Múltiples explosiones mágicas se escuchaban en los alrededores, los estallidos, los estruendos y las ondas expansivas perforaban la tierra, miles de muertos regados por las calles de la capital imperial, frenéticas batallas por todos lados, el equipo de la alianza humana se enfrentaba desesperadamente al ejercito demoniaco, lamentablemente sus intentos de prevalecer fueron todos en vano.
La sangre de los humanos caídos en combate se esparcían por todos lados haciendo que la que en algún momento de la historia fuera la ciudad más poderosa y rica del mundo se convierta en un imperio a pocos minutos de extinguirse.
En una zona relativamente apartada, en un edificio semi destruido de 15 pisos de alto se observaban alrededor de 16 figuras humanoides, todas ellas estaban totalmente relajadas comiendo unos emparedados mientras observaban la carnicería unilateral que ocurrían en las calles, la mayor del grupo de 17 años hablo mientras masticaba ferozmente su comida.
—¿¡Entonces cual es la situación, Agnes!?
—¡Tengo el objetivo en la mira!
La niña de solo 12 años respondió mientras se recostaba en una sofá que pertenecía al anterior dueño del lugar, estas dos hermanas tenían ciertas características que las diferenciaban de los demás, tenían una piel hermosa como si fueran muñecas de porcelanas, unos labios color rosados junto con sus figuras frágiles ellas eran jovencitas que estaban empezando a florecer, la hermana mayor tiene un atuendo oscuro con múltiples patrones mágicos en él, mientras que la menor posee un vestido de batalla blanco con adornos de oro, zafiro y plata, ambas poseían cabellos blancos, sin embargo la hermana menor poseía unas raíces negras, los ojos de ambas son de color escarlatas desprendían un brillo único y ominoso, sin embargo sus rasgos más característicos y distintivos es que ambas tenían un par de hermosas y adorables orejas de conejo que se sacudían cada vez que devoraban sus alimentos.
—¡Entonces que esperas, dispara!
—¡De acuerdo Bunny, mira y aprende!
Ella se había colocado en una de las grandes ventanas, se colocó en posición y sujetando un gran francotirador, cargo, apunto y *Bang* disparo a la perfección destruyéndole y fragmentándole la cabeza a un soldado humano que estaba tomándose un momento mientras huía del enfrentamiento.
—¡¿Viste?!
Dijo ella con optimismo y estrellas en sus ojos buscando la aprobación de su hermana.
—¡Ehh~! Me lo perdí~ haber otra vez
Mientras que ella no presto atención ya que estaba totalmente concentrada en devorar sus sagrados alimentos hechos por su madre.
—…
Se quedó sin palabras colocando una expresión de puchero mientras veía a su hermana mayor amonestándola por como ella no le presta atención, estando enfadada soltó de mala gana su arma y regreso a su asiento, ella estiro su brazo intentando agarrar un panecillo.
Sin embargo de repente se sintió una sed de sangre en los alrededores y todos entendieron el porqué, ese panecillo era el último, la mayoría expuso sus dientes caninos he intentaron intimidar a los demás, todos se iban a enfrascar en un feroz combate por el ultimo panecillo si no fuera porque el edificio fue sacudido por una fuerte explosión.
—¡NO!
Todos se levantaron de sus asientos y gritaron horrorizados mientras observaban el pobre panecillo que se había caído al suelo y rebotaba por el mismo.
—¡Maldición quien rayos se atreve a atacarnos!
—¡tranquilo Reinart!
El chico simplemente dejo a un lado su taza de té y hablo tranquilamente con su hermano menor
—¡Aquel que se atrevió a desperdiciar una de mis sagradas comidas pagaran con sangre su atrevimiento, vamos Barton!
Ambos hermanos asintieron, buscaron sus armas rápidamente, ambos eran maestros de la espada, el que hablo primero tenía 12 mientras que el segundo solo era un año menor que él, ambos poseían una cabellera rubia con ojos azules heredados de su madre, la primera princesa del imperio, estaban vestidos con unas armaduras azules con adornos plateados, a simple vista se veían pesadas pero gracias a magia con la que estaban imbuidas eran realmente ligeras y de fácil movimiento, ambos a su corta edad eran extremadamente hermosos y si no fueran por sus armaduras uno simplemente los confundirán con doncellas.
Ambos saltaron por la ventana del edificio, aterrizaron de forma exagerando creando un cráter a sus pies, empezaron a balancear sus espadas cortando a todo enemigo que se atravesara en el camino, en algún momento Reinart pateo la rodilla de un soldado haciendo que se arrodillara, aprovechando esto el balanceo su espada y de un solo corte la cabeza del soldado cayó al suelo hasta rodar a los pies de sus aterrorizados compañeros que estaban a punto de salir corriendo pero antes de que pudieran dar un solo paso sus vistas se tiñeron de oscuridad y perplejidad al no saber que paso, unos segundos después 15 cabezas cayeron al suelo.
—Eres lento hermano
Enfundando su espada se dirigió a su hermano con una mirada de aburrimiento
—Lo hice a propósito, sabía que no dejarías ir a ninguno
Invento una excusa al último momento a lo que su hermano simplemente dejo escapar un suspiro.
—Mmm~ ya que terminamos el calentamiento supongo que tenemos que empezar a trabajar, dejemos lo demás a la hermana mayor
Se cruzó de brazos esperando la respuesta de su hermano, mientras que el otro simplemente asintió moviendo su cabeza de arriba a abajo de manera exagerada, dejando escapar otro suspiro y una cara de molestia por su tonto hermano menor ambos se dispersaron al este acabando con la mayoría de enemigos con los que se encontraban.
—¡Oye James apresúrate esos dos se están robando toda la diversión!
Regresando a la sala donde estaban todos reunidos, una joven hablo ruidosamente a su hermano a pesar de que estaba a lado de el ocasionando que el arrugara sus cejas con disgusto y no le diera la atención que ella creía merecer ocasionando que se enfureciera por esa acción.
—¡¿James eres idiota?! Bueno sabes mejor no respondas y escucha, debemos apurarnos los mejores objetivos están siendo tomados por esos dos
—¡¿Y?!
—¡¿Cómo que "y"?! Tenemos que hacer algo, no podemos perder a causa de esos dos idiotas ¿cierto Sylvia?
—Cierto hermana mayor
—¿Ves ella me entiende?
Las dos alzaron sus pulgares en señal de aprobación, ambas eran amantes de las batallas por lo que rápidamente se querían poner en marcha pero no querían dejar a su hermano mayor.
—Estoy rodeado de idiotas de cerebros musculares… está bien pero que sea rápido ¡Marie, Sylvia! ¡Vamos!
—¡Si!
Ambas asintieron y levantaron sus pulgares a donde estaba su hermano, una de sus cejas temblaba a causa de su enojo pero lo acepto a medias, se las arregló para devolver el saludo, las dos hermanas colocaron sonrisas brillantes mientras que el otro coloco una sonrisa forzada.
Dejando escapar un gran suspiro se puso de pie y agarro sus armas, al siguiente momento los 3 canalizaron espíritus de tipo rayo y luz, gracias a eso sus armaduras y armas se volvieron brillantes hasta el punto en el que irradiaban energía.
Las 2 niñas de 11 y 12 se apresuraron a hacer lo mismo que su hermano de 13 años de edad, los tres tenían hermosos ojos color azul brillante y un cabello rubio platino, heredados de su madre la ex princesa del reino de los caballeros en pocos segundos sus cuerpos expulsaron una increíble cantidad de poder espiritual creando una onda expansiva que hizo un pequeño cráter en donde estaban parados, salieron disparados hacia el campo de batalla.
Una fuerte explosión sacudió los alrededores del lado oeste del imperio, magia de tipo rayo tomo forma de un dragón oriental que impacto de lleno el campo de batalla, miles de muertos en un solo ataque, los 3 se separaron y tomaron varios puntos importantes de la ciudad.
—Ahora bien… kukukuku… ahora podemos sacar la siguiente ronda de comida, esta vez esta fue hecha por padre kukukuku…
La pequeña elfa de 13 años con un cabello verde claro, ojos color morados claros, una piel blanca que acompañaba un hermoso vestido color blanco leche con volantes azules, se llevó su mano derecha a la boca mientras se reía presumidamente, ella saco de un anillo de plata que tenía varios patrones grabados en el pero en el centro tenía una cruz con una gema preciosa de color roja, al darle un poco de su energía mágica el patrón brillo y de ahí se creó un espacio donde se podían almacenar varios objetos, en otras palabras era inventario infinito como los que aparecen en los videojuegos.
Era un espacio libre donde podía poner dentro todo equipo, artefacto, herramienta o cualquier material que ella quisiera, cualquier cosa que ella coloque en el anillo puede colocarse fuera donde ella quiera en un rango de 1 metro.
—¡!
—¿¡Mocosa de donde sacaste ese anillo!?
Bunny ladro fuertemente después de todo ella quería un anillo pero nunca logro convencer a su padre de que le diera uno.
—kukukuku es secreto… ¡y es su majestad Iria!
Simplemente se reía de ella con un aura de superioridad.
—¡Entonces empecemos! ¡Andrew puedes tocar algo de música!
—¿Quién te crees que eres?
—Tu hermana mayor mocoso… ¡ahora toca! ¡kukukuku!
—Tocare pero no porque tú me digas…
Rápidamente Iria saco de su anillo una guitarra, Andrew aunque se resistía al inicio sujeto la guitarra e inmediatamente empezó a tocarla, él era un joven de 12 años nacido de la princesa del reino de las artes compartía su hermoso cabello castaño con ojos de color oscuro y piel ligeramente bronceada que le daba un aire fresco junto con su porte digno y con su ropa parecía alguien digno de la más alta realeza.
—¡Ahora empecemos la segunda ronda! ¡Ah comer!
—¡Si!
Rápidamente empezaron a comer mientras eran acompañados por la perfecta melodía de la guitarra de Andrew
—¿Por cierto, alguien ha visto a Oona y a Bruce?
Pregunto un niño de 12 años de ojos azules y cabello rubio, tenía un atuendo hermoso de color azul con blanco y adornos en oro con joyas preciosas, junto a el estaban dos jóvenes un chico de 11 y una adorable joven de 9 años que tenían la misma apariencia, ojos azules y cabello rubio con piel blanca completamente heredados de su madre la ex emperatriz del imperio.
—No deberías preocuparte por ellos Anthony… desde antes de llegar ellos fueron directamente al campo de batalla
—Espera Christopher no crees que ellos…
—Hermano…
—Sí, Diane ya sabes cómo son… se parecen a su madre… y ella es…
—Rara…
Todos asintieron a esa declaración.
…
—¡Maldito!
Un rugido se hizo escuchar en el campo de batalla, miles de hombres empalados se dejaban ver, algunas cabezas dispersas por todos lados, ocasionando que las personas del ejército imperial sintieran un pavor impresionante por la crueldad que demostraba este par de hermanos de 14 y 13 años, el chico de 13 fue acercándose lentamente al hombre que había lanzado el rugido, estiro su mano lentamente al cuello del tipo y en un solo movimiento lo quebró con un sonido de *Crack*.
—¿Qué ocurre idiota, porque me hablas tan a la ligera?
Al darse cuenta que había muerto miserablemente con una cara llena de miedo, el uso magia de tipo fuego, creo una flama negra en la palma de su mano, al dispararla creo una enorme explosión que se tragó los alrededores, los edificios y las personas presentes desaparecieron rápidamente mientras pedían perdón.
Rápidamente se dio cuenta de la presencia de dos personas que habían usando magia de agua del más alto rango para protegerse, al ver la destrucción de los alrededores cayeron sobre sus traseros por el pánico.
Sin perder el tiempo se lanzó a donde estaban estas dos personas, el hombre intento ponerse en guardia y esperar el golpe que veía en su dirección, cambio la dirección en la que apuntaba haciendo un corte en diagonal cortándole ambos brazos en un instante, pateo una rodilla del tipo destruyéndole la misma, el tipo se caía con una mirada llena de dolor, unas lágrimas aparecieron, cuando estaba tirando en el suelo el coloco sus manos en la boca del tipo y usando magia de tipo agua lo hizo tragar agua, su estómago, sus pulmones y la mayor parte de su cuerpo estaba llena de agua y usando una variante de la magia tipo agua congelo desde dentro hacia afuera, el tipo murió al instante.
Con ojos de aburrimiento el aplasto la cabeza congelada del tipo, una sonrisa sádica apareció en su rostro al darse cuenta de la persona que quedaba y rápidamente se lamio los labios, la pobre mujer que estaba en el suelo temblando llena de miedo por lo que le va a suceder.
—¡Por favor! ¡Por favor! ¡No me mates! ¡Ahhh! ¡Por favor! ¡Ahhh!
Antes de que pudiera continuar su suplica un inmenso dolor surgió en su abdomen abrumándola fuertemente, ella cayó al suelo y sin permitirle gritar él le aplasto la cabeza ejerciendo fuerza a la presión haciendo que su cráneo crujiera, lágrimas y mocos salieron.
Lo único que ella podía hacer era llorar y apretar sus dientes mientras miraba con horror al niño de 13 años que tenía un poder bestial.
La parte inferior de su cuerpo se puso caliente y húmeda, un charco de agua caliente corrió de su entre pierna.
El rostro del chico mostro disgusto.
—Shhh… tranquila… quien dijo que iba a matarte, sin embargo mira que intentar luchar en contra de nosotros ¿tus padres no te enseñaron a no molestar a los grandes? Y créeme cuando te digo que molestaste a las personas equivocadas ¿no sabes que meterte con el Rey demonio trae consecuencias?
—Por favor… s-si me dejas vivir, h-hare lo que sea… no quiero morir, simplemente soy una recluta…
—Entonces harías cualquier cosa ¿eh~?
—¡Si, lo hare! ¡En serio lo hare!
Una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro, la tomo por su cabello y la alzo, él se colocó en cuclillas y acerco su rostro al de ella, saco su lengua y le lamio desde la barbilla hasta la mejilla, saboreando el sabor salado de las lágrimas, inmediatamente el invadió la boca de la joven creando un beso francés, cuando saco su lengua de su boca se creó un hilo plateado de saliva, el rostro de ella se puso de color rojo de la vergüenza.
—Entonces… ¿me pregunto qué hare contigo para perdonarte? Mmm~ tienes un cuerpo indecente, dime la verdad ¿hasta ahora nunca habías tenido este tipo de placer? ¿Acaso no vergonzoso que un jovencito de 13 años le enseñe lo que es ser mujer a una tipa como tú, que tienes un poco más de 20?
El rostro de ella se hizo aún más rojo de lo que ya estaba.
—…
—Entonces esto es lo que haremos… desde hoy serás mi juguete
—…
—Ara~ pensé que eras la mejor opción que tenías ¡Entonces te toca morir!
—No por favor lo hare… lo hare…
—¿Harás que cosa? Si no lo dices parece que te estoy obligando
—Desde hoy seré tu juguete… Maestro…
—¡Esplendido… Esplendido! Entonces que así sea…
—Si maestro…
…
En un mundo lleno de hielo se observan a miles de soldados intentando escapar de la persona que estaba sentada en un trono de hielo, los ojos de las personas que ahora son paletas de hielo tenían cara llenas de miedo.
La joven que estaba sentada en su trono en medio de una ventisca, unas 50 personas se acercó rápidamente a ella y hablaron respetuosamente inclinándose en todo momento.
—Mi alteza ya terminamos con este lugar, pido confirmación para ayudar al pelotón de la señora Jeanne
—¿Hablas de la santa de la espada?
—Si…
—¿Porque la ayudaría? ¿Acaso no crees que ella se la arreglaría sola?
—…
—Me estoy divirtiendo con este tipo, pero ciertamente esto es una decepción ¿este era uno de los lideres imperiales, que estupidez?
Había un tipo desnudo en cuatro patas encadenado como si fuera un perro y estaba lamiendo fuertemente las botas de la joven, de vez en cuando dejaba salir vapor de su boca junto con unos sonidos lascivos por el placer que sentía de lamer unos zapatos, en los ojos del tipo no habían luz alguna, él ya había perdido completamente sus ganas de vivir, se convirtió simplemente en un perro obediente al servicio de su dueña.
Rápidamente perdió el interés en uno de los mejores nobles del imperio, con una patada descomunal le destruyo totalmente la mandíbula esparciendo su sangre por todo el piso, se puso de pie lentamente, uso uno de los tacones de su zapato para perforarle el cráneo al tipo creando una muerte instantánea.
Habían más de 500 personas y sola una llamo su atención lastimosamente para ella fue una completa decepción al ser tan débil.
—Ya me canse de esta estupidez, me iré inmediatamente a casa, olvídense de todo y llamen a las sirvientas para que esperen mi llegada, que calienten el agua para mi baño, también tengo hambre, que hagan de comer ¡rápido!
—¡Si su alteza!
—¡¿Ahora, donde está el idiota de mi hermano?!
—Dijo que no lo molestáramos por un momento, lo vimos junto a una joven del imperio…
—¡Ahhh… ese idiota!
Dejo escapar un suspiro cansado.
Rápidamente una ventisca furiosa sacudió los alrededores, ella salto y creo un inmenso cráter en el suelo, los hombres que estaban junto a ella apresuradamente dejaron el campo de batalla con la única misión de seguir las ordenes de la pequeña princesa.
…
Al siguiente momento se acercó a una casa abandonada en el centro del imperio, ruidos lascivos, gemidos y choque de carne se escuchaban atrás de la puerta principal.
Gritos de placer sacudían los alrededores.
—¡Maestro… Maestro…! ¡Ahhh…!
Usando reforzamiento de cuerpo hizo que su resistencia aumentara, sus gritos se hicieron aún más profundos, baba salía de su boca a causa del placer, inmediatamente un chorro de magma blanco cubrió su zona privada.
—¡Dime imbécil ya terminaste, Bruce!
Abrió la puerta con una patada furiosa, Bruce inmediatamente intento ponerse los pantalones, sin embargo su hermana entro y lo encontró con una mujer colgando mientras estaba desnuda y llena de fluidos corporales.
—cúbrete esa vergüenza, idiota…
Dejo salir un suspiro con una sonrisa burlona al ver su vergüenza.
—¡Espera Oona!
Inmediatamente se puso la ropa, mientras su hermana observaba a la mujer que estaba colgando con las piernas en forma de "M" completamente desnuda, cargo magia de tipo agua para crear una esfera con ella como centro de la misma con la intención de ahogarla
—¡Espera… Espera…!
—¿Qué hay que esperar?
—Ella me pertenece
—Bruce… ¿eres idiota? Ella es una enemiga… ¿Espera, te gusta esta tipa?
—Se volvió un juguete
—¿Cómo sé que no nos traicionara después?
—Tiene el sello de esclavo nunca podrá hacerme algo a mi o a los demás, aparte ella ahora no tiene nada ¿Qué significado tendría hacernos algo?
—Mmm~ ¿ni siquiera sabes cómo se llama?
—¿Ehh…? Esperemos unos minutos a que recomponga
—Espérala tú, yo no tengo porque hacer lo que tú digas
—Solo serán 5 minutos…
Exactamente 5 minutos después…
—¿Entonces quién eres y porque deberías venir con nosotros?
—Mi nombre es Corday Raxiem, acababa de unirme al ejército imperial porque mi padre había muerto hace unos años y como no habían hombres en mi familia me obligaron a enlistarme
Oona miro directamente a los ojos de Corday y juzgo unos momentos hasta que pregunto
—No me has dicho porque quieres venir con nosotros
—…El imperio ya no tiene más futuro, al inicio no quería participar en esta absurda guerra y…
—¿Y?
—¿¡Quiero quedarme con mi maestro!?
Oona miro con dudas a la joven que tenía una cara avergonzada color rojo intenso pero luego miro a Bruce
—Ella será tu responsabilidad, si se equivoca, si comete un error, la mataremos en un instante
—Bien… ahora Corday, vamos
—¡Si, maestro!
Bruce extendió su mano y ella lo acepto, rápidamente se fueron del lugar regresando al castillo donde se encontraba su madre la antigua princesa del reino mágico.
Rápidamente Oona se quitó su hermoso vestido mágico de color blanco con negro, en su vestido en la parte de la espalda habían varios círculos mágicos y una cruz encerrada en un triángulo y en cada lado había una leyenda "El padre" "El hijo" "Espíritu santo" se lo quito inmediatamente dejando ver su hermosa piel blanca pálida, ninguna sirvienta dijo algo simplemente siguieron atrás de ella mientras sujetaban toallas, se lavó su hermoso cabello rubio platino, se sumergió y disfruto de su baño, cerro sus hermosos ojos de color rojo, sumergiéndose en su baño perdió la noción del tiempo y solo salió del mismo cuando se sintió limpia, ordeno a las sirvientas que le arreglaran la ropa, colocándole un hermoso vestido de color azul cielo, su estúpido hermano estaba ordenando fervientemente que entrenaran a su nueva adquisición, ella simplemente lo veía de forma cansada.
Tomo un peine de plata con gemas incrustadas en él y empezó a caminar por el enorme castillo con la intención de encontrarse con su padre, aunque nunca lo admitiría a ella le encantaba ser consentida por su padre, llamo a la puerta 3 veces, al momento en el que una sirvienta semi-humana de la raza de los hombres gato, sus hermosos ojos negros junto con su cabello blanco que caía como una cascada sobre sus hombros dándole un aspecto adorable, su hermosa cola se sacudía y sus orejas que sobresalían se contraían de manera encantadora, usando una vestimenta clásica de sirvienta, una diadema blanca, vestido negro con un delantal blanco hasta encima del muslo, usando un enorme escote que dejaba al descubierto su hermosa clavícula, bajo ligeramente su cabeza al darse cuenta que era la hija de su querido amo.
Dejándola pasar y acompañándola hasta la habitación de su señor, toco la puerta principal y se escuchó un "adelante" en ese momento la sirvienta solamente la insto a entrar, Oona entro rápidamente a la habitación con una mirada feliz sabiendo que su padre la complacía en todo, aunque para sus enemigos él era el desgraciado enemigo público número 1 de todo el continente humano, sin embargo para su familia y sobre todo sus hijos él era un padre idiota que los malcriaba a todos, ella sonrió al encontrarse a su padre ahí sentado tranquilamente, se sentó junto a él y le dijo que la peinara el simplemente acepto y lo hizo con una sonrisa en su rostro, ambos empezaron a hablar mientras disfrutaban de bocadillos.
Al paso del tiempo ella se quedó profundamente dormida, cargándola como si fuera una princesa fue llevada a su habitación, al momento de quererla dejar en su cama y retirarse ella mantuvo un fuerte agarre en la gabardina de su padre, sin pensarlo mucho simplemente se quitó esa prenda y la abrigo con la misma.
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Edward: Tuve un sueño muy raro... Había explosiones, furros y muchos muertos y todo hacia *Piu*Piu* *Bang* *Crash* Había también un montón de tipos peleando
Andrea: Es doloroso ver como mi hermano es tan lamentable
Edward: ¿Eh, porque?
Andrea: Lo peor es que no te das cuenta, que lamentable
Edward: ...