"Y ¿Qué es esa 'capital'?" Preguntó el dragón de escamas grises.
"Es una gran ciudad donde se encuentra la principal y única sede donde se puede aspirar al título de 'Maestro Elemental'. Hice la inscripción, ya que están buscando aspirantes, y estoy esperando la respuesta." En su rostro se notaba una emoción con solo pensar en una aceptación.
"¿Maestros...?"
"Son los pilares del orden en el continente. Ellos son el máximo potencial de poder elemental entre los dragones; son guiados y supervisados por el Gran Maestro." Un brillo de emoción brillaron en sus ojos "Aspiro ser como uno de ellos."
"Elemento..."
"¿Quieres saber que elemento posees?" Ella preguntó "Aquí en el pueblo hay un lugar para practicar. Por tu aspecto, yo diría que eres de elemento viento."
El dragón de escamas grises intentó levantarse de la cama y con un poco de esfuerzo pudo levantar la parte superior de su cuerpo y girar sus piernas para poder levantarse por completo. Tambaleó al ponerse de pie y estuvo a punto de perder el equilibrio si no fuera por la dragona de escamas celestes, quien lo había atrapado antes de que cayese.
"Vaya que quieres descubrirlo, ¿no?"
"Heh." Él soltó una leve sonrisa.
Ella lo ayudó a caminar sosteniéndolo con una mano en el pecho del dragón gris. Así fue hasta llegar a la salida de la casa.
Al salir, el dragón de escamas grises vio varias casas, criaturas de diferentes razas: lobos, guepardos y otros felinos, además de los pocos dragones que se encontraban transitando en la calle.
"Wow..." Él estaba asombrado por la cantidad de especies en la zona.
Habían múltiples puestos de comercio a lo largo de la extensa calle del pueblo, que vendían en su mayoría carnes, frutas y verduras, y unos pocos vendían productos para niños.
"Increíble, ¿no? El pueblo es un punto intermedio para llegar a la capital. Los comerciantes se quedan aquí de paso y aprovechan en vender parte de sus productos aquí." Explicó "También es un lugar turístico por la zona de aguas termales."
"Y ese lugar de practica está...."
"Está en las afueras del pueblo para evitar accidentes, cosa que ya ha pasado. Vamos."
La dragona ayudó a caminar al dragón gris hasta las afueras del pueblo. Este, quien veía impresionado la calle y la gente que pasaba, entre esos dragones que eran como el doble de su tamaño, era claro que eran dragones adultos.
"Es muy impresionante todo esto. Nunca me imaginé ver algo como esto en mi vida." Pensó "Pero ¿Cómo terminé siendo un dragón?¿Por qué cuando trato de recordar siento estos dolores de cabeza? En fin, quizás ser uno no sea tan malo, pero... Cómo estará mi madre y mi hermano."
"Estás bien?" Ella preguntó al ver la expresión de tristeza en la cara del dragón gris. "Te noto un poco decaído."
"Eh? N-No es nada. ¿Ya llegamos a ese lugar?"
"Ya estamos cerca." Ella señaló a un campo que tenía unos cuantos maniquís de madera. "¡No puede ser!" Exclamó con una gran emoción.
No muy lejos de ellos acababa de aterrizar una dragona de escamas negras y de pecho morado, aparentemente de mediana edad. Ella llevaba de prendas de alta calidad junto aun chaleco de cuero sin mangas que le cubría hasta el abdomen.
"¿Que sucede?" Preguntó desconcertado.
"¡Es la maestra Senka, la maestra del elemento sombra!"
"Sí que adora a esos maestros." Él pensó.
Cuando la dragona de escamas negras llegó a la misma posición que los dos dragones jóvenes y al ver a la dragona de escamas celestes, se dirigió a ella y la saludó.
"Es un honor volverla a ver, Maestra Senka." Saludó con la mirada arriba, mirando a los ojos morados de la dragona negra.
"Gladis, ¿verdad?"
"Sí." Ella respondió intentando contener la emoción
"Vengo como representante del consejo de maestros. Tras llegar a una conclusión de tu desempeño en la prueba de admisión a candidata al puesto de sucesor, nosotros, con el voto de mayor peso del maestro Gelio al ser similares en elemento, se llegó a la aprobación." Posicionó su mano derecha en el hombro derecho de la dragona de hielo "Felicidades. A partir de ahora eres candidata al puesto."
Gladis sonrió de lado a lado. En un acto impulsivo, abrazó a la maestra elemental. Gladis, al darse cuenta de su acto, se alejó con las mejillas rojas de verguenza.
"D-Disculpe por tal acto, Maestra."
"No te preocupes. A mi no me molestan este tipo de actos." Habló con una sonrisa la Maestra Senka. Giró la mirada hacia el acompañante, fijándose en el dragón gris. "Y que sucedió contigo?" Preguntó con un tono de preocupación.
"Yo..." Él estaba nervioso para responder a la dragona negra, más grande que él en altura por una cabeza.
"Lo encontramos hace tres días cuando nos atrapó la tormenta. Él estaba herido en la cabeza y mi madre lo atendió. Despertó hace poco y no recuerda nada." Respondió Gladis por él. "Ahora nos encontrábamos de camino hacia el campo de practica porque él quiere saber que elemento posee."
"Ya veo. Es una pena lo que te paso, joven." La Maestra se dirigió con una mirada gentil al dragón gris. "Saber el elemento, ¿eh? A simple vista pareces un descendiente de elemento viento, pero veamos tu elemento real. Yo te enseñaré como descubrirlo."
"¿En serio?" Preguntó el dragón gris.
"Sí. Cómo Maestra Elemental, uno de mis deberes es ayudar al desarrollo elemental de los jóvenes." Senka respondió. "Cómo primer paso, cierra los ojos."
Él obedeció a la orden de la Maestra Senka.
"Ahora concentra tu mente. Deja que la energía elemental fluya por todo tu cuerpo. Enfócalo en un punto y déjalo salir."
El dragón gris estuvo poco tiempo para sentir algo dentro de él. Concluyó que era la energía que la Maestra hablaba. Concentró la energía en su hocico y exhaló un leve aliento de color negro.
Una sonrisa se formó en el rostro escamado de la Maestra Senka.
"Sombra. Hace mucho tiempo que no veo otro con el mismo elemento que yo."
"Maestra Senka, eso quiere decir que..." Gladis Habló.
"Exactamente. Los sombra estamos al borde de la extinción, y me gustaría que alguien postule a ser Maestro de mi elemento." La Maestra dijo algo apenada "Dime, joven dragón, ¿Quieres postular?"
"Yo..." El dragón gris estaba indeciso "Lo pensaré."
"Eso sería todo por el momento. Esperaré tu respuesta en la capital." Luego de eso se dirigió a Gladis "Y a usted, joven dragona, le deseo mucha suerte."
Y con eso dicho, la Maestra Senka abrió sus alas negra y de membrana carmesí, las batió y emprendió vuelo.