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Chapter 5 - Atracción

Pasearon por todo el parque y algunos lugares turísticos no muy lejos de ahí, ellas hablaban entusiasmadas con los tres jóvenes que les habían brindado toda su atención; Alhelí hablaba sólo cuando requería hacerlo, pero era Rocío la que no pudo cerrar su boca en toda la hora que pasaron caminando de un lado a otro, la pasión de está por Buenos Aires era mayor que cualquier otro ciudadano argentino.

Alhelí y Drogo cruzaron miradas en muchas ocasiones, era algo que ninguno podía evitar y tampoco es que intentarán hacerlo.

En un momento Rocío ideó en su cabeza dejar a su amiga a solas con Drogo, (claramente había notado la coquetería entre estos dos) los hermanos obviamente vieron en sus pensamientos lo que ella tramaba, Nicolae intento evitarlo, pero Drogo hizo que el plan de la joven diera resultado.

-Amm... Compremos unos bocadillos Rocío, así les damos a probar algo de aquí a ellos- Rocío vio su oportunidad.

-Ah si, porque no vas tu con Drogo, les enseñaré a Nicolae y a Peter el... amm... algo que olvide.. vengan- Rocío avanzó en dirección opuesta.

-Pero...- Nicolae iba a objetar pero Rocío no se rindió y lo tomó del brazo.

- Vamos, te va a gustar. Oye, ¿Acaso tienes frío? -

Peter los siguió y sólo quedaron Alhelí y Drogo.

Alhelí estaba nerviosa, sus mejillas no podían estar más coloradas. Se iban acercando al puesto de bocadillos cuando Drogo...

-Mm... Sabes no creo que mis hermanos tengan hambre y yo tampoco, amm.. yo las invito si ustedes...-

-No, está bien, sólo fue una idea porque pensé que ustedes querrían y si Rocío quisiera me habría acompañado y yo no tengo hambre-

-Bien, entonces ¿me das un recorrido personal?- Ella sonrió.

-Jeje, de acuerdo-

Se iban a cruzar la calle, pero se les atravesó una bicicleta desde sus espaldas, Alhelí no la vio venir, y cuando se percató que iba en su dirección se quedó inmóvil, cerró los ojos y cuando los abrió estaba en brazos de Drogo, en menos de un segundo el la había apartado del camino de la bicicleta, la tomó por la cintura y la abrazo con sus fuertes brazos, ella vio que la bicicleta ya los había rebasado, dirigió su mirada a Drogo, estaban frente a frente, él podía escuchar los acelerados latidos del corazón de ella, Alhelí no pudo apartar su mirada, ambos habían quedado inmóviles en la acera, no habían personas a su alrededor. A ella se le formó un nudo en la garganta, sentía las manos de Drogo en su espalda baja, él la había presionado contra su cuerpo; hasta que pudieron articular palabra...

-Yo... gracias- Ella bajo sus brazos con la intención de soltarse pero el la apretó más y captó su mirada.

-¿Estás bien?- Ella asintió.

-S..si, si estoy bien. Ah, ya puedes soltarme...- se mordió el labio inferior.

-¿Eso quieres?- Pregunto con una sonrisa dibujada en su rostro.

-Ah.. yo...- Su mandíbula tembló. -Creo que debemos seguir, ¿no?-

Drogo la soltó suavemente, ella aceptó sus caricias pero se alejó un poco.

Continuaron caminando hablando y riendo, no mencionaron mucho uno del otro, casi solo temas diversos, de la vida en un orfanato, de las fiestas de los ricos, Alhelí se sorprendió cuando Drogo le comento que el iba a la Universidad de la cual Nicolae ofrecía la beca. Ella se hizo la idea de cómo serían los días si tenía la fortuna de ver a Drogo todos los días.

Habían caminado durante mucho tiempo; ella le dijo que debía volver al orfanato para recibir su regaño, probablemente la Directora no estaría contenta ni con ella ni con Rocío.

Drogo la llevo hasta el orfanato, la despidió en la entrada.

-Bueno, aquí es, mi hogar desde que nací- Dijo nostálgica.

-Creo que es muy bonito, se ve apropiado para un refugio-

-Gracias, muy amable de tu parte- Ella lo observo con curiosidad.

-¿Qué?- El rió.

-Nada... es sólo que... nada olvidalo- Negó con la cabeza. Drogo se acercó dejando un espacio muy reducido.

-Dime...- Ella trago fuertemente, su corazón volvió a acelerarse pero lo miró fijamente.

-Es que... es tan extraño, tú, tú, siento que te conozco desde mucho antes... es, es ridículo...- Ella apartó su mirada pero el la tomó del rostro y la acercó de nuevo.

-No es ridículo. Por favor dime que puedo verte más tarde... No vamos a dejar está plática inconclusa-

-Drogo acabó de conocerte-

-¿Y? ¿Tan extraño es?-

-Ahh... Esta bien... yo, salgo a las 6 en punto- El sonrió victoriosamente.

-Aquí estaré- Le plantó un beso en la frente y se fue.

Alhelí entró y cuando llegó a su puesto Rocío la esperaba ansiosamente.

-Jajaja, crei que nunca llegarías. Ahora, cuenta, cuenta- Dijo entusiasmada.

-Vendrá por mi cuando salga- Dijo conteniendo la emoción. -Y a ti, ¿como te fue con las dos esculturas de "Miguel Ángel"?-

-Jajaja, Genial. Nicolae es todo un caballero, y Peter es muy callado, si no es por que sabía que estaba con nosotros te aseguro que hubiera pensado que se había ido, ese chico es todo un misterio, y muy guapo, una perfecta combinación- Sonrió. -Pero, va a venir por ti...? ¿Qué pasó exactamente?-

-Amm... A decir verdad nisiquiera yo estoy segura, pero digamos que dejamos una plática inconclusa-

Rocío se emocionó.

Alhelí estaba un poco confundida con la situación, era claro que se sentía muy atraída hacia Drogo, tanto que no podía controlarse junto a el, usualmente no habría sido tan abierta, pero realmente sentía que lo conocía desde antes, aún cuando era la primera vez que lo había visto en su vida.

Llegó la hora de su salida, Rocío le deseo suerte, y ella corrió hasta la entrada, el ya estaba ahí, esperandola. Estaba recostado sobre un auto negro, ella se acercó con la intención de decir un simple "Hola", pero el la halo de la mano y le dio un dulce abrazo, retrocedió un poco y le quitó un mechón de pelo de su cara.

-¿Adónde vamos?- Dijo ella.

-¿Adónde tu quieras, preciosa?- Ese cumplido hizo temblar por dentro a Alhelí, se sonrojo y subió al auto, drogo le abrió la puerta.

Mientras Drogo conducía recibió una llamada...

-¿Si?- Dijo asperamente. -¿Ahora?- Hizo una pausa. -Esta bien- Se veía molesto.

-¿Pasa algo?- Pregunto ella con precaución.

- Lo siento, era Nicolae. Necesita que vuelva- Realmente se veía muy molesto.

-Oh, entonces ve. Si quieres déjame en una...-

-No, te llevaré a tu casa, ¿Dónde es?- Ella lo miro dubitativa.

-¿Seguro?-

-Si, no dejaré que te vayas sola, estando yo aquí-

-Jeje, ok-

Ella lo guió hasta el edificio donde vivía. Cuando llegaron el se bajo y la acompañó hasta el umbral del recibidor, ella subió sólo un escalón y quedó a la altura de él, cuando ella se giró para quedar de frente con el, el la tomó del cuello y la cintura y la beso dulcemente en los labios, ella siguió el beso y puso sus brazos alrededor del cuello de él. Se besaron dulce y apasionadamente, los dos se demostraron en ese beso que de haber podido hacerlo desde el primer momento que se vieron, ósea unas cuantas horas atrás lo hubieran hecho; el beso duro algunos minutos, Alhelí enrojecio, pero algo más extraño aún es que Drogo también se sonrojo. Cuando fueron capaces de frenar el beso, Alhelí busco su mirada pero algo la sorprendió.

La mirada avellana que ella conocía ya no estaba, había sido reemplazada por una mirada roja, un rojo muy intenso.