Cuando llegaron a la nave de transporte, nadie dijo nada hasta que esta se elevo, su camino no era la sede de la embajada, esto todos lo notaron, al verla ascender sin parar.
Toriel, con un gesto suave, pero extremadamente rápido, agarro su espadon y lo puso sobre el cuello de una desprevenida y asustada Laura.
Este acto inesperado cambio las expresiones de todos, Marian y Oswald no dudaron en intentar meterse en medio, Dimitri tenia los ojos abiertos, pero no se movió, mientras que Laura estaba temblando de pánico, la hoja estaba extremadamente fría, sus lagrimas descendían por su rostro.
Pero todo fue detenido por una situación aun mas extraña, de Dariel, una marea de Liquido gelatinoso blanco con vetas verdes, se extendió por toda la bóveda de carga de la nave, solo dejando espacios abiertos alrededor de los presentes.
Toriel sonrió al ver los ojos brillantes y enfurecidos de Dariel.
- Buenas Dariel, permíteme presentarme, mi nombre es Toriel Sladesir. Soy el hermano mayor de Marian, tengo entendido que os lleváis muy bien - Dariel miraba al enorme hombre, cuando dijo que era hermano de la tía no se sorprendió, sus facciones era muy parecidas, aunque su apariencia era contraria a ser mayor que ella.
- Me trae sin cuidado quien eres, aun si fueses el hijo de la tía, no dudare en matarte - Las palabras de Dariel eran pesadas, extrañamente cómica si alguien las escuchara a ciegas, una voz de apenas unos diez años amenazando a un adulto de muerte, pero todos sabían que el no mentía.
Toriel seguía sonriendo, parecía muy satisfecho.
- Que te atrevas a usar tu poder para defender a estas personas, aun cuando casi ni los conoces... Parece que los consideras de fiar, entonces están mas que permitidos a escuchar nuestra conversación - Dariel no dejo de mirar a los ojos del hermano de Marian, el aun mantenía su espada en el cuello de Laura.
Esto le preocupaba mucho, sabia que no podría mantener su esencia primordial fuera mucho tiempo o usarla, si no hacia algo, quedaría indefenso del todo.
Mientras, Oswald, Marian y Laura, no pudieron evitar dar un grito de alarma.
Dariel se estaba volviendo esquelético lento, pero constante, volviendo a su estado de cuando lo vieron por primera vez.
- Chico, no te fuerces mas, el no le hará nada a Laura, solo te esta probando, no puede permitirse que desfallezcas por su culpa - Oswald entendió bien a Toriel, eso no resta toda la furia que tenia por obligar a sus preciosos pequeños a estar en este estado.
Como dijo Oswald, Toriel al notar el estado de salud de Dariel, no dudo en retirar la espada de Laura.
Al ver esto, toda la masa volvió al cuerpo de Dariel, pero sus ojos no dejaron de brillar en ningún momento, estaba muy enfurecido.
Toriel camino a una caja de la bóveda y saco varios suministros médicos, sobre todo sueros y los medios para que fuesen usados. Esta era una nave militar, si no tuviera los medios para sanar o dar los primeros auxilios, entonces solo podría lanzarse al espacio por su incompetencia.
Oswald, cogió el suero de las manos de Toriel y comenzó a inyectarlo al inestable chico.
- Laura, tengo ramas y bayas por el pelo, ¿podrías volver a peinarme? - Dariel sonrió a Laura, ellas estaba temblando, pensaba que podría morir en cualquier momento, pero esta extraña pregunta fue un alivio, se alejo del hombre que le amenazo y se quedo detrás de Dariel, mientras lo peinaba en silencio.
Tras asegurar a Laura detrás de el, habían menos personas cerca de los dos hombres armados, lo que volvería la situación mas sencilla si algo pasase.
Oswald le dio un pulgar arriba mentalmente a Dariel, el estaba protegiendo a Laura, algo que el mismo no pudo hacer hace un momento.
- Hermano de la tia, ¿Qué me va a suceder a partir de ahora? - Los ojos enfurecidos de Dariel poco a poco, cambiaron a una mirada impotente. Los presentes al escuchar la voz del pequeño, no pudieron evitar tener una espina en el corazón, sabían que el se había rendido a su destino, no era algo que un niño pequeño tuviera que saber o comprender.
- Chico, no negare que se esperara mucho de ti, tendrás que trabajar y luchar, pero no volverás a sufrir como en Demonic Contract, te lo prometo, por mi titulo de Heims Dominus y por mi vida - Toriel se arrodillo con una rodilla.
- ¿Explícame entonces, que me ocurrirá? - Dariel no entendía los cambios que sucedían tan rápido a su alrededor.
- Tu poder, es una clara señal de ser un verdadero elegido de Conrad, un Sanctus, como miembro de la Teocracia y creyente del Dogma, cuidare de ti y de los tuyos, aunque priorizare tu vida a la suya. Lo primero que te sucederá es que cambiaras tu residencia actual, la señora del sector Nerea, desea traerte a ella y hará todo lo posible para hacerlo, pero ella solo desea tu poder, para la Teocracia, no solo eres una poderosa arma, eres un ser de culto, por su fe, ellos no podrán abusar de ti, es mas, podrás tomar lo que desees de ellos, siempre que te lo ganes. Para asegurar una buena bienvenida a la Teocracia, te enviare con Dimitri - Señalando al rubio presente. - Y a uno de mis Scutum, ellos te instruirán temporalmente y te protegerán, tu viaje te llevara a Veridian, allí aprenderás en el campo, lucharas contra los Dalci y obtendrás algunos logros menores, con ello, el Dogma podrá mostrarte públicamente como un verdadero Sanctus, dándote un poder enorme, siendo un núcleo del culto -
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