- ¿De verdad está bien hacer esto? ¿No causaremos problemas?
- Siempre y cuando sigas mis pasos, debería estar bien.
- M-Muy bien, por cierto, gracias por la herramienta mágica, ahora es mucho más fácil entender el lenguaje de aquí.
- Viajas a un reino diferente sin si quiera saber el lenguaje, ¿De verdad quieres pasar la prueba? ¿O eres una de esos locos por las batallas en busca de un desafío?
- ¡Para nada! ¡Estoy un 100% lista y dispuesta a hacer lo necesario para ser aceptada! ¡Jamás me tomaría esto tan a la ligera!
El tono de voz de la chica era agudo, pero cargaba con un peso y determinación muy característico.
Ella estaba siendo seria.
- ... Veremos.
- ¡Sí!
La chica se hace llamar Lea, me lo dijo poco después de alejarnos del terreno del gremio, en nuestro camino decidí comprar una herramienta mágica que traduce la lengua local al escucharla, tiene forma de anillos, aunque en realidad son pendientes.
Mientras no sea algo que le dé una ventaja sobre los demás aspirantes debería de estar a salvo con eso…
Ahora mismo estaba siguiéndome por los techos hacia nuestro destino. Como era de esperarse, igualar mi paso no le era un reto, incluso me atrevería a decir que estaba acostumbrada a trasladarse de esta manera.
Shkhara tiene hogares que fueron construidos pensados en los hombres bestia y nuestro instinto natural por el ejercicio físico, la mayoría de sus calles y edificaciones tienen como mínimo 1 o 2 puntos de escalado para clanes felinos como el nuestro, si pienso en ello tomando en cuenta su intención para realizar la prueba, no es extraño asumir que no solo se ha entrenado en el combate, sino en escalar y explorar terrenos peligrosos también.
No lo parece, pero la parte física la tiene cubierta.
- Lea.
- ¿Mm?
- Ya casi llegamos, en cuanto bajemos tienes que rodear ese edificio por la izquierda, te permitirá llegar junto a los demás integrantes sin problemas, también tienes prohibido decir que yo te compre ese artefacto, si alguien pregunta, lo trajiste contigo desde casa.
- ¿Hm? ¿Por qué tanto embrollo? ¿No puedo decir la verdad y ya?
Esta chica… ¿De verdad alguien como ella puede ser una flor de cerezo?... Lo veo difícil…
- Haaah* No. Parecerá que te estaba ayudando, y si los demás se enteran de eso voy a perder mi puesto.
- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!
- ¿Vez esto?
Dije apuntando al adorno sosteniendo mí cabello.
- ¡Claro que lo veo! ¡Apuntaste a eso allá atrás también!
- ¿Sabes lo que significa?
- Umm, se supone que solo los miembros oficiales de flor de cerezo pueden usar adornos de ese tipo, asi que tienes que tener algún tipo de conexión con ellos.
- ¿Cuál crees que es mi conexión?
- ¿P-Podemos saltarnos las preguntas? Siento que mi cabeza comienza a doler…
- Si no puedes con algo como esto jamás pasaras el examen escrito.
- ¡¿Examen escrito?!
- ... Más te vale estar bromeando…
Lea comenzó a alborotar su cabello, sus ojos no se atrevían a mirar los míos y su piel comenzaba a ser cubierta en sudor.
- Eh, uh, s-sí, ¡Bromeando! ¡Sip! ¡Eso hago! ¡Bromear! ¡Hahaha! Haha. Haa…
- ...
- ...
Está condenada…
- Haaah* Soy uno de los supervisores. Las reglas dictan que no puedo involucrarme de ninguna manera con los aspirantes fuera de lo que dicta mi puesto, incluso darte direcciones ya es motivo suficiente para suspenderme.
- N-No puede ser…
Tap* Tap*
- Por eso tienes que hacer lo que te digo, de lo contrario voy a arrastrarte al-
- ¡LO SIENTO MUCHO!
Bom*
- ¡¿Wah?!
La frente de Lea golpeo el suelo con un sonido peligrosamente estridente, su cuerpo estaba formando un perfecto arco donde su espalda estaba completamente expuesta con su cola en el suelo.
Para los hombres bestia, ésta era una de las mayores poses de sumisión y redición que podían hacer.
Debido a que nuestro instinto por la supervivencia y la violencia es más intenso que otras razas, la mayoría prefiere pelear a muerte antes que hacer esto.
Esta era la primera vez que observaba tal acontecimiento.
Y como me lo había imaginado.
No sabía qué tipo de palabras usar.
- … Pusiste en peligro el trabajo de tu vida por mis estupideces… E incluso tuviste la amabilidad de mostrarme el camino y gastar tu dinero con todo el riesgo… ¡De verdad lo siento! ¡Por favor perdóname!
- ...
Las cuerdas vocales de Lea vibraban de forma irregular, su cuerpo parecía temblar desde los huesos y el rechinamiento que escuchaba provenía de sus dientes.
- Hare lo que sea para compensártelo… Por eso-
- Detente. Ya no digas más.
- …
Con mi ayuda Lea volvió a ponerse sobre sus pies, ahora la herida en su frente y las lágrimas deslizándose por sus mejillas me eran perceptibles.
- Mira, uhh… Tú realmente no necesitabas hacer todo eso, sabía lo que estaba haciendo, e incluso si me atrapan lo peor que puede pasarme es una degradación y una suspensión temporal, expulsarme todavía está fuera ser algo por lo que preocuparse.
- P-Pero…
- Te digo que está bien, ya deja de hacer un acto tan vergonzoso, eres un león ¿no? Muestra un poco de orgullo.
- … Mmm…
Lea estaba conteniendo sus lágrimas tanto como podía, uno pensaría que eran debido al arañazo en su frente, pero la situación amerita otra conclusión.
- No te conozco, pero puedo entender que estar aquí es algo sumamente importante para ti, no voy a entrar en detalles de tu vida personal ya que eso sería ir demasiado lejos, asi que hagamos un trato.
- ¿U-Un trato?
- Sí. ¿Quieres escucharlo?
- …
Lea secó sus ojos y arregló su ropa, después recogió aire en sus plomes para después soltarlo con un poderoso soplido.
- Te escucho.
- Hmph.
Todavía parecía afectada, pero ahora su voluntad por cumplir un deber que todavía no le había dado se superpuso sobre su angustia.
Ser capaz de hacer eso era importante en nuestro trabajo, por lo que ya se había ganado unos cuantos puntos en las entrevistas si es que llegaba a ese punto.
Aunque bueno, puede que con lo que voy a pedirle lo logre de alguna forma.
- ¡Lea!
- ¡¿S- ¡¿Sí?!
- ¡Completa la prueba y enfréntate a mí en el filtro final! ¡De esa forma podrás pagarme por las molestias!
- ¿Enfrentarme a ti?... ¿E-Estas segura?
- …
En un ataque sorpresa tomé la muñeca de Lea al mismo tiempo que pateaba su pie.
Thomp*
- ¡Gha!
Su espalda golpeo el suelo, despojándola del aire acumulado en sus pulmones.
- Con solo verte sé que no tienes mucho dinero, asi que eso está fuera de cuestión. No me gustan los esclavos asi que no te pediré que te conviertas en uno. La única opción que queda es tu cuerpo, pero no estoy interesada en las relaciones amorosas, mucho menos con otra mujer, por lo que la única opción es una pelea. Se nota que eres fuerte y tienes cierta preparación asi que intercambiar golpes contigo tendrá un impacto positivo en mis habilidades. O al menos eso es lo que pienso.
- Cough* Cough* E-Entiendo, superare las pruebas y me enfrentare a ti.
- Bien. ¿Tenemos un trato?
Ofrecí mi mano una vez más, esta vez no solo como una ayuda, sino como una promesa.
- ¡Haha! ¡Sin duda!
Lea junto su palma con la mía, haciendo una firma implícita en nuestro contrato invisible con una enorme sonrisa infantil.
- Heh.
Ya estaba entusiasmada, pero creo que ahora lo estoy incluso más. Ya quiero ver cómo termina ésta promesa.
**
En otro lado, bajo las calles de Lafonía.
Las ratas se escondían de la una pútrida luz que surgía de un pedazo de carne palpitante. Alrededor del asqueroso faro había un grupo de encapuchados rodeándolo con su atención puesta sobre el engendro tomando forma en el centro.
- ¿Cómo van los preparativos?
- Estará listo a tiempo, te lo prometo.
- Tiene que estarlo, de lo contrario no tendremos nuestra venganza, y no creo que quieran decepcionar al padre negro y sus verdugos, ¿Cierto? Todos ellos parecen ser monstruos sacados de una pesadilla.
- ¡Ha! ¡Una vez acabemos con estas alimañas extranjeras y tengamos el poder del demonio ya no nos será necesario! ¡Acabaremos con ese imbécil y sus fenómenos también!
- Bueno, primero tengamos éxito con la invocación, después nos encargaremos de todos ellos… Hehe, se arrepentirán de lo que nos hicieron… ¡Todos ellos!
¡HAHAHAHAHA! *
Solo en la profunda oscuridad pueden escucharle las desquiciadas carcajadas de aquellos que han elegido abandonar su humanidad.
Y pronto, un ser de abominable poder se les uniría.
Aunque la sombra observando todo era mucho peor.