Una tos forzada interrumpió la charla.
Thiago estaba a la entrada de la pieza mirándolos conversar.
— El señorito parece no querer salir de la cama!— dijo con voz fuerte— Y la dama parece querer acompañarlo ¿A caso quieren que les traiga el desayuno a la cama?
Abby y Nico cruzaron miradas.
Los celos de Thiago eran más que evidentes.
— No gracias, yo ya me iba— respondió ella mientras se levantaba y caminaba hacia donde estaba Thiago— no era necesaria la ironía ni el sarcasmo, sólo somos dos amigos charlando… pero no lo entenderías.
— La verdad que no— respondió Thiago mientras la seguía en dirección a la puerta.
— Ya me están cansando estas escenas— dijo ella enojada
— ¿Yo te estoy cansando?, lo único que pretendo es que me prestes un poco de atención, que hables conmigo aunque sea la mitad o un cuarto de lo que charlas con mi hermano… ¿No te das cuenta que me lastima que prefieras su compañía y sus palabras antes que las mías?
Abby volteó para mirarlo mientras él continuaba hablando:
— Eres muy importante para mí, pero siento que compito con mi propio hermano todo el tiempo. A veces pienso que estás enamorada del él y no de mí.
— No digas eso… Nico es un gran amigo, me entiende y hasta sabe lo que pienso… es extraño… nos une un lazo muy fuerte… y si! me gustaría que fueras más parecido a él y no tan legalista y serio…
— Eso me duele… Nico y yo somos muy diferentes, si me quieres, debes aceptarme como soy… Abby, quiero poder ser parte de tu vida, de las cosas que te pasan… pero no me dejas.
— Lo siento, de verdad no quiero hacerte sufrir…
— ¿No me dirás porque viniste hoy?— insistió
Dudo en contestar. Sabía que de nada serviría ocultarlo, se enteraría de todos modos.
— Es porque gané un concurso— dijo sin darle demasiada importancia.
— ¿Y no podías compartirlo conmigo?
— Sí, es solo que Nico sabía que me había inscripto y…
— ¿Y porque no me contaste?... No compartes nada conmigo, ¿De qué era el concurso?
— De poesía…
— Vaya! Escribes…
— Es la primera vez que publico mis poemas… nunca nadie los ha leído…
— ¿Ni siquiera Nico?
— Bueno… él…
— Lo suponía… él si los ha leído…
— No es lo que parece… me haces sentir como que te oculto cosas todo el tiempo.
— ¿Y no es así? Trato de acercarme y pones una barrera. Busco todos los medios posibles para que confíes en mí, pero solo recibo rechazo de tu parte. Entiendo que aun no tenemos ningún derecho a exigir nada el uno del otro, que solo estamos conociéndonos, pero me duele darme cuenta que quizás nunca lleguemos a estar juntos.
Los dos se quedaron en silencio. Abby se sentía realmente incómoda ante aquellas palabras y planteamientos. Sabía que en cierta manera él tenía razón.
— Tengo que irme… en otro momento podemos continuar esta charla.
Thiago bajó la cabeza resignado.
— Está bien Abby, como quieras… no voy a importunarte más…
Ella se despidió con un beso en la mejilla y se alejó caminando, mientras Thiago se quedaba parado observándola.
— ¿Ya se fue?— preguntó Nico que se asomaba.
Thiago cerró la puerta muy enojado y casi gritando dijo:
— Siempre tienes que arruinar las cosas! Todo esto es por tu culpa!
— ¿Qué te pasa? ¿Qué bicho te picó ahora?
— Es por Abby!!… el niño bueno haciéndole regalos— dijo irónicamente— jugando el papel de amigo comprensivo… ¿crees que a caso no me doy cuenta de tus intenciones?
— Perdón, no entiendo porque te la agarras conmigo! Fui claro en decirte que ella no te quería y que no te ilusionaras demasiado.
— Sé que estás enamorado de ella desde cuarto grado… siempre la has querido, pero eres un cobarde que nunca le dirá nada.
— Eso no es verdad! Y si lo fuera… ¿Por qué te enamoraste de ella? ¿Por qué tenías que decirle que la querías si sabías que yo estaba enamorado?
— ¡Porque ella nunca va a fijarse en alguien como vos, no eres su tipo!
— ¿Entonces que te preocupa? No soy competencia para vos… no represento ningún peligro…— dijo desafiante.
Thiago se acercó como para golpearlo.
— No te interpongas entre nosotros o…
— ¿O qué?... ¿vas a golpearme?
Thiago sostuvo el puño en el aire mientras ambos se miraban fijamente.
— Ella realmente me interesa… nunca he sentido esto por otra chica.
— Lo sé
— Entonces aléjate de ella, aunque sea por un tiempo, ya te lo había pedido, creí que estaba claro…
— Para ella solo soy un amigo, no deberías preocuparte
Thiago bajó la mano que aun permanecía en el aire con el puño cerrado y se fue a su dormitorio.
Aquella discusión no estaba terminada, ya que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder, sería un tema que enfrentaría hermano con hermano por mucho tiempo.