Abrió la puerta corrediza estrepitosamente y me insto a entrar, crucé el umbral a algo desconocido, el suelo estaba muy limpio y el salón estaba muy iluminado, había muchos libreros exageradamente enormes, había mesas y sillones por igual, en la parte final había un escritorio con documentos aparentemente importantes y sosteniendo una taza de diseño algo infantil, tenía un gato negro dibujado en el, se llevaba la taza que aparentemente tenia café a la boca, en su escritorio estaban colocados muchos libros interesantes, la gran ventana atrás de ella hacia que la luz de la tarde se filtrara en ella, era como una escena de una pintura de alta calidad.
En el momento en que la vi, tanto mi mente y cuerpo se congelaron.
Inesperadamente me hechicé por ella.
No era la primera vez que la veía pero aun así…
Al darse cuenta de los visitantes inesperados dejo los documentos en su mesa, coloco un bolígrafo en su libro, miro a su lado derecho donde estaba un joven y le dijo con una sonrisa.
—Eso sería todo por hoy, puedes retirarte
—¿Esta segura presidenta?
—Claro, no te preocupes tengo que atender a los invitados y el trabajo ya está terminado
—…Si usted lo dice… mire que tener otra vez a ese idiota
—No te preocupes por eso
—…
El joven se levantó de manera exagerada asintió a donde estaba la maestra y cuando paso a mi lado me golpeo de forma descarada el hombro, al salir de la habitación cerró la puerta muy fuerte.
Los tres dejamos salir un suspiro.
—Entonces mira quien ha venido, maestra pensé haberle dicho que tocara antes de entrar… ¿no tiene modales?
Características elegantes y al mismo tiempo hermoso, ojos cafés, labios de color durazno, una piel cuidada, junto con un cabello largo de color negro que le llegaba hasta las rodillas, su uniforme perfectamente ordenado, un cuerpo perfecto y modesto.
—Mmm~ sobre eso, la que no tienes modales parece ser que eres tú, nunca respondes aunque llame a la puerta ¿pasar tiempo con este mocoso te está contaminando?
Frunció un poco su ceño, se veía adorable.
—Usted nunca espera a que responda y no, no tiene nada que ver por el
Una obvia mirada de desaprobación apareció en respuesta a las palabras de la maestra.
—Aparte porque traer a este idiota
—También me da gusto que preguntes, veras…
Al mirarme rápidamente volteo para que no me vea a la cara, su mirada era fría y refunfuñaba sentía claramente sus ganas de decirme un montón de cosas.
—Vamos Beth ¿Qué hice para que me veas de esa manera?
Beth Ryder
*Segundo grado, Clase A, donde se reúnen los dotados*
Después de muchos años se convertiría en mi onceaba esposa.
En esta escuela secundaria, por un lado hay clases normales para alumnos de promedio regular o clases estándar y hay otra especializada donde se nutre a los estudiantes talentosos capaces de cumplir un papel activo para ir a una buena universidad de nivel superior que es dos o tres veces mejor que el promedio.
Entre dicha clase se encuentran lo mejor de lo mejor, naturalmente los que están en esa clase todos destacan mucho y ella está en la cima de ese lugar, ya sea un examen importante o uno regular ella obtendrá las mejores notas, la chica perfecta, la chica hermosa y todo el mundo sabe quien es.
Por otra parte, yo un estudiante regular, alguien que se mantiene al fondo de todo, en otras palabras alguien que por voluntad propia escogió ser un mediocre, pero realmente no estoy enojado en la manera en la que me llama, ser llamado idiota por alguien como ella no me molesta.
—Vamos… tratarlo así después de un año de estar juntos, yo pensé que le dirías "Darling" o "Osito" algo por ese estilo
—¿Quién rayos cree que soy? No soy tan ridícula
—…
—…
—¿Verdad?
—…
—…
La maestra se dejó caer en el sillón donde hace unos momentos estaba ese tipo, me senté en la silla preparada enfrente de su escritorio a su vez Beth se paró y saco dos tasas para café, relleno ambas, me dio una que hacia juego con la de ella, al probarlo puedo decir simplemente delicioso.
—Ahora Beth, tu pequeño novio está en problemas
—Ohh~…
—Estará en castigo una semana a partir de mañana
¿Eh?
La maestra empezó a hablar cosas innecesarias ¿eres un monstruo?
—Deberá participar en numerosas actividades extra curriculares
Comenzó a hablar. ¿Había adivinado lo que iba a decir? No permitiré que mi mejor estudiante desperdicie su vida de esa manera, así que no abra replicas, objeciones, preguntas o cambios sobre eso, es lo que quiere decir ¿cierto?
Sin considerar mis sentimientos ella declaro eso con una gran resolución.
—Perfecto, necesitamos un poco de ayuda en las actividades de la sociedad de alumnos
Estas dos… ni siquiera preguntaron mi opinión, estas mujeres dan miedo.
—P-pero…
—Necesitas sufrir un poco mocoso
—Te pateare el trasero si no lo haces, te esperare con ansias…
—Perfecto, así que está a tu cuidado, suerte a los dos
…
Ya habían pasado unos veinte minutos, la maestra ya se había ido y ahora solo estábamos solos en la sala, el silencio me estaba matando hasta que decidí hablar.
—Ni siquiera me escuchaste y terminaste de acuerdo con ella
—¿Ara~ no quieres pasar tiempo conmigo?
—…
—Entonces no le veo el problema
Usualmente es raro que me reúna con Beth en los días de escuela, ella tiene los días más atareados que una persona de su edad pueda aguantar, de vez en cuando la apoyo con sus actividades como presidenta, pero normalmente nos encontramos los sábados y domingo, sea en su casa o en la mía.
Lentamente se levantó de su asiento y fue a donde había un pequeño refrigerador, al parecer su padre le regalo un pequeño pastel de vainilla, planeo sacarle provecho al compartirlo conmigo, eso es adorable, pero ahora me siento tan culpable al no traerle algo a ella.
Al parecer un pequeño pastel se convirtió en una docena de donas y unos cuantos dulces, me daba miedo el pensar a donde iba toda esa azúcar que consumía de manera industrial ¿Cómo es que tiene un cuerpo tan hermoso después de comer tanta azúcar?
De vez en cuando me dirigía miradas y colocaba una mirada burlona en su rostro, saco todos esas cosas y las coloco en el escritorio, corto el pastel e inmediatamente me dio una rebanada el sabor era uno de los mejores que había probado, así que mi enojo anterior se convirtió en una mirada cálida, no se esta es su forma de comprar mi participación en sus actividades, pero hay algo que me preocupa.
Siendo sincero me parece trivial cuando uno se encuentra frente a toda esta deliciosa comida, uno se da cuenta que no importa la raza o la especie, la comida o el apetito puede controlar a cualquiera.
Entonces dije lo que preocupaba.
—Dime Beth, acaso tu ya sabes… ¿has engordado?
El cubierto cae lentamente de su mano, de forma estruendosa se impacta con el plato, su mirada alcanzo la mía, su fuerte mirada hizo que dejara de respirar por un momento.
Antes de darme cuenta me encontraba con un pastel que viajaba a mi cara, lo siguiente que supe es que me habían dado un pastelazo.
Por fortuna lo único que se ensucio fue mi cara, lo siguiente que hice fue sacar la lengua y lamer el pastel, ella se me acerco con una servilleta pero inesperadamente se me acerco y lamio el pastel en mi cara, con su dedo limpio una parte del pastel y lo llevo directamente a mi boca.
Fue comida de una manera muy sugerente, pude ver como el glaseado se pegaba a sus hermosos labio, ver como ella sacaba su hermosa y pequeña lengua para lamer el sobrante hizo que mi mente se estremeciera, fue entonces que me di cuenta de que algo le estaba pasando a mi cuerpo, cambie la posición en la que me sentaba, ella noto mi mirada sonrojada e idiota, riéndose entre dientes se separó de mí y volvió a su lugar para continuar comiendo.
—¿Ha? ¿Qué diablos dices Eddie?
Sus hermosos ojos se centraron en mí, sus pupilas se abrieron, no sabía si era por el azúcar u otras cosas.
Tenía una cara inexpresiva bastante aterradora, pero al mismo tiempo era hechizante.
—Las chicas no engordan ni nada por el estilo, pero aparte de eso si engordara por la más mínima posibilidad que exista eso quiere decir que me dejarías
—Mmm… ¿me pregunto?
—Ohh… esa declaración es impactante
—¿Pero cómo es que no engordas?
—Las chicas solo crecemos, nada más ni nada menos
—¿A los lados?
—Eres gracioso o solo un idiota, aparentemente no escuchas bien, estoy en pleno crecimiento así que es normal comer de esta manera
Beth tomo el tenedor con su mano y de forma exagerada comenzó a comer los pasteles y donas uno tras otro a un ritmo alarmante.
—…Ciertamente fue una gran explicación
—Si sigo comiendo de esta manera pronto podría haber más como yo
Lo dijo con una gran sonrisa en su rostro.
—Aterrador…
Ella no me presto más atención y comía como ella quería.
—Veras, cuando te conocí, eras mucho más delgada de lo que eres ahora, pero ciertamente no importa que tengas unos cuantos kilos de más
Mis palabras no llegaron a su corazón helado y me apunto con el tenedor directo a la cara.
—Sí, pero no menciones los kilos de más
Dijo eso de manera tan fría, a mí, yo que soy su novio.
—¡Ahhh!
Dejo escapar un exagerado suspiro y declaro abiertamente.
—Te amo y agradezco esas palabras pero no tienes ni una pizca de delicadeza, es de mal gusto y una falta de respeto hablar del peso de una dama
Ella tenía razón así que tenía nada que decirle así que guarde silencio mientras yo también comía mi pastel con elegancia, levante educadamente mi meñique a lo que esta descarada se burló de mí.
El tiempo compartido pasaba lentamente, momentos como este le recuerdan a mi corazón la calidez que uno siente al tener personas importantes.
Tenía planeado algo travieso pero ella me miro y declaró mientras sus mejillas se tornaban de color rojo, su mirada avergonzada ciertamente era magnifica.
—En realidad… ciertamente si he aumentado un poco de peso aunque no quería decírtelo
Dejo de lado su forma obstinada y ahora hablaba como ella misma, como una chica de su edad no alguien que quiere parecer mayor.
Esa fue la impresión que tuve de ella en este momento.
—Pero no fue tanto, alrededor de unos dos kilos, recientemente he sentido que tengo hambre
—¿Eso que tiene de malo? Es un poco de carne extra, eres perfecta tal como estas
Su mirada de avergonzada se convirtió lentamente en una aguda.
—Guarda silencio o lo extra que estará en este lugar será un ojo morado
Ojo morado y seguir burlándome de ella o una tarde tranquila con ella.
Por un momento la tentación se apodero de mi pero pensándolo mejor quiero mantener la tarde tranquila.
—Gracias…
Ella declaro de la nada así que lo único que hice fue poner una mirada torpe.
—Anteriormente nunca había soñado con estos momento de tranquilidad o felicidad, siento que fui rescatada como una princesa por ti, he cometido errores más de los que puedo aceptar pero sin importar que, tu siempre estuviste ahí para mí
—¿Qué pasa con eso? ¿Qué harás si quisiera devorarte por a causa de esas palabras?
—Asumiré la responsabilidad
—…
No entiendo su punto ¿agradecer? ¿Por qué? Hice lo que quería por la persona que quería.
Ella y yo somos tan parecidos, ambos hemos sentido lo que es fallar y ser criticado por ello, pero al conocer a alguien que no le importa los errores que hemos cometido puede curar a cualquiera.
—No necesitas agradecer algo, me gustas más cuando eres tú misma, la misma chica que comete errores y no se detiene por ello, amo a la chica que está enfrente de mí y está enamorada de mí, puede sonar cliché pero así es como me siento ¿Qué malo hay con ello?
Es algo natural, cuando alguien te gusta o te agrada lo aceptas como es.
—Puede que sea así… pero… no es una excusa para comerte todos mis pasteles, ten limites o un poco de autocontrol
—Ciertamente… no quiero ser obeso como "tu" comprenderás
Un puño se dirigió a mi cara a una velocidad brutal, al impactar de lleno con mi mejilla derecha siento como mis dientes casi salían de mis encías.
Mientras ella volvía a comer sus pasteles yo me llevaba mi mano a mi mandíbula la cual fue golpeada por una mujer violenta.
—Mira la mitad de un durazno
Cuando comente eso no pude evitar babear un poco, ella vio como mi cara se convirtió en una totalmente lujuriosa así que me hablo algo exasperada.
—¿Es un simple durazno, que tiene de interesante?
Líneas oscuras aparecieron en su adorable cara, así que conteste tranquilamente.
—Me recuerda a ti…
Inmediatamente su hermosa cara, orejas y cuello se pusieron totalmente rojas de vergüenza, ella noto que mi mirada se desvió totalmente a su trasero a lo que ella grito avergonzada y empezó a darme ligeros golpes en mi hombro.
—Por cierto ¿tanta ayuda necesitas?
—Realmente no pero quería que pasaras tiempo conmigo
—…
—Que pasa con ese silencio, es natural que una novia quiera estar con su novio
—Hay muchas formas de vernos y escogería una donde no tenga que sobre esforzarme
—¿Es una pérdida de tiempo pasar el día conmigo?
—No…
—¿Entonces?
—Bien te acompañare
—Ahora… ¿podrías ayudarme con mis tareas?
—Ohhh~ la mejor estudiante de la escuela pidiendo ayuda a un simple alumno promedio como yo
Ella hincho sus mejillas haciendo un puchero muy lindo.
—Te dejare ayudarme porque creo que no lo entiendes todavía
—Esa es una mala excusa y lo sabes
—¡Solo ayúdame quieres!
—Tranquila no te enojes, recuerda al trenecito que pudo, algún día lo harás tu solita
—Idiota…
Me acerque a ella y comencé a revisar los problemas que tenía con las diversas tareas, nuestros hombros chocaron, su dulce aroma me hechizaba, ella al parecer se dio cuenta y de repente me observo, se acercó lentamente a mí y me robo los labios de manera desenfrenada, su respiración se volvió agitada, un dulce vapor salía de su boca, sus ojos parecían intoxicados por querer algo más que simples besos.
Fue entonces que sentí como sus hermosos y delgados dedos jugaban vagando por algunas partes de mi cuerpo, lentamente me transforme en una adorable princesa que estaba siendo amenazada por un bandido, entonces nuestros cuerpos se fundieron en uno solo hasta que el sol tímidamente se escondió en la noche.
El paisaje por la ventana fluía lentamente, las luces de los edificios contrastaban con la hermosa noche despejada, la luna brillaba de forma hermosa.
Como era una hora relativamente temprana, quiero decir, las personas aún no salían de sus trabajos pero ya la noche había empezado.
Nuestra cabina donde estábamos no tenía ningún rastro de alguna persona, gracias a eso Beth y yo podíamos disfrutar este tipo de silencio junto con la comodidad del otro.
El monorriel avanzaba como de costumbre con dirección a una parada donde había un conglomerado de edificios muy altos, en la posición que íbamos y gracias a la vista nocturna parecía que estábamos en una montaña rusa, una sensación de poder tocar el cielo, desde que era niño siempre me ha fascinado esta sensación.
Estos momentos de tranquilidad siempre me hacen darme cuenta de lo importante y especial que es la vida.
Desearía contemplar este paisaje de ensueño por siempre.
Sin duda, estaba soñando despierto…
Estaba a punto de ir a su casa, el solo pensar que sus padres y hermanos estarán ahí, hicieron que me doliera el estómago.
Suspirando un poco observo la infinita noche, entonces un tirón de mi manga derecha me regreso a la realidad, Beth me observaba, de repente abrazo mi brazo y coloco su hermosa cabeza en mi hombro, alzo un poco su mirada algo preocupada en su rostro.
—¿Sucede algo?
Ella negó con la cabeza ligeramente, lo próximo que supe fue que dulcemente mordió mi hombro.
Después hizo una mueca adorable, sus ojos nadaban inquietos y bajo su mirada.
¿Eh? ¿Qué diablos pasa? Como es que me dices que no tienes nada pero tienes una mirada de que algo tienes.
Tener mi manga fuertemente agarrada me pone realmente curioso, nervioso de varias maneras, huele bien, se siente bien, su cabello me toca suavemente, simplemente en este momento hace que mis palmas suden un poco.
¿Qué tipo de señal es esta? ¿Qué diablos quieres?
El monorriel rápidamente dio una curva y en ese momento mi brazo se apretó aún más.
En ese momento de repente vino a mi mente un recuerdo.
Cuando nos conocimos, descubrí que le tenía miedo a las atracciones de altura de las ferias, ahora sé que es lo que pasa, tiene miedo a las alturas.
Quite su agarre a lo que ella se puso obviamente nerviosa, acorte distancia entre ambos y la abrase por sus hombros.
Los movimientos del monorriel hacían que ella se acurrucara aún más en mi abrazo, disfrutamos estos momentos, nuestros muslos se tocaban, compartíamos un gran y grato momento juntos.
Ella me miro con sorpresa y dulzura, sus mejillas estaban teñidas de rojo.
Si me miras de esa forma yo también estaré avergonzado.
—¿Qué pasa tienes miedo?
—…No soy buena con las alturas…
Respondió en voz baja apartando su rostro, tuvo la misma reacción de aquella vez, simplemente adorable.
—Si me lo hubieras dicho, hubiera escogido otra ruta
—Estoy bien… solo es un vehículo que viaja en una gran altura y a una gran velocidad, con fuertes sacudidas…
—Eso no sirve de nada…
Incremento las fuerzas en su abrazo, su cabeza en mi hombro era ligero, su calidez era realmente relajante.
—Adoro momentos como estos
—¿…En lo que estoy sufriendo…?
—También, pero adoro los momentos en los que no eres buena en algo y pides ayuda
—Soy malas en muchas cosas
—No sabía eso, solo pensaba que eras malas con la alturas
—Soy una humana normal
—No entiendo por qué dices que eres normal cuando eres obviamente anormal.
—Mi corazón de cristal casi se rompe con ese comentario
—También creo que le tienes miedo a los perros, fantasmas, supongo que hay algunas cosas mas
Pensándolo críticamente ella estará bien ¿verdad? Con tantos miedos podrá sobrevivir ¿verdad?
Woa~ mirando en su dirección ella tenía una mirada llena de reproches y al mismo tiempo disgustada.
—No soy tan débil sabes…
—No tienes que continuar, te entiendo bien, eres muy fuerte, ya eres una niña grande y fuerte
—¿Te estas burlando?
—Te estoy alabando…
—…
—…
Frunció su ceño pero al ver que la ignoraba y pregunto.
—¿y tú, eres malo con algunas cosas? ¿odias algunas cosas?
—Soy malo en todo
—Mmm~ dime ya enserio
—Diría que con la pizza con piña, realmente no tolero eso
—Pero si es deliciosa…
—Que asco ¡pido el divorcio!
—Me pregunto sobre eso
—Bueno si tuviera que hablar enserio, diría que seria los pimientos crudos
—Ya veo, ya veo
De repente saco se celular y empezó a escribir muchas cosas en el.
—¿Realmente odias la pizza con piña?
—…
—Responde es importante para mi
—¿Tú la adoras?
—si…
Fue un "si" muy débil.
—Por ti la comería…
—Ya veo
Coloco una sonrisa satisfactoria a mi declaración.
—Y odio los tomates, una vez confundí uno con una manzana y me comí uno crudo
—Debió haber sido doloroso
—Pero sabes, amo los duraznos
—…
—Cada que como uno pienso en ti
Ante mi declaración su rostro se hizo rojo brillante.
De repente me quedo mirando como si dijera y que más, siendo sincero no creo que exista otra cosa, ella de repente golpeo mi brazo como si dijera que había algo más.
—Pero sabes todos somos malos en algo, en tu caso seria, relacionarte con mi madre, mi padre, mi hermano, mi otro hermano… pero… sorpresivamente te llevas bien con mi hermana menor… ¡Espera! ¡Espera! ¡No me digas que estas intentando llegar a mi dulce hermana por medio de mí! ¡Eres muy cruel!
—¿Qué diablos dices? Tu hermanita tiene 14
—…No hay edad para el amor…
—¿Qué pasa con esa mirada? ¿Cómo puedes ser tan lista y al mismo tiempo tan tonta?
—Dejando de lado eso, mi madre hará comida italiana ¿no te gusta?
—Si es buena comida ciertamente me gustara
Después de decir eso ella guardo silencio por un momento y después me beso fuertemente, posteriormente de eso aparto su mirada de mi con una cara roja.
…
—Lo imagine peor
—Ciertamente hubiera salido peor pero te fue bien
La cena había concluido ya hace un buen rato, para mi sorpresa salió mejor de lo que había creído, en este momento nos encontrábamos en su estudio donde ella siempre hacia sus trabajos escolares, justo a un lado de su habitación, su habitación era muy linda por así decirlo, decorados en rosas y muchos peluches adorables, ciertamente adorable es la palabra adecuada, sin embargo en su estudio se ve muy formal y bien organizado, diplomas, fotos, trofeos adornan el lugar, una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al ver su mesa de trabajo, había una hermosa foto donde estábamos ella y yo abrazados, celebrando el año nuevo, sobre todo lo que me alegro fue ver un pequeño corazón en el marco.
Ella preparo mi asiento y dejo que me sentara enfrente de ella, sostenía un bolígrafo de color rosa y estaba jugando con él, fue entonces que mi mundo se detuvo, una sola frase, unas cuantas palabras hicieron que sudara frio y casi moría.
—Entonces… ¿Cuándo me hablaras de esa chica Clover?
Las palabras fueron pronunciadas por ella eran más que suficiente para silenciarme. Eso es...
¿Clover? ¿Qué pasaría entre ella y yo? ¿Qué te hablara de ella?
—No entiendo
—Puedes hacerte el tonto todo lo que quieras pero no podrás escapar de mi de esa manera, que te paso antes mentías mejor
—Pero, no recuerdo haber hecho algo
—Típico…
—Pero es cierto…
—Mmm~ entonces porque Bridget me hablo diciéndome todas las cosas que hiciste, cito "se estuvo divirtiendo con Clover, ella tenía una mirada de querer algo mas y él se lo permitía ¿una amante? Posibilidad 70%"
70%
¡¿Ah?!
—Eso es…
Un rumor.
Una leyenda urbana.
Un chisme.
Un cuento fantástico.
Una verdad a medias.
Una historia mal hecha en Wattpad.
No se me viene nada a la mente… a no ser…
Ahora lo recuerdo muy bien.
Ese único recuerdo.
Un beso, ese fue el beso de la muerte, el beso de judas.
Un beso que sentencia a la persona que lo recibe.
—Eso es…
—Mmm~ parece que lograste recordar tu pecado, ahora dime como pagaras el hecho de jugar con otras mujeres teniéndome aquí ¿sangre? ¿Con tu vida? ¿Con un sacrificio? ¿Inclinando tu cabeza? ¿Dinero?
—¿Adorándote hasta no más poder como una verdadera diosa?
—Mmm~ me tientas… me tientas pero no, crees que el pecado de engañarme se borrara tan fácil
—No…
—Entonces que harás para reparar el daño que le causaste a mi pobre corazón de cristal
—No tienes que decirlo de esa manera, por ti haría cualquier cosa
—¿Por qué he de creerte?
—Simple, te amo
—Son palabras simples…
—Mmm~ ¿pero funcionaron?
—Funciono…
—Bien
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Beth: Es doloroso imaginar que el tranvía podría caerse...
Edward: ¿Por qué mejor no mejor te preocupas por como va a salir la comida del día de hoy?
Beth: Eso es por que no hay que preocuparse siempre es deliciosa
*Beso* *Beso*
Edward: ¿Mejor?
Beth: N-no...
*Beso* *Beso*
Edward: ¿Y ahora?
Beth: mejor...