- ¡HEY HEY adivinen quien llego! Grita Enrs con maleta al hombro, Victoria también venia.
- Hola amo de casa- me dice, ¿lo veo un poco distinto?
- Me veo como siempre- respondo mientras estrecho sus manos.
- ¡Entonces que vamos a hacer! Dice Enrs mientras deja su maleta en el suelo, ¿emborracharnos? ¿contar historias? O ¡vamos a bailar todos juntos!
Gracias a que Alpha, Tera y yo colaborábamos con todo, teníamos el suficiente dinero para comprar camas, de hecho, habíamos adecuado 3 habitaciones, se supone que son para las niñas.
Enrs estaba dando vueltas por la casa y viendo los cambios.
- Elige la habitación que quieras, después de todo eres el dueño.
Él se ríe -Yo no soy dueño de esto, ese eres tú mi querido amigo, pero dada la casualidad conservo una llave (por si acaso)
Ambos nos reímos.
- ¿Y bien que tal el trabajo? Le pregunto.
- Un poco duro, pero por fin tenemos unos días libres, así que planeo descansar al máximo o quizá emborracharme, lo que salga primero- dice Enrs desde una de las habitaciones.
Victoria se encontraba en el baño dándose una ducha.
Alpha se encargaba de la comida y Tera de la limpieza.
Le dije a Enrs que descansara un rato, pero el insistió en acompañarme al mercado.
Mientras tanto Victoria se fue a dormir al cuarto que eligió.
- Oye un pajarito me conto que saliste con una de las sirvientas de la general Velvet.
- ¿A si? ¿De casualidad ese pajarito se llama Alpha o tal vez Tera?
- De hecho, dos- ríe Enrs -es bueno que salgas de vez en cuando, no todo es trabajo.
- Mira quien habla- sonrió -de vez en cuando recuerdas que tienes un amigo.
- ¿Alguien tiene que proteger el imperio? Si fuera por mí, ya estaría viviendo tranquilo en este pueblo.
- Hablando de amigos, ya casi se cumple el tiempo de viaje de K'vool, es posible que lo veamos rondando el próximo mes.
Llegamos a la plaza y nos pusimos a discutir que fruta y verdura sería mejor para cocinar. Hace mucho no hablaba de hacer platos de cocina, normalmente solo hago los que dice el jefe y ya.
Mientras hablábamos siento que alguien me observa.
- ¡Oye Augusto, mira esa belleza que está allí! Señala Enrs, -que belleza de mujer la que está mirando para acá.
Si era la dueña de la florería, ella me estaba mirando con cierta rabia.
- Vámonos- le susurro a Enrs.
- ¿Hee por qué? Pregunta luego señala con la cabeza -mira como se ve esa belleza y parece que viene hacia aquí.
Intento escabullirme, pero la dueña de la florería me atrapa.
- ¡Me estas evadiendo! Dice ella con cierta molestia.
Miro a Enrs para que me ayude, pero lo único que hace es sonreír maliciosamente ¿así que era eso? "Me adelanto entonces" responde y se escapa.
La dueña de la florería me jala con fuerza mientras me regaña por no ir a visitarla.
Cuando intento responderle tartamudeo, tampoco puedo mirarla a los ojos.
Desde que decidí no molestarla más, había pensado en ella.
- ¡Mírame a los ojos! Me dice molesta, ¡siempre desvias la mirada, nunca me intentas ver directamente a los ojos!
Sigo tartamudeando y ella me regaña nuevamente por creer que no quería volver a verme.
Ya que no es muy alta se pone de puntitas y me mira directamente a los ojos - de ahora en adelante mírame a los ojos- me reclama.
"S-si-si" le digo me manera tonta.
Mis manos sudan mucho y mi corazón late con fuerza.
Me pregunta sobre Enrs, y también me dice que vaya a su casa hoy en la noche.
Ella me arrastra hasta un café, donde me dice que sea yo quien la invite, intento desviar la conversación hablando cosas innecesarias.
Hasta que ella empieza a tocarme la pierna con sus delicados dedos de su pie.
¡No sé qué hacer!
Tiemblo.
Sudo mucho.
No es habitual que me pase esto.
Ella sigue preguntándome como si no pasara nada.
Se ve muy linda con su ropa de fin de semana, esta distinta a como la conocí.
Creo que ella está jugando conmigo, una mujer así no se fijaría en alguien como yo nunca.
Es lo mismo con Astrea, alguien como ella no miraría a un pobre diablo.
Mientras la dueña de la florería juega conmigo alguien me toma de una mano y me levanta.
Era Bast, a quien miro con alegría.
Cuando me intenta llevar, la dueña de la florería me coge de la otra mano.
Aunque Bast vino para salvarme.
No quiero separarme de la dueña de la florería, nos quedamos mirándonos un momento, pero noto decepción en sus ojos, aprieto con fuerza su mano, pero ella la afloja dejándome ir.
Bast se había inventado una excusa para sacarme de allí.
- Da igual- me dice, -acompáñame a hacer las compras.
- De acuerdo- le digo.
- ¿Enserio vas a visitar a la dueña de la florería? Me pregunta.
- Si, me dijo que me enseñaría a coser, quiero aprender para hacerle mejores peluches a mis hijas.
- Eres un padre muy devoto.
- Intento ser lo mejor que pueda.
Acompañe a Bast a distintas tiendas, también quiso que la acompañara a un lugar donde venden trajes de baño.
- Me da vergüenza entrar- le dije.
- ¡Tonterías, ven! Responde - ¡necesito que alguien me diga cual me queda mejor!
- ¿No sería mejor que te acompañara Tera? Le pregunto un tanto avergonzado.
- Necesito la opinión de un hombre para saber si me queda bien o mal el traje de baño. Sucede que me gusta el hermano de una amiga, entonces creí que tu serias la primera opción para que vieras- dice ella un poco tímida.
- Que bien- respondo. Debe ser algún aventurero, pienso.
- Quizá lo conozcas- exclama Bast.
Levanto los brazos y niego con la cabeza - no creo, no conozco a ningún aventurero.
- ¿Crees que me gusta un aventurero?
Me rasco la cabeza ¿no lo es?
- Estas equivocado- responde mientras me guiñe un ojo.
Voy a hacer lo que me dijo la dueña de la florería, mirar a los ojos a las personas.
La mirada picara de Bast es tranquilizadora, recuerdo que fue ella una de las primeras personas que conocí. También me ayudo a conseguir un trabajo decente. Buscare una forma de agradecérselo.
- Me gustaría poder agradecerte por tu ayuda Bast- le digo mientras entramos a la tienda.
- Tranquilo, tranquilo. No tienes por qué preocuparte por eso- responde mientras mira algunas prendas -pero qué tal si hacemos esto, jugamos los dos un basquetbol y quien gane decide lo que quiere hacer el otro- dice mientras se toca una oreja y mueve la cola.
- Me parece perfecto- respondo, -solo dime el día y la hora.
- ¡¿He! ¡enserio!
- Claro que sí, quiero ver que tan bueno me he vuelto, y que mejor que con mi segunda entrenadora.
- ¡Que así sea! Exclama Bast animada moviendo la cola.
Ella me toma de la mano, mientras me señala algunos vestidos de baño de una o dos piezas, muchos son un tanto reveladores, no digo nada ya que quizá diga algo idiota y ella se lo tome mal, de vez en cuando asiento o niego.
- Vamos di algo- dice ella inflando las mejillas.
- Puede que diga una idiotez y luego me odies- respondo.
- Solo dilo- propone Bast.
Le señalo un vestido de baño de dos piezas.
Ella lo toma y va al cambiarse.
Me quedo un rato mirando diferentes vestidos de baño.
La dueña de la tienda se me acerca y me pregunta si quiero alguno para mi novia.
Le respondo que ella no es mi novia, lo que parece decepcionarla ya que según ella nos vemos muy bien los dos.
Bast me llama.
Luego abre la persiana y sale con el traje de baño de dos piezas.
- Dime ¿Cómo me queda? - pregunta mientras da un giro y se acomoda la parte del bikini -se sinceró.
¿Qué decirle a una semihumana que tiene un cuerpo de modelo? Me pregunto a mí mismo, entonces - te queda muy bien, el bikini resalta tus curvas, también me gusta como sale tu cola.
Ella se esconde detrás de la persiana.
- ¿Enserio crees eso? Pregunta detrás de la persiana.
Sabía que la había cagado, debí quedarme callado. Hable de más, cuando me dispongo a disculparme.
- ¿Te gusta cómo me veo? Pregunta aun escondida.
Piensa Augusto no digas una idiotez.
¿Qué diría Enrs?
"Dile que esta extremadamente buena y que quieres ver más carne" se me viene a la mente lo que el diría.
Quizá no sea el mejor referente pienso.
¿Qué diría Alpha?
"Amo debería cogérsela allí mismo" si seguro ella dijese eso.
Ese si es peor referente.
¿Qué diría Tera? Ella es la más elegante.
"Lo que dijo la mocosa X2"
¡Esa si es peor referencia!
Mejor digo algo antes que lo arruine.
- Te queda muy bien, pero si quieres probarte otros estilos, por si acaso.
- Quiero probarme otros, pero si tú los eliges- comenta ella abriendo la persiana.
- Bueno.
Elijo los que me parecen mejores, casi todos vestidos de dos piezas.
Espero que no piense que soy un degenerado.
Bast estaba alegre.
Ya sabía que Augusto era un caballero.
Su padre Seth decía que los humanos siempre andaban en celo, nunca despegaban su mirada de los pechos o las caderas de las semihumanas.
Viendo a Augusto quien la miraba sin algún tipo de morbo chocaría con cualquier cosa que dijo su padre, de hecho, fue ella quien lo estaba obligando a hacer eso, darse la vuelta para que le mire el trasero, hacerlo elegir vestidos reveladores para que note sus curvas.
¿Que tenia de malo andar en celo todo el tiempo? Pensaba Bast. Viendo tan buen espécimen humano se lo pensaría.
Trabajando en el gremio ha visto de todo.
Al ser una semihumana felina le es fácil detectar ciertos comportamientos en los seres vivos. El olor de la lujuria en algunos aventureros sin importar el sexo, los movimientos o cosas así, Augusto no presentaba ese tipo de cosas, intento hacerlo con Tera, pero esta lo noto inmediatamente y le dijo que no lo volviera a hacer, lo hizo con la otra chica Alpha quien parecía estar en celo constantemente. Dudaba de que fueran las hermanas de Augusto, pero bueno ninguna de las dos se interponía, así que no le veía problema.
Para Bast existían un problema.
No le temía a la joven bruja, puesto que creía que no era una rival, no la había visto. Pero lo que le contaba su amiga Tera no la hacía preocuparse.
Pero, pero, pero, pero la dueña de la florería sí. Era atractiva, había notado que también era lista, para Bast esa mujer tiene muchas cualidades, debía ser precavida, ya que.
Era impredecible.
Ya la había visto en acción tres veces.
Si se descuidaba se le adelantaría.
Bast se dejó de cosas e iría con todo.
Al final eligió el vestido de baño más revelador.
Unos días después se presentó donde la dueña de la florería y le dejo las cosas en claro. Pero se dejó meter en un juego donde lastimaría a Augusto, su prepotencia y ganas de ganar lo harían.