Chapter 43 - Capitulo XII-1

Había llegado antes al restaurante y adivinen.

¡Viajamos en un metro subterráneo! Quien diría que en un mundo así podría existir tal cosa, ¡enserio! Estas cosas no existían en el XIX de mi mundo, puede que vistan y que algunas cosas se parezcan a las de mi mundo en esa época, pero otras están a otro nivel tecnológico. Usar magia y tecnología al mismo tiempo conlleva a un avance tecnológico- cultural sin precedentes.

Las paredes del metro están decoradas con hermosos lienzos, otras con propagadas de productos.

Taquillas donde cobran el pasaje (el cual es muy económico), policía que vigila, artistas tocando música en un rincón mientras las personas pasan y algunas les dejan monedas.

Hicimos fila, buscamos puesto, informaron por una especie de altavoz que ya iba a salir y salimos.

Al llegar al lugar nos damos cuenta de que es un café muy elegante.

Como llegamos antes de tiempo pienso que las niñas no habían llegado, pero da la sorpresa que ellas pensaron lo mismo.

Parece que no se habían dado cuenta que me encontraba cerca.

- ¡Muy bien cómo me veo! Les pregunto a mis dos pactos.

- Bien, bien maestro, no se preocupe- me dice Tera ayudándome con la bufanda.

- ¡Por qué diablos me dejaron estos chupones! digo molesto.

- Eso pasa por no querer hacer un trio con las dos- responde molesta Alpha.

- ¡¿Por qué diablos querría hacerlo?! ¡Acaso estas loca!

- No amo, estoy caliente, muy caliente.

- ¡Esa no es una respuesta!

- Para mí lo es- responde Tera

- X2- exclama Alpha.

Mientras mis dos pactos se burlaban de mí.

Alguien me jala por detrás la gabardina.

- Disculpe señor, ¿conoce a un hombre guapo de su altura, que tiene ojos dorados iguales a los míos? - Dice la niña sonriendo -mis hermanas y yo lo estamos buscando.

Me coloco una mano en la barbilla y pienso -hmmm, creo que lo he visto, he visto a un hombre que se parece a esa descripción ¿de casualidad tienes un espejo? Le pregunto.

La pequeña dice que no, pero trae a la hermana mayor, quien le pide un espejo pequeño a una compañera, esta se lo entrega, abro el espejo y le digo a la otra niña que mire, a la mayor le entrego un ramo de flores.

- Puedes sostener esto señorita- le digo guiñándole el ojo, -es un regalo para mis hermosas hijas.

- Sus hijas tienen mucha suerte- responde la mayor de las tres.

- Dime señorita a quien ves en el espejo- el espejo nos refleja a los dos.

La niña cierra los ojos y se cruza de brazos pensativa y luego responde - creo que a un padre y a su hija.

- Eso significa ¿Qué?

- ¡TU ERES PAPI! Los dos reímos y la abrazo fuertemente, tomo también a Anna quien se une a la feliz escena.

- Papá déjate de bromas con Anna- me dice Maki.

Bajo a las pequeñas y abrazo fuertemente a Maki quien se pone roja.

- Papá la gente nos mira- dice avergonzada.

- ¡Y eso que cariño, acaso un padre no puede darle un abrazo a su hija! Respondo.

- Que rayos- dice ella y responde el abrazo - Te extrañe mucho papá- exclama con lágrimas - y lamento profundamente lo que sucedió ese día.

- Lo pasado es pasado cariño- La abrazo fuertemente levantándola, lo que la hace reír.

- Por cierto, papá, ella es mi amiga y guardiana Lissa- dice Maki orgullosa ¿y que te paso en la cara?

- Mucho gusto- le digo mientras le doy la mano a la jovencita- estuve entrenando con mi jefe y pues.

La joven me hace una reverencia - el gusto es mío, la joven ama habla mucho de usted, al igual que Astrea.

- Puedes enviarle mis saludos a Astrea- le digo a la joven -espero que se mejore.

El ambiente se torna un poco tenso, para calmarlo presento a mis dos pactos.

- Entoncess ahora solo quiero disfrutar y presentarte aaaaaa- Hago una presentación - MIS DOS GRANDES PACTOS ALPHA Y TERA comienzo a lanzar brillantina.

- Soy Alpha- se señala a sí misma, - segundo pacto del amo- cuando sonríe deja ver sus colmillos.

- Mucho gusto soy Tera, ya me conocieron en mi otra forma- exclama de forma elegante.

Una de las sirvientas que las acompañaban le dice algo al oído.

- Papá, llevo unos segundos mirando a la que dices que se llama Alpha y ¿Por qué se parece a ti?

- No hermanita, no solo se parece, es idéntica a papi- apunta Antonia.

- ¿Entonces así me voy a ver en unos años? Se pregunta Anna.

- No,no,no así se vería el amo si fuera una mujer- responde Alpha, mientras mueve un solo dedo negando que así se viera Anna en un futuro, -Además soy un demonio.

- ¡HEeee! Exclamamos las tres.

- Espera un momento ¡papá hiciste un pacto con un demonio! señalo a Alpha quien está muy tranquila mirándose las uñas.

- Si que loco ¿no? Y pensar que Tera es una diosa, es más loco -responde papá.

- ¡Heee!

- ¿Esa misma planta rara que jugaba con nosotras? Señala Antonia.

- Correcto- responde Tera sacando una sombrilla, ya que estaba a punto de llover.

- Creo que es mejor que les explique adentro- digo.

Las niñas les preguntan muchas cosas a mis dos pactos, mientras ellas les explicaban lo que estábamos haciendo.

Entramos a un lujoso café, no se me hizo raro cuando vi quien era la dueña, era más que obvio.

Me mira con desprecio mientras levanta una ceja.

Era la tía de las niñas Velvet, llevaba un largo vestido rojo, no tenía su sombrero, se podía ver su largo y oscuro cabello suelto, no la detallo mucho ya que puede dar a malentendidos y eso es lo que menos quiero ahora, a su lado se encuentra otra joven con anteojos.

Unas jóvenes vestidas de sirvientas y otras vestidas de camareras me miran y murmuran entre ellas.

- Papi ¿Por qué no te quitas esa bufanda? - me pregunta Anna.

- Está haciendo demasiado frio amor, papi no se la va a quitar por eso- respondo intentando evitar el porqué.

Ella infla los cachetes, se los pellizco y la hago reír.

Ver que ella tiene el mismo color de mis ojos me alegra el día, y recordar que Antonia y Maki tienen el de su madre aún más.

Había comprado para esa ocasión un traje igual al que las chicas me compraron y lo estaba estrenando, de igual forma Alpha y Tera iban vestidas elegantemente con ropa de gala.

Una de las jóvenes deja salir un suspiro que rápida es silenciado por la mirada de su patrona.

- Antes de dejarlos solos, necesito hablar algo con su padre- exclama ella, [primero]

- [¿Entiendes lo que digo?] pregunta ella en un idioma que creo saber cuál es, pero el cual no hablo.

- [No] respondo en inglés.

- Entiendo, entonces usare el otro idioma que sabía hablar mi maestro.

- [¿Y ahora?] exclama en alemán.

- [Ese si lo entiendo] respondo, [¿Por qué sabes hablar en alemán?]

- [No tutees conmigo humano me da asco, lo hablo porque mi maestro en magia fue un invocado de otro mundo, pero eso es otra historia]

Velvet llama a una de sus sirvientas, la cual le entrega una caja. Ella abre la caja y me muestra algo muy peculiar.

[¿Sabes qué es esto cierto?] me pregunta, sacando un plano.

- Amo ¿eso es lo que creo que es? - dice Alpha.

- Efectivamente es eso- interviene Tera.

- [¿Esas cosas saben que es?] dice asombrada Velvet.

- [Sabemos que es, tenemos los mismos conocimientos que el amo y por cierto no somos cosas] responde Alpha.

- [Interesante] exclama Velvet [Un demonio que razona]

Todos nos miran curiosos, ya que nadie entiende lo que decimos.

- Volvamos a hablar en el idioma general- exclama Velvet, -Después hablaremos.

La tía de las niñas chasquea los dedos, una de las sirvientas responde.

Dicha sirvienta se nos acerca y nos dice que nos sentemos en una mesa grande con muchos adornos.

Las niñas se sientan a los lados de su tía.

- Estas mocosas tienen algo que decir- dice Velvet.

Las tres se levantan de sus asientos.

- ¡Lo sentimos papá! Dicen las tres.

- ¡Fue nuestra culpa lo que sucedió ese día! Exclama Maki.

- Tranquila cariño, lo que paso ese día ya sucedió y no se puede cambiar, lo importante es que estoy bien y ustedes también. respondo.

Velvet chasquea con la lengua - es por culpa de su forma de hablar que estas mocosas no son capaces de controlar su egoísmo.

- ¿Egoísmo? Pregunto.

Tera me susurrara al odio -es una especie de efecto negativo que sufren algunas brujas.

- Mis sobrinas no saben diferenciar entre el afecto a alguien y el afecto a un objeto, en este caso a ti humano- explica Velvet -en su estado actual no pueden controlarlo eso, solo saben herir a los demás, como hicieron con Astrea.

- ¿Con Astrea?

Las tres niñas bajan sus cabezas apenadas.

Una camarera trae una bandeja con tazas de té, las reparte y se despide guiñándome el ojo.

- ¿Acaso que sucedió? Pregunto.

- Me suponía que ellas no le habían contado al humano, bueno que sean ellas las que le cuenten- Velvet se levanta -me gustaría ver lo que sucede, pero soy una mujer ocupada- luego dirige su mirada a un reloj -tienen hasta las 6:00 P.M.

La tía de las chicas nos deja solos.

- ¿Y bien niñas que sucedió con Astrea? Pregunto.

Maki toma la palabra y me cuenta lo sucedido, viendo mis reacciones Alpha y Tera deciden dejarme solo con mis hijas.

Masajeo mis ojos con cierta irritación, estaba molesto.

- Niñas, saben bien que soy un adulto, Astrea me agrada mucho y por como la trataron debería regañarlas- veo un poco de tristeza y arrepentimiento en sus miradas -saben bien que no quiero una relación con nadie, a ella solo la veo como una amiga. Ese día ella me pidió una cita y deben saber que quedarse esperando a alguien que no vendrá por motivos que desconocía no es muy agradable y ahora menos al saber la razón del porqué.

- Pero.

- Nada de peros- respondo -ella me ayudo en estas semanas, además me entrego algo que me animo mucho.

- Discúlpanos, papá- dice Maki.

- Si papi, perdona nuestro comportamiento- dice Anna.

- Lo lamentamos papi- Dice Antonia.

- No es conmigo con quien tienen que disculparse- les digo -solo espero que cuando la vean sean sinceras con ella y le digan que puede ir a casa a visitarme cuando quiera.

Las tres aceptan mi regaño. No me gusta regañarlas, pero lo que le hicieron a Astrea no me parece justo.

- Dejando eso de lado, creo que es hora de divertirnos como familia- les digo ¿entonces a dónde vamos?

- Creo tener idea a donde ir- recomienda Maki.

Antes de irnos les entrego unos detalles a las niñas, unos peluches mal hechos a las menores.

- ¡Es horrible papi, me encanta! Dice Antonia mientras abraza lo que se supone es un peluche.

- ¡Me gusta la quimera! Apunta Anna, aunque se supone que era un perro, -voy a asustar a mis compañeras de la escuela.

Tera me susurra - maestro usted es pésimo con las manualidades.

- Lo sé, nunca he sido bueno en manualidades- le digo.

Alpha lleva a las niñas mientras les cuenta cómo fue que nos conocimos, claro está omitiendo las partes de los besos.

- ¿Entonces papá, ellas son tus pactos? Me pregunta Maki algo confundida.

- Correcto, algo particular es que ellas poseen todos mis recuerdos y conocimientos pasados, puedo decir que ellas son "yo" le digo a Maki, ella parece aún más confundida.

- No recuerdo que las hadas de Isabel puedan hacer eso- me dice y continua -se supone que un pacto con hechicería es distinto. Además, creo que era imposible hacer uno con un demonio o peor aún con una diosa antigua y que estas tomaran una forma humanoide tan rápido o que uno de los pactos tomara la forma de su amo.

- ¿Creí que eso se podía hacer?

- ¡No! Se supone que era imposible, ningún pacto conocido podía hacer tal cosa.

- Bueno, entonces tengo suerte, de igual forma no sé cómo recolectar éter aun, ellas se sostienen regulando su propia cantidad, ya que al principio Tera solo podía mantener su forma humanoide hasta que el sol se ocultara, pero ahora la puede mantener todo el día.

- Entonces son ¿casi independientes de tu éter? - pregunta Maki.

- Se puede decir que si, ya que yo no produzco éter y como te decía, hablar con ellas es casi hablar conmigo, con uno que otro cambio. En especial Alpha- señalo.

- Ciertamente lo note papá.

Alpha estaba jugando con mis hijas, mientras Tera vigilaba.

- Es la primera vez que escucho que los pactos puedan sobrevivir sin que el hechicero les proporcione éter continuamente- dice Maki.

- Tera me dijo que, si era capaz de entregarles éter, su desempeño seria optimo, ya que ellas por el momento no tienen altas capacidades de combate, solo las necesarias para protegerme, o eso dicen ellas.

- Papá deberías aprender a defenderte- recomienda Maki tomándome de la mano, luego sonríe -Vamos a disfrutar en familia.

Mientras dábamos una vuelta visitamos un parque, vemos una gran estatua de bronce en la mitad del parque y vaya sorpresa.

- Mire maestro una estatua mía- exclama Tera.

Realmente era una estatua de ella, la estatua representaba a Tera (Minerva) diosa del conocimiento, sentada leyéndole un libro a un niño.

- Haa que buenas épocas, recuerdo cuando le enseñaba al primer emperador.

Las personas pasaban frente a la estatua y le dejaban flores.