Nos encontramos frente a una puerta blanca en el tercer piso de un edificio lleno de departamentos, después de atravesar dos estados, en la puerta se lee la etiqueta "Dios bendice este hogar".
Es algo irónico, predicar la fe de un dios amoroso cuando la persona tras esa puerta abandona a su hija de siete años en un lugar de mierda.
— ¿Quién es? —pregunto una voz femenina del otro lado de la puerta cuando tocamos el timbre.
—Soy Eve...lin... Tu hija...—Balam quería hablar primero, pero le gane por milésimas de segundo.
Creo que no fue lo correcto; cuando dije eso, se escuchó un fuerte golpe dentro, y la voz respondió que esperáramos un segundo.
Pasaron casi diez minutos y adentro se escucharon muchos ruidos hasta que por fin se abrió la puerta.
De ella emergió una señora madura, de rasgos finos todavía conservados pero que dan un aspecto de enojo y arrogancia, un cabello recogido en una cola de caballo, un poco más alta que yo y bastante delgada, se ve que en sus mejores años fue muy bonita, pero curiosamente no tengo parecido a ella, tal vez en el color miel de los ojos y la nariz respingada.
— ¿Quién es el sujeto contigo? ¿Tu marido? Siento que lo he visto en otro lado. —
—Mi nombre es Balam, Doctor en Economía y un empresario de poca categoría, actualmente ayudó a Evelin a encontrar a sus padres y que pueda hacer su vida. —
Quede en shock con aquella respuesta... Hasta ahora es la primera vez que escucho que tiene un doctorado...
Que tonta en la casa tiene colgados sus títulos en distintas partes...
Si no mal recuerdo su título de posgrado está en cocina sobre la cafetera...
Aunque es la primera vez que lo menciona...
—Estoy segura que lo conozco...—
—Lo dudo Madame, vine a este país hace unos años, y en realidad no suelo socializar con nadie a menos que sea por motivos laborales; en todo caso esta pequeña niña es una excepción. —
Ok eso sé que fue una mentira... En parte...
— ¿Podemos entrar? La pequeña Evelin quiere hacerle unas preguntas, después de eso seguiremos nuestro camino. —
Una vez dentro pude notar que él estaba incomodo, aunque su cara de tipo malo diga otra cosa.
Dentro de ese departamento, había muchas cosas regadas, esta señora es muy desordenada y por lo visto vive sola.
—Bueno vamos al grano Evelin, ¿Qué quieres saber? —Dijo ella de forma indiferente, justo al momento de sentarse.
No lo puedo creer, su actitud es despreciable, esa mujer que se supone es mi madre solo es un trozo de basura.
— ¿Por qué tú y papá me abandonaron...? —
—Él no es tu padre, se enteró de eso cuando te hicieron una prueba de sangre para la escuela, tu tipo sanguíneo no coincida con ninguno de los dos, así que te hizo pruebas de ADN. Cuando tuvo los resultados, agarro sus cosas y me pidió el divorcio, por fin me sentí libre, ese hombre era el único obstáculo real en mi vida, tú en particular... Bueno no te quiero, en realidad fuiste un error que nunca debió suceder... No sé si querías eso, pero es toda la verdad...—
Solo sentí mis ojos calientes y una lagrima traicionera se escurrió por mi mejilla... Esto era lo que Balam quería evitar... ¿Verdad?
Esta horrible mujer... Ahora ni siquiera tengo alguien a quien decir padre... Me abandonaron a mi suerte porque se iba a divorciar, no quería a su esposo y simplemente me odiaba... ¿Eso es todo?
¿Qué clase de maldita broma es esta?
¿Qué clase de dios de mierda permite estas cosas...?
Al menos di que me dejaste por que querías que hiciera mi vida con gente que me pudiera cuidar, que tú eras un lastre para mí, que no podías salir adelante como madre soltera... Maldita sea, no seas una mujer de mierda y dime que al menos sentiste preocupación por mí...
— ¿Sabes? Tú hermana, esa tipa con quien me dejaste... Me acuso de seducir a su esposo y acostarme con él... Me golpeó y termine huyendo de esa horrible casa...—
—Si lo dijo tal vez es cierto...—
— ¡No seas estúpida!... Ese hombre abusaba de mí cada que podía y tú solo tienes eso que decir... Me dejaste sola porque no me querías... ¿Pero yo que culpa tenía? Maldición al menos di que sentiste algo de preocupación por mí, por si comía o dormía, sobre que hacía, si tenía amigos o si me iba bien en la escuela... Al menos miénteme una vez frente a frente y di que sentiste preocupación por mí...—
—No puedo hacer eso... Cuando te deje atrás fue porque quería olvidar todo, cerrar ese ciclo que tanto odie... No quiero mentir, simplemente decidí dar vuelta a la página, todo para olvidar a ese hombre...—
Ella señalo una foto en un estante, en ella se encontraba un hombre joven de cabello castaño y los rasgos más hermosos que he visto en un hombre, en él me podía ver a mi misma. No me parecía a esta mujer, pero a ese hombre... ¿Él es mi padre?
Cuando señalo la foto, una sed de sangre inundó la habitación, detrás de mí Balam que había permanecido en silencio, emitía esa aura asesina que hasta ahora nunca había sentido, incluso esa mujer temblaba de miedo al ver que él estaba de pie, sus pasos fueron lentos pero cada uno resonó en mis tímpanos de forma estridente.
Toma la foto con ambas manos y quedó en silencio varios segundos.
— ¿Cómo se llama este hombre? —
— ¿Pa-Para que quiere saber eso? —
Balam solo la miró de reojo y la presión que emitió fue tan brutal que incluso yo sentía que me haría del baño en cualquier momento.
—S-Su nombre es $%%&&U"... Pero no le servirá de mucho... Él falleció hace mucho, antes de que naciera Evelin...—
—Cuéntame la historia. —Las palabras que salieron de su boca fueron casi de ultra tumba.
¿Qué está pasando?
Con algo recelo y el rostro impregnado de horror y tristeza, ella comenzó a hablar.
—Ese hombre fue el amor de mi vida, nos conocimos cuando éramos adolescentes gracias a un amigo suyo en unas cuevas, desde entonces fuimos inseparables. Por desgracia mi familia no lo aceptaba por ser un huérfano que vivía en el tiradero, no importaba que pareciera modelo, el estatus económico lo era todo, a pesar de eso siempre buscamos estar juntos hasta llegar a la mayoría de edad.
Por sus habilidades, se convirtió en atleta, pero eso no fue suficiente para mi familia, que me obligo a casarme con un hombre que, aunque era amable, nunca lo amé.
En secreto ambos nos veíamos en algunos hoteles, siempre me cuidé para no quedar embarazada de ninguno de los dos... Pero una tarde él me propuso que hiciéramos una familia y nos escapáramos juntos.
Yo estaba emocionada y quería huir con él, así que, a partir de eso, busque quedar embarazada de él durante una semana, la más óptima del mes... Pero antes de pudiera hacer la prueba de embarazo... Supe que estaba en el hospital herido de gravedad gracias a una pelea callejera...—
Su voz se entrecorto y empezaron a correr lágrimas por todo su rostro sin detenerse. Su llanto ahogaba sus penas y depuraba las memorias del pasado.
Balam la miraba en blanco, pero sus dedos se movían en círculos de forma nerviosa.
Yo no sabía que pensar...
Mi verdadero padre había muerto y esa mujer nunca dijo nada, bueno no la culpo de eso, no sería fácil contar esa infidelidad estando embarazada.
—...Lo fui a ver al hospital una vez, pero estaba en coma. Supe que despertó dos días después de que lo vi y murió a las pocas horas después de hablar sobre su agresor, el cual se entregó y fue llevado a prisión.
No supe nada después de eso, solo me resigne a quedar embarazada de un muerto que me engaño con tener una bonita familia. Te pareces tanto a él, que no soportaba verte...
Me recordabas mi fracaso como mujer. Si él se hubiera muerto sin engarme de esa forma, tal vez seguiría casada, tal vez tendría otros hijos... Probablemente a ellos si los quisiera, o quien sabe... El destino no está escrito en piedra...—
Todos permanecimos en silencio hasta que perdí el control de mi cuerpo, me acerqué a ella y le solté una bofetada con todo mi odio.
—Me lo merezco. —dijo sin una pizca de remordimiento, al parecer sus lágrimas solo están destinadas al recordar a ese hombre.
Según ella lo quería olvidar, incluso me odia por parecerme a él, pero guarda una foto suya y la tiene a media sala. No puedo entenderla.
No quiero hacerlo.
Es despreciable.
—Es tiempo de irnos, no creo que sea buen momento para seguir hablando. —
Balam me sujeto de los brazos y se apuró en salir. Esa mujer se quedó sola entre sollozos.
Y así espero que siga.
Durante el viaje de regreso, yo me sentía vacía, me odiaba, la odiaba, no quería saber nada del mundo, solo llegar a casa y ser mimada por Balam un poco y dormirme, que este día solo sea un mal sueño...
Pero a media carretera se detuvo, su sed de sangre se descontroló nuevamente y salí de mis pensamientos llena de miedo.
No entendía que pasó.
Se bajó del vehículo y camino en línea recta, solo para golpear con fuerza un enorme árbol.
Cada golpe, ya sea patada o puñetazo iba acompañado de un rugido que no parecía ser hecho por una persona. Su fuerza era tal que aquel tronco fue despedazado hasta derribar el árbol por la mitad.
Podía sentir un aura de desesperación a su alrededor, sus rizos casi blancos estaban dispersos como serpientes listas para atacar. En ese momento pude ver a la verdadera bestia.
Poco a poco se calmó y vi su rostro torcido en una mueca de desesperación y tristeza mientras lloraba en silencio.
—No hagas eso, por favor vamos a casa... Yo ya estoy más tranquila ya sé que la culpa de todo es esa mujer...—
— ¡NO!—aquella voz resonó tan fuerte que me estremeció por completo.
—Balam...—
—Esa mujer... No tuvo la culpa... Ustedes serían una hermosa familia... Él... Era mi amigo... El primer amigo que tuve...—
Estaba sin palabras...
Eran amigos...
¿Habla de ese hombre...?
...Mi padre... ¿Era su amigo?
¿Cómo es posible esto...?
¿Es una broma del destino?
—...Fui yo quien lo mató... Fui yo quien te arrebató tu futuro...—