Después de la paliza que me dio tía Velvet me he puesto a entrenar todas las noches mi hechicería oscura y todas las mañanas mi hechicería normal, aprendiendo técnicas para adquirir mayor éter.
En esas prácticas comprendí algo particular y es que es posible transformar el mana desperdiciado por las herramientas y artículos mágicos en éter, prácticamente es una regresión o como hacen los árboles su proceso, me he puesto a leer libros de biología, aun me falta practicarlo, ya que la última vez me fracture un dedo intentándolo, todos mis descubrimientos los escribo en una libreta y los discuto con Isabel, quien ya había llegado a la misma conclusión.
Isabel llego a la conclusión de que era posible utilizar hechicería casi ilimitadamente si había un mago o una fuente de mana, ya que si se lograba de alguna forma revertir el mana a éter.
Yo tenía otra idea, cuando utilizaba mi hechicería para curar una herida, mis manos se encalambraban, entonces utilice ese mismo proceso a la inversa en una planta en lugar de curarla la marchite inmediatamente, mientras mi cuerpo se sintió mejor (le robe la vida a la planta). Según las reglas básicas de la hechicería eso está prohibido, hechicería prohibida así le dicen. Creo que le ocultare esa parte a Isabel o a papá, primero quiero averiguar qué sucede si se usa en seres más grandes.
Cometimos una estupidez de la cual me arrepiento profundamente.
No sabemos controlar "eso"
No podíamos negar que odiábamos a Astrea. ¡VA que diablos, yo odio a cualquier mujer que se le acerque a papá!
Para mí era igual a nada, ya que es demasiado pasiva.
Mis hermanas tenían sus propias candidatas.
Estaba pensando sobre crear una nueva herramienta mientras Lissa me observaba y me daba consejos sobre la forma que debería tener.
Cuando llego Astrea alegremente a preguntarnos qué tipo de mujeres le gustaban a papá.
Dejamos que "eso" saliera y la humillamos.
Tía Velvet nos dio una cachetada, no dije nada y tampoco actúe ya que ella tenía razón de hacer eso. Para luego enviarnos a nuestros cuartos, de los cuales salimos.
Cuando visito la habitación de Astrea, ella sabía que nosotras estábamos escuchando a escondidas.
Ella nos llamó a su oficina.
En su oficina solo estábamos las 4.
Debo decir que la presión que siento ahora no se compara a la que tenía antes ella, ahora se siente diferente, no la odio como antes y tampoco la desprecio. Parte de mi siente respeto, pero aún no la perdono por nunca presentarse cuando era más joven.
- Primero que todo debo disculparme con ustedes y segundo debo reprenderlas por la idiotez que acaban de hacer, enserio me avergüenzo de que sean mis sobrinas- dijo mientras miraba un documento. -Me disculpo por no haber estado en sus vidas por tanto tiempo, sé que fui una tonta que se dejó llevar por sus sentimientos hacia mi hermana. Lo que diga o haga ahora no va a cambiar eso, pero aun odio a su padre desde lo más profundo de mi corazón.
Las tres nos quedamos mudas.
- Segundo, tengo como política no intervenir en las vidas privadas de mis empleadas, aunque eso implique que una de mis EMPLEADAS se enamore de su PADRE, pueden pensar (tía Velvet se preocupa más de sus sirvientas que de nosotras) y la respuesta sería si y no, si porque en el tiempo que me separe de su madre me dedique en cuerpo y alma a apoyar a todas esas jóvenes brujas, y no porque ustedes son mis sobrinas, hasta ahora caigo en cuenta repito nuevamente estar en sus vidas desde el principio, si hubiera sido así es posible que mi hermana siguiera viva no lo sé, solo quiero ser la mejor tía que pueda para ustedes, dejando claro que se las quitare a su padre, no me gusta la custodia compartida ¿preguntas?
Anna levanta la mano
- ¿Te acabas de disculpar y luego nos regañas?
- Correcto, ¿alguna otra?
Antonia levanta su mano - ¿entonces no nos quieres entregar a papi?
- Si y no, eso depende del juzgado, desgraciadamente para mí su padre consiguió trabajo y una casa, eso me dificulta quedarme con ustedes en pleno derecho, pero aun lo detesto.
Ambas se alegran.
Ahora era mi turno
- ¿Nos enseñaras a controlar eso?
- Si, el entrenamiento será duro y espero que no pase lo de la última vez, ya que es la tercera vez que te sucede lo mismo Mackenzie y si sucede una cuarto te golpeare tan duro que te dejare inconsciente un mes- amenaza sin temor alguno -y recuerda si intentas escapar el contrato termina.
- Eso lo sé, no voy a intentar escapar y tampoco dejare que me vuelvas a dar una paliza mientras entrenamos- digo confiada.
Ella sonríe - bien, esa es la actitud y por cierto tienen prohibido mirar o hablarle a Astrea hasta que se recupere, una herida en el corazón es muy dolorosa, en especial de alguien a quien se supone respeta, no salve a Astrea de las calles, para que la humille mi propia sangre.
- Lo siento- respondo.
- Yo también lo siento.
- Igual yo.
Las tres nos disculpamos.
- Sus disculpas parecen tan falsas como el respeto que siento por su padre - además esa disculpa no debe ser dirigida a mi- nos dice, mientras gira su silla -Ahora vuelvan a sus cosas.
Astrea no se vio con papá por nuestra culpa, tampoco salió durante una semana.
Ciertamente fuimos unas perras.
Dividí los días con Magnolita de la siguiente manera.
Lunes diseñaríamos planos y discutiríamos que materiales usaríamos.
Miércoles crearíamos los modelos desde cero y utilizaríamos el método de ensayo y error para probarlos, parte por parte.
Los martes, jueves y viernes me vería con mis amigas.
Algunas veces seguían molestando a Magnolita, así que me metía.
Un idiota le dijo que era la nueva sirvienta de la hechicera, ella respondió a eso con lo siguiente.
- No soy sirvienta de nadie, planeo ser su socia.
Los idiotas se rieron, pero ella no les dio importancia y se fue con sus planos.
Ya no se veía tan desarreglada, pero aun cubría parte de su rostro con su cabello, no le digo nada ya que ¿Por qué debería decirle algo? Si se pudiera me gustaría llevar siempre pantalón y no esta estúpida falda, a Lissa se le ve muy bien porque tiene unas piernas que uffff, pero siempre le digo que debe llevar pantaloneta debajo para que no le vean las bragas y lo digo PORQUE LA DESGRACIADA DE NATALIA LE HA INTENTADO VER LAS BRAGAS EN MAS DE UNA OCASIÓN.
Nos vemos en el kiosco.
Magnolita saca un plano muy detallado.
Yo también saco mi propio plano.
Ambas miramos y discutimos sobre cada modelo, tomamos ideas y las escribimos en conjunto, señalamos lo que es factible y lo que no. Los materiales que se pueden usar para dichos modelos, calidad, cantidad, peso, largo.
El modelo del Magnolita era algo parecido a una caja, se supone que sería una especie de dimensión de bolsillo, la cual pudiera almacenar diferentes cosas en pequeños espacios, para luego transportar en cantidad.
Ciertamente es brillante, el problema es el material que sea capaz de soportar tal cantidad de magia y que pueda mantener las cosas en su forma original sin alterar su estado, algo orgánico se desintegraría.
- Magnolita, creo que no estamos en capacidad de crear tal cosa.
- ¿Estas segura? Pregunta un poco asombrada.
Cierro los planos y se los entrego.
- Esto que planteas es impresionante, sumamente increíble, pero no me creo capaz de crear un material de tal magnitud, necesitaría estudiar a fondo todo tipo de materiales resistentes a la magia para tener una idea.
Magnolita se cruza de brazos y se sienta mientas hace una mueca con los labios. Estaba pensando cómo resolver ese problema.
- Solo puedo decir que ni se te ocurra desistir de este proyecto, debes sacarle una copia. En verdad estoy interesada y MUCHO, me esforzare al máximo para crear dicho material.
- Joven ama y Magnolita, quizá las pueda ayudar con las pruebas de resistencia de materiales- interviene Lissa.
- Si, puedes ayudarnos con parte de ese problema, pero ahora debemos intentar diseñar algo más sencillo.
Saco de mi maleta un plano sencillo.
- ¿Qué es? Pregunta Magnolita curiosa.
- Bueno, papá me conto que, si una roca mágica podía darle luz a una farola toda una noche o puede enfriar alimentos de igual forma, entonces sería posible realizar una olla que fuera capaz de calentar reguladamente los alimentos, así que.
PRIMER MODELO DE OLLA CAPAZ DE CALENTAR ALIMENTOS SEMI-AUTOMATICAMENTE.
- Debemos pensar un nombre corto- recomienda Magnolita, -la idea es interesante y puede ser sencilla de realizar, además de servirnos de practica para futuros proyectos.
Las dos nos pusimos de acuerdo para trabajar primero esa idea y luego otra que propuso ella.
Sobre el primer plano que me presento, dijo que lo tenía todo en la cabeza así que no era necesario en si tenerlo en físico.
- Eres muy inteligente Magnolita- la alago ya que sus ideas son excelentes.
- Gracias Mackenzie- responde apenada Magnolita.
Los muy bastardos de su clase le tenían un apodo y era "la muerta" debido a su descuidado aspecto y piel pálida.
Mientras mi apodo era "marimacha" porque me gustaba meterme en peleas y decir groserías (cosas que no niego)
De Lissa no decían nada, de hecho, era muy popular y le recriminaban que estuviera conmigo a lo que ella respondía "si se dignaran en conocer a la joven ama no pensarían igual" normalmente le dejaban cartas de amor en su puesto, la mayoría de Natalia, la prosa usada por Natalia es excesivamente buena.
Por fin deje de usar esas putas vendas en mi rostro, la magia curativa de las sirvientas de la tía Velvet es muy buena, aun me lamento ser una desgraciada con Astrea, a quien no he visto en varios días, gracias al cielo no le paso nada a mi rostro, no quiero ver a papá con mi rostro lleno de heridas.
Cada día que pasaba me parecía más a tía Velvet, excepto porque a mí no me crecía el busto, pero sí que tenía un buen trasero, unas por otras. Es una desgracia que como bruja no pueda desarrollar músculos, me encantaría tener el físico de Juliana.
Ya que debía cumplir con el trato establecido con tía Velvet mis notas mejoraron exponencialmente, al igual que las de mis amigas.
- ¡Si! Decía emocionada Isabel -mamá dejara de sermonearme todos los días.
- Gracias a los dioses, papá me dejara descansar de esas prácticas- suspiraba aliviada.
Era habitual que Lissa sacara buenas notas, así que ni se preocupaba.
Chocamos las manos todas.
¡Hasta la maestra Zelda nos felicitó!
Como agradecimiento hacia ella, solo nos metimos en problemas un día.
Para mi sorpresa, enserio ¡sorpresa!
Magnolita se especializaba en artesanía mágica, era obvio por qué.
Al principio tenía mis dudas de que fuera a funcionar, Magnolita es demasiado buena en lo que hace. ¡Enserio! Es una profesional, puede que sea un poco antisocial.
Pero qué más da, ser antisocial no significa ser mala persona.
Un día le pregunte a Magnolita donde se hacia ella para comer.
- Voy a la biblioteca, nadie me molesta.