Después del almuerzo, seguían 2 horas más de clase. Alhelí compartía la primera hora de la tarde con Cassy y Luna.
Drogo la acompañó siempre.
-Así que... tu y Drogo...?- Pregunto Cassy. Alhelí sonrió tímidamente.
-Jeje, si. Estamos juntos- Entrelazo su mano con la de él.
-Vaya, debe ser serio. Nunca le hemos conocido una novia. Jajaja, bueno aparte de los rumores...-
-Eh, chicas....- Drogo reaccionó.
-Ah... Déjanos hablar. Creo que debemos de advertir a nuestra nueva amiga, ¿Verdad Luna? -
-Jeje, si Drogo. Tenemos que cuidarnos entre nosotras- Luna le guiño a Alhelí.
-Bueno pero ¿De qué están hablando?- Alhelí rió.
-Ah... Tenemos mucho que contarte sobre el Casanova Bartholly...-
Alhelí vio con curiosidad a Drogo, él intento no verla, cerró los ojos y se mordió los labios.
-Bien, estoy lista. ¿Que hay con el "Casanova Bartholly"?- Dijo con burla.
Llegaron al aula y a Drogo no le quedó más opción que separarse de ellas.
No habían muchos detalles que contar, más que el menor de los Bartholly era un mujeriego y talentoso conquistador, porque aunque su apariencia le ayudaba mucho, sus encantos y dulces palabras eran sus armas más eficaces, estaba claro para Cassy y Luna que Drogo nunca había salido con ninguna chica del campus, pero si con muchas mujeres afuera de ahí, al parecer todas aventuras de una ó dos noches lo máximo, pero nunca una novia confirmada.
Nadie nunca había conquistado aquel frío corazón y menos retenerlo por más de una noche. Para Alhelí quedó claro que Drogo era mucho más experimentado de lo que ella hubiese imaginado, pensó que mientras ella se deleitaba leyendo libros él se deleitaba con inmensidad de mujeres, trato de mantenerse serena, pero la verdad, serías dudas e inseguridades atacaron su cabeza.
¿Cómo podría ella compararse con mujeres hermosas y experimentadas? ¿Cuántas han de haber visto en él lo que ella aún se imagina? ¿Puede ser suficiente? ¿Y si no puede complacerlo? Estas y miles de preguntas más pasaron por su mente, más que sentir celos o envidia de toda aquella que haya estado con él antes, sentía incertidumbre si él realmente quería estar con ella.
Al final de la clase, las chicas la invitaron para el día Viernes después de clases ir a un club, el favorito de ellas, le aseguraron que salían casi todas las semanas, los Viernes o los Sábados junto con los chicos, y que era de ese lugar donde usualmente Drogo hacia sus conquistas.
Ella aceptó, aunque dijo que tendría que verificar si podría ir realmente.
Una hora más tarde y el primer día de clases para ella acabó, aunque no sin antes llevarse un rato de mal gusto.
Apenas iba saliendo del aula cuando se fue corriendo a los baños, mientras se encontraba en el sanitario escucho la llegada de un grupo de chicas, ella salió y empezó a lavar sus manos y arreglarse un poco, las chicas se le quedaron viendo desde que salió del sanitario, Alhelí intento no prestarles atención pero no pudo hacerlo más cuando le dirigieron la palabra.
-Miren a quién tenemos aquí....- Dijo con burla una de las chicas.
-Jajaja ¿Y está es la que conquistó a Drogo? ¿Tú qué crees Samantha? - Otra más habló y se dirigió a la que parecía la más bonita pero más arrogante entre todas.
-Ja, no me hagas reír, seguramente a mi Drogo le dio ceguera temporal...- La joven rubia se acercó a Alhelí, esta última se volteó y quedaron frente a frente.
Alhelí la reconoció, ya la había visto en varias ocasiones, pero lo que más recordó fue cuando se quejó de su uña postiza rota.
Alhelí rió sin ganas al recordar a la chica llorando por una simple uña, la rubia la miro confusa.
-¿Qué es tan gracioso, nueva?-
-Tú- Enarco una ceja.
-¿Yo?-
-Si... tú. Jeje, sabes si fuera tú tendría cuidado con mis palabras, no me gustaría que la novia de algún otro chico me oyera decir "MI" refiriéndome a su novio, aquí entre mujeres, no es algo agradable-
-¿Novia dijiste? Por favor, Drogo ha de estar jugando contigo seguramente, créeme, él es así-
-Ah, lo dices por experiencia propia supongo...- La interrumpió, la rubia se enfureció.
-No, pero...-
-Sabes, no voy a perder mi tiempo escuchandote. Permiso, mi novio me está esperando- Alhelí la dejo con la palabra en la boca y se fue.
La joven se quedó tirando maldiciones y sus gritos llegaban hasta afuera. Cuando Alhelí salió de los baños, a unos cuantos metros se encontraba Drogo esperandola.
-¡Vaya! Preciosa, primer día y ya estás peleando... ¿Qué pensará Nicolae? -
-Sencillo, sólo diré que fue culpa tuya-
-¿Mía? Si yo no he hecho nada...-
-Claro, nada. Vámonos, tengo muchas cosas que hacer- Alhelí respiro profundo y camino molesta.
Se subió al auto aún con los nervios a flor de piel, siempre había intentado en toda su vida nunca expresar sus emociones, y obviamente con Drogo había roto todo eso y está vez no iba a ser la excepción.
Mientras iban a mitad de camino a la mansión...
-Mi amor, vas molesta por....?- Alhelí lo vio de reojo con sus labios fruncidos.
-Sabía que me faltaba conocerte de verdad, pero no creí que fueras exactamente de lo que me acabo de dar cuenta... Si chicas como esa tal Samantha, son el tipo de las que te gustan ó si se acercan a eso, no entiendo que tendré yo, porque de ellas estoy segura que no tengo nada. Y no sales con chicas del campus... Ja, imagino que porque son muy fáciles para ti, o muy niñas aún ¿no? Bueno, ahora habrán muchas decepcionadas en todo el pueblo ya que su amante favorito ya no está disponible, con razón todas las chicas me dirigían miradas como si que fueran navajas- Ella hablaba tan rápido que no dejaba que Drogo dijera nada. -Aunque claro cuando te des cuenta que no soy como ellas, quien sabe que pasará...- Susurró.
-¿Qué? Haber, espera, ¿De qué estas hablando? Todo lo que estás diciendo ahorita, son más que celos ¿cierto?-
Se sintió un ambiente incómodo, hasta ahora ningun tipo de pelea había sucedido entre ellos, solo era cuestión de tiempo para que pasará, aunque Alhelí no se imagino que por un tema como este fuera a suceder.
- Drogo yo no soy como las mujeres a las que estás acostumbrado, ni siquiera me interesa serlo, pero tú... yo no creo... no creo...-
-¡¿Qué?! ¡¿No crees, que?!-
-¡No creo ser para ti! No soy para ti. No lo ves. Lo único que nos une es lo que está adentro mío, y aún de eso dudo, no puedo asimilar todo esto, es... es... increíble, es más fácil creer en lo que son ustedes que en lo que pasa entre tu y yo. Tú tienes tu vida hecha aquí, mi vida está en Argentina... yo...-
-Por favor, dime que no hablas en serio, no comprendo. ¿Es esto lo que hay en tu cabeza? Como puedes decir todo esto...? ah... no... En serio eres... impresionante...-
-Ya basta...-
-No-
Drogo aceleró y se fue por un camino diferente... La llevo a un pequeño cerró que tenía un inmenso árbol color otoño en su punta, en frente yendo hacia abajo del cerró había un hermoso lago, con una montaña por atrás en donde se podía ver el deslumbrante sol de la tarde.
Aparco el auto al pie del cerró, acomodó su asiento separandolo del volante, la tomó de la mano y con un movimiento sin necesidad de ejercer mucha fuerza por parte de él la levantó y la sentó sobre sus piernas, ella quedó frente a él en la posición más atrevida que había tenido en su vida; aunque Alhelí seguía enojada, disgustada y triste a la vez, aún así no podía evitar corresponder y sentir la necesidad de estar lo más cerca posible de él.
-Mirame... Todo, todo lo que has dicho no es así, no es como tu crees...-
-Ilúminame- Dijo irónicamente.
-Yo... si, soy como Cassy y Luna me describieron, o lo era antes de conocerte, pero... Ah... Mi amor, tu has venido a cambiar mi vida completamente, y para mi eso no es algo malo como tu crees, eres lo mejor que me ha pasado en mis 620 años, no estoy viendo mi vida antes de conocerte con remordimiento, ahora nisiquiera veo como era antes de conocerte, un día bastó para darme cuenta de que no era vida la que tenía, Nicolae siempre intento decírmelo y ahora que te tengo aquí me doy cuenta que no me importa nada más. Entiendo tus dudas, crees que lo único que nos une es lo que tienes aquí...- Tocó con su dedo indice su corazón. - pero no es así, para mí no fue sólo eso lo que nos une, eres justo lo que necesito, y nunca te dejaré ir, me escuchaste, nunca, te lo dije, y lo dije en muchas formas, ahora... Tú eres mi vida-
Las lágrimas corrieron por las mejillas de ella, su corazón iba a mil por hora, sus labios temblaban y sus manos se aferraron al duro y musculoso pecho de él.
Subió sus manos hasta llegar al cuello de él, sumergió sus dedos en su cabello rubio y lo beso como jamás había besado.