Como aún era temprano y apenas si salían los primeros rayos de sol, Abel mientras intentaba seguirle el paso al joven que lo guiaba, se percató que, en la entrada de la aldea, se encontraban reunidos un grupo de personas, discutiendo sobre algo.
El joven al ver su curiosidad y recordando lo que le dijo la mucama anteriormente, suspiro antes de decirle al niño sin mirarlo.
"Ese grupo de personas que ves allá son las que salen a cazar, ya sea para recolectar pieles de las bestias de rango uno en adelante o para buscar alguna que otra hierba medicinal, las cuales luego serán intercambiadas por el jefe de la aldea con las sectas a cambio de mejor equipo, píldoras medicinales y otros recursos de cultivo necesarios para la aldea"
Abel al escuchar esto se sorprendió un poco, pero asintió en silencio, mientras pensaba para sí mismo.
"Justamente por ser una aldea donde todos son cultivadores, la cantidad de recursos que necesitan para cultivar debe ser enorme, supongo que aldeas como ésta deben servir a las sectas aledañas como canteras, donde pueden encontrar algunas plántulas con gran talento para sus sectas, y si no también les ahorran el trabajo al cazar bestias de rangos bajos y obtener recursos de manera práctica, después de todo las profesiones de alquimista y maestro de forja son las más lucrativas, incluso en Kunlun."
Generalmente los alquimistas hacían uso de las plantas, frutos y tesoros del cielo y la tierra para crear píldoras que ayuden con el cultivo de la persona, ya sea para ayudarlo a cruzar un cuello de botella, para explotar con gran fuerza en un momento determinado, o para salvar a alguien que está al borde de la muerte.
Pero esto no sin ningún precio, debido a que convertirse en un alquimista de por sí ya era muy complicado, elaborar píldoras también tiene su propia dificultad y muchas veces se necesitaban varios ingredientes del mismo tipo para poder crear una píldora, ya que la tasa de éxito en su creación variaba dependiendo de los efectos que producía dicha píldora.
Es por esto que cuando se le solicitaba a un alquimista elaborar una píldora, se le tenía que llevar los ingredientes respectivos para elaborar por lo menos cinco, ya que la tasa de éxito era baja, pero incluso si no se lograba crear la píldora, tampoco te podías quejar, solo podías lamentar tu mala suerte.
Lo mismo sucedía con los maestros forjadores, quienes usaban minerales, metales e incluso pieles de diferentes bestias para crear diversos equipos como espadas o sables, aunque a diferencia de los alquimistas, era muy difícil que un maestro forjador se atreva a crear algo de lo que no está seguro, por lo que su tasa de éxito era ligeramente mayor.
Es por esto que en Kunlun ambas profesiones eran las más lucrativas en Kunlun, y si se pudiera, Abel esperaba aprender alguna de éstas profesiones.
"Según recuerdo, para convertirse en un alquimista o en maestro forjador, lo esencial sería tener un excelente control con el qi espiritual, además de que se necesita una gran fuerza mental."
Mientras Abel pensaba en esto, tanto el joven que lo guiaba como él ya habían salido por la puerta principal, dejando atrás a los cultivadores que se disponían a salir a cazar o buscar tesoros dirigiéndose hacia el este, en la dirección en la que el sol se levantaba.
Después de unos 10 minutos de caminata, Abel logró vislumbrar lo que sería su "casa" a partir de ahora, era una pequeña cabaña, se veía algo desgastada por fuera, dándole a una lo sensación de que no había sido utilizada en mucho tiempo.
Fue solo cuando llegaron a ella que el joven que lo guiaba se detuvo, se giró y miró a Abel por un momento antes de decir:
"Aquí es donde vivirás, el lugar ya ha sido limpiado, dentro se ha dejado uno que otro cambio de ropa para ti, en cuanto a la comida y el agua, me dijeron que sabías cazar, por lo que eso lo resuelves tú, en cuanto al agua, un poco más profundo en el bosque a tus espaldas hay un pequeño río."
Después de decir esto, el joven permaneció pensando por un momento antes de negar con la cabeza y mirar con algo de simpatía al niño, y sin decir nada más, caminó de regreso a la aldea, pensando para sí mismo:
"Ese niño ni siquiera ha comenzado a cultivar, ¿y dicen que sabe cazar?, en las cercanías solo hay bestias de rango uno y dos, incluso escuché a uno de mis compañeros que salió a cazar la última vez que esta zona es prohibida para ellos porque hace unos meses se avistó a una bestia de rango 3, en fin, yo ya cumplí con mi misión, en cuanto al niño, que los cielos se apiaden de él."
Mientras Abel veía al joven alejarse, no pudo evitar quedarse sin palabras ante la poca atención que le brindaron, prácticamente todos en la aldea con los que habló lo trataban como una plaga.
"Diablos, incluso si parezco un poco mayor, aún tengo solo cinco años, ¿Así tratan a un niño de cinco años en este mundo?, *suspiro*, supongo que no debería quejarme, al menos tengo un techo donde dormir."
"Aunque esa última mirada que me dio ese joven me da mala espina, era como si ya me viera muerto…, olvídalo, mejor entro y veo que tal es mi nuevo hogar."
Así, Abel entró a la cabaña, la cual no era muy grande, lo primero que vio era lo que se llamaría la sala, la cual se encontraba totalmente vacía, aunque lo que si noto era que se encontraba bastante limpia, además a diferencia del exterior desgastado, por dentro aún se encontraba en buenas condiciones y con un poco de amueblado, no sería muy diferente a las de su mundo anterior.
Casi al fondo, Abel notó que había unas escaleras que lo llevaban al piso de arriba, como no encontró nada interesante en la sala, decidió subir y ver que había.
Lo primero que vio cuando subió era una cama, que se encontraba al lado de la ventana, además también notó que encima de la cama había unos tres cambios de ropa para él, lo cual lo alegró.
"Bueno, supongo que son considerados a su manera, aunque el lugar prácticamente está vacío, tengo todo lo que necesito por el momento, así que tampoco está tan mal."
Así, Abel caminó hacia la cama y se sentó, mientras veía por la ventana hacia el exterior, que daba hacia el bosque del que habló el joven.
"Ahora sí es momento de pensar en mi próximo curso de acción."
Debido a la falta de un lugar para establecerse, Abel había dejado de lado todo pensamiento sobre su futuro, mientras se concentraba por el momento en sobrevivir, ahora que por fin se estableció e incluso tenía su propia casa, era momento de decidir lo que tendría que hacer.
"En primer lugar, recuperar mi cultivo es vital, aunque ya he encontrado uno que otro lugar para comenzar con el manual que me dio el bibliotecario, creo que sería mejor buscar uno dentro de este bosque, así, si surge algún problema, podría culpar a alguna bestia, dudo que sospechen de un mortal como yo."
Debido al sello construido con qi celestial, Abel dudaba mucho de que el proceso para cultivar con el manual de rango antiguo vaya de manera fluida, sin mencionar que su dantian aún estaba herido, por lo que ser precavido era lo mejor para él.
"Bueno, eso sería con respecto a mi cultivación, en cuanto a la comida, una bestia de rango uno no es problema, por lo que ese aspecto está manejable, además quizá pueda intercambiar las pieles por alguna medicina en la aldea, ummm, tendré que preguntar sobre eso después."
Debido a ese pequeño encuentro más temprano, Abel supo que debería haber algún lugar en la aldea donde hagan algún intercambio, por lo que sería una buena manera de ganar algo de reconocimiento en la aldea y algo de dinero también.
"Ahora bien, antes de hacer todo esto, ¿debería ir a la biblioteca y pedir el manual de cultivo junto con las técnicas marciales o no?, supongo que sería extraño regresar un día a la aldea y que se dieran cuenta que ya cultivo sin haber pedido un manual en la biblioteca, pero también está el hecho de que, si pido un manual de cultivo, en algún momento notarán que no cultivé con él, sino con otro manual."
Mientras reflexionaba sobre ello, Abel se tomó un tiempo antes de tomar una decisión.
"Básicamente ahora estoy bajo el abrigo de viejo Ben, quien al parecer tiene una gran influencia en la aldea, por lo que incluso si notan que utilizo un manual de cultivo diferente, dudo que abriguen malas intenciones, al menos abiertamente, además incluso si lo hacen en la oscuridad, mi fuerza actual me permite poder oponerme incluso a soldados marciales, por lo que no debería preocuparme por ello."
"Así que lo que haré será ir a la biblioteca y solicitar el manual de cultivo, con lo cual no sospecharan nada por un tiempo, además incluso si lo hacen puedo decir que en mi memoria apareció un manual de cultivo cuando intentaba cultivar con el que elegí, así, aunque quieran, no podrán decir nada."
Habiendo decidido su siguiente curso de acción, Abel se levantó de la cama y salió de la cabaña con dirección a la aldea, específicamente a la biblioteca.
"Por el momento iré solo a buscar el manual de cultivo, cualquier otra cosa puede esperar un poco más, una vez tenga el manual en mis manos, debo encontrar un lugar adecuado en el bosque para poder empezar a cultivar con el manual de rango antiguo, solo con la fuerza suficiente puedo empezar a caminar con confianza en este mundo."
Así, con este pensamiento en mente, Abel entró a la aldea, dirigiéndose directamente a la biblioteca.