- Laura, ¿Qué ha pasado? - Laura, tenia los ojos llorosos.
- No lo se, todo estaba bien, pero cuando llegamos al parque, todos los animales se volvieron locos - Oswald, comenzó a tranquilizarla, pero su mirada estaba en los ojos de Dariel, el estaba en shock, los animales notaban su nerviosismo y lo intentaban calmar.
El entendió que el propio Dariel no tenia ni idea de lo que sucedía.
Marian solo tardo unos minutos en llegar, sudando y cansada, pero cuando miro la escena se quedo estupefacta, se acerco a Oswald y solo dio una frase que volvió todo aun mas caótico.
- Por Conrad, que esta pasando - Esta frase fue un interruptor para todas las personas presentes, aunque no se dijo gritando, todo el mundo permanecía atento.
No hace falta decir que todo el barrio era una embajada para los creyente de Conrad y miembros de la Teocracia, fue como si una bombilla colectiva se encendiese.
Si esto no era una señal de su dios, de que ese joven era amado por el, entonces, bien podrían lanzarse al cubo mas toxico del planeta.
Muchos comenzaron a postrarse y rezar, incluso algunos oradores presentes comenzaron a dar algunas palabras de aliento.
El fervor religioso se estaba contagiando, incluso Marian era una ferviente creyente, su familia a servido a la Teocracia por generaciones.
Solo Oswald y Laura permanecían en pie extrañados, ambos no tenían esa fe innata, pero entendían que esto se les escapaba de las manos.
El sonido de los motores de una nave se acerco al parque, esta era verde con el dibujo de una rosa blanca con lagrimas heladas.
Los Oradores sabían quienes eran y fueron a saludar.
Marian miro la nave y suspiro aliviada, miro a Oswald y Laura.
- Tranquilos, parece que la situación se va a solucionar, pero os pido que tengáis cuidado con lo que decís aquí en adelante - La seriedad de la siempre sonriente tía, fue suficiente para dar un claro mensaje.
Oswald sabia a quienes pertenecía esa nave y eso le puso mas nervioso aun.
Las puertas se abrieron en ambos lados de la nave, de allí hombres y mujeres de mas de dos metros, todos con armaduras pesadas blancas, con rosales azules, en sus manos fusiles de riel, todos carecían de sus cascos, mostrando rostros de varias edades y etnias. Cuando vieron a Dariel en medio de los animales sus ojos brillaron con puro fanatismo, trayendo pánico al chico.
Los animales notaron el miedo de Dariel y comenzaron a mostrar sus dientes a los recién llegados, incluso la marabunta de pájaros en el cielo, comenzaron a piar y a girar mas rápido aun.
A los hombres armados no se les escapo este detalle y retrajeron su mirada, algo avergonzados, no querían aterrorizar al chico.
Poco después de ellos bajar, otro par bajo.
Ambos hombres corpulentos, uno sobre los cuarenta, pelo corto rubio y una barba desordenada, el otro, sobre los treinta, pelo rapado en los costados y la parte de atrás, una cola larga de color castaño, ojos fríos y con una barba bien recortada.
Dimitri y Toriel.
Toriel portaba la misma armadura pesada que sus hombres, pero en su caso, tenia algunos adornos en forma de arboles en dorado.
Toriel reviso a su alrededor y se centro en algo, comenzó a caminar mientras ordenaba.
- Tomad todas las imágenes, enviadlas a la nave capital y borrad toda huella en los presentes, también preparad los contratos de confidencialidad - Los hombres que trajo eran la elite que había desembarcado, por lo que llevaron sus ordenes al pie de la letra, sin el menos de los fallos.
Mientras, el camino hacia Marian.
- Buenas hermanita, que Conrad te lleve bajo la sombra del primer árbol - - Que sus aguas doradas den vida por siempre, hermano mayor - Tanto Laura como Oswald se sorprendieron.
Ella miro al par y sonrió. - Os presento a mi hermano mayor, el Hiems Dominus, Toriel Sladesir, hermano, ellos son Oswald y Laura, unos amigos muy queridos, considero a Laura como a una hija, lo mismo para Dariel - Toriel dio un asentimiento seco, pero cuando escucho la ultima frase, no pudo mirar otra vez a su hermana.
- Pequeña Marí, ¿conoces al chico? - La pregunta de Toriel fue concisa y había un toque de entusiasmo en ella.
- Así es, el es el hijo adoptivo de Oswald - En este punto no pudo evitar darle una segunda mirada al padre he hija, fue entonces cuando algo se le encendió.
- Ahora recuerdo, ya decía que tu nombre me sonaba, señor Oswald - El doctor lo miro y hizo un gesto suave con la mirada.
- Entiendo, esta conversación se pospondrá, ahora tenemos algo muchísimo mas importante que atender, debo decir, que tener como hijo adoptivo a un futuro Sanctus, es algo afortunado, Oswald, la ayuda al Dogma es enorme, tu situación será llevada al próximo nivel, incluso podrías caminar de día - Laura no entendía que significaba estas palabras, pero sabia que habían varias cosas implicadas, Marian solo entendía parte de ello y fue suficiente para exaltarla.
Su hermano daba el titulo de Sanctus a Dariel, eso significaba que estaba cuidando a un posible mensajero de Conrad.
- Te recomiendo que no intentes forzarle nada al chico, aun es muy joven y ya ha sufrido bastante - Oswald no tenia cara de buenos amigos, aunque no libero su sed de sangre, Dimitri y Toriel sabían que era una amenaza.
- Se por lo que ha sufrido el chico, yo estuve en el asalto a Demonic Contract, pero también vi de primera mano de lo que es capaz de hacer, no es alguien tan débil como para no poder escoger por si mismo - Dimitri hablo, sus palabras no convencieron, pero su expresión de terror cuando dijo de las habilidades de Dariel, fue suficiente para dar un toque de atención a Oswald.
- ¿Qué hizo, atraer animales? No creo que sea suficiente para ser catalogado como un Sanctus - Entonces fue el momento en el que Toriel sonrió.
- Veo que no tienes idea, tan sabio y perspicaz en el pasado, pero ahora ciego, esta no es su habilidad, es solo otra marca, una que parece crecer con el tiempo - Fue entonces cuando la cara de Oswald cambio por completo, si las marcas de antes mostraban un nivel alto de estigma, entonces el lo catalogaba como un clase A+ como mucho, los S son demasiado raros, pero ahora, entendió que no podía estar mas equivocado.
- Otro emperador - Toriel asintió.
Los emperadores solo se cuentan a seis, cinco emperatrices y un emperador, los estigmatizados mas poderosos de la humanidad, pero ahora, decían que su hijo podría ser el séptimo.
- Bien, nuestra conversación llevara demasiado tiempo y deberíamos solucionar esto - Con cuidado una mujer trajo una caja blindada, Toriel puso su mano encima y solo tras eso se abrió.
En su interior un pequeño cristal morado.
- Tener que usar esto para aliviar una marca, realmente es un Sanctus extravagante - El cristal, es uno de los productos estratégicos del Dogma, como aquellos que veneran la naturaleza sobre todas las cosas, conocen como controlar a los animales, los únicos en la galaxia conocida, con la capacidad de crear y destruir las mareas de bestias, sin recurrir a la fuerza, este cristal es capaz de repeler a los animales de poco poder, solo aquellos seres con una fuerza muy superior a la media pueden resistir el estar en la presencia del cristal, lo mismo para los animales entrenados y criados con cristales cerca.
Cuando Toriel agarro el cristal, todos los animales huyeron despavoridos, solo quedo Dariel rodeado de bayas, frutas y verduras, que los pájaros le fueron trayendo.
- Recoge al chico y entra en la nave, tenemos que hablar, Marí, ya que estas tan cerca, ven si quieres, si podemos reducirle el estrés al chico al mínimo, entonces adelante - Oswald no quería hacerle caso, pero sabia que no tenia opción, solo pudo apretar los dientes.
Se acerco a Dariel.
- ¿Cómo estas chico? - la pregunta termino en una risa baja tras escuchar la respuesta. - Babeado y con plumas pegadas, incluso tengo alguna que otra baya en el pelo - Dariel parecía estar bien, los animales nunca quisieron provocarle en menor daño, justo lo contrario para ser exacto.
- Chico, tengo que disculparme, no puedo protegerte, realmente no puedo hacer nada, si llegas a odiarme, lo entenderé - Dariel miro a Oswald a los ojos, ambos sabemos que no soy Laura, yo no tengo esa inocencia, se que en la vida no siempre uno sale victorioso, pero tranquilo, yo siempre me vengo de aquellos que me lastiman, solo prepárame una cama en la clínica.
Oswald tenia los ojos enrojecidos, este chico era bueno, no era un santo ni un demonio, pero si justo, era lo que mas le importaba, el estaba orgulloso, aunque solo haya pasado algo mas de una semana de conocerse.
Mientras Oswald comenzaba a llevar a Dariel a la nave, todos los vecinos se arrodillaron a su paso y daban plegarias.
- Cuando terminéis de solucionar todo, otra nave vendrá a recogeros - Los altos mandos asintieron, al igual que los vecinos también se arrodillaron ante Dariel, pero en su caso, tenia un porte militar, mas honorable y refinado.