Tenía un muy mal presentimiento, pues mientras caminaba noté algo que no calzaba, y era que ese maldito me dejara huir así como así, tan sencillo como eso, realmente no estaba bien, porque si me tenía en sus manos, y si hubiese querido matarme, lo hubiese hecho, pudo haber acabado conmigo sin ninguna dificultad porque mi condición no me iba a permitir defenderme, ni mi estado físico, menos aún el mental. Además él tenía un ejercito completo dispersado cerca de ahí, era completamente ilógico, de seguro quería que fuera porque así pues aún tenía más atrocidades esperándome, más tortura, más sufrimiento, más dolor, más sangre, más muertes. Y estaba cansado de esto, estaba harto de todo esto, de este estilo de vida, pero sabía que debía seguir hasta llegar al fondo de todo esto.
Decidí correr hacia el auto por la desesperación y la manía que empezaba a controlar, mi conciencia cada vez se volvía más débil y mi cuerpo empezaba a obedecer a alguien que no era yo, o talvez a mi subconsciente, o no lo sé, la incertidumbre que me atacaba me hacía perder el control de mí cada vez más, mientras sólo podía presenciar a mi ser corriendo despavorido como si estuviese siendo perseguido por un monstruo o una mujer enojada, por dar sólo una idea de lo temible que podía pensar mi cuerpo que había atrás de mí.
Llegué al auto y no ví al chico, lo cual me pareció bastante extraño, por mi mente pasó la idea del cadáver en llamas, y creo que fue la deducción más acertada que podía pasar por mi mente en ese momento de apremio, aunque de todos modos me acerqué y ví que dentro del auto habían rastros de que hubo un conflicto allí, una pelea que involucró fuego y sabía de quién se trataba, mi puño se cerró con tanta fuerza que mis uñas traspasaron la piel de mi mano y no lo noté hasta tiempo después, tomé las llaves y traté de escapar a toda velocidad del pueblo demoníaco sin saber si alguien quedaba allí y sin haber concluido mi trabajo.
Hubo un detalle que me incomodaba bastante, lo cual involucraba una pistola de tamaño considerable en el bolsillo trasero, y decidí sacarla de allí para meterla dentro del maletero del auto, pero había allí otra de las sorpresas que Alfa tenía para mí, lo abrí y mis armas estaban allí, pero lo que había allí dentro me provocó una gran rabia, ya que encontré al chico, no estaba atado ni con nada cubriendo su boca, sólo tenía dos piernas menos, cortadas hasta las rodillas para que pudiese entrar en el maletero sin problema y su cabeza completamente incinerada, sin sus ojos y creo que su lengua tampoco estaba, o tal vez se la tragó, no estoy seguro, ya que no quise hacerle la autopista en el auto, ni en ningún otro lugar tampoco. Los agujeros de sus ojos, así como su boca, estaban completamente cocidos, algo bastante enfermizo pero sabía que había sido él, ya que nadie más, ningún asesino amaba tanto el fuego y esa forma de tortura o matanza tan similar a la mía, tan insensiblemente y tan fuertes, así que decidí analizar un poco más el cuerpo y ví que las quemaduras en la parte de atrás de la cabeza eran más débiles y no llegaron a destrozar su piel y cerebro allí, ya que había un trozo que estaba suelto dentro de su cabeza y por un momento pensé que eso era lo único de cerebro que tenía pero después deseché la idea.
Pude notar que ese trozo de cerebro era de la parte trasera de este, gracias a esto deduje como pudo haber sido esa muerte; tuvo que haber utilizado a un androide que lanzara fuego de sus manos, posiblemente el mismo que estuvo en aquel momento con él, cuando destruyó una ciudad muy cerca de mi hogar y mató a incontables personas, la mayoría quemadas, sólo que ese androide había sido destruido, pero él pudo haberlo reparado con partes de androides que habían en la misma ciudad, o buscando un androide con habilidades similares, y tomó al chico por su cara con la mano y lo incineró con el fuego que salía de allí, aunque él debió haberse tratado de defender y por eso las marcas de haber ocurrido una contienda dentro del automóvil.
Sin mayor cosa que hacer, lo lancé a las llamas de la casa que acababa de quemar y decidí escapar de nuevo de ese lugar, mientras trataba desesperadamente de llamar a Jamie, pero sólo timbraba y timbraba y no contestaba nadie; en cierto momento dejé de llamar por el miedo a que escuchara la voz del maldito androide que me quería hacer sufrir más y más hasta que muriese, pero me pregunto"¿Cómo ese maldito ser llegó a saber que la tortura psicológica que me estaba aplicando, era más dolorosa que torturas físicas?" Y recordé que fue gracias a mí, igual que los métodos y demás, ese ser es algo así como un aprendiz bastante rencoroso y vengativo, pero que quiere al mismo tiempo buscar una justicia que creo que sólo él considera así, cosa que no llegó a aprender de mí, ya que para mí, la justicia no era nada similar a eso, la justicia para mí era que las personas que hacían algo malo, debían morir y los que los mandaban a matar también, es algo así como que era un simple ángel que debía enviarlos con su Dios para que decidiera si hacerlos reencarnar, enviarlos al infierno o al cielo, para el Valhalla o para el lugar que su respectivo Dios los quiera enviar; sólo que había un pequeño gran problema, ya que ese ser no iba a llegar a ningún Dios, ni iba a morir, o al menos eso me dijo, ni tampoco iba a ser capaz de sufrir, sólo no podía hacer nada contra él, era completamente incapaz de ejecutar algo para poder acabar con eso.
Quería venganza, la quería más que nada, bueno, era superado por las ganas de ver a Jamie de nuevo, pero de todos modos quería mucho, demasiado, poder vengarme de él y siquiera acabar con su vida antes de que siga matando personas de las formas más crueles y malditas que conozco, las mías.
Llamé a Amber y no me contestó tampoco, así que decidí llamar a otro de los trabajadores de la O.R.A. para pedirle que me ayudara a volver a casa, y logró conseguir un boleto de avión para la mañana siguiente, llegué al aeropuerto y ví que aún restaba suficiente tiempo para descansar un rato, pero cuando quería empezar a dormir recibí una llamada que no esperaba, por un momento pensé que podía ser Jamie, al siguiente pensé en Alfa pero no fueron ninguno de ellos, sino la chica novia de Mark, creo que se llamaba Liza o Lizard o algo similar, la verdad me parece más la primera opción, ella me llamó llorando desesperada y gritando, pero lo que me dijo fue bastante distinto, bastante inesperado, bastante sorpresivo. Aunque después de lo que había pasado ese día, no debía de haberme sorprendido.
"Mason ¿Dónde estás? Necesito que vengas, necesitamos ayuda, estamos en problemas, Mark está herido y yo estoy bastante herida también, pero al menos estoy conciente, él no reacciona, no se mueve, su pulso es muy débil y está sangrando mucho..." Le pedí que se calmara y me explicara lo que había ocurrido y me dijo lo siguiente "Veníamos de una misión en un pueblo de Brasil, salimos un poco heridos pero todo estaba bien aún, pero nos atacó un androide... Y Mark, creo que está muriendo, necesitamos ayuda, traté de llamar a la O.R.A. pero las llamadas a las oficinas no están entrando y el primer número que encontré era el tuyo..." Mientras lloraba y de la nada empezó a gritar de nuevo y no podía entender bien lo que trataba de decirme, sólo escuchaba diciendo que se alejaran, como si el androide hubiese vuelto y tratara de terminar su trabajo con Mark, pero de nuevo, no podía hacer nada sólo podía escuchar la pelea y los gritos, pero nada más.
Traté de comunicarme con el mismo amigo de la O.R.A. con un teléfono público y este me dijo que enviarían tropas lo antes posible, para tratar de rescatarlos, o acabar con el androide, o lo que fuese, y me dispuse a escuchar lo que pasaba allá, pero sólo podía escuchar a Liza gritar "¡No le hagas eso!" Y lloraba mientras lo decía, supongo que ella no está en estado de defenderse siquiera a ella misma y sólo podía ver cómo atacaban a Mark, no sé cómo ni que le hacían, pero sabía que no era nada bueno y en un momento llegó a mi cabeza la idea de que el culpable de eso también fuese culpa de Alfa, el mismo ser que ha estado torturandome y haciendo sufrir por medio de las personas que viven cerca de mí, de mis allegados, pero ella no sabía el qué era o porqué los atacaba, así que traté de gritarle por la bocina pero no era capaz de escucharme.
Mi cuerpo estaba muy agotado y ni que decir de mi mente, así que no pude resistir a dormir en el mismo asiento donde estaba, y desperté justo a tiempo para entrar al avión, lo hice y decidí dormir de nuevo, pero otra vez mi intento por conciliar el sueño fue interrumpido por una llamada telefónica, era Amber, de seguro se extrañó que la hubiese tratado de llamar o que tuviese su número de teléfono, pero tan sólo me dijo "Mason ¿Qué pasó allá? ¿Terminaste con los androides o fallaste?" Y le contesté "Fallé, pero aún hay mucho que te tengo que contar, pasaron cosas, aunque obtuve respuestas, obtuve una herida que no podré reponer nunca, una herida que destrozó mi mente y me hizo caer..." Y ella me cerró la boca diciendo "¡Basta! Me da asco que seas tan poético para describir algo que te hicieron, además, te llamé para informarte algo, no para saber si estás bien o si la edad te está impidiendo cumplir con tu trabajo."
"Mark murió" quedé en shock, mi enojo que ya estaba bastante inestable, volvió a reventar en mí y me hizo gritar "¿¡Qué dices!? ¿Acaso no fueron lo bastante útiles las tropas que tienes en tu maldita Organización de protección que no pudieron salvar una sola maldita vida?" Y me contestó "Fueron dos, Liza también murió, pero ella fue en el hospital, nos logró contar lo que pasó minutos antes de fallecer" y le pregunté sobre lo que dijo la chica, sobre lo que vió, sobre quién les hizo eso y me dijo "Ella nos dijo que no logró ver el rostro del ser que los atacó, ya que estaba encapuchado, pero parecía ser un androide de la clase humanoide, pero sus habilidades eran de muy alto nivel y poseía una especie de habilidad como los androides comunes, la cual consistía en que su mano se comenzaba a calentar hasta el punto de encenderse en fuego, y gracias a esto y las grandes habilidades que poseía, murió tu amigo" y le repliqué "Dime todo lo que sepan" y me contestó "Ellos estaban en una misión, un androide que podía electrocutar a lo que tocaba, pero ellos lo lograron acabar sin mayor problema, aunque acabaron con algunas heridas leves y aparentemente bastante cansancio de por medio, tomaron el auto y venían al hogar donde estaban hospedados, pero fueron atacados dos kilómetros antes de llegar al pueblo por un androide que ya te describí, utilizaron sus últimas municiones y lo lograron herir aparentemente, pero él les atacó con su cuerpo primeramente, hasta dejarlos bastante heridos y luego utilizó su habilidad para herirles aún más y luego según dijo la chica tomó a Mark de la cara y con su habilidad empezó a quemar su cara y lo lanzó al suelo, pero ella trató de defenderlo, terminando con graves heridas en los brazos y espalda especialmente, dejándola bastante débil y fuera de combate, pero decidió seguir con Mark y repitió lo que había hecho minutos antes con él, dejando su rostro completamente destrozado y habiendo muerto en el lugar, y el androide se alejó caminando por un bosque hacia algún lugar desconocido y minutos después nuestras tropas llegaron tras tu llamada, la chica fue trasladada al hospital más cercano y allí se le tomé la declaración.
Horas después la encontraron con la cara completa quemada y desfigurada, nadie dice haber visto nada y las cámaras de seguridad estuvieron con problemas técnicos desde la mañana, entonces no sé pudo captar quien lo hizo, pero se sospecha principalmente del mismo androide que mató a Mark" y le dije "¿Lo dudas? Si la manera en que ambos murieron fue completamente igual ¿Por qué dudarían de que fue el mismo maldito engendro de cyber demonio" y colgué en teléfono sin saber si había o no alguna razón del porqué, sólo sabía que era Alfa, no me quedaba duda alguna, decidí comprar unos lentes oscuros y mientras estaba en el avión, con la intención de llegar a casa, derrame sin querer un par de lágrimas, ya que mi ser estaba destrozado tras ambas muertes, más la del chico y la posible muerte de Jamie a manos mías, cosa que siquiera yo sé, lo cual, si no la llego a encontrar, será una completa incógnita hasta el día de mi muerte, así mismo también me agobiaba el hecho de que no podía hacer nada para vengarlos, y para vengar la tortura que estoy viviendo a manos de un maldito ser que supuestamente se basó en mí para aprender y luego se quiso vengar.
Aterrizé y en el aeropuerto me esperaba un auto como ya lo había hablado con Jerry, mi contacto en las oficinas de la O.R.A. pero mi cuerpo se sentía agotado, destrozado, como si hubiese estado entrenando con el ejercito o cosas por el estilo, aunque a pesar de eso seguí, ya que sabía que si me detenía allí iba a perder la poca cordura que quedaba en mí, pero de todos modos continué hasta llegar a mi pueblo, sin descansar llegué a mi casa con el miedo y la incertidumbre de lo que pudiese encontrar allí, aunque también esperanzado de poder encontrar sana y salva a mi amada Jamie, y saber que lo que ese maldito me decía y me hizo ver fue todo una trampa, una mofa, una muy mala broma que no era cierta.
Dejé el auto en la entrada de la casa y caminé lentamente ya que en mí, había una mezcla de miedo e incertidumbre que me decía que parara y no me acercara más pero también había una voz de esperanza que me decía que ella estaba viva y no le había pasado nada, la cual me hacía seguir, así llegué a la puerta y grité "¡Jamie! ¿Estás ahí?" Pero no hubo respuesta desde adentro, así que llamé otras dos veces y el resultado fue exactamente el mismo, no se escuchaba nada adentro de la casa, sin embargo la voz de esperanza me seguía justificando el por qué nadie contestaba, me decía que podía estar dormida o talvez estaba estaba fuera de casa, pero en mis adentros sabía que no era así, que sólo eran falsas esperanzas.
Así que derribé la puerta y la hice caer en pedazos al suelo, mientras veía que adentro todo estaba casi perfecto, tal y como estaba el día que salí de allí, pero la diferencia que había era la más importante, era que faltaba una mujer allí que me ayudara y me amara tras llegar de arriesgar mi vida por tratar de salvar a muchas personas, sin embargo tenía curiosidad y decidí entrar, ví que la puerta de nuestra habitación estaba cerrada, cosa que no era costumbre en nosotros, así que abrí la puerta y ví algo muy extraño, pero también muy escalofriante, al menos para mí.
Esperaba poder ver un cuerpo allí o talvez un poco de sangre en las paredes o el suelo, pero no, no ví nada de eso, sólo habían papeles, muchos papeles de varios colores, papeles de notas, el cuarto estaba infestado de estos, en las paredes, en el suelo, en los muebles, en el techo, en la parte trasera de la puerta y en todas las cosas que habían allí dentro.
Estaba seguro que estos también eran una tortura más de parte de Alfa, quería hacerme sufrir, sufrir y volverme loco; en estos decía frases que me cortaban el alma y aumentaban aún más la duda de que haya sido yo quien haya acabado con Jamie, lo peor es que mi mente empezaba a dejar huecos de recuerdos de días y noches que no tenía una idea de lo que había hecho y me hacía sufrir más la falta de esos recuerdos, ya que no sabía si realmente lo había hecho, y llegaba a escuchar en mi cabeza a Jamie llorando diciéndome todo lo que había en esos papeles, frases como "Mason ¿Qué haces?" "Por favor no lo hagas" "No me mates" "Creí que me amabas" "Ese no eres tú" y cosas por el estilo que me hacían dudar aún más de lo que pude haber hecho en algún momento.
Empecé a golpear las paredes hasta el cansancio y a gritar desesperado, no sabía que había hecho o que podía hacer ahora, dudaba incluso de lo que era capaz de hacer, mi mente estaba en un colapso y mi angustia seguía aumentando, mientras mi esperanza de que ella sugiera viva desaparecía, ahora sólo había oscuridad en el lugar donde hubo una luz y eso me hizo recordar una frase que había escuchado pero no creí que hubiese sido tan cierta.
"Es mejor no tener nada, que haberlo tenido todo y haberlo perdido"
Y tras esto, decidí ir al único lugar donde aún tenía buenos recuerdos.