Dicho esto Dariel, Laura te traerá en unas horas algo de sopa, tu cuerpo debería ser capaz de comenzar a digerir por si mismo, si no fuese por tu regeneración innata, tardarías mas de un mes para comenzar a tomar algo que no sea zumo de suero o el propio suero intravenoso.
- Quien ara la sopa será el, pero tranquilo, puedo apostar a que la tía Marian te traerá algo, así que no te preocupes por su sabor - Laura se reía ligeramente.
- Niña ingrata, si no te gusta mi cocina, pues no comas, además, Dariel no necesita un gran sabor, solo los nutrientes para comenzar a generar carne y volver a un estado optimo - Oswald defendía su comida y a la vez entendía que no era buena, esa divergencia de opiniones salidas de la misma persona, no pudo evitar dar una sonrisa a Laura, incluso Dariel tenia una ligera, fue un momento cálido. Pero Dariel sabia que aun no era realmente libre, no mientras hubiera gente que supiese de su poder, mientras Demonic Contrat estuviera con vida.
Esos pensamientos trajeron seriedad a su rostro, algo que a Oswald no se le escapo, pero no indago, sabia cuantos pensamientos podrían pasar por una persona afectada por una situación como la que vivió Dariel.
Tenia que ser paciente.
- Laura, déjale a Dariel tu burbuja holográfica y enséñale a usarla - Al escuchar a su padre, Laura sonrió y salió corriendo.
- Con esto evitaras aburrirte mientras nosotros estamos ocupados - Dariel asintió y volvió a sus pensamientos, mientras, Oswald salió para abrir la tienda.
Al poco Laura volvió a bajar, con ella una esfera de tono rosado. Ella dudo un poco y luego con mucho cuidado extendió su mano vacía, Dariel noto el gesto y suspiro. El lentamente puso su mano sobre la suya, para ser exacto su dorso.
Este gesto saco una dulce sonrisa de Laura y puso la esfera rosada en la huesuda mano del tenso joven.
- Bien Dariel, déjame explicarte, esta esfera es capaz de leer tus ondas cerebrales y entender tus intenciones, una vez que le transmitas una orden mental la esfera flotara y formara un holograma a tu alrededor, allí podrás conectarte a todo tipo de cosas, desde ver videos, las noticias, libros, juegos. Hay de todo en la red, aunque será un poco difícil navegar al principio, pero con el tiempo le pillaras el tranquillo.
Dariel entendió y la esfera se desplego, al principio no sabia que buscar, entonces Laura le recomendó música de violines, a ella le encantaba la música tocada por este instrumento, al poco una imagen del violín apareció ante Dariel, luego encontró varias paginas y en nada, docenas de paginas se abrían y se cerraban.
Laura a su dado parpadeo de sorpresa.
- Woah, padre mira lo que esta haciendo Dariel - Oswald no tardo en llegar a la clínica y sonrió al ver a Dariel usando la burbuja.
- Como es posible que lo haga tan rápido, ni siquiera usándolo por años puedo llegar a esta velocidad, es solo algo mas lenta que la tuya - Laura miro a Oswald sorprendida.
- Eso se debe a su extrema concentración, para tener una mente tan precisa y ágil a su edad, estoy seguro que los cabrones quienes lo tenían lo obligaron a mejorar, lo mas probable es que su habilidad necesite una precisión milimétrica - Laura asintió.
Oswald chasqueo los dedos y solo entonces Dariel despertó, al ver la expresión de asombro de Laura, se ruborizo un poco.
- Chico, eres muy asombroso, si tu pulso es bueno, entonces podrías ser un magnifico cirujano - Laura asintió como un pollito.
- Gracias y gracias Laura por dejarme la burbuja, parece muy entretenida - Ella sonrio. - No tienes que agradecer, ahora somos hermanos, así que lo mío es tuyo, menos la ropa interior, esa es solo mía.
Oswald rio sonoramente.
Dariel se quedo en blanco por unos segundos, pero al final solo dejo una sonrisa hueca.
- Doctor, parece tener un don con los jóvenes, cada vez se ve mas encantador - La tez de Oswald palideció por un segundo mientras miraba hacia la puerta de la clínica, allí Marian estaba mirándole y sonriendo. Dariel no se perdió este intercambio.
- Buenas señorita, soy Dariel, tu tienes que ser la hermana Marian, el doctor me ha hablado mucho de usted, dice que le encantaría comer su comida a diario - El esquelético niño saco la mas dulce de sus sonrisas. Pero los presentes se quedaron de piedra, tres puntos de vista diferentes miraron, procesaron y respondieron a lo sucedido.
Laura vio a un pequeño hermanito travieso como ella y no pudo evitar reírse disimuladamente.
Para la señora Marian, Dariel era un dulce ángel maltratado por el mundo, famélico, pero aun así, el ser mas agradable, no dudaría en volver a este niño en una pelota rechoncha y feliz. Solo con llamarla señorita y hermana, se volvió ese tipo de ángel inocente, pero tras como hablo del doctor, este pequeño se había ganado un hueco en su corazón, casi al mismo nivel que su propio nieto. Bueno, si todo sale bien, quizás hasta le llame mama.
Mientras pensaba esto la floreciente sonrisa de Marian fue suficiente para sofocar la sala.
Por ultimo, Oswald, el lo vio como una malvada y mucho mas terrorífica versión de Laura, ella era un ser inocente por naturaleza, pero Dariel no, fue como la guadaña de cupido, no pudo evitar sudar un poco.
- Señora Marian, por favor, no haga caso a Dar... - Antes de que pudiera terminar, Marian puso su dedo índice en los labios de Oswald y lo silencio.
- Oswald querido, somos adultos, no hace falta ser tan tímido - Luego poso su mirada en Laura - Laura, cuando el pequeño ángel puede comer, esta tía le cocinara una gran olla de sopa para que se recupere - Cuando el doctor escucho como llamaba pequeño ángel a Dariel, solo pudo negar internamente, el sabia que el numero de muertos en sus manos debería llegar a los miles, pero no pudo negar sus habilidades de actuación, en solo una frase, se gano a la señora Marian.
- Tía, justo hoy puede comenzar a comer, Dariel se recupera muy rápido, así que el doctor quería hacerle sopa - Cuando Marian se entero, ella negó y se arremango.
- No, no, no, Oswald no va a hacerle de comer a este angelito, lo hará esta tía, Conrad bendijo al doctor con masculinidad, inteligencia, dotes para los niños y talento como medico, pero la cocina... Por eso le tengo dicho que necesita a una buena mujer cerca - Mientras decía esto, ella se marchaba, pero antes de irse se giro al "ángel" - Mi niño, no te preocupes, volveré con una gran olla de caldo para que te pongas fuerte y hermoso - Como un vendaval, ella se marcho, dejando un par de sonrisas y una cascada de sudor frio entre los presentes.