La noche ya estaba avanzada; Drogo llevo a Alhelí abajo donde le tenían preparado todo un banquete, aunque para una sola persona.
En el comedor estaban todos sentados, Peter y Lourie estaban juntos, Nicolae a la cabecera y Drogo se sentó junto a Alhelí.
Ella disfruto la comida, aunque sintió un poco de incomodidad, ya que era la única comiendo.
-¿Es de tu agrado, Silene?-
-Mm... Si, y mucho. Amm... ¿Quién cocino?- Dijo con un bocado a medio tragar.
-Pudimos haberlo comprado, ¿Porque asumes que alguien lo cocino?-
-Esto no es de ninguna tienda, se siente muy casero, aunque con un sabor que sólo en un restaurante lujoso podría encontrar, pero estoy segura de que fue cocinado aquí-
-Jajaja, si que tienes muy bien desarrollado tu paladar. De acuerdo, yo lo hice. Se volvió un poco difícil al principio, ya que no podía probarlo, pero con el tiempo logré hacer las cosas sin necesidad de probarlas. Eso mismo he querido hacer con todos aquí presentes, pero que crees...? Ninguno me hace caso. Peter no piensa en nada más que en música, aunque es el mejor en el piano, Lourie no aprende sus lecciones, y Drogo, ni hablar, es el peor-
-Jejeje, ¿En serio?- Ella vio por el rabillo del ojo a Drogo.
-Je.. Gracias hermano- Drogo bufo.
-Espero que contigo sea diferente, Silene, tengo muy altas expectativas-
-Bueno, y yo espero no defraudarte- Sonrieron.
Ella terminó de comer, y pasaron al Salón.
Nicolae empezó dándole algunas instrucciones acerca de cómo debía presentarse, básicamente tenía que decir la verdad.
Tenía una beca completa en Literatura, que era de Argentina, y que vivía con los Bartholly, aunque en lo que si iba a mentir un poco era que se iba hacer pasar por la niñera de Lourie.
También Nicolae enfatizó que no debía llamar mucho la atención, Peter dijo que iba ser imposible por la apariencia de ella, pero Drogo dijo que de eso el se encargaría, nadie querría tocar a la novia de "Drogo Bartholly" el joven proveniente de una familia millonaria.
Aclarados algunos detalles más, hablaron sobre las cosas que desconocían acerca de ella. Lourie pregunto mucho sobre por qué no podía leer su mente.
Nicolae le interrogó sobre algunas cosas pero cada respuesta sólo generaba más preguntas.
-Bien Silene, por lo menos ya sabemos que tu vida ciertamente está ligada a la de Drogo, desconozco si eso te da algún tipo de inmortalidad así como nosotros, no debería de ser así, ya que lo que tú tienes de él sólo es una parte de su alma, cuando tú vida acabe, esa parte también debería de desaparecer- Ella lo miro con expresión confusa, pero no por sus palabras había recordado algo.
-Creo que.. hay algo más, yo.. Sano rápido- Todos fruncieron el ceño. -Es decir... mis heridas desaparecen casi en el momento en el que me las hago-
-¿De verdad? ¿Cómo es posible?-
-No lo sé, la Directora lo descubrió una vez que me fracturé el brazo por saltar de un columpio; cuando íbamos para el hospital, al llegar el doctor me lo reviso pero yo ya estaba bien, sólo me había quedado un moretón, casi no lo recuerdo pero fue algo asi, y desde siempre las heridas solo me duelen en el momento en que me las hago, despues desaparecen, solo si son heridas grandes o profundas o golpes fuertes me tardan un poco más, un día quizas es lo máximo-
-Haber, haber, entonces no podemos leer tu mente, tú no sientes nuestra verdadera temperatura, con sólo esas dos cosas ya es algo muy extraño, pero que te cures rápidamente...? No creo haber visto nunca nada parecido, y mi padre nunca me habló de algo así, él dijo que todos los humanos reaccionan a nuestras habilidades mentales, pero tú no. Y lo demás no lo entiendo-
Nicolae la vio fijamente por un momento, trato de penetrar hasta lo más profundo en su interior pero sólo había silencio, decepcionado bajo su mirada y mientras iba cerrando sus párpados, una llama de fuego de la chimenea hizo brillar el colgante en el cuello de Alhelí.
-¡Oh! Silene, ese collar. ¿De dónde lo obtuviste?- Ella llevo su mano al pequeño rubí en su cuello.
-Mm.. Esto, me lo dejo mi madre cuando me entregó al orfanato. Bueno más que entregarme me dejó en la entrada en la madrugada, con una nota...-
-¿Tu madre?- La interrumpió. -¿Puedo verlo?-
-Si, claro- Ella se lo quito y se lo dió.
Él lo analizó detenidamente, busco algún tipo de grabado en el, también analizó la cadenita, después de un momento abrió sus ojos de golpe, todos habían quedado a la espera de su descubrimiento.
-Esto.. definitivamente es antiguo, muy antiguo-
-¿Estas seguro?- Peter leyó sus pensamientos. -Pero, esas joyas dejaron de existir, bueno, se volvieron inalcanzables-
-Si, pero quizás su madre lo heredó- Nicolae se levantó y le devolvió el collar. - Es muy peculiar Silene, ojalá supiéramos como lo obtuvo tu madre- Alhelí lo volvió a poner en su cuello y sostuvo con fuerza el colgante contra su pecho.
- Yo no se nada de ella, la verdad creo que nunca intente buscarla, pero esto es lo único que tengo de ella-
-Lo más extraño es que siento que ya lo he visto, pero donde...? Ahh... Tendría que recordarlo. Saben, mejor buscaré, tal vez mi padre haya escrito algo de eso, y si es así lo descubrire, debes descansar Silene, Drogo llevala, mañana la llevaremos al pueblo para que se adapte, el Jueves es su primer día-
Todos subieron, sólo Nicolae se quedó en su despacho, rebusco durante toda la noche en los incontables libros y archivos de su padre, era muy poca la información que obtuvo, nada que respondiera sobre porque Alhelí era tan diferente.
Trató de buscar también algo sobre el collar pero sobre ese asunto sólo pudo encontrar lo que el ya sabía, era muy antiguo y piezas de joyería como esa ya no existían en el presente, era una joya invaluable.