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La bruja blanca Astrea no sabía qué hacer.
Nunca en su vida había tenido una cita.
Como siempre equivocándose decide pedirle consejo a Leona.
- Ve con vestido corto, sin ropa interior- le recomendó su amiga.
Leona como era habitual se encontraba cerca del carruaje esperando a su ama, la cual podía volar si quisiera, tenía un dragón para montar, pero por caprichos personales le gustaba ir en carruaje.
- ¿Por qué? Pregunta Astrea sin saberlo.
- Simple tonta, porque si van a coger los dos tu ya estas preparada- exclama con toda credibilidad.
Astrea piensa que es lo mejor. ¿Coger? ¿los dos se van a coger de las manos? Piensa la joven bruja.
- Tambien lleva esto por si algo, recuerda la protección es primero.
Leona busca en su bolsillo izquierdo y le entrega una pequeña caja a Astrea quien la toma curiosa.
- ¡¿Qué demonios le dices a Astrea Leona?! Regaña Verónica, -escucha Astrea por nada del mundo vuelvas a escuchar a esta persona con poca moral
"Puff" suelta Leona.
- Ve con tu propio estilo Astrea y guarda muy bien la caja que entrego la pervertida es lo único bueno que te ha dado- le recomienda su jefa -o también le puedes preguntar a ellas, pero no lo recomendaría.
Verónica dedujo fácilmente de quien estaba enamorada su subordinada, pero no le dijo nada a su ama, se lo guardo para sí misma tal como hicieron sus compañeras.
Por ellas se refería a las 3 jóvenes amas.
- Oye aburridísima segunda al mando, ¡no puedes enviar a este bello cordero a la boca del lobo! - le reclama Leona- ¡se la comerán viva!
- La decisión es de ella- recalca Verónica.
Astrea encontró a su joven ama Mackenzie en mejor estado, por lo menos ya no llevaba el yeso, pero aún tenía la venda en su rostro, las heridas en el rostro fueron excesivamente graves, su ama no era suave con sus sobrinas.
A su lado estaba Lissa, mientras sus hermanas practicaban con su magia, ella intentaba crear algo con su hechicería, lo que parecía una especie de lanza.
- Me falta nivel- exclama ella -quiero que sea más detallada y de mejor calidad, quizá le pida ayuda a Magnolita.
- ¿Por qué debe pedirle ayuda a Magnolita joven ama? -Pregunta con cierta molestia Lissa.
- Si tengo planeado hacerlo, después de todo si quiero hacer mi propia tienda necesitare un socio con mucho talento.
- ¿Joven ama no planea ser la líder del distrito?
- No, quiero ir a la universidad, luego viajar a la capital del sur, hacer una tienda y vender mis productos.
- ¿Me permitiría acompañarla?
- Claro ¿Por qué no?, pero debes especializarte en algo que nos pueda ayudar.
Lissa o más bien la envidia de todas las sirvientas, una joven criada únicamente para servirle a Mackenzie, su único propósito es vivir por su ama, o eso se supone. Su joven ama sabe cuándo pedir ayuda y cuando no, es extremadamente independiente pero poco femenina cosa que ni le interesa. En los dos últimos meses Lissa se había empezado a enamorar de su joven ama, en parte porque la veía como su amiga y confidente.
Lissa intenta sonreír, pero en lugar de eso muestra una fea mueca.
- Debemos practicar tu sonrisa Lissa- dice Maki sin distraerse en su proyecto.
Astrea seguía con sus amigas. Ella observa a su joven ama Maki la cual le recuerda inmensamente a Augusto.
- ¡Espera Astrea! - le dice Leona a su amiga intentando detenerla. Pero Verónica retiene a Leona.
- Déjala.
Astrea se acerca cautelosamente, no quiere arruinar el trabajo de su joven ama, pero con lo que va a decirle hará que pierda todo tipo de concentración.
- Joven ama Mackenzie.
- ¿Dime Astrea?
- ¿Qué tipo de mujeres le gustan a su padre? Me gustaría salir con su padre- Pregunta Astrea tan inocentemente que es imposible.
Las tres chicas paran su práctica en el acto.
Anna y Antonia no muestran alguna aura asesina, aunque sus miradas se tornan frias, pero Maki era otra cosa, aplasto fuertemente lo que estaba haciendo hasta volverlo polvo.
Intenta asimilarlo y termina con dolor de cabeza. ¿! que esta mujer quiere que con papá!?
- No se- responde a secas un tanto molesta.
De las pocas veces que Astrea decidió llevar la contraria a alguien que debía servir.
- Porque no quiere que salga con su padre acaso ¿Usted me odia joven ama?
Maki frunció el ceño -odio a cualquiera que intente acercarse a papá, aun no entiendo que quieres, pero estoy más que segura que lo sabes.
- ¿Saber qué joven ama?
- Papá solo ha amado a una persona, y esa persona fue mamá, para mi cualquiera que intente acercarse a papá es una bastarda- a ella nunca le gusto hablar de dicho tema, siempre intenta esquivarlo, es una joven demasiado egoísta en cuanto a compartir a su padre- deja de preguntarme sobre esas estupideces, solo espero que papá te rechace y ya.
Frustración, dolor, pena y tristeza. Las tres chicas la detestaban.
Es lo que siente en ese instante la joven bruja blanca.
- ¿Por qué me odia? Vuelve a preguntar mientras lagrimas se deslizan por sus mejillas.
- Ya te dije qu- Maki se detiene.
- ¿No soy buena para él? ¿soy algún monstruo? ¿es por lo que soy?
"…." Silencio, la situación se torna tensa.
Emociones algo que Astrea no comprendía bien - sus ojos no mienten joven ama, usted me odia, las tres me odian solo por querer algo con su padre, siempre que intento preguntarles algo sobre el se molestan y me miran con desprecio ¿Por qué lo hacen?
Las jóvenes no pronunciaron nada, ya que les estaba diciendo la verdad, ninguna de las tres quería que ella se acercase más a su padre. No podían ocultar su hostilidad, desde que ella les dijo que le gustaba su padre.
- ¡Y que con eso! Exclama molesta Maki. - ¡Al diablo con todo, estoy cansada de esta mierda! Estalla la joven - ¡que puedes ofrecerle a papá que yo no pueda! ¡¿acaso te crees muy especial?! ¿Qué tienes de distinto frente a las otras? ¡pues nada!
Sus hermanas no decían nada, ellas querían emparejar a su padre con una candidata de su gusto.
- No quiero que papi este contigo- dijo Antonia fríamente, -no me parece justo que alguien como el vea algo en una muñeca sin sentimientos, té puedes romper fácilmente- lo dice de forma tan hiriente, que era imposible que fuera la misma niña sonriente.
- Si te comparo con la oficial Victoria sería un insulto, alguien como tú no puede gustarle a papi- exclama Anna con desprecio, la menor de las tres, con tan solo 6 años dice tales palabras.
- ¿Lo ves? no eres nada, solo eres una sirvienta más de tantas que hay en esta mansión, es molesto estar escuchándote- recalca Maki.
Lissa está inmóvil como una estatua, no puede hacer nada, no puede decir nada…
Pero siente dolor al escuchar a su joven ama decir tales cosas que le atraviesan el corazón.
Lo habían dejado salir, su tía lo sabía.
Se llama egoísmo a la enfermedad que sufren algunas brujas, el dolor de las palabras.
Las lleva a querer algo a tal punto que sus mentes se nublan, harán lo que sea para quedarse con ello comúnmente llamado "eso"
El destino es cruel, su hermana menor nunca sufrió de ello. Puesto que era un espíritu libre.
Pero sus hijas si, hereditario por parte de Velvet.
Una bruja solo puede dar a luz otras brujas, que genéticamente van a ser iguales a su madre o eso se supone, este no era el caso. Maki se parecía a Velvet, Antonia a Alex y Anna tenia los ojos de su padre.
Que una bruja de por si tenga más de una hija es extraño, pero que una bruja tenga dos hijas o más es raro.
La abuela de las tres chicas fue una pobre mujer que fue prostituida, en uno de esos terribles días quedo embarazada, dio a luz a su primera hija, Velvet, quien al saber su horrible destino huyo a la edad de 8 años, lo hizo apenas pudo hacer uso de su magia.
Juro que regresaría a salvar a su madre. Vago por un tiempo intentando dominar su magia, pero no sabía cómo.
Para su suerte un único humano de nombre extraño de cierta edad le enseño como, no solo le enseño a usarla, también le enseño algo llamado física.
("la física domina las fuerzas que mueven el mundo") le dijo el hombre ("si le das uso a la ciencia de la física, entonces tu magia será imbatible)
Y así fue., usando las leyes de la física aprendió a dominar su magia de viento (en realidad así le decía) pero era otra cosa.
Su maestro un anciano le dijo que venía de otro mundo "fui astronauta, y mi abuela fue una de las brujas de la noche, siempre he sentido respeto y admiración por las brujas"
A la edad de 15 años Velvet dominaba su magia, también escribió las relaciones de las fuerzas físicas en su mundo, según su maestro las leyes de la física de su mundo y este era distinta, le había tomado un tiempo esclarecer dicha diferencia.
Todas y cada una de esas hipótesis las escribía Velvet adolescente, las transcribía en el idioma original de su maestro lo hizo por respeto a él.
A los 16 años viajo para liberar a su madre, pero lo único que encontró en el sitio fue una niña de 2 años medio muerta, mientras un cuerpo degollado estaba a su lado, llevaba varios días al parecer. Ya que las moscas rondaban y el olor era insoportable, aun así, la niña no se separaba. El cuerpo era de su madre, parece que un cliente se molesto y la mato, llevaba una pequeña carta que Velvet le había escrito hace un tiempo.
La primera reacción de la joven bruja fue…
Hacer una masacre, a sus 16 años asesino a todas las personas que estaban en el burdel.
Le había prometido a su maestro que usaría su magia para proteger, pero no lo hizo.
Cuando termino el baño de sangre lo único que quedo fue la desnutrida y sucia niña, era obvio que era su hermana menor, la tomo y se fue. Juro para sí misma que cuidaría de esa niña con su vida.
Desde su propio palco Velvet observa en silencio.
Verónica rápidamente llega al lado de su ama.
- Ama creo que debo intervenir- dice Verónica -yo fui la causante, si va a castigar a alguien que sea a mí, por favor no le haga nada a Astrea- se disculpa Verónica.
Velvet niega con la cabeza.
- ¡Pero ama!
- Espera Verónica, solo quiero escuchar una última cosa.
Atacan a la pobre Astrea, quien hasta ahora entiende lo que son los sentimientos. ¿Qué tiene de malo sentir algo por alguien? ¿se equivocó?
Solo llora y se cubre el rostro, era la primera vez que expresaba tal cosa.
Dolor, rechazo, tristeza.
Cuando una bruja se deja llevar por sus sentimientos estalla.
Ella misma se pregunta ¿a su ama le ha sucedido lo mismo? Para todas las sirvientas o trabajadoras del distrito especial Velvet es una deidad salvadora, se puede decir que controla sus emociones casi a la perfección.
Antes de que pase a mayores la propia Velvet baja y le da una cachetada a Anna y Antonia, para terminar con Maki.
- ¡Mocosas estúpidas, me avergüenzan! - recrimina, mientras continua -ni siquiera son capaces de controlar eso, solo son unas mocosas mimadas que creen conocer los problemas que sufren los demás.
La vergüenza de sus sobrinas es palpable.
La rebelde Maki no dice absolutamente nada.
Ahora es cuando Velvet las golpea donde más les duele.
- Viendo su patética y vomitiva actuación frente a Astrea, me parece poco probable que puedan controlarse si ven a su padre con alguien más- camina tranquila con sus brazos cruzados -sé que tiene dos pactos y ambos son mujeres ¿entonces cuando lo vean con sus pactos los van a atacar por estar junto a su padre?
- Noso.
- ¡Silencio!
Antonia calla inmediatamente.
- No voy a romper mi trato, la otra semana verán a su padre, lo que suceda dependerá de usted, PERO- recalca lo último -si no pueden controlar el egoísmo no lo volverán a ver.
- ¡Pe!
Velvet le apunta con el dedo a Maki -puede que seas mi sobrina mayor, pero quien manda aquí soy YO, ya sería la tercera vez que te descontrolas por una idiotez. Además, acaban de destruir emocionalmente a Astrea, no soy estúpida y sé que ella busca relacionarse con ese humano.
Astrea queda desconcertada, ¿desde hace cuánto lo sabía?
- Aprendí de mis errores pasados, aun lamento ese día y debido a ese error es que entiendo que me quieran, por eso si ustedes vuelven a fallar no lo volverán a ver- Velvet aprendió algo importante en ese mes, sus sobrinas amaban a su padre, ellas harían lo que fuera por verlo. Pero…
Allí comenzaba el problema.
El egoísmo de una bruja nace cuando una bruja "cree" que es dueña, ama y señora de aquel ser viviente. ¿Cómo lo sabe Velvet? Pues ella también lo sufrió durante digamos casi toda su vida hasta separarse de su hermana, ese mismo estúpido error hizo que su hermana se alejara y no volvieran a contactarse muy seguido.
Velvet tardo bastante en controlar dicho problema.
Tenía fe en que sus sobrinas no sufrieran dicho problema, pero ¡ho! Sorpresa las tres ¡si las tres! Mocosas sufrían de eso.
Sus mismos errores reflejados en sus tres sobrinas.
Astrea se seca las lágrimas - Discúlpeme ama, me quedare en mi cuarto todo el día.
- Hablare contigo más tarde.
- Si ama- ella se despide de todos.
Velvet mira con pena a sus sobrinas -saben que me necesitan para aprender a controlar eso, en especial tu Mackenzie.
Maki solo podía mirar al suelo mientras aprieta sus puños con fuerza.
Sabía que era verdad.
- ¿Nadie es lo suficientemente bueno cierto? Pregunta Velvet -ni siquiera su propio padre, al cual casi matan, ¿Qué hubieran hecho? Lo asesinaban, perdían su fuerza, las secuestraban y sacrificaban a las 3 un rey demonio revive en el imperio se forma el caos, miles de muertos- Velvet aplaude -fantástico, solo porque tres mocosas estúpidas no saben controlar su egoísmo- se preparaba para soltar la bomba final -solo se quieren a sí mismas, si en verdad amaran a su padre hace mucho hubieran aprendido a controlar el egoísmo.
Las tres jóvenes impotentes lloran de rabia.
- Vayan a sus cuartos mocosas egoístas- ordena Velvet.
La rebeldía acaba cuando se conoce el punto débil, cuando se sabe que tan débil es, en el momento que Maki pensó en enfrentar a su tía, Velvet las había dominado.
Astrea se quedó en su habitación y no salió en todo el día. Deprimida por alguien que pensó que la había aceptado, no volvería a "molestar a Augusto" nunca más pensó ella.
Por orden de Velvet ninguna de sus tres sobrinas tenía permitido acercarse a Astrea.