Aunque este en otro mundo sigo pensando como occidental.
Para mí nunca ha estado bien visto esa idiotez del "harem" aborrezco esa idea.
Da igual mi experiencia con las mujeres es deficiente.
Habitualmente me usaban para sacar buenas notas o simplemente no les prestaba atención, hubo una época en donde mis compañeros del colegio pensaban que era homo, ciertamente no me importo, nunca me importo nada de eso, solo me apasionaba la biología, viniendo de un país tropical como no lo haría. Muchas personas temen a los bosques o selvas, es natural cuando se es de ciudad.
Solo me intereso el amor en la universidad, pensaba quedarme solo toda la vida. Después de todo mi hermano mayor ya tenía hijos, era mayor por 5 años, él ya había asegurado el futuro de la familia.
Nosotros dos éramos mundos aparte, solo nos parecíamos era en nuestros ojos y en intelecto. Mi hermano un hombre alto moreno (1.85), de buena sonrisa y de gran corazón, las mujeres se morían por él, nunca egocéntrico, siempre me daba consejos y me ayudaba en lo que mis padres no podían. Quizá no era el más guapo de los dos, pero eso no me afectaba, en la época del colegio nadie se metía conmigo gracias a mi hermano, tampoco tenía muchos amigos y los pocos que tenía eran muy fieles, ¿de qué sirve tener miles de conocidos si a la hora de la verdad solo uno o dos serán tus verdaderos amigos? También confiar en mi familia era mi dicho, no necesitaba nada más.
Mi hermano constantemente me decía que saliera más seguido, divertirme. (Claro como dijo Bender (él era un Cadillac de hombre), guapo, atlético e inteligente 1 en 1.000.000 o tal vez más, nacimos en un país pobre, ¿Qué importa? Salía todas las madrugadas con papá a trabajar el campo, siempre volvía cansado, pero aun así lleno de confianza, con su esfuerzo y dedicación me decía "no te preocupes Augusto, el trabajo duro déjamelo a mí y a papá, tu dedícate a los estudios" lo decía tan calmado aun sabiendo que era el mejor estudiante y resultado en pruebas nacionales. ¿Estudio? ¡para nada! Con su intelecto le fue fácil entrar en la mejor universidad pública del país, de hecho, fue un paseo, lo que le permitió obtener una beca a donde quisiera, el me escribía por las redes sociales, siempre pensaba que le sería más retador ir a estudiar en China, tal vez aprendería mucho o quizá a Alemania (decidió por esta última) viajo sin saber el idioma y al poco tiempo ya lo sabía hablar y escribir ¿dinero? Que importa se hizo millonario con sus ideas, ¿felicidad? Ja es un chiste, se casó con una ingeniera alemana, a él solo le gustaban las mujeres inteligentes e independientes (gusto que compartimos).
Jamás lo envidie, de hecho, me sentía un cero a la izquierda cuando pensaba que éramos dos mundos separados, la suerte lo consagró y el compartía su suerte conmigo.
Siempre tuve baja autoestima y mala suerte.
Casi siempre nos enviaba dinero, parte de ese dinero se utilizó en mis estudios, nuestros padres estaban orgullos de sus hijos. Para corresponder su esfuerzo, me dedicaba día tras día a aprender idiomas, fuera inglés, francés, alemán (gracias a mi hermano)
Quería seguir mi propio destino, siempre soñé con ser uno de esos viajeros de Animal Planet o de Discovery Chanel, viajan por el mundo descubriendo cosas, se aventuran, pero en mi país eso era imposible así que cuando tuve la oportunidad viaje a Londres gracias a una beca.
Me paso lo mismo cuando estuve en Inglaterra, acoso y otras cosas más, na eso nunca me importo, solo quería acabar mis estudios, era uno de los mejores solo alguien me igualaba y esa persona era ella.
Alexandra, hija de una de las familias más antiguas del país, era mi némesis, me sentía como Jill Valentine cuando la enfrentaba, alguno de los dos tenía que ceder.
¿Quién me hizo cambiar? Ella.
Mandona, orgullosa, inteligente, decidida, de largo y liso cabello oscuro, ojos azules vivases, siempre tan elegante y molesta.
Me hizo recapacitar muchas cosas.
Ahora me pregunto ¿Qué pudo ver una mujer de tales características en mí? Un nerd que se sabía de memoria la guerra y la paz, que en sus ratos libres leía historia romana, que jugaba videojuegos, quien trabajaba en un restaurante para poder pagar el alquiler, quien coleccionaba figuras, tengo mala letra, mi acento se nota a kilómetros, no soy el más guapo, no soy mi hermano, después de todo solo soy un cero a la izquierda.
Ni siquiera fui yo quien dio el primer paso.
Fue ella quien lo dio, mientras nos encontrábamos discutiendo simplemente me hizo cerrar la boca dándome un beso, diciéndome las siguientes palabras.
- Puedes tener el amor de tu vida en frente de ti, pero eres tan tonto que no lo notas.
Y ahora volvía a escuchar esas mismas palabras, mientras una mujer tan bella que parecía un sueño me las decía, nadie me había hecho latir el corazón nuevamente, nada, ninguna mujer fuera de mi esposa lo había hecho, pero ella quien me había ayudado a superar mis cuatro males lo hizo, nos conocimos tan casualmente que parecía improbable, de molestarme, a escucharme, encariñarnos, desafiarme, apoyarme en cosas que mis dos compañeras no podían, cuando la vi por primera vez mi corazón se aceleró, no era capaz de hablare correctamente, siempre se me trababa la lengua.
Les escribí una carta a mis hijas preguntándoles.
¿está mal enamorarse nuevamente?
Mi vida anterior tuvo un horrible desenlace, mi esposa muerta junto a mi futura hija, torturado durante 4 años, morí de dolor, cuando perdí a mi esposa e hija ya nada me importaba, las torturas a las que fui expuesto fueron tan horribles que me es imposible describirlas.
Solo esperaba que mi hermano y mis padres fueran felices, no pude despedirme de ellos.
Antes de darme cuenta un ángel que al parecer era mi esposa me transporto a otro mundo donde mis ¡Hijas! Si mis ¡hijas! Me cuidaron, me apoyaron, rápidamente paso un año, pero sentía que el tiempo no pasaba en mi cuerpo, algo me había sucedido ya que no parecía envejecer, siempre aparentaba tener 21 años, cuando se suponía que debería tener casi 28-29 años. Me dedique en cuerpo y alma a ellas, sería el mejor padre para ellas.
Hasta ese día donde las perdí. perdí lo que mas amaba en este nuevo mundo.
Todo mi mundo se derrumbó.
Pero gracias a mis amigos y a mis dos compañeras pude seguir poco a poco.
Tenía miedo, pánico de estar solo, hacía que mis dos pactos me acompañaran todas las noches, me sentía como un niño desamparado si no estaba con ellas.
Cuando estaba en casa sufría de depresión y ellas me intentaban animar hablándome de cosas que sabían que me gustaban, nada era premeditado, era raro, prácticamente hablaba conmigo mismo. ¿Qué sería de mi sin ellas y mis amigos? Quizá me hubiera suicidado como un cobarde, cuando me daba depresión no dejaba que nadie fuera de mis dos pactos me viera.
Una joven bruja me animo a seguir adelante también, un poco rara al principio, pero tan pura y linda que parecía salida de un cuento antiguo.
Conseguí un trabajo sencillo gracias a una agradable semihumana llamada Bast ella es toda una profesional, intentaba seguirle el ritmo a Tera en sus explicaciones sobre hechicería, me reía con Alpha mientras soñaba en volver a ver a mis hijas.
Luego el ver a mis hijas esforzarse con tanto ahínco para volver conmigo me llevo a esforzarme diez veces más.
Al hacerlo pude mejorar tanto que ni yo me lo creía.
Es doloroso cuando alguien juega contigo.
Duele demasiado.
El que te rechacen dos veces aún más. Comprender a las personas es complicado.
Pero todas esas son experiencias que se deben vivir, si alguien se sumerge en dicho dolor no puede seguir avanzando, las heridas emocionales son duras, pero sanan con el tiempo.
El amor es complicado.
Los cuentos de hadas no existen, la realidad siempre ha sido dura, ¿pero eso significa que me deba dar por vencido?
Son experiencias que te ayudan.
Si no fuera por ellas dos jamás hubiera recuperado mis sentimientos.
No se trata de olvidar un amor pasado, se trata de comprender que jamás debemos olvidar a esa persona, pero esa persona que tanto amaste nunca permitirá que te cerraras a todos, solo por aferrarte a su antiguo amor.
Cinco meses antes.
Era domingo y me preparaba para salir con Astrea.
Comprendí algunas cosas sobre mi hechicería.
1. Era alérgico hasta cierto punto a la magia, la magia me hacía daño, no importara cual fuera.
2. Debía robar mana para utilizar mis hechizos y ya había planeado como.
3. Si podía imaginarlo, lo podía crear, (pero eso sería más adelante)
Compre ropa igual a la que las niñas me dieron como regalo, camisa blanca de puños, chaleco negro, pantalón grisáceo y zapatos cafés.
Siempre recuerdo que me parezco a esos que salen en las fotos antiguas.
- Amo parece una de esas personas que salen en las fotos antiguas de su mundo- dice Alpha.
- Confirmo- apunta Tera, mientras me ayuda con la corbata.
- ¿Por qué acepto la cita maestro? Me pregunta Tera mientras termina el nudo.
- Bueno, Astrea me cae bien, al principio no me pareció muy agradable, pero que ha hecho siento que es muy buena persona, algo rara, pero buena. Y no soy el más indicado en decir que alguien es raro, después de todo nadie entiende de lo que los 3 hablamos.
Alpha se carcajea, - no diga eso amo, ¿acaso no volvió a sus hijas fanáticas de algo que jamás esperarían escuchar?
- Tienes razón gracias al excelente arte de Maki, les conté las historias de star wars y les encanto.
- Sus gustos son raros amo, ¿Por qué preferir a un sith que aun jedi?
- Es simple, siempre me han gustado los malos ¿Quién no quisiera ser tan elegante y maléfico como el conde Dooku?
- Para que me dejen sin cabeza, no lo creo- responde Tera.
Ya casi era hora de que llegara Astrea.