Al abrirse la puerta de la habitación, entró un señor de unos 30 años, alto, musculoso y gran barba, que le dio la impresión a Abel de un leñador en su vida anterior, éste al ver que despertó, le habló con una gran voz:
"Vaya, parece que por fin despertaste hijo, cuando te encontré, apenas si estabas vivo, sin mencionar que la cantidad de heridas que tenías ya superaban las que tuve en mi vida, jajajajajaja."
La risa de esta misteriosa persona era tan fuerte y estridente que mareo un poco a Abel y casi lo hace desmayarse, pero aun así obligó a su mente a trabajar a toda velocidad para crear una historia convincente.
"Esta es una situación típica en cualquier novela, aunque tuve la suerte de que me encontró este señor en vez de ser comido por las bestias, aún tengo que planear una excusa convincente para mi situación."
Pensando en ello, Abel intentó darle forma a su situación de diferentes maneras para encontrar una que sea apropiada para usar.
"El único problema aquí es el hecho de que solo tengo 5 años, si tuviera más edad quizá podría hacerme pasar por un cultivador que huía por su vida de sus enemigos…, o quizás no, o tal vez el método de la pérdida de memoria, eso me ayudaría ya que no tengo ni idea del lugar donde estoy, ni cuál es la distribución de poderes aquí en este reino inferior."
Llegando a la conclusión que optar por pérdida de memoria sería lo más convincente, Abel esperó el momento adecuado cuando la risa de la otra parte por fin termine para abordar correctamente la situación.
Poco tiempo después el desconocido se percató que Abel no había dicho una sola palabra, por lo que se detuvo a mirarlo por un momento antes de decir:
"Ummmm, parece que aún necesitas despertar del todo eh, bueno no me sorprende, con todas esas heridas que tenías ya es un milagro que sigas vivo, deberías agradecer a toda tu fortuna el toparte conmigo."
Notando que era un buen momento para hablar, Abel decidió actuar su papel adecuadamente, así, con una voz lastimera, baja y algo ronca, preguntó:
"¿D-Dónde estoy?"
Ante esto, el viejo alzó una ceja, pensó por un momento antes de responder:
"Ummm, parece que también te golpeaste la cabeza, y olvidaste ciertas cosas, bueno, no es que me interesen tampoco, en fin, déjame responderte mocoso, esta es una cabaña que encontré a las afueras del bosque de Couvet, una de las zonas prohibidas de este lugar."
"¿Zona prohibida?"
Al escuchar esto, Abel casi quería maldecir, cabe resaltar que un nodo como por el que entró tenía una entrada fija, pero salida aleatoria, por lo que bien al salir del nodo pudo terminar en una ciudad, desierto, planicie, o cualquier otro lugar de este reino inferior, pero de todos los lugares, tuvo que terminar inconsciente en una zona prohibida, realmente no podía decir si era buena o mala suerte terminar en tal lugar.
"Bueno, pensándolo bien, si de repente apareciera en una ciudad, la autoridad local bien me podría haber detenido y quien sabe cómo hubiera terminado, aunque terminar en una zona prohibida evidencia mi mala suerte, al menos se compensó en que este señor me encontró y sacó de allí."
Pensando de esta manera, Abel se consoló un poco, pero no pensó más en ello antes de continuar con su actuación.
"¿Bosque de Couvet?, ¿dónde está eso?, argh, mi cabeza, me duele"
Al ver la reacción del niño, El viejo asintió para sí mismo, antes de colocar su mano sobre la cabeza de Abel.
"Ummm, no encuentro nada extraño con tu cuerpo, tus heridas están mejorando rápidamente, parece que en verdad te golpeaste la cabeza, ¿pérdida de memoria supongo?, aunque no se encuentran niños de tu edad en una zona prohibida y menos sin un cultivo que los respalde, aunque tu cuerpo físico es asombroso, curó tus heridas rápidamente."
Notando que logró colar su pequeña mentira, Abel suspiró aliviado, aunque confiaba un poco en este viejo por el hecho de que lo salvó y lo sacó de aquella "zona prohibida", tampoco era tan crédulo hasta el punto que confiaría ciegamente en él, por lo que empezó a pensar su siguiente curso de acción.
"No conozco nada sobre este lugar, por lo que ir por mi cuenta podría ser un suicidio, de momento, quizá lo más razonable sería permanecer con el viejo o pedirle que me diga la dirección del pueblo más cercano, y luego empezar por ahí, sin mencionar que ya quiero comenzar a cultivar, no tener fuerza en un lugar y mundo como éste es un pecado."
Sin tener ningún conocimiento sobre el lugar en el que se encontraba, Abel no pudo viajar como una mosca sin cabeza, necesitaba al menos conocer la zona en la que se encontraba, pueblos cercanos e incluso los niveles de cultivo de la zona, solo así tendría un mínimo de protección y auto conservación.
El viejo por otro lado no tenía ni idea de lo que pasaba en la mente del niño, más bien, se preguntaba que debería hacer con él, cuando lo encontró, pensó que debería ser el joven maestro de alguna familia o secta poderosa, con lo cual al rescatarlo le darían una gran recompensa, lo que no esperó era que el niño parecía haber perdido su memoria, por lo que ahora debatía si llevárselo de regreso a su aldea o no.
El viejo pensó por unos momentos antes de suspirar para sí mismo.
"Bueno, ya que me tomó tanto esfuerzo rescatarlo, no puedo dejarlo aquí en este lugar y que muera, además puede que después de un tiempo recupere su memoria, con lo cual lo pueda ayudar a regresar con su familia y que me recompensen por ello, sí, por el momento, lo llevaré a la aldea."
Pensando así, el viejo no dudó más, por lo que rápidamente le dijo al niño.
"En vista que no recuerdas nada, te llevaré a mi aldea por el momento, al menos hasta que recuperes tu memoria, pero primero descansa y termina de recuperarte."
Diciendo esto, el viejo no esperó a la respuesta del niño y se dirigió a la salida, pero no sin antes voltear y decirle algo al niño:
"Por cierto, mi nombre es Ben, pero ´puedes dirigirte a mi como viejo Ben, todos en la aldea lo hacen."
Y diciendo esto el viejo, o, mejor dicho, el viejo Ben salió de la habitación dejando a Abel sin palabras.
"Jajajaja, no esperaba que este viejo fuera tan autoritario, ni siquiera me preguntó mi opinión y decidió todo por su cuenta."
Abel se quedó un poco sin palabras por esto, pero también se tranquilizó un poco, el viejo lo llevaría a una aldea, por lo que recopilar información a partir de ahí le sería más fácil.
"Pensándolo así, el viejo me hizo un favor, además parece que es del tipo directo, personas así tienden menos a mentir, por lo que debería descansar tranquilo por el momento."
Sintiendo el ardor y comezón en sus heridas, Abel decidió descansar por el momento y recuperarse lo más pronto posible, después de todo, uno nunca sabe cuándo los problemas tocan la puerta.
Fue solo hasta el quinto día que Abel se recuperó por completo, en parte fue gracias a su condición corporal que logró recuperarse rápidamente, el resto fue la ayuda del viejo con uno que otro brebaje que lo ayudó a acelerar la recuperación de su cuerpo, además durante ese tiempo, logró obtener información importante del lugar al que había llegado de su conversación con el viejo.
"Según el viejo, me encuentro en un lugar llamado continente Azur, específicamente en el condado de Nill, en la zona sur de éste y a las afueras del bosque de Couvet."
"El viejo pertenece a una pequeña aldea dentro de éste condado, y quienes lo rigen son 3 sectas, quienes al parecer de vez en cuando reclutan nuevos discípulos de acuerdo a su talento."
Recordando la información que obtuvo del viejo, Abel empezó a analizar sus opciones.
"En primer lugar, me preocupa que la aldea del viejo por lo que me dijo, se encuentre tan cerca de una "zona prohibida", que es el bosque Couvet, pero supongo que tendré que investigar eso después, ahora con respecto a las sectas, existen muchas de ellas en este condado, pero los hegemones son tres, supongo que debe ser porque sus maestros o ancianos deben tener un cultivo muy alto, con lo cual las demás solo pueden arrodillarse ante ellas."
Otro aspecto que sorprendió a Abel fue el hecho de que todos parecían cultivar, en realidad, Abel esperó encontrar una situación en la que existían familias nobles de mortales comunes con uno que otro cultivador ocasional, como leyó en Kunlun sobre los reinos inferiores, pero al parecer la situación en este era muy peculiar.
"Todas las personas aquí al parecer cultivan o tienen conocimiento de ello, lo que es muy diferente de lo que leí en Kunlun, lo que me deja 2 opciones, o este condado de Nill, es una zona próspera con alto qi espiritual, por lo que todos aquí cultivan, o hay algo más que me estoy perdiendo."
Debido a que los antiguos sellaron su camino celestial, Abel no podía sentir la cantidad de qi espiritual en el ambiente, por lo que no podía dar una respuesta clara a sus pensamientos.
"Olvídalo, dejaré ese tema de lado por el momento, más bien, ahora que ya me recuperé por completo, debería encontrar un lugar adecuado para ver si en verdad el manual de rango antiguo puede ayudar a cultivarme."
Pensando en este tema, Abel se sintió algo ansioso, si bien Daniel le dijo que con la ayuda de éste debería ser posible para él volver a cultivar, sin confirmarlo por sí mismo, Abel no estaría tranquilo.
"Supongo que ya es hora de ir a esa aldea, una vez allí, encontraré un buen lugar para empezar a cultivar."
Llegando a esa conclusión, Abel se levantó de la cama en la que permaneció por más de cinco días y salió a buscar al viejo.