El cielo ya había oscurecido mostrando un hermoso cielo estrellado, pero si uno miraba de cerca se encontraría con una enorme nube de tormenta que acechaba fuertemente, aun así uno no podía negar el hecho de que era hermoso…
Él se apoyaba en su barbilla con su mano, su mirada está en lo que se muestra fuera de mi ventana, de hecho me acabo de dar cuenta que empezó a llover, no era fuerte pero tampoco una llovizna, no puedo evitar el hecho de verlo, siendo sincera no puedo evitar amarlo.
Amo todo de él.
Amo sus largas pestañas.
Sus hermosos ojos color ceniza.
La forma en la que me habla, aunque a veces es cruel no puedo evitar estremecerme a causa de su profunda voz.
Su figura esbelta y totalmente tonificada, es como si fuera una escultura griega.
Su fuerza y el calor que me transmite cuando me abraza.
Su hermoso cabello lacio que en estos momentos cae como si fuera una cascada, si bien no era tan largo le llegaba a los hombros.
No pude evitar estirar mi mano, mis delgados dedos tocaron sus mejillas haciendo que el nuevamente se centrara en mí, al inicio se estremeció pero luego acepto mi mano con facilidad, acaricie su mejilla y él lo aceptaba fácilmente, estaba a punto de hablarle pero él se me adelanto.
—Está… lloviendo más fuerte ahora, me pregunto porque siento que algo va a ocurrir…
—Asi parece… puede ser un sexto sentido
—Mmm… me pregunto…
Aparto nuevamente su mirada de mí y se enfocó en la lluvia, los segundos pasaban y no pude evitar llamarlo.
—Edward…
A causa de la lluvia el frio y la humedad crecían así que tome esto como una oportunidad del destino al aprovechar esto y volverme más audaz, cuando el volvió a verme me deje caer sobre él, coloque mi cabeza sobre su amplio pecho, como si supiera mis intenciones me envolvió con sus brazos.
—¿Qué pasa?
—Simplemente quería esto…
—Si me hubieras dicho que querías un ´Hot Coffee´ me hubiera alarmado… pero si simplemente es esto, puedo mimarte tanto como quieras
—idiota…
Me comporte como una niña malcriada que se niega a soltarlo, pude ver como dejaba escapar un suspiro, por un segundo me estremecí, me levanto del suelo y me llevo como si fuera una princesa, me llevo a mi habitación y me dejo en la cama, estando acostada el me quito mis zapatos y me retiro las medias de mis piernas.
Con mucha dulzura me dijo mientras ponía sus manos en mis pies.
—He notado que has estado estresada últimamente, deja que haga algo por ti
Antes de poder responder Edward comenzó a masajear mis pies.
—HA…
No pude evitar reír un poco pero me detuve mientras avanzaba el masaje, últimamente mi cuerpo ha estado rígido, quizás causado por los diversos problemas en la sociedad de alumnos o porque simplemente he estado estresada, también puede ser la presión por la semana de exámenes
—Emhhhhh….
Trate de reprimir mi voz, sus manos estaban empezando a abandonar mis pies y comenzar a escalar a mis piernas, el masaje hecho por Edward es muy delicioso, nunca me canso de esto.
Cada vez que el me tocaba mi cuerpo se sentía muy sensible, incluso con el ligero toque de sus dedos mi cuerpo tiembla, mientras continuaba masajeando mis muslos mi respiración se volvía cada vez más pesada.
La habitación había estado bastante tranquila pero ahora estaba llena de gemidos reprimidos de mi parte.
Incluso pude ver una mirada descarada en el rostro de Edward, apenas pude contenerme, afortunadamente mi habitación estaba a final del pasillo y el ruido no se filtraba pero no era como si yo empezara a gritar nadie me escucharía.
Después de unos diez minutos, dejo de masajear mi parte inferior, mi cuerpo se hundió en la cama, actualmente no tenía fuerza para sentarme estire mi mano a lo que el la tomo.
Le hable débilmente.
—¿Quieres hacerlo?
—Je… siempre si querías un ´Hot Coffee´ pervertida…
—Idiota…
El idiota ni siquiera demostró pensarlo, me levanto y me sentó en su regazo, puso sus manos en mis piernas, pude notar como el las admiraba, estábamos cara a cara, su rostro era muy estimulante para mi así que no pude evitar robarle los labios, su lengua se entrelazaba con la mía de manera muy erótica, lamí sus labios y mordí su lengua, coloque mis manos en su pecho a lo que el coloco las suyas en mi trasero.
Pasado unos cinco minutos, pude sentir que el sudor empapaba mi cuerpo, el cuerpo de Edward a pesar de tener sudor en su cuerpo todavía olía dulce.
El efecto continuo de esta sesión hacia que mi cuerpo se calentara, por alguna razón mi parte inferior estaba húmeda, a quien engaño se perfectamente porque esta así, el me abrazo con fuerza negándose a separarse de mí, le devolví el abrazo, pareció sorprenderse por un momento pero lo acepto con gusto.
—Edward… lo quiero
No pude evitar susurrarle en su oído con una voz dulce, mi rostro se puso como un tomate.
Edward no dijo nada pero así estaba bien las palabras sobraban en estos momentos, comenzó a quitarse su propia camisa dejándome ver su perfecto cuerpo, no pude evitar morderlo en su hombro, cuando separe mis dientes de su hombro el me beso, comencé a quitarme mi blusa exponiendo mis sostén blanco, envuelto con sujetadores rosados, mis senos que se desarrollaron bien quedaron al aire para su disfrute.
Lo abrase haciendo que mis dos picos se pegaran al su cuerpo.
Comenzó a jugar con mis senos, deje escapar varios gemidos débiles a lo al parecer logro estimular aún más a Edward, los pellizco y apretó dulcemente haciendo que mi cuerpo se estremeciera de placer.
Edward no estaba satisfecho con solo jugar con sus manos así que abrase su cabeza dándole la oportunidad de que él acercara su cara y poder chupar una de mis dos cerezas rosadas, en estos momentos este idiota se parecía mucho a un bebé.
Mi cuerpo tembló aún más a causa de la gran estimulación que sentía.
Mientras Edward seguía disfrutando de mis senos yo gritaba en un tono totalmente atrevido, el coloco su mano libre en mi boca haciendo que yo no pudiera gritar pero ya que la estimulación seguía y seguía no pude evitar salivar mucho en los dedos de Edward.
La espada sagrada de Edward había sido levanta estando lista para luchar en cualquier momento de hecho ya podía sentir como apuñalaba mi parte inferior.
No era la primera vez que veía al hermano menor de Edward pero no deja de sorprenderme, entonces desabroche su pantalón, su tamaño no solo era largo sino también grande.
El inmediatamente se acostó en la cama mientras yo estaba sentada en su regazo baje mi cuerpo para besar y acariciar su cuerpo, mi mano derecha se dirigió a su hermano menor, separe mi rostro de su pecho para ser recibida por un beso.
Empezando a jugar con su hermano menor, moviéndolo de arriba y hacia abajo sentí como Edward se estremecía de placer.
Viendo la cara de satisfacción que tenía mientras disfrutaba de mi servicio acelere mis movimientos.
El entonces me levanto y acostó en la cama, me ayudo a quitarme mi ropa interior, quitando completamente todo rastro de tela de mi cuerpo quedando completamente desnuda.
Por instinto quise cerras mis piernas con fuerza pero él bloqueo esta acción por instinto bloqueé mi lugar más importante con mi mano.
Edward puso una sonrisa descarada, coloco mis piernas en forma de ´M´ y movió mi mano, por unos segundos él se quedó solamente mirando haciendo que me avergonzara
Él inmediatamente puso su dedo en mi cueva de miel haciendo movimientos circulares y profundos como si estuviera escarbando.
Sentí una inmensa descarga eléctrica que sacudió totalmente mi cuerpo haciendo que gimiera de placer, viendo mí reacción empezó a amasar mis senos mientras continuaba trabajando mi parte inferior.
En menos de cinco minutos ya había obtenido placer tres veces, mi cuerpo se sacudía violentamente, sin darme tiempo a respirar el dejo de hurgar mi parte inferior, fue entonces que empezó a besar mis senos, al cansarse de eso puso su lengua en mi estómago y empezó a lamer todo hasta llegar a mi cueva de miel, mi respiración se agito fuertemente, deje escapar aire caliente de mi boca, use mis manos para asegurarme que Edward no dejara de trabajar fuertemente.
Después de cinco minutos, finalmente, mi cuerpo alcanzo un nuevo nivel de placer.
Quería servirle de la misma manera a Edward pero no me dejo hacerlo, el me abrazo con fuerza y entusiasmo, coloco su mano izquierda en mi espalda y usando su mano derecha sujeto a su hermano menor frotándolo en la entrada de mi parte inferior.
La estimulación fue extraordinaria, cada vez que frotaba esa zona una picazón y una ansia empezó a crecer en mí, estaba a punto de exigirle que lo hiciera, que no podía soportarlo más, al parecer el bastardo sabía que yo reacciona de esta manera.
Sonriendo de manera satisfecha el bastardo inserto su hermano menor en mi agujero de un solo tirón ocasionando que me estremeciera de placer, arqueé mi espalda, las once pulgadas que estaban dentro de mí se sentían extraordinarias, pero al parecer mis cejas se arrugaron un poco haciendo que él se preocupara un poco, el me hablo al oído mientras acariciaba mi cabello.
—¿Duele?
Su preocupación hizo que casi me diera diabetes así que abrase su cabeza presionándola contra mi pecho, como si el viera esto como una señal comenzó a moverse lentamente y progresivamente rápido.
—Ahh... Ahh... Ahh... Ahh... Ahh... Ahh... Ahh...
No pude evitar gemir fuertemente, al parecer mi voz era ultra estimulante para él ya que agarro ritmo empezando a hacerlo más duro como también más rápido, solo en unos minutos de bombeo continuo mi cuerpo alcanzo nuevamente placer, no pude evitarlo y al estar en esta situación lo mordí fuertemente en su hombro, deje varios chupetones en su cuello, lamí sus labios terminando todo este proceso en un profundo beso mientras el aún continuaba haciendo un espectacular trabajo, mi cuerpo se sentía suave, quería pedir piedad pero se negó rotundamente y continuo moviéndose continuamente.
Después de veinte minutos o tal vez treinta ya habían terminado un par de veces más, sentía que estaba volando hacia el séptimo cielo.
Para que ambos termináramos al mismo tiempo empecé a mover mis caderas trabajando en conjunto, la respiración de Edward se volvió irregular, sentí claramente como si fuera a explotar en cualquier momento, por lo que acelere los movimientos de mis caderas.
Solo unos segundos después el líbero toda su carga adentro de mi cuerpo, era como si un volcán hiciera erupción, su magma se esparció por toda mi parte inferior.
Mi cuerpo se llenaba más y más de ese líquido cálido, por unos veinte segundos mi parte inferior se llenaba del líquido viscoso de Edward.
Yo inmediatamente cambie lugares con él acostándolo en la cama y yo colocándome encima de él, dejando caer mi cuerpo acurrucándome en su amplio pecho, él simplemente me abrazo permitiéndome dormir dulcemente.
…
Empecé a sentir que algo me hacía cosquillas en la nariz, abrí los ojos solo para ver el perfecto cuerpo de Beth acostada sobre mi pecho, por alguna razón ella ya estaba despierta.
—Finalmente despiertas bello durmiente…
—Aun no me siento totalmente despierto, esfuérzate…
—Muuu~
Ella acerco su rostro al mío besándome fuertemente.
—Bien ya estoy despierto
—…
Mirando el reloj junto a su cama note que apenas eran pasadas las diez de la noche, solo dormimos unas dos horas, después de hacerlo no puedo creer que ambos nos quedáramos unidos de esa manera, la lluvia se había debilitado un poco quedando una ligera llovizna, como si fuera agua nieve.
—¿Quieres tomar una ducha?
—Suena bien
Beth sonrió y asintió a mi propuesta, ambos nos dirigimos al baño, su hermoso cuerpo empezó a empaparse con el agua de la regadera, su cabello se pegaba a partes de su cuerpo, no pude evitarlo así que la abrase por detrás, ella simplemente lo acepto, el sonido del agua era una melodía que nos acompañaba en este momento de tranquilidad.
Después de unos diez minutos ella se me acerco y me susurro.
—¿No tienes el cabello bastante largo?
—Supongo ¿Por qué?
—¿Quieres que lo corte?
—No debiste de haber preguntado antes de bañarnos…
—…
A veces puede ser un poco idiota pero es adorable, acepte a que ella me cortara un poco el cabello.
…
—Oye, ¿Dean cuando regresaras al trabajo?
—Mmm… déjame pensar… lo más seguro es que sea pronto
En la gran sala de estar, una adorable niña de catorce años hablaba a un joven alrededor de sus veinte que estaba sentado en un gran sofá mientras leía un gigantesco libro sobre medicina.
—Sin embargo estoy aprovechando el tiempo estudiando para poder presentar el examen en la facultad…
Mientras él hablaba de manera determinada la niña perdió rápidamente el interés en cosas complicadas.
—Voy por un refresco
—¡Bien, tráeme uno también!
La niña ni siquiera lo miro pero asintió, el simplemente regreso a su libro con una sonrisa en su rostro.
No fue hasta que otra persona hablo mientras bebía su taza de té.
—Oye… Dean, hare la misma pregunta que hizo Lea
Inmediatamente respondió con una sonrisa en su rostro.
—¿Por qué? ¿Dime madre no puedo quedarme en la casa?
—Mmm… nada de eso es simplemente el hecho de si podrás soportar la carga de trabajo junto con los exámenes
La cosa se complicaba mas, como su madre había mencionado ciertamente le costaba mantener su vida normal a causa del trabajo, exámenes y su vida personal, pero aun así él no quería ser una carga.
De pronto se abrió una puerta mostrando a Beth que vestía un lindo vestido de una pieza que se veía totalmente cómodo para usar dentro de la casa, la lluvia de afuera creaba una melodía como a su vez una sensación de paz.
Dean estaba a punto de decirle algo a su madre pero se detuvo cuando vio a su hermana menor con una sonrisa.
—Ohhh, Dean que sorpresa, Edward está aquí
—¿Eh, enserio? Ese chico es muy inteligente me gustaría que me ayudara un poco
Se levantó energéticamente del sofá con una sonrisa de oreja a oreja, entonces se escuchó una voz que venía atrás de Beth.
—Buenas noches perdón por molestar
—¡Ah…! ¿¡Y tú quién eres!?
Su sonrisa se transformó en una totalmente seria.
—Es Edward tu persona favorita…
—¡Ah…! Pero este tipo se ve aún más guapo
Rápidamente extendió sus manos jugando con la cara de Edward, simplemente se detuvo cuando vio unos cuantos chupetones y marca de dientes que se dio cuenta de que realmente era Edward.
—E-espera…
Nuevamente empezó a jugar con los mechones de Edward y dijo totalmente feliz.
—¡Ciertamente eres tu Edward!
—¡SI, soy yo!
—Mmm… realmente te ves bien así, porque siempre te dejas crecer el cabello, ciertamente parecía un poco triste…
—Eh…
Edward no sabía si reír o llorar, en algún punto se había vuelto bastante tímido su cara se tiño ligeramente de rojo mientras preguntaba.
—¿Realmente me veo bien?
Todos en la sala lo quedaron viendo como si fuera un idiota, solamente él creía que estaba por abajo de la media en estándares de belleza.
—Demonios… en definitiva harás llorar a muchas chicas…
Edward no sabía quién había dicho ese comentario pero todos asintieron.
…
—¡Ha pasado mucho tiempo Jessica!
—¡Ciertamente Eddie!
Jessica había regresado de la cocina con dos latas de refresco, cuando vio a Edward su mirada cambio y entre cerro los ojos.
Entonces ella dejo en la mesa las dos latas que tenía y empezó a caminar hacia Edward de manera exagerada, Edward la imito y se acercó a ella mientras se llevaba sus manos a los bolsillos.
—¡Jessica!
—¡Edward!
Fue entonces que se acercaron significativamente, ella entonces empezó a disparar numerosos golpes, Edward la imito y ambos empezaron a gritar mientras hacían como si sus puños colisionaran.
´¡Inútil, Inútil, Inútil ,Inútil, Inútil, Inútil, Inútil, Inútil, Inútil, Inútil, Inútil!´
´¡Ora, Ora, Ora, Ora, Ora, Ora, Ora, Ora!´
Ambos se cansaron a los cinco minutos dejándose caer en el sillón tomando la lata de refrescos, Dean solo podía mirar cómo se bebían la última lata que debía ser para él.
Al final Edward y Jessica hicieron una pose rara y se levantaron el pulgar en señal de aprobación.
...
Al poco tiempo y un rato después de convivencia partió de la casa de Beth terminando su día en su propia casa.
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Edward: tu padre me esta observando fijamente
Beth: Es tu imaginación
*Chi~*
Edward: No claramente estoy sintiendo la mirada y es una intensa
*Chi~*
Beth: No, es solamente tu imaginación
*Chi~*
Edward: ...