Cuando llegó vio a muchas mujeres, jóvenes, viejas y niñas desnudas disfrutando de su baño. -Realmente puedo hacer esto y nadie me ve- se paseó cerca de cada una de las mujeres y no pudo ser visto por nadie, lo cual lo hizo respirar con mucha felicidad, entonces fue cuando comenzó realmente a disfrutar la vista que tenía enfrente, tetas y nalgas de todas formas, tamaños y colores lo rodeaban y lo podría disfrutar a placer.
Después de un momento pensó -si las toco, ¿ellas podrán sentir mi mano? fue entonces que hizo una prueba, se acercó a una de las chicas que más llamó su atención, suavemente toco la parte superior de su espalda, en ese momento la chica, movió su mano, rascó su espalda justo donde había tocado Teo y continuó tallando sus piernas.
Al ver esto Teo pensó en alejarse un poco para que no lo escucharan y entonces dijo -sistema, quiero poder tocar sin que se den cuenta- entonces una sensación fresca volvió a recorrer su cuerpo, hasta el último pelo, fue entonces que se acercó nuevamente a la misma chica y repitió su acción anterior, esta vez la chica no tuvo ninguna reacción, por lo que lo intento con más firmeza, cuando notó que no hubo ninguna reacción por parte de la joven puso una sonrisa muy pervertida.
El acariciar por primera vez a una mujer fue toda una carga para su cerebro, no era el joven más pervertido entre los compañeros de su edad, pero en ese momento sintió como si pudiera hacer lo que fuera, tomó un pecho con su mano una y otra vez, no pudo evitar desear sentir el pezón con sus dedos, así que se movió en esa dirección, pero justo en ese momento, la chica había terminado de limpiar su pierna y cambió la posición para limpiar su otra pierna.
En ese momento Teo se sintió disgustado porque no pudo sentir el pezón de la joven, así que se le ocurrió otra idea, regresando a el lugar lejos de los demás dijo -sistema, quiero que ninguna persona pueda escuchar mi voz- esta vez no sintió nada, así que intentó probar y acercándose a la mujer más cercana, habló, pero ella no respondió, entonces probó con un grito, pero parecía que nadie lo escuchaba, así que regresó a donde estaba su primera víctima y dijo -sistema, quiero que esta chica se quede sentada con los brazos a los costados y sin poder moverse-
En ese momento la chica dejó de lavar su espalda y se sentó de manera que su pecho quedó total mente expuesto, a lo que la tocó directo en el pezón que se le escapó sólo hace unos momentos, lo tomó y empezó a jugar con él, lo apretó entre sus dedos, lo presionó contra el pecho como si fuera un botón, entonces fue que decidió acercar su cara al pecho de la joven, sacó su lengua y suavemente recorrió el pezón, luego la aureola y siguió hasta que sin que se diera cuenta su mano izquierda ya estaba sobrando el otro pecho de la joven.