Cerca de las 10:00 p.m Peter la llamo para que bajara a la cocina.
Ella fue con Lourie que ya no la soltó de la mano, a medida que iban bajando Drogo la abrazo... La niña refunfuño un poco pero se conformaron por ir uno a cada lado.
Nicolae y Peter la esperaban con muchos ingredientes en el desayunador que estaba junto a la cocina, también estaba abierto el refrigerador con muchas cosas ya ordenadas...
-Queríamos saber que querías cenar, Silene-
-Mm.. Quizás.... ¡Oh! Trajeron la pasta, verdad... Permiso...-
Alhelí se empezó a enrollar el cabello en una coleta alta, se acercó a las bolsas con alimentos y también sacó otras cosas ubicadas en el refrigerador y como toda una experta empezó a cocinar su comida favorita, "Lasaña de tres quesos".
Todos se sentaron a verla, ella se notaba muy feliz, repetidas veces en el orfanato había ayudado a las cocineras a preparar grandes cantidades de comida para todos los niños; aunque todos eran huérfanos y aún las mujeres que cuidaban de ellos habían dedicado su vida a su empleo privandose de tener sus propias familias, todos formaban una sola y muy grande familia. Alhelí nunca se vio en si desdichada ó falta de amor, ella siempre se sintió privilegiada de poder haber crecido en un lugar donde habían muchos que entendían su situación y aún así se sentía más afortunada que todos, porque era conocedora de que muchos casos de sus compañeros eran peor que lo que a ella le había pasado, tal caso como el de Rocío.
Terminó de preparar todo, metió la lasaña al horno y se sentó junto a Drogo a esperar.
Este la abrazo por los hombros y le dio un beso en la frente.
Después de cenar, se despidió de todos, como quien hace lo mismo todas las noches desde hace mucho tiempo.
Nuevamente Drogo la acompañó, está vez sin necesidad de que ella se lo pidiera, él volvió a dormir junto a ella, y se acurrucaron.
5:30 a.m. ¡¡Ring, Ring!!
Alhelí se levantó, apagó el despertador, vio al otro lado de la cama y no había nadie, salió al pasillo para ver si él estaba cerca, no lo encontró.
Se empezó a preparar, al salir del baño casi olvidaba que día era...
-Jueves, hoy es Jueves- Se golpeó las mejillas.
Empezó a alistarse, se puso el uniforme que le quedaba a la perfección, se peino y maquilló, se dio una revisada en el espejo y vio que todo estaba en orden, la noche anterior nisiquiera se dio cuenta que la mochila ya estaba preparada con todas sus cosas dentro, -Seguramente Nicolae lo hizo- pensó.
Se puso la mochila en la espalda y salió.
Llegó al salón y Nicolae estaba ahí hablando con Peter y Drogo.
-¡Buenos días!- Dijo con mucho entusiasmo.
-¡Buenos días!- Dijeron los hermanos al unísono.
Drogo se le acercó y la beso. Ella presto atención al atuendo que él llevaba similar al de ella, aunque claro la falda sustituida por unos pantalones, y a diferencia de Peter, llevaba las mangas de la camisa blanca dobladas y por encima las del suéter también.
Ella lo contemplo de pies a cabeza con una sonrisa de oreja a oreja; hasta ahora todos los atuendos que él se había puesto eran muy a la moda pero con un estilo muy rebelde, cosa que hacia estremecer aún más de lo usual a Alhelí.
Drogo también hizo lo mismo que ella, sólo que él pudo ponerlo en palabras...
- Te ves hermosa...-
-Jajaja, creo que las chicas del campus tendrán mucha competencia- Peter soltó una carcajada.
-Bien, bien. Ustedes dos cuiden bien de Silene, ¿De acuerdo? Mucha suerte- Lo último lo dijo dirigiéndose únicamente a ella.
Peter fue en su propio auto.
Ella pregunto por Lourie, ya que no la había visto y esperaba poder despedirse de ella...
- Ella hace lo que te dije la última vez, no podemos dormir, pero si podemos dejar que nuestra mente y cuerpo se desconecte-
-Oh si... Quedarse en blanco...-
-Exacto, descuida la verás cuando regresemos-
Ella asintió.
Llegaron al estacionamiento del campus, la expresión de Alhelí cambio en cuanto entraron por el portón principal, se estacionaron en unos puestos reservados para ellos; todo aquello no parecía exactamente un parqueo común de una escuela, más bien era una exhibición de autos en vivo y en directo, casi todos los chicos llevaban bolsos de marcas, las chicas iban adornadas de lujosos accesorios, todo aquello parecía más una gala de los más ricos en lugar de estudiantes comunes.
Bajaron y empezaron a caminar hacia la entrada de un edificio muy moderno pero con un estilo de una época antigua, ella vio desde donde iban los tres edificios de madera barnizada y muy brillantes que eran unidos por unos enormes pasillos que se notaban a distancia.
Cuando entraron al pasillo principal, unos metros más adentro en ambas paredes de los lados iniciaban los casilleros; Alhelí visualizo todo cuanto podía, se adelantó un poco más que Drogo y Peter, escuchaba también las pláticas de los alumnos que pasaban a su alrededor, decian muchas cosas sin sentido, algunos se pasaban las notas que no habían escrito bien, otros hacían sus tareas de último minuto, unos se saludaban mostrando el artículo nuevo modelandolo delante de todos, algunas chicas tenía los rostros fijos con malicia a algún punto detrás de ella, Alhelí giró el rostro para ver que era tan interesante y vio que ese punto eran los dos hermanos, sonrió y no le extraño.
Siguió avanzando y otro grupo de chicas que no habían visto a los Bartholly, hablaban todos los temas más superficiales que podría haber, incluso escucho a una quejarse por una uña rota.
Cuando se dispuso a seguir caminando sintió que alguien la sostuvo del hombro...
-Alhelí tenemos que ir a ver al decano...- Ella se dio la vuelta y vio a Peter, busco a Drogo pero no lo encontró.
-¿Y Drogo?-
-Amm... ya nos va a alcanzar, pero tenemos que ir a la oficina del decano. Ahí te van a dar algunas cosas-
-Esta bien-
Empezaron a caminar hasta llegar a las oficinas de los maestros y un poco más adelante la del decano.
-Buenos días, decano- Saludo Peter cortésmente.
-Buenos días, joven Bartholly. ¿Cómo les fue en su viaje? ¿El joven Nicolae se encuentra bien?-
-Si, muy bien, gracias por preguntar. El viaje también estuvo bien. Muy productivo de hecho- Vio de reojo a Alhelí sonriendo.
-Me alegra escucharlo. Oh usted debe ser la Srta. Janer, un gusto conocerla-
-Igualmente, he visto muy poco pero es un lugar muy bonito-
-Gracias, espero que encuentre las instalaciones muy cómodas. Bueno, déjeme entregarle su identificación de estudiante, el joven Nicolae me mandó toda su información así que ya tenía todo preparado de antemano, también tenga está es su tarjeta para el almuerzo, sólo debe recargarla y con ella paga en la cafetería, tambien tenga, esta es la llave de su casillero ahi va escrito el número y la contraseña, como me hicieron saber que no usaría ningún dormitorio entonces creo que eso sería todo. Amm... si, sólo tome estos papeles, aquí se encuentran las materias que va a cursar, tiene 4 que son las que debe tomar y puede elegir 2 o 3 más si así lo quiere, así se inicia el primer ciclo aquí. Entonces creo que si eso sería todo, cuando ya haya escogido las materias sólo pase a registrarse con mi secretaria que está afuera y ella la incorporará a las clases-
Alhelí hojeo los papeles y también reviso las dos pequeñas tarjetas.
- Muchas gracias, decano-
-Es un placer señorita, ah.. me saluda a su hermano, por favor...-
-Seguro, gracias. Con permiso-
Salieron de la oficina, Alhelí rápidamente eligió las materias que quería agregar a su horario, se registró y después Peter le dio un recorrido por el campus, recién habían salido de las oficinas y Drogo los alcanzó.
-¿Dónde estabas?- Ella lo abrazo.
-Ah... por ahí, no me llevo muy bien con el viejo... perdón, con el "decano"- Dijo en tono burlón.
En todo el trayecto, muchos ojos se concentraron en ellos, ni Peter ni Drogo parecían hacer caso a nadie, pero Alhelí no pudo evitar darse cuenta de que todos se les quedaban viendo, no era muy propio de ella ser alguien que llamara la atención, siempre había sido callada y apartada, su relación con el mundo era sólo gracias al carisma de Rocío, pero por si sola prefería no hablar con nadie.
Mientras eran atacados por múltiples miradas, algunas de celos, sorpresas, curiosos, etc, también se podían oír comentarios de la chica nueva, algunos de halagos por los codiciosos chicos y otros de incredulidad al ver que iba acompañada por los dos más populares en todo el pueblo.
Pero hubo un comentario en específico que la hizo sonrojarse y reír, de algún joven en la multitud se escucho la frase: "Mira, ahora hasta hay una chica Barthollly".