Recorrieron todos los pasillos, las aulas, la biblioteca, los jardines, la cafetería, y todo parecía de primer nivel, la Universidad tenía los mejores recursos que cualquier lugar en el mundo.
Sin duda alguna para Alhelí la mejor parte había sido la inmensa biblioteca, le asombro tanto que le pidió a los hermanos volver a ir para poder verla mejor, solicitó a una mujer que era la maestra encargada, una tarjeta para poder pedir libremente libros prestados.
El timbre que anunciaba el inicio de las clases sonó.
Entre las materias que tenía en su horario estaba una que se llamaba "Mitos y Leyendas".
Peter la acompañó, ni el ni Drogo llevaban esa clase, así que ella tendría que ir sola...
-Bien, aquí es. Si alguien te pregunta...-
-Descuida, se que decir...- Le interrumpió.
-Jeje, esta bien, aquí te esperaremos cuando sea el cambio de clases ¿De acuerdo?- Ella asintió, Peter se fue y entró.
El aula era muy grande, tenía una enorme pizarra al frente, y habían unas gigantescas mesas que cruzaban de un lado a otro toda el área, los asientos eran los mismos escalones por los que se subían, ya que el sector donde se ubicaban los alumnos iba para arriba, a un lado de la pizarra se encontraba un fino escritorio de madera y una silla de cuero detrás de él.
Ella se acercó al escritorio y vio al que parecía ser el maestro dándole la espalda...
-Mm..mm- Se aclaró la garganta. -Buenos días, profesor, soy la nueva estudiante, Alhelí Janer- Dijo con una suave y dulce voz.
El maestro se giró, sus ojos se abrieron de golpe al ver a la bella joven parada delante de él.
El maestro era demasiado joven a la vista, nisiquiera parecía ser un profesor, Alhelí quedó impresionada, sus ojos eran de un marrón claro, su cabello lacio y negro caía por su rostro, era alto y delgado, llevaba puesta una chaqueta encima de una camisa casual, unos pantalones formales ajustados y zapatos casuales.
Él la observó por un instante, los alumnos aún estaban escogiendo asientos y algunos observaban de lejos aquella escena, Alhelí miro a su alrededor, espero un poco pero al ver que el profesor no reaccionaba y también que la mirada de él sobre ella se volvía un poco incómoda intervino.
-Profesor, ¿Se siente bien? ¡Profesor!- Alzó un poco la voz.
-¿Ah, que?- Una voz ronca salió de él.
-Amm... Soy nueva, esta es mi identificación-
-Oh, si, si, perdone...- El reviso la pequeña tarjeta, sus mejillas estaban ruborizadas. -Alhelí Silene Janer, muy bello nombre- Alhelí quedó atónita, no esperaba aquel comentario.
-Ah, g.. gracias, puedo... ¿Irme a sentar?- El profesor salió de su trance.
-Si, si, vaya...- Le devolvió la identificación y ella se alejó lo más rápido que pudo.
Se ubicó en un extremo, a unos 3 escalones más arriba, quedó a 2 metros de distancia de unos chicos que parecían divertirse haciéndoles bromas a los demás.
Ella reconoció a uno del cual escucho que le llamaban Loan.
Un ser arrogante y pretencioso, siempre en segundo lugar por detrás de los Bartholly en belleza, pero último lugar en toda la Universidad en inteligencia, con la ayuda de sus adinerados padres había conseguido entrar a la Universidad, aunque esto no lo avergonzaba.
El chico fijo directamente sus ojos a Alhelí, ya la había visto antes en la entrada, pero su enemistad, conocida por todos, contra los Bartholly, le había impedido acercarse a ella.
-Vaya, vaya...- Dijo a sus amigos señalando a Alhelí, ella lo ignoró.
-Hey, ¿Tú eres la nueva, cierto?- Ella se concentró en sacar sus cosas. -Preciosa, te hablo a ti- Se acercó a su asiento peligrosamente.
-Oh, lo siento. ¿Era conmigo?- Ella fingió sorprenderse.
-Jeje, si, Soy Loan, y tu eres...-
-Alhelí- Dijo cortante. -Creo que ya va a empezar la clase, así que si me permites- Se giró viendo al frente ignorando la presencia de Loan, este asombrado, aún incredulo por la actuación de Alhelí tardó un poco pero al fin volvió a su lugar.
En toda la clase Alhelí presto total atención, aunque en un momento se vio un poco más atraída por el profesor que por sus palabras, no sabía si era su imaginación ó si realmente el maestro la miraba de reojo con una sonrisa fresca y radiante, podría haber jurado que le estaba coqueteando pero trato de borrar cualquier pensamiento y enfocarse lo más que pudiera.
Al final de la clase, ella se acercó al escritorio.
-Amm... Disculpe, profesor, pero quería saber si me podía dar algún tipo de lista de lo que han visto desde el inicio del año, es que, quisiera ponerme al día-
Este la vio complacido.
-Será un gusto, permítame- Busco en su portafolio y sacó una libreta muy bien ordenada y limpia. -Aquí está, estos son algunos apuntes, y también van escritos algunos libros creo que esto debería bastar- Se lo entregó y sonrió.
-Disculpe, señorita...-
-Alhelí, sólo Alhelí por favor-
-Jeje, si, amm.. Disculpe pero creo que no me presente al inicio, yo soy el profesor Sebastián Jones-
-Mucho gusto, aunque ya lo sabía, su nombre está escrito en los papeles que me dio el decano-
-Aun así, no está demás presentarme-
-Jajaja, cierto. Amm... gracias por los apuntes, se los entregare tan pronto los termine de usar-
-No se preocupe, tómese su tiempo-
En ese momento escucho unos toques en la puerta, miro a su alrededor y vio que el aula había quedado vacía en menos de 5 segundos, volvió a ver hacia la entrada y Drogo estaba ahí, con una cara terriblemente sería y molesta.
-Ah, bueno, ya me tengo que ir, nos vemos en la próxima clase- Ella se despidió saludando al aire.
-Claro, hasta la próxima clase- Dijo maliciosamente mientras tomaba al aire la mano de ella estrechandosela. Alhelí se mordió el labio inferior y fue hasta donde Drogo.
Él la abrazo con mucha fuerza y por detrás de la espalda de Alhelí tiro una mirada amenazante al profesor Sebastián, quien le regreso la misma mirada con odio.
Ellos salieron de su vista.
Cuando llegaron a un pasillo que se encontraba sólo, Drogo la tomó del brazo y la beso con dulzura.
- Te dejo sola y ya tienes a perros encima ¿Eh?-
-¿Qué? Sólo es un profesor...-
-Ay mi amor, si sólo fuera eso, no me sentiría como me siento ahorita, de cualquier forma me interesa más como tú los miras a ellos- La miro con curiosidad.
-Yo... Yo sólo te veo a ti- El sonrió mordiendose los labios. -Aunque hay algo extraño... no se, algo raro tiene ese profesor, y me sentí extraña al hablarle, aunque no algo malo, más bien algo bueno- Su sonrisa desapareció.
-Ah. Estúpido lobo- Ella lo miro sorprendida. -Después hablamos de eso, esta bien- Ella asintió y se dirigieron a la próxima clase.
A cada una de las aulas a las que entraba, al finalizar pedía que le dieran un repaso de todas los temas que se habían visto hasta ese momento, para todos los maestros era un halago y motivo de alegría ver que por fin había una tan sola alumna que se interesará por los estudios, así que todos hacían lo mejor posible por darle lo que ella pedía.
Llegó la hora del almuerzo y Peter y Drogo les presentaron a sus amigos.
Peter estaba ya en una mesa con un chico y dos chicas a su alrededor, Alhelí y Drogo se acercaron, Drogo llevaba una bandeja de comida, la de ella, y al igual que Peter ellos simulaban comer alguna fruta y agua.
-¿Te ha ido bien Alhelí?- Ella sonrió en respuesta. Se sentaron. - Mira, ellos son Fred- Señaló al joven frente a él, con pelo teñido de un negro intenso con rayos platinados. - Ella es Casandra- La joven que se encontraba a su lado, pelo ondulado color café claro. -Y ella es Luna- Estaba a la par de Drogo, tenía unos hermosos ojos azules y una larga cabellera color rojo fuego.
- Hola, chica, puedes decirme Cassy- Dijo con alegria.
-Mucho gusto, Soy Alhelí-
-Hey, ¿que tal?- Dijo Luna. Alhelí le estrechó la mano.
- Hola, señorita. Un gusto- Fred le tomó la mano y se la acaricio. Drogo la sostuvo de la cintura y le apartó el brazo para ponerlo sobre su pecho.
-Ash, ¿Porque siempre se encuentran con estos bellos tesoros? Dejen algo para mi...- Dijo decepcionado.
-Jajaja, ¿Porque hablas en plural? Es Drogo el único culpable de eso- Peter lo vio con burla.