dejaré de ser el maldito familiar y dejaré que este mundo sea conquistado por el Rey Demonio o cualquier demonio o monstruo que aparezca en el futuro! ¿Entendiste?
—Claro. No te preocupes. Ella estará bien. Mis hombres tienen prohibido tocarla o lastimarla.
Crismei vuelve a su forma humana.
—¡Espero que cumplas con tu palabra!
—Lo haré.- Dijo sonriendo.
—¡Ángel, ¿confías en él?!
Me le quedo viendo a Merteo por unos segundos y sonrío. No siento ningún mal presentimiento u hostilidad.
—No siento ningún mal presentimiento, él está diciendo la verdad.
—Solo tengo una condición.- Dijo Merteo.
—¿Cuál?
—Deja que los jefes se preparen para pelear. Mañana podrás empezar a pelear.
—Claro, yo también necesito prepararme.
Abro la puerta del salón y volteo a ver a Nerma.
—Creo que nuestra cita se canceló.
Crismei y yo salimos del salón.
Él decía la verdad... Cuando alguien me miente, siento un escalofrío... Él dice la verdad... Por ahora, confiaré en sus palabras.
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—¡Querido, ¿por qué dijiste eso?!- Dijo Andrea.
—¡¿Realmente cumplirás?!- Dijeron los gemelos.
Merteo sonríe y unas lágrimas salen de sus ojos.
—Consulté a la vieja vidente.
—¿A Nirsma?
—¿Q-qué dijo?
—Dijo que nosotros...
Y con las siguientes palabras que salieron de su boca, todos comenzaron a temblar de miedo y comprendieron lo que Merteo hizo.
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—Esto se complicó.
Salimos del castillo y Crismei está sobre mis hombros en su forma humana.
Al menos me aseguré de que Cristal estaría bien, pero todavía nos falta liberarla. ¿Cómo pelearé contra personas que no conozco? No sé sus habilidades. ¿Tendrán habilidades especiales? No lo sé. Debo investigar.
—¿Estás seguro, Ángel?
—Sí... Realmente no sentí que estuviera mintiendo.
—Pero, ¿por qué estás tan confiado?
—Escucha, si lo hubiera atacado, Cristal habría muerto. Si hubiera firmado, me habrían obligado a hacer cosas muy malas. Realmente no tenía muchas opciones.
—Supongo que creer en su palabra es tu última opción.
Sí, es la más segura, al menos por ahora.
Saco mi teléfono y le llamo a Charlotte. Pasan unos segundos y Charlotte contesta.
—¡Ángel, Cristal fue...!
—Lo sé, ya me enteré.
—¡Te iba a avisar antes, pero cuando intenté llamarte, un pájaro me arrebató mi teléfono! ¡Estuve persiguiendo al pájaro y...¡
—Y supongo que cuando te marqué, el pájaro se asustó y soltó el teléfono, ¿verdad?
—¡Exactamente!
Ah... No sé si es mala suerte o simplemente este mundo cliché está haciendo de las suyas otra vez.
—Suena gracioso... ¿Cómo secuestraron a Cristal?
—¡Nos rodearon y empezamos a lanzarles hechizos! ¡Nos superaron y tuvimos que huir! ¡Pero, lamentablemente, Cristal cayó de Mei y uno de los criminales la tomó y se fue corriendo! ¡No pudimos rescatarla, pues eran decenas de criminales!
—Ya veo... ¿En dónde están?
—¡Estamos muy lejos de la ciudad!
—Bien, váyanse a la escuela, yo me encargaré de rescatar a Cristal. Dile a Sonia que regresaré en tres o en cuatro días a la escuela.
—¡P-p-pero...! ¡No, Sonia!
—¡Dame eso! ¡Ángel, ¿por qué no me hiciste un teléfono a mí?!
—¿Bueno? ¿Sigues ahí? ¿No se escucha nada? Creo que no tengo señal, adiós.
—¡No te atrevas a...!
Cuelgo y guardo mi teléfono. Suspiro aliviado. Sonia ya sabe sobre que puedo crear teléfonos, pero eso es un problema para el Ángel del futuro.
—Bueno... Supongo que ahora tenemos que esperar a que sea mañana... ¿Quieres ir a recorrer la ciudad?
—Claro.
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Wow... Vaya, vaya... Creo que es la primera vez que veo prostitutas.
Estoy parado frente a un bar y burdel. Afuera están varias mujeres semidesnudas.
Qué lindas. Oh, y también son ardientes. ¡Hay una chica muy alta y con enormes pechos! ¡Genial!
Si Crismei no estuviera conmigo, entraría inmediatamente para perder mi virginidad con ella.
Y como si ella estuviera leyendo mis pensamientos, Crismei me empieza a dar golpes en la cabeza.
—¡Vámonos, pervertido!- Dijo enojada.
—L-lo siento, vamo...
Espera...
Veo a una mujer semidesnuda con moretones en la cara. La golpearon. ¿Algún cliente agresivo o...?
—Es uno de los negocios de la organización... Tratan mal a las mujeres... Crismei, conviértete en espada.
—¿Atacarás?
—Sí, lo haré.
—Pero debemos atacar mañana.
—Es cierto... Lo siento, pero supongo que mañana las rescataré.
Me alejo de ahí.
—Crismei, consigamos un lugar en donde dormir.
—¡Vamos!
Si ataco ahora, estaría cometiendo una estupidez. Debo cumplir mi palabra.
Las rescataré, por favor, sean pacientes.
Este mundo es asqueroso, pero debo acostumbrarme. Este será mi hogar hasta que muera, ya no puedo regresar.