Mientras veían como todo el lugar rodeado por la formación "desaparecía", dejando solo un gran cráter en medio de una gran cadena montañosa, Fillia no pudo evitar suspirar.
"Y pensar que éste lugar escondía tal secreto, no es de extrañar que las bestias espirituales se quedaran vigilando este lugar, al menos ellas deben haber sabido desde hace mucho sobre esta herencia y sobre quién la dejó, por eso custodiaban este lugar."
Escuchando el comentario de Fillia, Daniel asintió en silencio, antes de decir:
"Debemos irnos de este lugar rápidamente, por lo que dijeron esos compañeros daoístas al inicio, sus mayores no se encontraban en este lugar, de lo contrario ni tú ni yo tendríamos esperanza de sobrevivir, cuando ocurrió todo este incidente ya deben haberlos alertado, por lo que debemos salir de aquí antes de que regresen."
Fillia sintió en silencio, si bien eran los genios más talentosos en su familia, frente a un anciano con un cultivo en la etapa tardía del cultivo, no eran más que hormigas más grandes, sin mencionar que la supuesta herencia que buscaban en realidad no tenía nada que ver con ellos, pero ¿quién les creería?
Pensando en el asunto de la herencia, Fillia no pudo evitar mirar a Daniel, quien se encontraba llevando el arca fuera de este lugar.
Al sentir su persistente mirada, Daniel solo suspiró por dentro, sabía que esta vez no podía mentirle a Fillia, todo este incidente fue totalmente inesperado, además al final el niño desapareció, ni siquiera sabía cómo enfrentarse a su padre y abuela, sin mencionar que si se hablaba de este incidente, pueden haber uno que otro antiguo que se percatara de ello, por lo que para evitar más problemas, decidió contarle parte de la verdad, pero no sin antes tener un seguro.
Así, Daniel, con una mirada seria y penetrante en su rostro, se dirigió a Fillia:
"Puedo responder algunas de tus dudas, pero antes de eso, debes hacer un juramento sobre tus demonios internos de que no le contarás a nadie más sobre lo que te voy a decir, ni sobre lo que acaba de suceder."
Fillia ni siquiera dudó, rápidamente hizo el juramento, para ella, mientras su curiosidad sea satisfecha, podía hacer ciertos sacrificios.
Esta vista, aunque no sorprendió a Daniel, si lo hizo sonreír impotente.
"Bueno, aunque yo tampoco sé mucho del tema, de no ser por la abuela, ni siquiera mi padre podía decirme la situación con claridad."
Debido a la gravedad de lo ocurrido hace 5 años, la abuela de Daniel hizo que todos los que presenciaron y conocían sobre el incidente juren sobre sus demonios internos que no se mencionará sobre ese incidente, quienes, a pesar de su renuencia, solo pudieron aceptar, y entre ellos estaba el padre de Daniel, actual cabeza de la familia Aegis, es por ello que, a petición de su padre, la abuela le comentó un poco sobre el incidente.
Una vez que vio a Fillia terminar con el juramento, Daniel preguntó tranquilamente:
"¿Qué es lo que quieres preguntar?"
Fillia pensó por un momento antes de decir:
"¿Abel tenía una llave de herencia?"
Al escuchar esto, Daniel se sorprendió, no por la pregunta, sino por el nombre que ella mencionó
"¿Dijiste Abel?"
Fillia, algo molesta porque aún no respondían su pregunta, añadió rápidamente:
"Sí, Abel, el niño que desapareció por completo y por el que al parecer no te preocupas."
Al escuchar esto, Daniel se sorprendió, antes de negar con la cabeza mientras pensaba para sí.
"Con que Abel eh, me pregunto qué reacción tendrá la abuela cuando escuche que te pusiste un nombre tú mismo."
Aunque no era extraño que una persona se dé un nombre a sí misma, generalmente era porque dicha persona quería separarse y cortar todos los lazos con su familia, por lo que escuchar que el niño se dio un nombre lo sorprendió.
Pero Daniel no se detuvo en esos pensamientos y respondió calmadamente a la pregunta de Fillia.
"Aunque ni yo mismo lo sabía, y por más improbable que sea, todo apunta a que sí, el niño tenía una llave de herencia."
Aunque la sola idea de que un niño de 5 años sin cultivación alguna y encerrado en una mansión todo el tiempo obtuviera algo por lo que muchos poderes y genios en Kunlun luchaban parecía inaudito e irreal, todo apuntaba a que éste era el caso, por lo que uno solo puede suspirar ante tamaña suerte.
Fillia asintió, ya sospechaba que éste era el caso con la reacción del niño ante la formación que apareció de repente, y eso la llevo a la siguiente pregunta.
"Ese pilar de luz azul era un nodo, ¿verdad?, seguramente debe transportar al heredero hacia el lugar de la herencia, es por eso que cuando viste el arca regresar sola no hiciste más, ¿no es así?"
"Sí, tienes razón, cuando vi al arca regresar por sí misma desde la dirección del nodo entendí lo que él buscaba, parece que desde el inicio él nos jugó en la palma de su mano…, espera."
De repente, un pensamiento súbito llegó a su cabeza, un recuerdo de hace un mes, cuando le contó que él ya no podría cultivar.
"En ese momento, no le presté mucha atención, pero cuando mencioné el manual de rango antiguo, el niño recuperó su confianza, no me digas que…"
Conectando los hilos, Daniel hizo una terrible suposición, mientras olas de conmoción y sorpresa recorrían todo su ser.
Al ver a Daniel en un estado de trance, Fillia trató de llamarlo y preguntar qué le pasaba, solo para presenciar una vista que quizá nunca más se volvería a repetir.
"JAJAJAJAJAJA, que estúpidos fuimos, una vez que el destino decide algo, no se puede evitar, ¿o más bien fue por querer evitarlo que sucedió?, JAJAJAJA, Abel, espero con ansias el día que regreses a Kunlun, moriría solo por ver las caras de los antiguos al ver que lo que intentaron detener al final sucedió."
Al ver la risa de Daniel, Fillia se sorprendió mucho, nunca en todo su tiempo de conocerlo lo había visto reír tan salvajemente, pero no lo interrumpió, solo sonrió y se retiró, mientras la risa de Daniel permanecía por el arca por un tiempo.
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Abel despertó, todo su cuerpo le dolía, su mente estaba nublosa y apenas sui podía conectar pensamientos, intentó sentarse solo para que un dolor intenso atravesara todo su cuerpo, impidiéndole moverse en lo más mínimo.
"Rayos, que fue lo que pasó, todo mi cuerpo me duele y me arde, ni siquiera puedo moverme para ver el estado de mi cuerpo."
Al ver que no podía moverse debido al intenso dolor que tenía, muy cercano al momento cuando experimentó su lavado espiritual, Abel se rindió en ese aspecto mientras en su mente intentaba recordar que fue lo que pudo llevarlo a esta lastimosa situación.
"Vamos por partes, recuerdo haber llegado a las montañas de Khar con Daniel y Fillia, luego avanzamos hacia el oeste donde se activó una formación, después llegaron unos tipos muy fuertes con los que Fillia y Daniel pelearon mientras yo llevé el arca hacia el nodo…, ¡eso es, entré al nodo!"
Recordando por fin que fue lo que sucedió, Abel con la cabeza más clara y despejada, hizo memoria sobre lo que sucedió después de entrar.
"Pues obviamente el bibliotecario se equivocó, ese nodo ya no era estable, aunque bueno, quizá para seres como Daniel y Fillia sea como un camino de concreto, pero para mí fue como viajar en un camino lleno de baches y con cuchillas a todos los lados, un mínimo error y habría muerto."
Recordando esa trágica experiencia, Abel no pudo evitar suspirar, mientras sudor frío recorría su rostro, esta vez su experiencia fue tan cercana a la muerte que superó por mucho a las anteriores, normalmente ese camino estaba hecho para un cultivado que haya superado por lo menos la etapa de soldado marcial, no para alguien que ni siquiera tenía cultivo, pero para fortuna de Abel, su cuerpo físico logró aguantar todo ese trayecto.
"Debo agradecer también a esa semilla espacial de la que hablo el anciano, sin ella, lo más probable es que hubiera caído en una zona con rasgadura espacial y haberme hecho trizas."
Era por esto que Abel dijo que el camino no era estable, para alguien con un cultivo superior estas rasgaduras eran tan diminutas que no les afectaban, pero para él, fue como esquivar cuchillas invisibles que podían aparecer en cualquier lado, pero para su fortuna, debido a su afinidad con el espacio provista por su semilla espacial, logró evitar las de muerte segura, aunque aún se lastimó mucho en el proceso, resultando en el estado actual de su cuerpo.
Pensando en esto, Abel quería llorar, pero no salían lágrimas, hasta hora, en 5 años en este mundo, ya estuvo al borde de la muerte 3 veces, y eso era solo porque 4 de esos años se mantuvo encerrado, sin salir al mundo exterior.
"Bueno, no se puede evitar, el camino de cultivo es ese, aunque no puedo negar que mi mala suerte también estuvo involucrada."
Suspirando interiormente, Abel solo se percató hasta ahora que se encontraba en una habitación pequeña aparentemente hecha de madera, donde había unos cuantos muebles, muy viejos a su parecer.
"¿Dónde diablos estoy?"
Con esta pregunta en mente, intentó recordar qué es lo que pasó después de salir del nodo, pero para su mala suerte, se desmayó justo después de salir, por lo que no tenía ningún recuerdo del cómo llegó a este lugar.
Así, mientras intentaba pensar su siguiente curso de acción, la puerta se abrió de la habitación se abrió.