El barquero sigue hablando, cada palabra taladra la mente de los dos. Como si hablara directamente a sus mentes.
El explica que aquella niña ha estado ahí, por años, sin lograr morir, sin lograr vivir.
Todo por causa de su nacimiento no deseado, odiada desde su primer aliento, heredera de los pesares en el mundo.
Al morir, penará eternamente.
Ya que ella no tiene permiso de entrar al otro mundo.
DWYER, no comprende lo que significa lo que dijo el barquero, solo entiende que aquella niña está mal.
DWYER se acerca a la niña, envuelta en una tela.
Tiene aproximadamente unos 10 años, está terriblemente golpeada, sin conciencia.
El consejal, profundamente conmovido, la toma entre sus brazos y pide permiso a HAFU para volver al reino con la niña.
A HAFU no le parece buena idea.
Lo que el barquero dijo sobre la niña, puede ser malo, sin embargo, lo que está ante sus ojos, es un ser humano indefenso, le da miedo darle su protección, pero, le daría más remordimiento no hacer nada por ella cuando si está en posición de hacerlo.
HAFU acepta.
Después de todo, es un ser humano que necesita protección.
Al estar DWYER, levantando a la niña.
El barquero dice que es hora de irse, aquél ser, mueve su brazo para tomar un remo.
Este acto ha dejado ver que no tiene carne en absoluto, aquél barquero es un esqueleto, es… la muerte.
Esto hela la sangre del consejal, quien solo atina a tomar a la niña y salir de ahí apresurado sudando frío.
Logran llegar hacia afuera de la cueva, en el umbral de la misma, la situación cambia como cuando estaban por entrar, se ve el camino de antorchas alumbrando aquél camino de espejismo.
Aún hay luz de día afuera.
Salen del templo.
Notan que, la niña no ha reaccionado, hay soltura en su cuerpo.
Coloca el cuerpo de la niña en el suelo, recargada en sus brazos, el cuál apoya uno de ellos en una de sus rodillas, mira el rostro de aquella niña.
Su piel, es blanca como la de los aldeanos que vieron, aunque el color es algo pálido, tiene ojeras profundas, el cabello enmarañado de color rojizo, sus labios tienen un ligero color azulado, su cuerpo demasiado delgado, se toca algo frío aunque parece tener la frente muy caliente, como si tuviera fiebre.
Su rostro deja ver que ha sido severamente golpeada, muestra signos de hinchazón.
El pulso es débil pero estable.
El consejal DWYER con el rostro ensombrecido del miedo, echa a la niña en el lomo de HAFU, le pregunta por su estado ya que antes, en la caída salió lastimado.
HAFU, le avisa que, si llega el momento, tendrán que parar en alguna isla a descansar, sin embargo, cree poder volar un poco más.
DWYER, se monta en el, le pide que por favor, haga su mejor esfuerzo para alejarse de ahí, HAFU emprende el vuelo lo mejor que puede, aunque, está resentido de un ala.
A los pocos días, logran llegar al rein del consejo, en cuanto tocan tierra, piden ayuda y desisten en viajar por si solos.
HAFU fue ayudado por otro grifo y a DWYER lo llevó un fénix con la niña aún inconsciente a su lado.
Al llegar al castillo, se dan cuenta de que todos los demás grupos han regresado, el viaje tuvo muchas experiencias y todos los grupos tuvieron muchas bajas.
Algunas de estas vivencias fueron traumáticas y descubrieron, nuevos seres poderosos entre los humanos.
Lo único que es claro, los dragones enemigos se han apartado de los territorios vecinos.
Solo queda esperar.
El consejal DWYER, tiene algo que reportar, cosa que ellos ya sabían, ya que fueron notificados desde el momento en que llegaron al reino.
Aún así, era el consejal DWYER quien debía presentar la noticia.
El se siente un poco ansioso, hay mucha seriedad en el ambiente, luego de las catástrofes, sin duda esta noticia no será buena en realidad.
Toma la palabra, DWYER explica que, con el, trajo a una niña humana del nuevo mundo.
Ella se encontraba inmersa en la miseria, abandonada en una cueva.
HAFU mira a DWYER, el cuál le regresa la mirada, no cree prudente decir todo lo que vió, así que no mencionará al barquero, ni lo que el dijo.
Preguntaron si había humanos en los alrededores. DWYER lo negó a pesar de recordar aquellas sombras de niebla que aparentaban ser personas… o en algún momento lo fueron… HAFU se ha mantenido callado.
Es el rey DRAKO quien pregunta a HAFU, ¿el estaba de acuerdo con DWYER al momento de traer a la niña?
HAFU mira a DWYER.
Baja un poco la mirada, el rey espera.
HAFU declara que, al principio no estuvo de acuerdo, sin embargo, al ver a aquella niña, en el suelo, envuelta en aquella tela bastante golpeada, no pudo decir que no.
Ellos han crecido dentro del reino del consejo protegiendo a todas las especies con dedicación y pensó que, como podría ver a aquellos humanos si no tuvo el corazón de salvar a una niña humana.
Se hace un silencio en el salón.
De alguna manera, le agradó la respuesta al rey.
Esto inquieta a todos los concejales.
KIRIN opina que, el acto de sustraer a la niña puede tener consecuencias.
PYUA refuerza su opinión, los humanos del otro lado del mundo pueden querer reclamarla o usarla como pretexto para hacer la guerra.
El consejal DWYER y HAFU respaldan su decisión, si uno de los valores para estar en el consejo era ser de buen corazón o por lo menos poner sus prioridades o valores morales primero, entonces, ¿por qué razón cuestionan su idea de salvar una vida? la niña yace herida en el laboratorio y aún no despierta, nadie puede saber por lo que ella haya pasado hasta que recobre la consciencia y decida contar la tragedia que la llevó a terminar en aquella cueva.
Se ha mencionado por medio de LUNG que, han estado atendiendo sus heridas, aún así, creen que deben mantenerla apartada.
Tal vez no sea nada, pero, también, podría ser una trampa.
YONGHÉNG reitera que, a muchos de los expedicionistas, los mataron seres que parecían inofensivos, sin embargo, no lo eran.
La mayoría de los cuerpos ni si quiera pudieron ser rescatados.
No tendrán un descanso cerca de su hogar, cerca de su familia.
TEN menciona que, los informes dictan que hay humanos gigantes y otros poseen poder mágico, no es algo para tomarse a la ligera.
DWYER buscó un poco de aprobación en LUNG.
Sin embargo, no lo apoyó.
Se mantuvo firme en mantener apartada a la niña del nuevo mundo.
Para dar por terminada la reunión, el rey pide posponer nuevas expediciones hasta resolver algunas de las situaciones que involucraron este viaje.
Con ello, DWYER sintió como una pesada losa caía sobre sus esperanzas, sin duda, nunca más podrá volver a salir del reino.
FIN DE CAPÍTULO 12