Los fríos vientos golpeaban los árboles del bosque, los cuales contenían un pequeño puñado de hojas colgando de sus ramas. La luna alumbraba la noche desde su punto más alto. Y el silencio reinaba en todo el lugar.
La figura de un dragón antropomorfo de escamas grises y de pecho azul oscuro, se levantaba del suelo. Miró a sus lados para ver donde se encontraba. Luego de ver a sus direcciones, apreciando el lugar con una mirada de nostalgia, pensó.
"Después de tanto tiempo, he regresado."
Él llevaba una camisa marrón de prenda superior, pantalones azules de prenda inferior, un manto que le podía cubrir de la cabeza hasta las rodillas y un cristal rojizo que colgaba de su cuello. Además de una cicatriz muy notable que cruzaba su ojo derecho, ojo que en su tiempo fue un bello color esmeralda pero que ahora tenía un tono aproximado al blanco.
"Al parecer, no he cambiado mucho." Pensó mientras examinaba su cuerpo "Pero me pregunto, ¿Cuánto tiempo habrá pasado desde aquel-?¿uh?"
El grito de temor de una voz infantil, no muy lejos, resonó por el lugar, interrumpiendo los pensamientos del dragón gris, quien giró la mirada en la dirección de donde provenía el grito.
"¿Que hace una niña por estos lugares?" Se preguntó al ver la infante correr hacia él.
La pequeña era una dragona de escamas naranjas. Llevaba una camisa de manga corta de color blanco de prenda superior y pantalón marrón claro.
"¡Ayuda, por favor!" La niña gritaba en dirección al dragón de escamas grises. Al llegar con él, la niña se escondió detrás de sus piernas.
El dragón gris quitó la mirada de la niña y se concentró en las pesadas pisadas que hacían temblar el suelo, cuales venían de la misma dirección de la infante. Elevó la mirada solo para encontrarse con un gran troll, tres cabezas más alto que él, con un gran mazo de madera.
"¡Ella es mi presa, bestia alada!¡A un lado o te mataré!"
Habló amenazante el gran troll. Levantó su gran mazo de madera y la mantuvo en el aire esperando la respuesta del escamado.
"*Suspiro* Realmente no quería hacer esto..." Susurró con la mirada apartada del troll.
"¡¿Que dijiste?!" Reclamó.
"Lo siento, pero no voy a hacer eso." Dijo firme mirando al troll "Niña, cúbrete los ojos."
El dragón gris tensó su mano derecha y sus garras se tiñeron de un color negro. Con una gran velocidad, atravesó el abdomen del troll, haciendo que este escupiera sangre. Atónito, pero viendo la oportunidad de atacar al dragón, bajó con velocidad su arma en dirección a la cabeza del escamado, pero simplemente se encontró con una estela de humo negro.
"¡¿Que?!" Exclamó el troll al ver que su objetivo desapareció "¡¿Adónde has id-?!"
Sus palabras fueron interrumpidas por un agonizante grito ahogado. El dragón gris estaba frente a él con su brazo estirado, con su ataque ya realizado. Cuatro cortes profundos se veían en todo su grueso cuello de troll.
"¡Im- po...!"
Al troll le costaba pronunciar las palabras. Poco a poco se fue ahogando con su sangre morada hasta caer al suelo agonizando hasta hallar su final instantes después.
El dragón gris dio la espalda al cuerpo muerto del troll, tirando la sangre que estaba en su mano al suelo. Pasó por delante de la niña dragona y se dirigió a ella.
"Ya no nos seguirá. Sígueme. Seguro que habrán más de esos por aquí. Y no mires atrás."
"B-bien." Respondió la niña mientras se quitaba sus pequeñas manos de sus ojos.
Los minutos pasaron, y ambos dragones encontraron un buen lugar a las afueras del gran bosque para acampar.
El dragón gris había fue reuniendo ramas para hacer una fogata de pequeño tamaño. Él le había dado su manto de color negro que le cubría para que la infante no sufriera tanto frío por la noche.
El silencio perduró hasta que la niña decidió hablar.
"Señor, gracias por ayudarme."
El dragón gris levantó la mirada del fuego y respondió.
"No hay problema, niña, pero ¿por qué alguien de tu edad está por estos lugares?"
La pequeña dragona naranja bajó la mirada y respondió.
"Estábamos en una excursión escolar cuando me salí del camino y me perdí." Lagrimas salieron de sus ojos "Tenía mucho miedo porque no sabía cómo volver y encontré a ese señor diciendo que me llevaría a casa..." Refiriéndose al troll "Pero estuvieron a punto de llevarme a otro lugar."
"Entiendo...Has pasado por un mal momento" Se quedó callado unos momentos "Disculpa si te pregunto esto en este momento, pero ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última guerra?"
La niña se limpió las lágrimas de sus ojos y respondió a la pregunta del dragón gris.
"*Snif*U-unos diez años han pasado, señor."
Él se quedó mirando al fuego de la hoguera, como si algo en sus memorias le fastidiase.
"Niña, ve a dormir. Mañana te llevaré a tu hogar." Habló sin levantar la mirada.
"¡¿E-en serio?!"
"Sí... Ve a dormir."
La niña se acomodó en la hierba y se cubrió con el manto que el dragón gris le había prestado, mientras que él se quedó mirando al fuego.
"Con que han pasado diez años, ¿eh?"
Se quedó pensativo por varios segundos para luego levantar su mirada al cielo nocturno, lleno de brillantes estrellas.
Su mirada se puso nostálgica, recordando todos los buenos y malos momentos que habían pasado desde que llegó por primera vez a este gran mundo.
"No creí que hubiese pasado tanto tiempo desde aquel día. Lo bueno que ya todo acabó... Me pregunto cómo estarán ellos... Cómo estará ella..."
DONDE TODO COMENZÓ.
PROXIMAMENTE CAPÍTULO 1: UN MUNDO DESCONOCIDO
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¡Hola a todos! Esta es mi primera vez escribiendo en esta plataforma que me recomendaron.
Espero que les guste esta historia que llevo mucho tiempo preparando para ser publicada y reciba apoyo.
Hasta aquí mi mensaje.
TheDragon/redryderdragon se despide por el momento.