Cuando la monstruosa mujer se está acercando a ellos, en el rictus de terror de un grito ahogado con voz omitida que se muere en la garganta y unos ojos que reflejan a la bestia cerca de ellos, los humanos tienen en sus manos sus armas, sin embargo, es como si no se pudieran mover, no hay ningún hechizo sobre ellos, es el miedo.
Al estar mas cerca la mujer, DWYER logra mover sus brazos empuñando su arma, tratando de defenderse de la bestia, la cuál arroja sus serpientes de la cabeza hacia ellos, en este instante, se oye un pillido agudo, que proviene de la entrada, la bestia voltea en dirección a la entrada y puede ver que el grifo que fuera pareja del líder del grupo, MUSTELUS, audazmente se abalanza contra ella.
Fieramente MUSTELUS la ataca, agarrándola con sus poderosas garras y picando su cuello con ferocidad en el lado izquierdo.
Tras de el. Llegan mas grifos y dos fénix del grupo en el que venían, entre ellos HAFU.
La mayoría de los protectores habían oído sus gritos.
Uno de los fénix ve como su amigo MUSTELUS se retuerce de dolor, mientras la bestia da alaridos de cólera, el ruido es espantoso y sonoro, la bestia se relame la herida con sus serpientes en la cabeza, el pobre grifo tensa su cuerpo por última vez y queda sin vida.
Aquél monstruo aún sigue en pie y llena de furia, se abalanza contra el fénix, el cuál reacciona apartándose de ella, el fénix brilla con tanto esplendor como si fuera una llama y posa su aliento sobre aquella bestia, su aliento la envuelve en llamas, las cuáles la hacen lanzar alaridos de dolor, se azota en los pilares y el suelo tratando de apagar aquellas llamas, sin lograrlo, la bestia huye dentro de la caverna.
Aún pueden ver la luz de la llama que envuelve al monstruo por unos momentos, finalmente desapareciendo en la oscuridad.
Los humanos, fuera de peligro, se tiran al suelo de rodillas desfallecidos por la conmoción.
Mientras algunos de los protectores vigilan la entrada de la caverna, dos de los grifos jalan el cadáver de su hermano MUSTELUS fuera del templo.
Los humanos tienen que ser ayudados a salir del templo, están visiblemente afectados emocionalmente, ha sido una vivencia terrorífica, este es el nuevo mundo, lleno de bestias malignas.
HAFU vigila de cerca al consejal.
Luego de sacar al grifo muerto, salen los humanos y por último, los que vigilaban la caverna.
El nuevo mundo es un sitio no deseado.
Sin duda, sabían que sería peligroso, estaban preparados para cosas violentas, pero, no esperaban que fuera una masiva pérdida de camaradas.
Desde la otra isla se alcanzan a escuchar gritos apenas audibles, provenientes de las ruinas del templo de aquella tierra.
Acuerdan esperar un poco alejados del templo, cargan el cuerpo del grifo hasta la orilla de la isla, ahí se quedará el fénix que atacó al monstruo, cuidando de MUSTELUS y de los humanos, todos los demás se aventuran en auxilio del otro grupo.
Llegan también los demás integrantes del grupo que acompañaba a los humanos que entraron ahí.
Además de otros 4 que habían ido a la tercera isla con sus jinetes.
Entran todos los protectores alerta. Dentro del templo, se ve un espectáculo parecido al de la otra isla, el templo se ve bastante deteriorado, el piso manchado, parecieran rastros viejos de sangre.
Los pilares entre uno y otro oscilan entre los 3 metros de distancia, por lo cual, no es fácil para algunos moverse con libertad.
El ambiente huele a podrido. Y logran percibir el olor a sangre fresca al final del templo.
Los protectores apresuran el paso, saben que sus humanos están heridos.
En el camino mientras avanzan, un grifo les cuenta a los demás protectores, el horror que hallaron en el otro templo.
Todo toma un tono severamente gris.
Los gritos de los humanos se escuchan ahogados, cada vez son menos y de menor intensidad.
Los protectores van lo más rápido que pueden.
Al llegar al final del templo, encuentran a todos los humanos mutilados, con los miembros del cuerpo separados del torso, incluso manos amputadas y... rodeada de ellos, está un ser grotesco al final del mismo, es un monstruo humanoide, parecido a una oruga gigante de ojos hundidos, su piel es grisácea, viscosa, de apariencia salvaje y serpientes por cabellos.
La bestia se encuentra comiendo parte de un torso humano, haciendo un ruido estremecedor al estar rasgando la piel, jalándola con los dientes y masticar.
Aquél ser, se comunica con ellos con gruñidos, se encuentra en calma, al notar que son muchos, se empieza a notar su cólera en su rostro que se va transformando hasta casi desfigurarse al gruñir.
Al ver que estos están quietos, sus ojos brillan y causa un efecto paralizante en los humanos.
Los grifos atacarán a aquella bestia, el grifo que les contó lo del templo los detiene, a los camaradas del último grupo, les pide irse con los humanos que los acompañan, les recuerda que, el compañero MUSTELUS, murió al tener contacto con la sangre de aquella bestia.
Si agreden a esta bestia, tal vez pase lo mismo.
Mientras los fénix rodean amenazadoramente a la bestia desde la dirección hacia la entrada, la bestia mira como los demás están escapando del templo.
Siente el impulso de atacarlos siendo interrumpida por el fuego de algunos de los fénix, el cuerpo de la bestia se enciende en llamas y da alaridos espantosos, huyendo ente los pilares del templo hacia un agujero en la pared, en el cuál se introduce, escapando hacia la oscuridad.
Todos salen de prisa del templo con los humanos, los fénix vienen detrás de ellos, ya fuera del templo, acuerdan ir a reunirse con los otros.
Los integrantes del grupo de los jinetes y dos grifos que habían estado en el templo, se separan para ir al templo donde está el resto de su grupo, en el templo grande. Para su fortuna, en este templo no había ningún monstruo, solo encontraron a unos seres humanoides con patas en lugar de piernas y cuernos en su cabeza, ellos viven en el templo y se escondieron de ellos cuando los vieron llegar.
Como estas bestias pequeñas como un humano es muy ágil, se alejaron y no pudieron tener contacto.
Cuando logran reunirse con los demás, los dos grifos les cuentan la tragedia que pasaron, dicho esto.
Los dos líderes de aquellos grupos perecieron, así que el líder de este grupo: BRANCHI, da la orden de reunirse con los demás.
Sin duda, por lo que pudieron ver, el nuevo mundo, tiene mucha ciencia que aprender, pero, también es demasiado mortal para el equipo de exploración.
Por ahora da por terminado el trabajo, han reunido valiosa información, aunque el resultado fue demasiado costoso.
Acuerdan que es hora de volver.
Los demás grupos de 50, volverán cuando sea prudente.
El consejal DWYER, se encuentra preocupado, bien sabe que, una vez que vuelva, el no podrá regresar más a este nuevo mundo debido al grave peligro al que fue expuesto.
Sus armas eran poderosas, pero, aquellas bestias también.
Tras pensarlo mucho, el decide que sus ganas de ver el mundo son más fuertes que su miedo... que aquél miedo que le heló la sangre en el templo.
Si, se sintió indefenso.
A pesar de portar poderosas armas, estas resultaron ser poco prácticas, en contra de aquella bestia.
En cuanto el equipo se reúne con ellos, DWYER pide a HAFU, la oportunidad de formar equipo con otro grupo, de esta manera poder seguir viajando.
HAFU no está muy de acuerdo, sin embargo, lo apoyará si es que logra convencer al líder del grupo.
fin de capitulo 10