- ¡Astrea, Astrea, chica suertuda! Dice alegremente una de sus compañeras quien la toma de las manos ¿a divina quien te envió saludes?
- ¿La ama? Pregunta Astrea. Hace poco había salido de su habitación, prácticamente se encerró durante una semana.
- ¡No tonta! Exclama su compañera.
Otra de las sirvientas se acerca, - ¿adivina quién fue? La sirvienta se coloca una mano en su mejilla - cuando lo vi suspireeee. Exclama su amiga.
- No se- responde Astrea, un tanto desanimada -nadie me busca.
Sus dos compañeras se miran.
- Un viudo super sexy pregunto por ti- su compañera le da un golpe en la frente con un dedo ¿adivina?
Los ojos de Astrea se abren intenta esbozar una sonrisa, pero termina haciendo una fea mueca.
- Deberíamos trabajar en eso- dice una al ver la mueca que hace.
Astrea se vuelve a desanimar - pero… no quiero verlo otra vez, sus hijas no me aceptan.
- Es una lástima que alguien no estuvo el día que se vieron con su padre- exclama otra de sus compañeras.
- ¿Por cierto escuchaste que la ama permitió que sus sobrinas le enviaran cartas a su padre?
- Sii, creo que la ama estuvo preguntando sobre quien llevaría las cartas, algunas de nosotras estamos más que dispuestas a hacerlo, ya que ALGUIEN no quiere salir de su cuarto.
- Sabias que Leo quiere encargarse de ese "difícil trabajo"- comenta una de las sirvientas.
- Si,si, si ella se adelanta estoy segura de que aprovecharía cualquier oportunidad- dice una guiñando el ojo.
- ¡Dejen de decir estupideces! Dice Leona, quien pasaba a entregarle algo a su amiga Astrea, luego la toma del cuello de su uniforme y la levanta, sus compañeras se alejan ¡escúchame bien, Astrea deja de sentir pena por ti misma oíste! Amenaza su amiga empujándola fuertemente contra un muro.
"…" Astrea desvía la mirada.
- ¡Responde de una vez, ya llevas casi dos semanas así, no puedes esconderte para siempre!
"…"
Leo chasquea con su lenga, baja a su amiga y le entrega una carta - toma, es una orden directa de la ama Velvet, ábrela.
Astrea obedece.
Era una orden la cual decía.
¡Déjate de juegos, ve y conquístalo tonta!
Tienes mi bendición de hacer lo que quieras
Leona estaba cruzada de brazos ¿entonces vas a hacer lo que dice la ama?
- No lo sé- responde desanimada Astrea mientras guarda la carta.
- Sabes, si no fueras mi amiga ya te hubiera dado un puño en la cara. A la ama Velvet no le es fácil asimilar que una de sus sirvientas se hubiera enamorado de ese sex.. de ese humano. De hecho, antes de poder escribir algo tan sencillo rompió tres paredes y cuando escucho que a ti te gusta ese humano se enfureció bastante, pero aun así ella se controló dejando que seas tu quien decida. Así que piénsalo bien.
- Yo..yo lo hare- dice Astrea casi susurrando.
- No te escuchamos ¿verdad chicas? - dice Leona, agitando a sus compañeras.
- Si, no te escuchamos Astrea- animan sus compañeras.
- yo.. yo voy a hacerlo- dice Astrea con más fuerza ¡Voy a hacerlo!
- Intenta mostrar un poco de emoción tonta- exclama Leona -Ahora ve y habla con las sobrinas de la ama, ellas tienen algo que decirte.
- Pero la ama dijo que tenían prohibido hablar conmigo.
- Bueno, desde que están sus sobrinas, la ama ha cambiado un poco y esas tres niñas quieren decirte algo.
Astrea vuelve a su cuarto, se arregla y se coloca su viejo uniforme.
Las sobrinas de su ama la esperaban en un kiosco del jardín.
- ¡LO SENTIMOS MUCHO ASTREA, NO VOLVEREMOS A ENTROMETERNOS! Dicen las tres.
- ¡Se que fuimos unas desgraciadas contigo Astrea, pero prometemos no volver a hacerlo! Dice Maki.
- ¡Si, sabemos que te gusta papi y hasta cierto punto le gustas a papi, aunque lo niegue! Dice Anna.
Eso ultimo hizo que Astrea se colocara una mano en su pecho, ya que su corazón se aceleró.
- ¿Le gusto a su padre? Pregunta sonrojada Astrea.
- Quien sabe, eso debes preguntarle tu- dice Antonia. (Sigo prefiriendo a la señorita Bast)
Maki saca una carta y se la entrega a Astrea - Esta es una carta para papá, quiero que se la entregues cuando tía Velvet te lo permita- Maki sigue hablando -solo espero que lo que sientes por papá sea real, porque si es un capricho créeme que me vengare-la joven esta que estallaba, pero le juro a su padre que no se entrometería.