- Muy bien mocosa, lo lograste, te ganaste un boleto directo al infierno. Te enseñaré cómo funcionan las cosas en el gremio. ¡Culpa tu falta de respeto! ¡Pequeña alimaña!
- … Hebfah di rho… ¿Seth lahij do na?...
- ¿Ha? ¿Qué carajo dices? ¡Habla en humano alimaña! ¡En humano!
- Ugh...
- ¡Dijo que eres una mierda!
- ¡Acaba de insultar a tu madre! ¡¿Vas a dejarla salirse con la suya?!
- ¡¿Eso dijo?! Malditos extranjeros, ¡Solo vienen a joder a gente trabajadora como yo! ¡Prepárate para un poco de justicia, mocosa!
- ¡Vamos hombre! ¡Muéstrale de qué estás hecho!
- ¡Eso es! ¡No dejes que se salga con la suya!
- ¡¿Vistu de er?! ¡Le foh na sir ker!
Estábamos por llegar a la fuente de las conmociones, los espectadores se limitaron a dar algunos comentarios que solo servían para empeorar la situación, otros ignoraban por completo lo que pasaba y se concentraban en sus asuntos.
- Como siempre, este lugar está lleno de seres vulgares y cobardes. Por favor terminemos con esto rápido, Molly.
- No tienes que repetirlo.
Poco a poco comenzamos a abrirnos paso. De no ser porque ahora era una representante del clan, ya hubiese mandado a volar a todos con magia para agilizar las cosas.
- Eso fue lenguaje de Shkhara, quien sea que sea esa chica, está muy lejos de casa.
- Y que lo digas, aunque a juzgar por lo que dijo, todo parece ser un malentendido.
Finalmente atravesamos a la multitud, ahora lo que veíamos era un hombre con el uniforme del gremio apuntando su espada a una chica envuelta en una túnica que escondía su rostro. A pesar de que había un arma capaz de hacerle mucho daño, la chica estaba tranquila, pareciese como si estuviera lidiando con un cliente molesto más que con un borracho armado.
- Asi que por eso nadie interviene, el maldito idiota es uno de los guardias.
- Sí, y parece que sus compañeros no están mejor.
Detrás de la escena, en unas mesas fuera de la sede del gremio, había un grupo de 4 personas bebiendo mientras reían y bromeaban. Entre todos ellos, había una persona que no compartía la diversión, de hecho, trataba activamente de hacer que los guardias detuvieran a su compañero, pero sus intentos eran tan efectivos como el vuelo de una mosca.
- Vamos.
Cuando nos acercamos al guardia, este paso de apuntar a la chica a nosotras, su expresión notablemente más deformada.
- ¿Quiénes son ustedes? ¡¿Por qué demonios hay tantos mocosos por aquí?!
Moví al frente el adorno que usaba para sostener mi cabello, Orna hiso lo mismo con el suyo.
- Rhg* Flores de cerezo…
Cuando el hombre se fijó en ellos una gota de pánico recorrió su rostro.
- Soy Molly, y ella es Orna, asumiré que ya entiendes quiénes somos, asi que te pediré que detengas esto.
- La traducción que le dieron fue incorrecta, está chica solo pedía direcciones, por lo que debería guardar su arma, solo está amenazando a un civil.
Orna hizo un pequeño recorrido a los alrededores para capturar todo en el cristal. Las personas de la mesa de inmediato abandonaron sus bebidas, intentaron cubrir sus rostros, pero ya era demasiado tarde.
El tipo que se quedó solo mostró una sonrisa incomoda. Era evidente que no le preocupaba el video, ya que él sabía que no había hecho nada malo, todo lo contrario, es posible que le resulte conveniente el resultado de todo esto.
- Hahaha, fue divertido, pero ese tipo está jodido.
- Igual nunca me agrado, siempre es una molestia lidiar con un borracho como él.
Los descarados y condescendientes susurros de aventureros comenzaron a inundar el espacio, el hombre paseaba sus ojos sin rumbo en lo que supuse era miedo del castigo esperándolo.
Mirando a la chica le hice una seña para que viniese conmigo. Entendió de inmediato y se cubrió en mi espalda.
- Dekhva. (Gracias)
Me dijo la chica con un susurro, no podía ver bien su rostro, pero su sonrisa era más que brillante.
- ¡N-No es posible que tu clan este aquí! ¡E-Es un truco! ¡Un engaño planeado por esta alimaña extranjera!
Para mantener en completa neutralidad al gremio de aventureros en cualquier reino, se estableció un terreno propio que podían usar y administrar a su libertad, debido a ello Lafonía no tenía ninguna de sus fuerzas militares tomando lugar dentro, pero el mismo gremio se encargaba de eso con sus propios soldados.
El acuerdo dicta que ellos se encargarán de todo delito e infracción de las leyes que se cometa dentro de su territorio, y en caso de que algo ocurra fuera, entonces serán las autoridades del reino quienes tomen las riendas.
- Normalmente no estaríamos por aquí, pero has hecho bastante escándalo y resulta que te escuchamos en nuestro camino, el resto de la historia ya la sabes.
- ¡Mentiras! ¡Solo son unas mocosas fingiendo ser algo que no son! ¡Los únicos en problemas aquí son ustedes!
A primera instancia esto sonaría ideal, pero había complicaciones como la actual donde el revoltoso forma parte de la seguridad del gremio, en estos casos, o se deja en manos de los altos mandos, como sería el maestro de gremio o las fuerzas del reino.
Es probable que los compañeros de éste hombre lo abandonen para salvar sus cuellos, pero ya que Orna ha grabado sus caras, y Clara pronto llegará con refuerzos, no les será posible escapar sin daños.
¿Dónde demonios está el maestro de gremio cuando se necesita?
- Detén esto de una vez, solo estás cavando más profundo tu tumba.
- ¡Cállate! ¡Solo son unos malditos mocosos! ¡Yo soy la autoridad! ¡Y como autoridad puedo arrestar a cualquier peste salvaje como ustedes!
El hombre levanto su espada, su desesperación convertida en odio y tomando la forma de una agresión.
Grrrrr*
Estúpido…
Solo me tomo un segundo llegar al mango de mi daga. No iba a matarlo ni hacerle daños irremediables, solo necesitaba una manera segura de evitar sus cortes.
Ya que estaba borracho y en pánico su ataque será impreciso, solo necesito un momento para derribarlo y-
¡Crack! *
- ¡!
- ¡¿Qué?! ¡¿Woah?!
¡Domp! *
En un parpadeo, la espada del hombre quedo hecha añicos, lo siguiente que supe era que estaba inmovilizado en el suelo bajo el pie de la chica.
- Dihk mon ker is thu barh ¿Nict? (Este hombre es el malo, ¿Verdad?)
La capucha cubriéndola había caído, ahora su rostro estaba a la vista de todos.
- … Dar forcke nor ermal tor er loene clah. (Esa fuerza no es normal para el clan de leones)
- Ahaha…
Piel morena, cabello dorado y ojos de un profundo amarillo, su sonrisa puntiaguda era tan infantil como su rostro, pero no podía subestimarla en lo absoluto.
¿Quién demonios es esta persona?
¡Kreak! *
- ¡Grifos!
Volando sobre nuestras cabezas, un escuadrón de grifos descendía a donde estábamos, en uno de ellos estaba montada Clara junto con un caballero de armadura plateada y una mujer que no conocía.
- Misión cumplida, Molly.
- Bien hecho al traer a los guardias, pero Clara, ¿Quién es esta persona?
La mujer que bajo del grifo se paró frente a mí, su cuerpo entrenado estaba envuelto en un traje, sin embargo, no daba ninguna impresión de elegancia, de hecho, expulsaba un aura intimidante junto con el hacha de guerra descansando en su espalda. Por un momento sus inquisitivos ojos miraron a la chica sometiendo al guardia, provocándole un leve escalofrío.
- Están demasiado cerca de mi sede, florecitas, y no me gusta lo que veo, asi que espero una buena explicación.
Su voz era un tanto gruesa, supongo que llamarla madura sería mejor, en cualquier caso, era la voz de un guerrero con largos y tortuosos años de experiencia. Su resplandeciente cabello verde deslizándose por el viento era la prueba irrefutable de su gran cantidad de maná.
- Molly, esta señorita es la actual maestra del gremio en Lafonía, "Torbellino eufórico" Eyra Tervsen.
- La maestra de gremio… Ya veo, en ese caso, déjeme explicarle la situación, creo que le gustara ver lo que tenemos en nuestro cristal.
- Hmph.
Eyra camino a donde estaba la chica león, cuando llego la levanto con una mano y la puso a un lado, pareció como si hubiese tomado un animal pequeño fuera del camino. Después levanto al hombre y lo puso sobre su hombro.
- Vamos adentro, esta charla tomará algo de tiempo.
Antes de seguirla miré al cielo.
No me queda mucho tiempo…
- Molly, déjamelo a mí, tú tienes que estar en otro lugar.
Me dijo Orna con su mano sobre mi hombro.
- … ¿Estás segura? No creo que molestemos a padre si le explicamos lo sucedido.
- Te digo que está bien, soy capaz de al menos hablar con los adultos sin mojar mis pantalones.
Orna era una persona sensata, y probablemente la más madura de las 3, no debería ser un problema dejar esto en sus manos, además están los jinetes de grifo, asi que cualquier problema con el gremio llegara a los oídos del general Fardan.
- ... Bien… Clara.
- ¡Sí!
- Quédate con Orna, reúnanse conmigo en la posada de la segunda parte del recorrido cuando acaben.
- ¡Entendido!
- U-Umm, dhirkuhen, ¿Kre vhan pessor duh meo? (Disculpen, ¿Qué va a pasar conmigo?)
La chica se acercó a nosotras con un rostro preocupado, supuse que ya no le importaba mostrar su rostro ya que no volvió a ponerse la capucha.
- Ehru zar victum, ¿Nor krerer jar conpetarzio? (Eres la víctima, ¿No quieres una compensación?)
- ¡Nar, nar! ¡Ir devro sertar den strokh ligh´har! ¡Ther oster! (¡No,no! ¡Tengo que estar en otro lugar! ¡Al oeste!)
- … ¿Eres una aspirante?
Esta misión solo se complicaba más y más.