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Chapter 13 - CAPÍTULO 13- ¿Soy poderoso?

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 13

Llegamos a un salón enorme y elegante, en donde está el Rey, su esposa y su hija. El Rey tiene una gran barba negra, es pequeño y usa una corona azul. Su esposa es muy hermosa, tiene una larga cabellera verde y unos enormes pechos. Maldito suertudo, tiene a una belleza como esposa.

La hija es igual a su madre, solo que más pequeña.

Vaya... La realeza tiene excelentes genes.

La princesa es hermosa y sus pechos son grandes. Pero considerando que la loca de Sonia me amenazó con cortarme los testículos si le veía los pechos a la Reina o a la princesa, con todo el dolor de mi corazón tendré que ver solamente sus ojos.

—Su Majestad, él es Ángel, el familiar.

Sonia y Froulen se arrodillan, demostrando sus respetos hacia la familia real.

No me arrodillaré. No los conozco, no los respeto.

—Es un placer conocerte, Ángel.- Dijo el Rey.

—Fufu. Gracias.

—Oye, idiota.

Sonia me susurra.

—Ángel, debes arrodillarte.

Nadie en este lugar es superior o inferior a mí. Todos somos iguales para mí. No me arrodillaré.

—No, gracias. ¡Disculpe, ¿qué quiere de mí?!

Sonia se levanta y me tapa la boca.

—¡D-disculpe a mi familiar, por favor!- Dijo nerviosa.

—No te preocupes, déjalo hablar.- Dijo el Rey sonriendo.

—¡S-sí!

Sonia me quita la mano de la boca... Sus manos son suaves, pero no me siento nervioso ni me sonrojé... Sí, realmente no me siento atraído. Todos sus golpes ya me provocaron un trauma.

—Entonces... ¿Por qué estoy aquí? ¿Quiere que derrote algún monstruo o algo por el estilo? ¿Tiene alguna misión importante para mí?

—Solo quería conocer al familiar que fue invocado por medio del muro celestial, es todo.

... Debes estar bromeando.

—Entonces... viajamos todo un día... ¿Solo por eso...? ¡¿Es en serio?!- Digo enojado.

—Lo siento, es que hace miles de años que nadie invocaba a su familiar por medio del muro celestial, por eso quería conocerte.

Maldito anciano hijo de... Ah... No... No puedo perder el control.

Suspiro y me relajo. Me hizo venir hasta este lugar solo por eso... Demonios... ¡Odio a los nobles y a la realeza!

—Está bien... Bien... ¿Es todo? Ya me vio. ¿Me puedo ir? Tengo una cita con la comida.

Sonia me tapa la boca de nuevo.

—¡Él no sabe lo que dice, discúlpenos!

El Rey se ríe... Al menos él no parece un Rey malvado.

—¡Me caes bien! ¡¿Quieres comer con nosotros, Ángel?!- Dijo el Rey emocionado.

Bueno, bueno, bueno. No parece el clásico Rey molesto y arrogante.

Sonia quita su mano de mi boca.

Bueno... Tengo hambre.

—Por supuesto, tengo mucha hambre.

—Yo también tengo hambre, Ángel.- Dijo Crismei.

—¿También...? Bueno... Puedes salir, Crismei.

Después de todo, es un Rey... Creo que puedo confiar en él.

Saco a Crismei de la vaina y se transforma en una niña.

—Bien... ¿Y la comida?- Digo sonriendo.

El Rey y su familia observan a Crismei sorprendidos... Bueno, cualquiera se sorprendería si viera a una espada transformarse en una niña. ¿Las hadas son muy raras en este mundo? Después investigaré al respecto.

—¡Increíble! ¡¿Tu espada se transformó en una niña?!- Dijo el Rey sorprendido.

—¿Está ciego? Es obvio que mi espada se transformó en una niña. Su nombre es Crismei, y es un hada.

—¡Increíble!- Dijo la hija del Rey.

La hija del Rey se acerca a Crismei.

—¡¿Eres un hada?!- Dijo emocionada.

—Crismei, conviértete en un hada, por favor.

Crismei se transforma en un hada.

—¡Es hermosa!

Mmm... 50/50. Es más adorable que hermosa.

La hija del Rey intenta acariciar a Crismei y Crismei se aleja de ella.

—No me gusta que me toquen. Solo mi amo Ángel puede tocarme.

Ah, eso sonó mal. Espero que no se malinterprete.

—¡Quiero tocarte!- Dijo enojada.

La hija del Rey me apunta con su dedo índice.

—¡Te ordeno que le ordenes que se deje tocar!- Dijo enojada.

... ¿Es en serio?

—¿Me estás dando una orden?

Se me sale una pequeña risa... Qué gracioso... Sabía que pasaría esto.

Yo solo soy el esclavo de Sonia, solo debo obedecerla a ella. No tengo la obligación de obedecer a otras personas. Yo estoy en este mundo en contra de mi voluntad, y por lo que sé, solo yo tengo la magia necesaria para derrotar al peligro que se acerca. Yo soy más importante que ustedes. Yo soy el que debe dar las órdenes, no el que las reciba.

Tienen suerte de que yo no sea malvado. La educación que mi madre me dio me ayudó a crecer como alguien amable. Alguien que se preocupa por los demás y trata a todos con respeto. Todos somos iguales, nadie es mejor que nadie.

—Lo siento, no puedo. Si a Crismei no le gusta que la toquen, yo no puedo obligarla a que se deje tocar. Es más. Crismei, recuerda, si alguien te quiere tocar en contra de tu voluntad, grita y pide ayuda. Y lo matas si te quiere tocar en tus partes privadas.

—¡Síp! ¡Lo haré, Ángel!

Debo prevenir que alguien intente aprovecharse de mi linda Crismei.

—¡Te lo ordeno, haz lo que te digo!

Suspiro e intento relajarme. La hija del Rey es otra Sonia.

Bueno, al menos ella tiene pechos más grandes.

—No me gustan las chicas groseras como tú. Adiós. Crismei, vámonos.

—¡Pero la comida...!

—Por aquí debe haber un pueblo, conseguiremos comida ahí.

La hija del Rey me observa con una mirada amenazante. Por favor, no hagas nada estúpido, linda.

—¡Froulen, no dejes que se vaya!

Froulen se para frente a mí y saca su espada.

—No puedes irte.

¿Este era el mal presentimiento? ¿En serio sería capaz de atacarme?

—No me pueden obligar a quedarme.

Sonia me da un golpe en el brazo derecho.

—¡Ángel, debes quedarte, la princesa te lo ordena!

—¡No quiero! ¡No me puede dar órdenes! ¡Todos somos iguales, nadie es superior o inferior a mí!- Digo enojado.

Froulen pone su espada en mi cuello.

—Harás lo que la princesa te diga.

—No.

Doy un paso hacia atrás.

—¡Crismei!

—¡Sí!

Crismei se transforma en una espada y la tomo con la mano derecha.

—¡No quiero pelear!

Trago saliva y me pongo nervioso. ¡Yo no sé pelear, maldita sea!

¡Por favor, evitemos una pelea innecesaria y dialoguemos como las personas civilizadas que somos!

—Padre, quiero comprobar que tan fuerte es Ángel.

—Yo también quiero averiguarlo. ¡Froulen, ataca a matar!

¡¿A-a-a m-m-matar?!

—¡Sí!

¡Salvajes!

¡Malditos locos!

Froulen me ataca y esquivo su ataque fácilmente gracias a Crismei. Ella me ayudó a predecir el ataque y esquivarlo a tiempo. Es como si pudiera saber cómo atacará antes de que me ataque.

Mi cuerpo simplemente lo supo y lo esquivé.

Ahora debo defenderme si no quiero morir.

—¡Ahora!

Le doy varios golpes con la espada y doy unos pasos hacia atrás... Espera... ¡¿Realmente hice todo eso?! ¡Lo ataqué más de 20 veces en menos de 5 segundos! ¡¿Lo maté?! ¡Idiota, ¿por qué no lo esquivaste?! ¡¿No eras un caballero de élite?!

—¡¿Eh?!- Dijeron todos sorprendidos.

Todos se sorprenden. El cuerpo de Froulen cae al suelo, cubierto de sangre y completamente herido.

—¡¿Qué hice?!- Digo asustado.

Crismei se transforma en una niña.

—No te preocupes, sigue vivo, no lo atacaste para matarlo, así que solo está gravemente herido.

B-bueno, no lo maté, ¡pero está gravemente herido! ¡Eso sigue siendo malo!

—¡Increíble!- Dijo el Rey.

—¡Derrotó a Froulen!- Dijo la Reina.

—¡Ángel, eso fue increíble!- Dijo Sonia.

—¡Idiotas, este idiota se está muriendo! ¡¿Nadie sabe usar magia curativa?!

—¡Traigan a un médico, Froulen puede morir!- Dijo la princesa asustada.

¡Esto fue tu maldita culpa, princesa!

—¡¡Guardias!!- Gritó el Rey.

Dos guardias entran al salón.

—¡Lleven a Froulen con el médico real!

—¡Sí, Su Majestad!

Los guardias se llevan a Froulen. Adiós, posible villano del futuro. Tal vez su odio hacia mí nació hoy y quiera vengarse en el futuro.

—¡Eso fue sorprendente! ¡Sabía que el familiar que fue invocado por medio del muro celestial debía ser alguien muy poderoso!- Dijo el Rey sorprendido.

—¿Se quedarán a comer?- Dijo la Reina.

¿En serio? Trataron de matarme, ¿y quieren que coma con ustedes como si esto no hubiera pasado?

Tienen suerte de que Sonia me iba a obligar a aceptar de todos modos.

—Mierda... Está bien, pero alejen a su hija de mí y de Crismei, por favor.- Digo enojado.

—¿Por qué?- Dijo la Reina.

—No me agrada.- Digo enojado.

—A mí tampoco me agrada.- Dijo Crismei.

Crismei le sacó la lengua a la princesa. Algo infantil. Qué adorable. ¡Ah!

Sonia nos jala de la oreja a Crismei y a mí.

—¡Ángel, Crismei, no deben decir eso!- Dijo asustada.

—Cierto, puede hacer que nos corten la cabeza, ¿verdad?- Digo bromeando.

—Sí.

... ¡¿Eh?!

—¡¿Estás hablando en serio?!

—Vengan, la comida ya debe estar lista.- Dijo el Rey.

Sonia se aleja de mí.

—E-espera... Estás bromeando, ¿no?

¡¿No es una broma?!

¡Maldito país medieval y salvaje!

Salimos del salón y llegamos al comedor. Hay una enorme mesa llena de comida... Genial, una mesa de ricos.

¿Así se desperdicia los impuestos que yo pago? Ah, sí, es cierto, no pago impuestos. Jeje.

Y ni pienso pagar impuestos en el futuro. ¡Soy mexicano, no soy ciudadano de este país! Soy un ilegal.

—¡Wow, se ve delicioso!- Dijo Crismei con los ojos brillantes.

Crismei se sienta y empieza a comer rápidamente.

—Come despacio.

—¡Hace mucho tiempo que no comía algo así de delicioso!

Me siento y tomo algo de carne. La pruebo y es realmente deliciosa. Carne de calidad, ¿eh? ¿Será de vacas elegantes y mágicas?

—Está deliciosa. Era de esperarse de la comida que come la realeza.

La hija del Rey se sienta a mi lado. Me siento un poco incómodo, pues no deja de observarme.

—Oye, si me sigues mirando, yo te miraré los pechos... Pensándolo mejor, sígueme mirando.

—Me quiero disculpar por mi comportamiento, lo siento.

... ¡¿Se disculpó?! ¡Wow! ¡Pensé que sería como Sonia, pero esta chica se disculpó!

—E-está bien.

Me alejo de ella. Se acercó demasiado a mí. Mi timidez no me permite estar tan cerca de una mujer tan hermosa y ardiente como ella.

—Te perdono.

Sigo comiendo. Esta comida es realmente deliciosa. ¡A comer hasta reventar!

—Ángel, quiero decirte algo. Si el muro te envió a nuestro mundo, eso significa que algo malo podría pasar y que tú vienes a ayudarnos.- Dijo el Rey.

Sí, claro, me invocan a este mundo para solucionarles el problema por ustedes. ¡¿Por qué no fue invocado alguien de este mundo?! Arruinaron mi vida, ¿lo sabían?

En el otro mundo no tenía amigos y era un solitario antisocial, ¡pero mi familia era adinerada! Alguna chica saldría conmigo por mi dinero, pero conseguiría novia. ¡Arruinaron mis planes!

—¿Algo malo?

Pero no debo expresar mi enojo. No quiero que Sonia se enoje más conmigo.

—Sí, algo malo.

—Oh...

—Por eso debo pedirte que entrenes. Es obvio que eres muy fuerte, pero puedes mejorar. Froulen es el caballero más fuerte del país, pero tú lo derrotaste fácilmente.

... ¿El más fuerte? ¿Tan débiles son? ¿O yo soy el poderoso? Espero que sea la segunda opción. Si los humanos de este mundo son tan débiles, no me serán de utilidad en el futuro y solo serán estorbos.

—Gracias... Supongo que no puedo negarme.

Sonia me iba a obligar a entrena, estoy seguro.

—Muchas gracias.

Ah... Cuando aparezca el Rey Demonio, lo visitaré y le daré mi lealtad a cambio de una esposa Súcubo. Y si es virgen mucho mejor.

Dejando las tonterías a un lado, lo único que quiero es seguir vivo.

No sé lo que haré en el futuro... Ah, mejor disfruto del presente y no pienso tanto en el futuro.

Termino de comer y me levanto. Disfruté bastante la comida, pero tengo asuntos pendientes.

—Bueno, debo irme, adiós.

—¿Ya nos vamos?- Dijo Crismei.

—Sí, Crismei. Sonia, ¿te quedas? Yo iré al pueblo.

Sonia pone una cara de desagrado. Sí, sí, ya sé que tú eres de clase alta y que nunca estarías en un pueblo asqueroso y pobre.

—¿Con los plebeyos? No, gracias.

Sí... Definitivamente me da asco Sonia.

—Está bien... Como quieras.

Salgo del comedor.

Sonia me da demasiado asco... Es una horrible persona... Es malvada y se cree superior a los demás... No me sorprendería que ella sea el enemigo final. No me dolerá matarla si es así.

—Señorita Churs, quiero que trate a su familiar muy bien, por favor.- Dijo la Reina.

Sin tener oportunidad de negarse, Sonia asintió nerviosa.

—C-claro.

Salimos del castillo y veo un pueblo a lo lejos.

—Ahí está el pueblo, vamos.

—Sí.

Quiero conocer más este mundo y sus habitantes. ¡Haré un poco de turismo!

(En el pueblo.)

Veo el lugar a mi alrededor. Hay muchas tiendas y casas. Las personas a mi alrededor usan ropa que no parece elegante. Es ropa de plebeyo. Veo a muchas chicas lindas caminando por el pueblo y eso me gusta.

—Es muy lindo, hay chicas lindas, chicas lindas y más chicas lindas.

—Creo que te gustan mucho las chicas lindas.

—Por supuesto, me gustan las chicas lindas que no sean nobles, las nobles son más... fastidiosas.

Veo a las personas a mi alrededor. Parecen personas normales, no sobresalen nada.

—Lo que tengo entendido es que los plebeyos no tienen magia... Me gustaría estar más tiempo con personas normales como ellos.

—¡Ahhhhh!

¿Un grito?

Espera... ¿Qué?

—Malditos...

Veo a 6 hombres golpeando a un hombre. Los hombres usan armaduras, parece que son guardias. Con ellos está un señor muy gordo, riéndose. El señor gordo usa un traje negro y tiene el cabello blanco y largo... Parece un noble malvado. Me dan ganas de golpearlo con solo verlo.

—¡Para la próxima, paga tus impuestos a tiempo!- Dijo el señor gordo riendo.

Me dirijo a los guardias, no soporto ver como lo golpean.

—¡Oigan, dejen a ese hombre en paz!- Digo enojado.

—¡No te metas! ¡Golpeen a ese chico también!- Dijo el gordo.

Fufu. No soy cualquier chico, idiota.

Los guardias dejan de golpear al hombre y se dirigen a mí.

—¡Ustedes lo pidieron!

Veo a todos los guardias y pienso en todos ellos al mismo tiempo.

—¡Forle levitation!

Levanto a todos los guardias del suelo, pero me empiezo a sentir muy cansado.

Esto gasta demasiada de mi energía.

—Es... cansado...

Lanzo a los guardias muy lejos. Wow. Salieron del pueblo. Espero que sigan vivos.

El gordo me observa, temblando de miedo.

—¡¿Eh?!- Dijo asustado.

Veo al señor gordo y él se aleja poco a poco de mí. Los habitantes del pueblo me están observando sorprendidos. Estoy llamando mucho la atención, pero no me importa.

—¡No puedes hacerme daño, trabajo para el Rey!

—¡Forle levitation!

Levanto al hombre del suelo.

—¡¿No sabes quién soy?! ¡Soy más importante que tú! ¡Trabajo para el Rey!

—No me importa.

Azoto al hombre en el suelo. Una y otra vez, el cuerpo del hombre impacta con fuerza en el suelo.

—¡¡Ahhh!!- Gritó de dolor.

—¡Crismei!

—¡Sí!

Crismei se transforma en una espada y la tomo con mi mano derecha.

—¡Aléjate de mí!

Apunto con mi espada al hombre.

—¿Dejarás a ese hombre en paz?

—¡Déjame en paz, te daré dinero!

Saca una bolsa con monedas de su bolsillo.

—Gracias.

La tomo y volteo a ver al hombre que golpeaban.

—¡Oye!

Le hablo al hombre que estaban golpeando.

—¡Toma esto!

Le aviento la bolsa con monedas.

—¡Acéptalo como un "lo siento" de él!

—¡Gracias!- Dijo el hombre emocionado y feliz.

Volteo a ver al señor gordo.

—Y tú te irás ahora mismo, ¿entendido?

—¡Sí!

—Crismei, regresa a tu forma humana.

—¡Sí!- Dijo Crismei.

Crismei se transforma en una niña.

—Vete.

El hombre gordo se levanta y se va corriendo. Verlo correr es divertido. Vete, cobarde, yo gané.

—Creo que hicimos nuestra buena acción del día...

Me siento muy cansado y caigo al suelo boca abajo.

—¿Por qué me siento tan cansado?

—Usaste el hechizo "Forle levitation" para levantar a todos los guardias al mismo tiempo. Eso es muy increíble, pero gastó mucha de tu energía mágica.

—¿Energía mágica?

—Sí, cuando usas muchos hechizos, tu energía mágica se agota. Tú usaste un hechizo para levantar a muchos guardias al mismo tiempo, eso gastó mucha energía mágica. Ese hechizo solo puede ser usado para levantar cosas pequeñas y no tan pesadas como un hombre. Por eso tu energía mágica se gastó tan rápido.

—Ya veo.

Debo evitar usarlo.

—Espera...

Me toca la cabeza.

—Te daré algo de mi energía mágica.

Me siento menos cansado.

Genial... Ya me recuperé... Ella es muy útil.

—Gracias, creo que puedo levantarme.

Me levanto del suelo.

—Creo que ya no usaré ese hechizo con personas.

Todas las personas a mi alrededor me observan asombradas.

—Creo que me ven raro.

Veo a dos chicas lindas. Son hermanas gemelas, tienen el cabello plateado y corto, y usan vestidos rojos. Son hermosas... Y parecen de mi edad.

—Fufu. Debo aprovechar, acompáñame.

Nos dirigimos a las chicas.

—Hola, ¿cómo están? Aunque creo que están muy bien.- Digo sonriendo.

—¡Lo que hiciste fue increíble!

—¡Derrotaste a los guardias fácilmente!

—Lo sé, soy genial.

—¡Y esa niña se transformó en una espada!

—Es mi compañera, es un hada.

—¡¿Hada?!

—Crismei.

—¡Sí!- Dijo Crismei.

Crismei se transforma en un hada y las chicas la observan asombradas.

—¡Qué linda!

—¿Quieren ir a comer algo? Yo las invito.

—¡Claro!

—¡Sí!

Me sonrojo. Comúnmente no me atrevería a hacer esto, pero creo que tener magia me está cambiando bastante.

—Fufu. Vamos.

No me hace daño coquetear con chicas.

En mi mundo no me atrevía a hablar con las personas, mucho menos a coquetear con mujeres, pero en este mundo he conseguido la confianza para coquetear con mujeres.

Después de todo, a pesar de que no soy atractivo, soy poderoso, y eso es muy atractivo en este mundo, por eso tengo la confianza para coquetear con ellas.